2. Historia
Antes del avance del oftalmoscopio la identificación de las
irregularidades del fondo de ojo dependían de la
observación de las modificaciones del reflejo de color rojo
que se veía en la pupila. El registro más antiguo que se tiene
data de 1704, cuando Méry llevó a cabo la primera
observación oftalmoscópica del fondo de ojo en un gato
sumergido bajo el agua. Él investigaba las reacciones
pupilares de dicho animal en el agua; a medida que el gato
se ahogaba sus pupilas se dilataban, y el fondo de ojo se
podía ver cómodamente ya que el poder refractivo de la
córnea era contrarrestado por la superficie plana del agua.
Sin embargo Méry no pudo ver la trascendencia de este
fenómeno, y fue hasta 1709 cuando de la Hire observó la
importancia de este hecho y lo describió.
3. Característica
Este aparato tiene variantes en cuanto a sus dispositivos, pero su
funcionamiento básico se basa en la reflexión por espejos de un
rayo de luz que va al paciente. Dispone de varias lentes fondo del
ojo.
En la cara posterior del oftalmoscopio se encuentra un disco o
rueda que permite cambiar la forma e intensidad de la luz
empleada:
- círculo pequeño o media luna de luz blanca para pupilas
mióticas - círculo luminoso de mayor tamaño para pupilas
dilatadas - luz verde o anaeritra que es de longitud de onda corta
y por tanto se refleja en las capas superficiales de la retina,
permite observar la mácula y los vasos sanguíneos con mayor
definición - sistema de círculos concéntricos con una estrella o
círculo central para objetivar la fijación excéntrica cuando se le
pide al paciente que mire a la luz y descartar la falsa mácula del
estrábico
4. Manejo
Para utilizarlo, el explorador (bien sea óptico o
médico) debe colocarse frente al paciente, mirándole,
y proyectar el rayo de luz del oftalmoscopio, en un
ambiente de poca luminosidad. Por ley, si el
explorador es médico oftalmólogo, tendrá permiso
para dilatar la pupila al paciente mediante
medicamentos midriáticos. En caso de ser óptico
optometrista, la exploración debe hacerse sin ninguna
administración de medicamentos.
5. Examen de fondo de ojo
Consiste en mirar la retina, especialmente los vasos sanguíneos,
la entrada del nervio óptico y alteraciones mismas que pueden
encontrarse en la retina (pigmentaciones, exudados,
hemorragias). Para esto se usa el oftalmoscopio que es un
instrumento provisto de una fuente de luz y un juego de lentes
con distintas dioptrías que sirven para enfocar la retina.
El examen se efectúa en un ambiente oscuro. Si es posible,
conviene dilatar las pupilas con un midriático.
Este examen es necesario practicarlo varias veces para lograr
destreza. La cabeza del examinador y del paciente deben estar a
la misma altura. La persona que es examinada debe mirar hacia
adelante y no mover sus ojos. Se trata primero ver el "rojo del
ojo" que es el reflejo de la luz en la retina e indica que los medios
refráctiles están transparentes. Luego se enfoca la retina y se van
identificando las estructuras que interesan, partiendo por el
nervio óptico