El documento discute cómo las plataformas tecnológicas como Facebook podrían afectar la capacidad de pensamiento crítico sobre temas políticos y sociales. Menciona que estas plataformas podrían fomentar la superficialidad sobre la profundidad, priorizar la información rápida sobre la reflexión, y generar más contactos pero menos vínculos significativos. También señala que el acceso a estas plataformas podría crear una nueva estratificación social virtual.