Seguridad pública, narcotráfico y grupos contrarios analizados

Capítulo IV
Escenario Temporal
-Seguridad Pública-.-Narcotráfico-.-Terrorismo-.-Grupos
Contrarios al Estado-.-Migración-.-Corrupción-.-
Inteligencia-.-Sistemas de Riesgo-.-
Encuesta-.-Fuentes
de Inflexión.-
IGOR JOSHUE BEJARANO MELENDEZ
Marzo 2008
Registro INDAUTOR: 03-2015-060110070900-01

Seguridad Nacional
A nalista IGO R JOSHUE BEJARANO MELENDEZ. L.D. C éd. 5427730, UMSNH. 2
ÍNDICE:
CAPÍTULOIV Página
Escenario Temporal
1.- SEGURIDAD PÚBLICA 5
1.1.- Realidad Relativa 6
1.2.- Escenario Actual 11
1.3.- Percepción de la Policía 15
1.4.- Delincuencia Organizada 41
2.- NARCOTRÁFICO 59
2.1.- Narcotráfico de Bajo Perfil 67
2.2.- Narcotráfico Organizado 71
2.3.- Cárteles de Droga 73
3.- TERRORISMO 133
3.1.- Terrorismo de Estado 137
a) Exterior 139
b) Interior 151
3.2.- Terrorismo de Particulares 160
a) Islámico 165
b) Pro-occidental 169
3.3.- 11 de Septiembre 175
3.4.- Neo terrorismo 187
4.- GRUPOS CONTRARIOS AL ESTADO 204
4.1.- Forma y Sustento Social 207
4.2.- Ejército Zapatista de Liberación Nacional EZLN 229
5.- MIGRACIÓN 249
5.1.- Referencia Estatal 250
5.2.- Migración Sistémica y Eco-sistémica 256
5.3.- Migración Mexicana 270
5.4.- Interior y Trans-territorial 295
6.- CORRUPCIÓN 300
7.- INTELIGENCIA 315
7.1.- Centro de Investigación y Seguridad Nacional 322
7.2.- Inteligencia Politizada 330
7.3.- Inteligencia Institucional vs Delincuencial 334
7.4.- Reciprocidad de Espionaje 337
7.5.- Agencia Central de Inteligencia CIA 347
8.- SISTEMAS DE RIESGO

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8.1.- CONTRA EL TERRITORIO
8.1.1.- Antropogénicos
8.1.1.1.- Riesgo por Voluntad Política 357
8.1.1.2.- Riesgo por Particulares 358
8.1.1.3.- Riesgo por Apreciación Errónea 359
8.1.1.4.- Violación Territorial Temporal 361
8.1.1.5.- Riesgo por Potestad Estatal Exterior 362
8.1.1.6.- Riesgo por Entidades de Menor Jerarquía 363
8.1.2.- Naturogénicos 365
8.2.- CONTRA LA POBLACIÓN
8.2.1.- Antropogénicos
8.2.1.1.- Armas de Destrucción Masiva 369
8.2.1.2.- Intervención Terrorista 408
8.2.1.3.- Intervención Armada Exterior 415
8.2.1.4.- Intervención Armada Interior 421
8.2.1.5.- Incidentes y Atentados en Eventos Públicos 429
8.2.1.6.- Incidentes y Atentados en el Transporte 436
8.2.1.7.- Incidentes y Atentados por Materiales Peligrosos 451
8.2.1.8.- Epidemias 465
8.2.2.- Fenómenos Naturogénicos
8.2.2.1.- Hidrometeorológicos 470
8.2.2.2.-Volcánicos 475
8.2.2.3.- Sísmicos 477
8.2.2.4.- Cósmicos 481
8.2.3.- Riesgo por Perturbaciones Climatológicas y del Entorno
8.2.3.1.- Sequías 486
8.2.3.2.- Incendios 487
8.2.3.3.- Inviernos, Heladas y Tormentas Invernales 488
8.2.3.4.- Tornados y Ventarrones 489
8.3.- CONTRA EL GOBIERNO
8.3.1.- Atentado 498
8.3.2.- Intervención Armada 505
8.3.3.- Golpe de Estado 510
8.3.4.- Disturbio, Irrupción y Provocación 527
8.3.5.- Incidente en el Transporte 549
8.3.6.- Riesgos Especiales 560
8.3.7.- Instalaciones Estratégicas y Servidores de Primer Nivel 567
8.3.8.- Sujetos No Gubernamentales 572
8.4.- POTENCIAL DE RIESGO Y AMENAZA (CLASIFICACIÓN) 575
8.4.1.- Capacidad Total 578
9.- ENCUESTA 587

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10.- FUENTES DE INFLEXIÓN EN LA SEGURIDAD NACIONAL (ANEXO)
10.1.- Alteración y Colapso de Bienes y Servicios 594
10.2.- Amenaza Cibernética y de Potencial Inteligencia Artificial 598
10.3.- Vecindad y Proximidad Territorial 602
10.4.- Trasnacionales 604
10.5.- Sanciones Internacionales y de Corte Unilateral 606
10.6.- Supresión de Amenaza Externa 607
10.7.- Procesos Cíclicos de la Seguridad Nacional 609
10.8.- Intervencionismo Económico y Militar 610
10.9.- En Nombre de la Seguridad Nacional 612
10.10.- Desastre / cataclismo Sinérgico 615
10.11.- Supuesto de Vida e Inteligencia Extraterrestre 617
CONCLUSIONES Y CONCEPTO DE SEG.NAC. 627
PROPUESTAS TÉCNICO-NORMATIVAS 632
BIBLIOGRAFÍA 633

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1.- SEGURIDAD PÚBLICA
Cuando estaba en ciernes la capacidad para erigir lo que se convertiría en un estado,
había en las aglomeraciones sociales, un pensamiento con el que daban cuenta que la vida,
bienestar y actividad integral, necesitaban por obligación una garantía de protección a los elementos de
funcionamiento vital, de sus partes individuales, y colectiva.
Ese parámetro ya denotado como inherente al hecho de estar relativamente unidos bajo un
contexto de orden social, significó Seguridad Pública.
La percepción depositada en tiempos remotos sobre la improrrogable necesidad de protección
y confianza para el desenvolvimiento de la vida misma, fue el camino para la búsqueda
constante de los satis factores que pudieran imponer ese espectro de procedencia saludable de
las acciones humanas.
Claro que la utilidad en la facultad para auto-determinarse gracias al poder normativo concreto
y efectivo, fue el mecanismo más elocuente y asequible con el que se comenzaría el proceso de
supresión del libertinaje de los individuos, para adecuarlos ante la nueva frontera visualizada en
el campo de la integración social.
Es claro cómo la disposición de las masas para ser constreñidas por el poder organizado del
orden común de las cosas y los hechos de la vida; establecido por etapas de la evolución
colectiva, iría aportando sus resultados benéficos sobre el panorama social que sobresalía sobre
el parámetro en el cual se efectuaba el intercambio constante de voluntades.
Y sobre las que en no pocas ocasiones se producían conflictos que terminaban bajo el poder
del más fuerte, o que números considerables de individuos depositaran su deseo lesivo sobre la
figura de sus semejantes, ocasionando la conformación de afrentas más serias para la misma
organización social. Se producían consecuencias en las que se imponían voluntades por encima
de otras y terminaban imponiéndose por encima de la colectiva.
La configuración de aspectos negativos para el ser social, y para la esfera de particulares; fue a
pesar de todo, uno de los patrones de desarrollo de la colectividad. Hubo entonces, hay en la
actualidad y siempre habrá al menos una voluntad decisiva que se enfrente a la realidad
organizada y normada en la que habita, y exponga su deseo para causar un detrimento directo
o indirecto ante la integridad social y personal.
Siendo así, se observa cómo la evolución de las sociedades ha estado manchada por esas pocas
o muchas ocasiones, en que la exposición de capacidad, necesidad, gusto y disposición de
alguna voluntad personal, grupal o extraordinariamente general (comunión social para derrocar
regímenes gobernativos internos o amenazas masivas externas); ha sido el detonante
permanente en el que se ha depositado un parámetro de ilicitud e inseguridad pública frente a
la esencia de las mayorías por disfrutar de un halo suficiente de protección, certidumbre y confianza
pública.
Como dijimos, la procedencia de las acciones humanas sujetas a los órdenes jurídicos y
morales, dan la visión para que desde el seno de la sociedad y la función del ente gobernativo;
sean conciliadores para tratar de reducir a su mínima expresión, cualquier sentido que tome la
voluntad fundadora de inseguridad colectiva.
Es un acuerdo intrínseco de la organización social, en la que se nota como intervienen todos
los factores para tener constante un cierto parámetro incidental de acciones perniciosas
teniendo enfrente el interés común.

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Se toma como referencia más práctica y responsable, la etapa de las sociedades en que
adquirieron la calidad formal de estado; es ahí donde se muestra más la conjunción social. Y se
muestra responsabilidad directa en el ente gubernamental e indirecta de la sociedad, para el
entendimiento de razones y consecuencias en los índices de faltas al interés general.
(Aunque es en parte válido decir que en épocas de anarquía de la humanidad, el interés general no era
precisamente el del bienestar, la paz, la tranquilidad, la sana convivencia, sinola costumbre rencillosa dictaba lo
contrario; algo tradicional que sólo con el paso evolutivo regulado en insistencia, pudo reconfigurarse).
Se nota que la evolución normativa de los organismos estatales, daría paso a la consecución de
normas jurídicas expeditas para regular y frenar en la forma, las voluntades causantes de daño
al bien público y particular. La oportunidad era palpable, para que en resolución del hombre, se
tomaran las exigencias sociales en la materia, y lograran disponer de mecanismos punitivos que
tarde o temprano terminarían por preservar la concepción y estructura funcional; en donde
ahora actúa el poder del estado para prevenir y reprimir actuaciones de tal naturaleza.
Gradualmente se fue conformando el caudal coercitivo necesario, con el que se dispuso del
deseo social y estatal, para impedir que más acciones negativas sobre la seguridad pública se
siguieran presentando.
Para que fueran manteniendo un relativo y limitado rango de aplicaciones impropias, y que
más adelante no tuvieran la oportunidad de evolucionar hacia más y mejores medios de
imposición de daño al interés colectivo y personal.
1.1.- REALIDAD RELATIVA
Es notable como el fenómeno de la criminalidad afecta tan hondamente la actividad y la percepción de
la sociedad mexicana en la actualidad. Existe comunión entre las acciones ilícitas y el temor personal y
social ante ellas.
Es claro que la apertura nacional a la presencia y arraigo de todo el caudal de inseguridad pública, se
debe a múltiples, relativos y no tan objetivos factores. A saber podemos señalar dos grandes
responsabilidades: Las del estado, que podrían ser en parte las siguientes:
1.- La pérdida, falta y subdesarrollo nacional en materia de fuentes de trabajo suficientes; frente al índice
demográfico creciente, corresponsabilidad directa del sector público.
2.- El margen parcial de corrupción institucional y social en el que se desarrolla el país; y que sostiene la
percepción pública de ineficacia y desconfianza en el sistema punitivo.
3.- La insolvencia decisiva del estado creadora de la impunidad, para aplicar con firmeza su facultad
disuasiva, represora y sancionadora en todo el territorio nacional. No de este régimen, sino de muchos
anteriores.
Por medio de programas sexenales en colaboración directa con lasentidades federativas;campañas sociales
de prevención; mecanismos de combate al crimen de más impacto social; profesionalización de las
corporaciones policíacas, etc. Encontrando un estándar nacional: Sólo 5 de cada 100 delitos cometidos, se
sanciona con condena del responsable.
4.- La pasividad del régimen gubernamental en el pasado, para la creación e imposición de operativos
conjuntos temporales y permanentes de prevención y persecución de delitos en todos los niveles de
gobierno.

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5.- El relativo margen de comunión de servidores públicos en los tres niveles de gobierno; y los mismos
individuos delincuentes, durante el proceso de planeación y consumación de ilícitos. Entre autorías
materiales e intelectuales en este caudal de delitos.
6.- La ineficiencia del sistema de readaptación social federal y de los estados;en donde los condenados lejos
de readaptarse en prisión, en buena medida adquieren la idea, la capacidad y la resolución que les
convierte, al momento de cumplir su sentencia, en amenazas aún mayores que cuando ingresaron. Riesgo
mayor para la sociedad en caso de reincidir.
7.- La desproporción entre el caudal creciente de delincuentes en reclusión, en espera de sentencia o
compurgando una pena; y el Sistema Penitenciario Nacional.Rebasado en sus espacios físicosdeprisión,por
el número tan elevado de procesados.
8.- La pobre disposición de recursos humanos y materiales, para que desde mucho tiempo atrás, en los
municipios, en las entidades federativas y en la Federación; se hubiera creado y sostenido un sistema
integral de seguridad pública.Sehubiesecreado una fuerza policíaca confiable,y sobre todo correl acionada
independientemente del nivel gubernamental en que trabajasen, y en colaboración directa con instancias
ministeriales.
9.- La falta de legislación directa, a tiempo, y en forma, para solventar los rezagos profundos en materia de
seguridad pública en el país, en los estados y municipios. Edificados desde décadas atrás.
10.- El desfasegeneracional en donde la amplitud del sistema jurídico nacional, no fue el basto y suficiente
como para haber creado los parámetros operativos comunes para las autoridades encargadas de perseguir
el crimen; encargadas de sancionar a los causantes; y encargadas de solventar un adecuado sistema de
readaptación.
11.- El desfase generacional entre el caudal de procesados en la vía penal y el sistema judicial, rebasado
desde hace años.
12.- La inoperancia relativa de la estructura en el pago de condenas, ya que parcialmente, los condenados
reciben más beneficios de ley, que impedimentos para poder salir en libertad antes de cumplir
debidamente, como la sociedad lo exige, dicha sanción.
13.- La falta de dureza y aplicación en las condenas, para todos aquellos delincuentes reincidentes; aunado
al margen divergente en el que proceden las resoluciones judiciales sobre el particular de acuerdo a cada
entidad federativa.
14.- La falta de compaginación relativadela normatividad jurídico-punitiva de cada entidad federativa y de
éstas con el de la Federación.
Siendo este último caso más elocuente por la existencia del fuero local y federal en los delitos; no obstante,
sería procedente disponer de un solo Código Penal para toda la República (propuesta reciente de la
Presidencia,remitida para su estudio al Congreso); en donde se dispusieran claramente responsabilidades
del orden estatal y de la federación, pero que se expresaran dispositivos de común aplicación para todos.
Que contuvieran sanciones y calificaciones dedelitos de común aprecio nacional.Quelos delincuentes en su
primer delito, en su acumulación de ilícitos, concurso, o subsecuentes cometidos en reincidencia, sean
acreedores a penalidades equitativas en todo el país, de acuerdo al grado de valoración de su condición
personal y el daño causado.Que la persecución de delitos fuera tomada apropiadamentepor el grado lesivo
para la sociedad y el individuo,y no tanto por la diferenciación en la responsabilidad entre el ámbito local y
federal.

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15.- La falta de adecuación institucional desdehace bastantes años,para que la persecución de delitos no se
rigiera tan estrictamente como se dispuso hasta hace poco; en donde todos los cuerpos policíacos del país,
seguridad pública preventiva y policías al servicio del ministerio público local y federal, funcionaran con
mayor conciliación y sin tantos obstáculos legales debido a las competencias expresas en los códigos
penales.
Que no se tomaran el fuero local y el federal de la forma tan enérgica en que aún se hace, sino buscar los
medios más oportunos en donde cualquier instancia policíaca pudiera intervenir en casi cualquier clase de
delito, algo que en la realidad tenemos en parte:
_La intervención de las instancias federales en la persecución de secuestros y la intervención de instancias
locales en la persecución de delitos contra la salud (narcomenudeo), por citar dos ejemplos.
16.- El relativo manejo institucional divergente entre instancias judiciales y procuradorasde justicia; para la
sanción, persecución y consignación de delincuentes, en formas conciliadoras y de retribución al interés
general de la nación.
En no pocas ocasiones la disposición dela autoridad judicial seveafectada por un prejuicio antela autoridad
ministerial y viceversa,lo que no deja avanzar en el desarrollo común de los propósitos dejusticia; y todavía
más allá, la falta de entendimiento y cordura entre policías preventivas e instancias procuradoras pa ra la
puesta a disposición ministerial de los presuntos delincuentes, existiendo también prejuicio relativo.
Y aún, un desarreglo funcional en el entendimiento correcto y constante entre las mismas corporaciones
policíacas del país en sus tres órdenes.
17.- El relativo pero cierto y constante marco de ineficiencia en que proceden las actuaciones de los
ministerios públicosdel fuero local y federal; habiendo baja calidad en la integración de las averiguaciones
previas y su posterior improcedencia parcial o total ante la valoración de la autoridad judicial (sujeto en
parte, por esa masiva cantidad deactos típicos bajo investigación,y los no suficientes ministerios públicos).
18.- La significativa esfera deactuación delos órganos jurisdiccionales,locales y federales;en los que se deja
ver recurrencia de tecnicismos en la superficie de los procesos penales, pero en el fondo afectados por
campos probatorios carentes de la integridad acotada en la ley.
Es común el uso de medios probatorios de la calidad dela prueba Instrumental de Actuaciones (deducciones
finales de todo lo presentado en el expediente), y Presunción Legal y Humana, sobre las que recae en la
mayoría de las veces el decisivo poder resolutor de los juzgadores penales.
19.- La des proporcional demora en la aplicación dejusticiaal caso particular,haciendo notar todo, menos la
aplicación pronta y expedita que se observa en los supremos designios de la ley. Consiguiendo que tanto la
sociedad, los directos perjudicados, como el procesado, salgan afectados desde distintos puntos de vista:
_Que el procesado no cuente con resolución judicial desu caso,y esto lesignifiqueganancia de tiempo para
buscar los medios legales propicios para levantar una defensa mejor; y que aún siendo responsable por la
obra ilícita, salga de prisión preventiva, haciendo que la sociedad y la víctima terminen lesionadas en su
interés por la injusta impunidad en que son colocadas.
_O que el procesado en la espera larga de resolución judicial, sin ser responsable del ilícito, termine en
libertad,pero bajo el detrimento causado duranteel tiempo de la prisión preventiva en que estuvo mientras
se resolvía su caso;haciendo que tanto el victimario,como la sociedad y la víctima, resulten afectadas en el
interés respectivo.
20.- La realidad judicial en donde se sobre extienden en el tiempo los procesos penales, gracias a la
oportunidad representada por los recursos de la vía ordinaria y extraordinaria con que cuenta la
normatividad constitucional y reglamentaria, local y federal.

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En la cual el procesado tiene el beneficio de la ley, para interponer apelaciones, recursos de amparo y
revisión, ante lo cual se esgrimen como apegado a la legalidad y juridicidad sin prórroga alguna; solo que
esto crea a la larga,la satisfacción o insatisfacción al interés del procesado ante la resolución totalmente a
favor, en contra o parcialmente a favor o en contra, en la última instancia judicial permitida en su caso
particular.Ya la vez crea satisfacción o perjuicio al interés de la sociedad,la víctima o el tercero perjudicado,
terminando por concretarseun perjuicio efectivo, afectando a una figura determinada desde la perspectiva
contrastante:
El hecho de mantener por espacios detiempo exagerados,la última e imprescriptibleresolución judicial final
del proceso penal,existiendo sentencia en un solo sentido a lo largo del trayecto judicial desgastante, desde
la primera instancia, la segunda y el amparo (con su revisión, o el resto de recursos judiciales vigentes en
materia penal), o existiendo sentencia en distinto sentido durante cada una de estas etapas jurisdiccionales.
21.- La falta de adecuación,progresión y vigencia de medios alternativos de sanción-condena. Faltando ese
parámetro conciso que ayudaría a sanear parcialmente la desproporción numérica de los centros de
reclusión y los procesados que los habitan por obligación.
Compurgando entonces con medios alternos, que bien podrían mejorar, incluso la percepción social, la no
contaminación de presos por delitos menores, con presos por delitos graves, la economía penitenciaria, la
readaptación; pero siendo objetivos, podría costar mucho más, que dejar las cosas en el actual estado que
guardan; de pretender recambiar algunos medios privativos de libertad, por mecanismos ajenos a esto
(obligadamente beneficio a procesados por delitos menores del fuero común).
Como prisión domiciliaria, trabajo social en la comunidad, prisión con libertad condicionada por días,
sanción pecuniaria ejemplar a quienes tengan capacidad económica, trabaj os en determinado centro
externo controlado por la autoridad, libertad condicionada forzada en una comunidad, etc.
Mientras que por parte de la responsabilidad de la sociedad podemos establecer:
1.- La pérdida, falta y subdesarrollo nacional en materia de fuentes de trabajo suficientes; frente al índice
demográfico creciente, corresponsabilidad directa del sector privado.
2.- El estado de necesidades básicas en lo material de algunos individuos, para resolver en sus razones, en
un momento y lugar determinado, como fundado el accionar ilícitamente para satisfacer ese apremio
urgente; por lo regular,para beneficio de sí mismo y su familia,claro que después de esto, muchas personas
recaen en lo mismo, aún y que no tengan más, dicha necesidad primaria (delitos del orden patrimonial).
3.- La ociosidad en que caen muchos individuos y les conduce a saltar la coerción del orden integral.
4.- La conducta personal y la condición social que permite en algunas personas, develar un gusto por actuar
así, una satisfacción personal ante la consumación de un cierto acto ilícito.
5.- El consumo permanente, regular u ocasional de cualquier tipo de drogas y sustancias que alteren la
condición normal de la persona; en donde se crea un entorno general en el que fáci lmente se puede cruzar
la línea entre la autocontención volitiva y el desenfreno ilícito;haciacualquier sentido en donde se centre la
visión alterada de esos individuos. Precisamente por el daño y trastorno directo e indirecto que las drogas
les ocasionan.
6.- El orden progresivo en la resolución ilícita de los individuos: Delitos menores ir refrenados, evolucionan
hacia delitos graves y bien organizados.
7.- La concepción en el seno de cierto tipo pérfido de convivencia familiar, en el que se toma la resolución
tácita o expresa para adecuar conductas ilícitas dentro del entorno de dicha vida familiar.

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8.- La desintegración familiar quelleva a muchos individuosa unirsea grupos vandálicos;que terminan en la
mayoría de los casos por realizar acciones ilícitas. Y que también provoca pérdida parcial o total de valores
sociales en la persona, que le conduzca a proceder ilícitamente por su cuenta.
9.- La concepción actual de parte de la formación en el núcleo familiar; en donde se carece parcial o
totalmente en ciertas ocasiones,dela observanciay respeto de valores humanos,cívicos y sociales desde la
misma infancia hasta la adultez. Ocasionando la deformación en la sana e íntegra percepción y resolución
privada de esos individuos, de cara a la vida social que les espera.
10.- La búsqueda de identificación personal de primo delincuentes con criminales consumados.
11.- La desproporción del desarrollo nacional en términos de cultura y educación de las personas. Sin que
esto implique un precedente general, si predispone la aptitud ilícita de algunos de estos individuos.
12.- Las mismas predisposiciones sico patológicas de algunas personas más proclives a actuar ilícitamente
que otras.
13.- La predisposición en donde se muestra como válido para el individuo,delinquir para obtener beneficios
propios, teniendo enfrente la representación de su sanción jurídica, de forma menos cuantificable que el
riesgo mismo implicado en la obtención del propósito tipificado.
14.- La misma sociedad, que no ha sabido encauzar desde hace tiempo, sus pretensiones comunes de
seguridad pública exigiéndola ante la figura gobernativa; por centrarse la realidad social del país, en la
profunda desigualdad que aún persiste. En centrarse en la inequidad en las prioridades divergentes de los
ricos y los pobres.
15.- La enorme desconfianza relativamente fundada de parte de la soci edad, en donde víctimas, sus
familiares y testigos presenciales de delitos recurrentes graves y comunes; omiten, desde pedir el auxilio de
la policía preventiva en el lugar de los hechos, hasta presentar la correspondiente denuncia o querella,
según sea el caso,ante la autoridad ministerial, y la ratificación de la denuncia, querella, o ser parte activa
en la acusación formal del inculpado.
16.- La desproporción persistente en todo el ámbito geográfico del territorio nacional, en donde existen
comunidades apartadas del poder jurídico; apartadas prácticamente de la civilización conocida en que se
vive en los centros urbanos.
Lo que más pronto que tarde, conduce a la conciencia y apreciación de esos individuos, aún desde
generaciones atrás, de que el poder normativo del estado no está presente ahí, por lo que su resolución
muchas veces es acordea conductas antijurídicas, aún y que ni siquiera sepan que lo son, en algunos casos
de delitos menores.
17.- Las costumbres arraigadas en lugares sobre todo rurales, en donde los individuos resuelven sus
diferencias personalmente; mediante el uso de recursos ilícitos de defensa de sus respectivos intereses.
18.- La decisión concisa de delincuentes por organizar grupos criminales, manteniendo vigente su poder
ilícito desde hace bastante tiempo; arraigándolo en el seno social. Creando conductas tipificadas
consuetudinarias,por lo regular llevadas a cabo en grupos de individuos total o parcialmente organizados;
los que lejos de frenar sus ímpetus ilícitos, llevan una forma de vida acorde con la situación que viven a
diario.
Toman del margen de impunidad y corrupción imperante, toman de la ambición personal y del poder que
sin duda les significa imponerse por encima de la voluntad social y personal, el deseo de llevar una vida
antisocial bajo una agrupación de personas destinada en todo momento a planear, supervisar, disponer,

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conjuntar y aplicar todos los medios humanos y materiales disponibles para lograr sus propósitos
sustentadores de un crimen organizado.
Todo lo anterior, conforma bajo someras apreciaciones generales, el fenómeno magistralmente envolvente
por el que se reproduce todos los días en suelo nacional, una esfera relativa de inseguridad pública,
dañando permanentemente los principios esenciales de la seguridad que se desea en el seno del estado.
1.2.- ESCENARIO ACTUAL
Como vemos, la forma actual que posee la seguridad pública en el país, significa simple y
llanamente una de las encomiendas más importantes que sobresalen; tanto de la función del
sector gubernamental, como de la pretensión de la sociedad.
Una de las prioridades nacionales del Gobierno de la República, de la mayoría de las entidades
federativas y de innumerables municipios, lo sea la cuestión del combate a la inseguridad, que
afecta desde hace bastantes años el seno del estado en proporciones válidas como para
concebirse más generalizada que particularizada a determinada región del territorio nacional.
Resulta cierto en la percepción general, que existe un desfase de tiempo y espacio, de voluntad
y decisión concreta para la interposición de medios gubernamentales, más eficaces posibles
para el ataque frontal a la inseguridad; teniendo enfrente la petición y la exigencia implícita y
explícita de la sociedad por ser poseedora de la garantía superior que le deviene para su
existencia normal: El sentido de seguridad colectiva.
Ante lo que se observa que el estado en sí, bajo la directriz ineludible de brindar el suficiente
halo de seguridad, ha fallado en el rumbo mismo de la capacidad de prevención, persecución y
sanción del caudal de acciones antijurídicas que más golpean a la sociedad. Se ha creado y se
mantiene la idea, la percepción y la conciencia social, de que no existe precedente fundamental,
basado en la aplicación de voluntad del gobierno, para frenar la inseguridad y su avance
paulatino.
Mientras que la población, siendo el elemento regularmente pasivo de la relación estatal; no ha
hecho más que manifestar intrínseco, su anhelo, su voluntad social sí decisiva en torno a la
petición de gozar de seguridad.
La actual presencia que posee la inseguridad pública, ha ido modelando un sentido casi general
en el que se aprecia la desconfianza de las personas; desde el hecho de dejar de realizar
actividades que en un pasado sí pudo efectuar, hasta ser víctima directa de una acción ilícita,
que sus familiares lo sean, o conocer de alguien que lo fue.
 La sensación, la percepción general acerca de la ahora débil garantía de seguridad
colectiva, no ha sido más que la conjunción real de un sinnúmero de factores tangibles y
abstractos,enlos que se ha depositado lafe públicade las personas, deseosas de sentirse
seguras en todo momento y lugar.
 Es claro que la difusión aportada por los medios de comunicación masivos acerca de
acciones ilícitas llevadas a cabo con toda la carga lesiva posible; sobre todo de parte de
grupos criminales organizados, ha ido golpeando y transformando gradualmente la
sensación consciente e inconsciente de los individuos de cara a la idea que tienen
predeterminada;de loque se supone debe de ser la seguridad pública para ellos y los que
le rodean.

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 Cambiándose lasituaciónhacialamodelaciónexternade esaopiniónpersonal,graciasalas
recurrentes cargas de acciones ilícitas mostradas en buena parte de esos medios de
comunicación, prácticamente a diario.
Para nada queremos manifestarnos en contra de la difusión sistemática que realizan la mayoría
de los medios de comunicación en el país, sobre todo alrededor del panorama en el que actúa
el crimen organizado, y tampoco queremos decir que se escondan o se obvien acontecimientos
de tal naturaleza, o que simplemente se acuerde no difundir tales acciones; sobre todo en la
televisión, siendo que la realidad nacional exige que se den a conocer.
A lo que queremos llegar, es a valorar el impacto social que producen sin duda, demostraciones
de semejante calidad lesiva, mostradas a través de las pantallas.
En donde explícitamente se ofrece una gama diversa de actos ilícitos, organizados y ordinarios
que suceden en gran parte del país; lo que sin duda ha llevado a mantener una verdadera
simbiosis de necesidad por comunicarlas y de necesidad por conocerlas, dando pie a que se
eleven y sostengan los rangos de la apreciación general de la inseguridad.
Y más allá aún, se esgrime con certeza, la actualidad de las políticas internas de las empresas
encargadas del manejo de la televisión nacional. En donde se tiene algún presupuesto relativo,
para dar a los televidentes, las noticias que saben de antemano serán recibidas con interés.
Expresando lo que en términos coloquiales se conoce como amarillismo (no es grato que exista
esta parcial tendencia televisiva, en búsqueda de mayores niveles de audiencia; acompañada de
expresiones, algunas veces desmedidas de los comunicadores al momento de transmitir); la
forma predeterminada en que se ofrece a la opinión pública noticias de impacto social, como
lo son todas las relacionadas con la inseguridad de estado.
_________________________________________________________________________
Es notable cómo la generalización de la inseguridad, aportada como dijimos en medida
por la televisión y otros medios de comunicación; ha conformado la percepción pública que
ahora se tiene. Aún en poblaciones o regiones del país en donde los índices delictivos nunca
han sido tan marcados, y aún en individuos que no tenían la preocupación casi permanente en
la inseguridad, se ha producido la concepción relativa de que en todo lugar y momento, más
fácil que difícilmente, seremos golpeados por una acción criminal.
Es indudable que la fortaleza lesiva que imprimen las acciones de la delincuencia organizada,
han arrastrado a la gama de delitos comunes hacia la compaginación de lo que se conoce como
inseguridad pública. Lo que ha abierto la posibilidad de que la sociedad entienda y presuponga el grado tan
elevado en el que se haya su vulnerabilidad ante semejantes situaciones.
Si por un lado la percepción social enfocada sobre los delitos comunes, se conformara dentro
de esos límites, muy distinto sería el panorama nacional en el que se mantienen los índices de
desconfianza en la garantía de protección brindada por el estado. Mientras que la suma de estas
acciones con las más perjudiciales: Las del crimen organizado, son las depositarias del temor
social. La delincuencia organizada, en proporciones reales y abstractas, bien pudiera por sí sola ser el objeto de
mayor miedo para la población.
La fuerza avasallante con que en ocasiones se muestran a la opinión pública acciones de tal
naturaleza, frente a la inoperancia relativa del poder gobernativo represor, ofrecen el verdadero
marco de inseguridad en donde, desde hace unos años a la fecha, se comprende la magnitud
del problema nacional, la magnitud del sentido de vulnerabilidad que la básica percepción
personal y social demuestra tener.

Seguridad Nacional
En el tenor, es propio establecer como el poder de perjuicio ofrecido por las recurrentes
acciones del crimen organizado, han servido para levantar, más allá de la zona y los individuos
que directamente se afecta, la elemental idea social de que en un momento dado en cualquier
lugar se podría ser también víctima de tales acciones.
Algo en lo que relativamente se discrepa, y se demuestra una vez más el estado que guarda la
comprensión y el razonamiento de la población general acerca de la inseguridad en su parte
más dañina: La del crimen organizado.
Claro es que el temor social sea fundado en la forma tan explícita en la que operan las
organizaciones criminales y el daño causado; no obstante, la realidad objetiva ha demostrado
en los márgenes de ilicitud en las acciones de estas, la no concordancia entre esos márgenes de
maniobra y el daño directo causado en las personas ajenas a su poder; las que pueden ser y son
mayormente afectadas por delitos del orden común.
Ante lo cual, es válido dirigir la idea más objetiva, en que la mayor inseguridad pública, la
creada por el crimen organizado; no es el instrumento directo que infunde temor a la
población, ni tampoco totalmente lo es el crimen del orden común -el que sí golpea
directamente al común denominador de la sociedad-, sino que existe una conjunción formal,
en que acciones del crimen organizado demuestran su mayor poder de inferir temor social, no
porque afecten expresamente.
(Aquíes oportuno señalar,como elejemplo máspráctico,las ejecucionesde personasrelacionadas
con el narcotráfico,en dondesegolpea directamente a ciertos individuos; solo que en estos casos,
por lo general estaban también relacionados a tal crimen).
Sino que afectan de forma colateral, abstracta y constantemente el interés general por disfrutar
de seguridad pública. Y es que la población general, aún sin ser parte de las víctimas directas
que se producen en las pugnas del narcotráfico, como la fuente de mayor poder del crimen
organizado en el país, recibe una gran carga de temor y miedo por el simple hecho de notar el grado de
alcance y decisión que últimamente han demostrado tener las acciones de ese tipo.
Y como vimos, aún y que se centren los ajustes de cuentas en regiones y zonas históricamente
preestablecidas o que vayan aumentando moderada o desmesuradamente (como fue el caso del
estado de Michoacán desde el 2005); la opinión pública ya detenta la percepción de que esta
clase de delincuencia organizada, es la de mayor capacidad de daño para sí, y para el resto de
factores del estado (incidiendo la proclama mediática del gobierno federal, que también induce
una carga a la sociedad, respecto del mal habido en semejante criminalidad).
Al fin del camino, se han mostrado de forma conjunta las dos prioridades del estado y de la
población de cara a su seguridad. De forma implícita y gradual ha sobresalido en últimos años
la fijación de la sociedad por el temor que le ocasionan las acciones del crimen organizado,
sobre todo las ejecuciones del narcotráfico.
Y ha sobresalido la prioridad del estado, también por la misma causa, solo que esta tarea, de
forma explícita, directa y permanente desde hace años; desde la consolidación de las
organizaciones de la delincuencia organizada.
Solo que históricamente no se ha sabido y no se ha podido, por muchos factores, aplicar el aparato estatal para
tratar de reducir este tipo de crimen estructural.

Seguridad Nacional
La seguridad pública para el estado de bienestar, es uno de los factores más
importantes con el que la actividad general, en lo económico, social, político y jurídico (y sus
infinitas vertientes); podrá ser llevada hasta propósitos de mejoramiento de las actuales
condiciones de vida. Es práctica la utilidad de la seguridad, en ella se desahoga todo tipo de
preocupación que pueda tener la población acerca de la confianza, certidumbre y protección
necesarias para llevar a buen término su existencia.
Claro que en nuestro caso está fallando la integridad con que debe de estar construida toda la
estructura de esta seguridad colectiva.
En lo esencial y en lo real, en lo pasado, en lo presente y en lo futuro, en la concepción natural
y modelada de cada individuo y de la sociedad en su conjunto, en la idea aplicativa de parte del
ente gubernamental, en la conciliación de todos los elementos del Estado Mexicano; se
encuentran las bases en las que descansa el supremo interés nacional enfocado en la seguridad
pública.
Una seguridad total de las personas, de las instituciones, del sector público y privado, que
intervienen cotidianamente en la transformación del país. Es claro que si en la actualidad no
denotamos los cambios tan drásticos que se han sufrido gracias a la falta de seguridad
suficiente, sí ha habido una reordenación gradual de las visiones y las formas en que se nota
todo lo relacionado con el factor de la seguridad colectiva.
Ahora más que nunca, la modelación de la conciencia y la opinión pública ha tenido lugar para
demostrar con poder manifiesto, la necesidad nacional que deviene el contar con los medios
reales de satisfacción de la actividad y el desarrollo armónico de vida, bajo estándares de
normalidad, tranquilidad y respeto de las más elementales garantías humanas sustentadoras de
la esencia humana, libre de las voluntades dañinas, ilícitas, intransigentes, lesivas.
Que envuelven la tendencia actual de la inseguridad general, creada y mantenida por una parte
de la población en franca divergencia con el bien común, en franca contrariedad a los
principios que rigen los destinos generales de la nación; y en franca contraposición a la vida
regulada del resto de individuos que no rompen la barrera moral y jurídica para cometer actos
delictuosos.
Como antes señalamos, existen factores externos e internos que sirven como catalizadores para
la adecuación de voluntades en torno a la comisión de delitos en los fueros federal y local.
Existen responsabilidades que pudiéramos denotarlas por la figura del régimen de estado, el
sector gubernamental y por la sociedad, con el fondo particular que conllevan.
Ante lo que podemos concluir, es que todo parece indicar que este problema nacional que
representa la inseguridad pública, ha sido un fenómeno general en el que se han visto
involucrados múltiples elementos directos e indirectos, en los que se nota cómo la actividad del
estado, de la sociedad y de los particulares; en una pirámide formalmente edificada, han llevado
-en tiempo y espacio- hacia una verdadera conciliación -parcial- alrededor de dar estructura
base a la delincuencia común y organizada; ambas formas, sostén de la inseguridad que se vive
en el país de forma generalizada. Pero que está particularizada, contabilizada en estadísticas e
incidencias en la gravedad o en lo ordinario de tal o cual gama de delitos, y totalmente des
proporcional en unos lugares del territorio nacional frente a otros.
Así es como en la realidad objetiva y cruda, se tiene también en el país a la inseguridad.

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Ante lo que procede subrayar, que si ahora no existe entendimiento entre ambas realidades
acerca del crimen en el país, es muy importante que en determinado momento llegue a
alcanzarse ese punto de comunión:
 * Que tanto las instancias del gobierno encargadas de regir la vigencia de una seguridad
pública; como la sociedad, que cada vez exige más esa garantía. Concuerden en la
apreciación de llevar a cabo una sola idea, encaminada hacia la reducción progresiva de la
delincuencia.
En esos términos será procedente que exista la pauta para dicho entendimiento nacional. De lo
contrario se mantendrán las relativas posiciones divergentesentre gobierno y pueblo; de alguna
manera, cada uno protegiendo su parcial interés. En donde como ahora, se estipulen
sistemáticamente avancesinstitucionales en la reducción de la incidencia criminal, frente a los
pocos adelantos y retrocesos que se aducen sobre lo mismo, por parte de la opinión pública.
Es decir, hasta en este punto -negativo- para el estado tenemos discrepancias, quizás lógicas en
parte, pero que al último nivel auxilian a llevar más lejos el punto de existencia del país, en el
que se puedan alcanzar los satis factores suficientes como para no percibir más a la seguridad
como inseguridad.
1.3.- PERCEPCIÓN DE LA POLICÍA
Tenemos que hacer hincapié en la figura coercitiva que significa la autoridad administrativa-policíaca en
todos los niveles del gobierno:
 Los cuerpos preventivos.
 Y al servicio de la procuración de justicia.
En los que tenemos primero que hacer notar la clasificación genérica en que son creados y funcionan
dentro del país.
POLICÍAS AL SERVICIO DE LA PREVENCIÓN:
1.- POLICÍAS MUNICIPALES PM.
Que dependen directamente de la más singular estructura gobernativa del organigrama del estado; el orden
que rigela esfera privada de todos los municipios del país durante un periodo de gobierno de tres años: Las
Presidencias, Ayuntamientos o Alcaldías Municipales. Estas policías funcionando ordinariamente bajo un
concepto institucional como Dirección de Seguridad Pública Municipal DSPM.
Estas direcciones,en la mayoría de las ocasiones seencuentran bajo convenios de colaboración directa con
las localidades vecinas para el apoyo en acciones preventivas del delito, y también poseen convenios
directos con instancias policíacas del estado en el que se encuentran, con policías federales, y de
procuración de justicia para la implementación de operativos conjuntos en caso de así requerirse.
Claro que lo anterior no lo podemos catalogar como algo estrictamente práctico y real, en apego a la
legalidad y normatividad respectiva -tanto local como federal-; sino que más bien lo que se demuestra en la
realidad, es que existen los precedentes suficientes como para tener, bajo las circunstancias ordi narias y
extraordinariasen los requerimientos de la participación conjunta de más de una corporación policíaca en
tiempo y espacio determinado, el hecho de que estas corporaciones,de distinto ámbito de competencia por
materia y por territorio,lleven a cabo lo necesario,legal y aún por sentido común y de urgencia extrema, los
mecanismos de colaboración expresa para montar las acciones que sean necesarias para prevenir y/o
perseguir los delitos.

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En medida lo anterior, si bien es cierto que aún no podríamos concebirlo en términos satisfactoriosdel todo,
si dejan ver una organización relativa en los niveles del desarrollo particular de las instancias de policía
frente a sus homólogos. Y podemos dar una parte de ese mérito, gracias a los avanzados sistemas de
comunicación radial que hoy en día se encuentran funcionando en las redes municipales, estatales y
nacional de comunicaciones privadas y clasificadas de esta naturaleza.
-La que por cierto aún está por alcanzar toda la cobertura y enlace del territorio nacional; mediante la
creación paulatina desdehacevarios años,desdelas principaleszonas urbanas, irradiándose al resto, de un
sistema de comunicaciones satelitales y por repetidores terrestres, conocido como C-4 (al cual se le conoce
también como 066: Línea de emergencias): Centros de Comunicación, Cómputo, Control y Comando.
Utilizando vías de radiocomunicación: Locales por Repetidor. Y “MATRA” (satelital): Que representa la vía
privad, de Red de Comunicación Interinstitucional de México, en servicio tanto para dependencias civiles
como militares.
* La circunscripción de las policías municipales, es para su respectivo municipio, para garantizar la paz y
tranquilidad pública del municipio; solo que en los casos antes vistos de apoyo y urgencia, claro que sus
indicaciones se basarán en el mejor y más elocuente de los casos, en brindarlo; aún y que eso signifique
extralimitar su competencia territorial. Y de la misma manera se entienden las acciones en que tengan que
proceder más allá de la competencia por materia local que les constriñe.
Las policías municipales,al contrario detodas las demás corporaciones deeste tipo, por su propia condición,
son las instanciasmás añejas dentro del sistema policiaco preventivo del país (igualmente existen en algunos
estados o municipios, las denominadas Policías Intermunicipales que cubren más de un municipio, pero en
esencia son Policías Municipales).
2.- POLICÍA ESTATAL PREVENTIVA PEP.
Operando en el estado de Michoacán y en muchos otros (esperando que sea íntegra la suma de todas las
entidades federativas a esta nueva reestructuración policíaca).
Gracias al aporte legislativo local de la Ley de Seguridad Pública y Tránsito del Estado y del Sistema Nacional
de Seguridad Pública. En donde se plantea a nivel nacional la creación y especificación de la estructura
administrativa y operativa que sirve para hacer funcionar esta corporación de nivel estatal.
Dentro de sus encomiendas:
* Claro es que la competencia territorial y por materia en los delitos del fuero local y las recientes
modificaciones jurídicasparapermitir una participación en delitos del orden federal,al igual quelas policías
municipales.Son las directrices defuncionamiento que rigen a la PEP, la que ha sido configurada para llevar
a todos los rincones de un estado (funcionando en términos operativos en Michoacán gracias a la creación
de primera instancia de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito del Estado de Michoacán), la fuerza
disuasiva y represiva suficiente:
* En casos ordinarioso extraordinariosen que las policías municipales no puedan resolver una situación de
riesgo. En casos de colaboración y apoyo directo o indirecto en operativos de prevención y persecución de
delitos.
* En casos de operativos a nivel nacional aplicados por instancias federales en una entidad. En cas os de
urgencia y requerimiento de personal en todos los rincones de un estado, para la protección y salvaguarda
de los centros penitenciarios locales; y para garantizar de forma general la paz y tranquilidad pública,
haciendo respetar y restituyendo el estado de derecho.
Se establece la existencia de Bases Regionales dentro del territorio de un estado; permanentes y temporales
de la PolicíaEstatal Preventiva.Desde las cuales asisten en las necesidades de la población, y sobre todo se

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preparan las acciones operativasqueregular o súbitamente son llevadas a cabo para mitigar acciones ilícitas
de impacto social, sirviendo en las dos vertientes: De prevención. Y persecución de delitos.
Desde luego que existen los mecanismos de comunicación permanente entre las policías municipales y la
estatal preventiva, para la pronta acción en colaboración ante circunstancias que así lo exijan (en algunos
estados se han creado Agencias de Seguridad Estatal ASE, pero en esencia son PEP).
3.- POLICÍA FEDERAL (ANTES POLICÍA FEDERAL PREVENTIVA PFP).
Recalcando la puesta en marcha de la unificación operativa paracrear a la “Policía Federal”.Desde el pasado
15 de Octubre 2007); también de creación en comienzos de la pasada Administración Federal; delegando
funciones en los estados mediante bases regionales.La cual es la última instancia encargada de mantener el
orden y la tranquilidad social del país antes de recurrir a la fuerza más determinante del estado: Las Fuerzas
Armadas Nacionales.
Se esgrime que ante la creación de la Secretaria de Seguridad Pública Federal SSPF (igual, a inicios del
sexenio anterior), era imprescindible contar con una estructura policíaca que alcanzara todos los rincones
del país en el corto plazo, precisamente para empezar a abatir los profundos rezagos en la materia. Las
otrora corporaciones absorbidas por la PFP fueron: la Policía Federal de Caminos y Puertos PFCyP, que en
instancias administrativas y de mandos se reviró a ser parte de la recién creada PFP. La Policía Fiscal
Federal. Y la Policía de Migración.
Siendo las referencias prácticas con lasquese contó para empezar a edificar esta nueva policía;la queahora
muestra signos de funcionalidad e integridad en la delegación de atribuciones.
Es loable que en la actualidad se goce de tal figura contenedora de la seguridad pública del país, como
quiera que sea la situación en que se desenvuelve el ámbito de percepción acerca de la inseguridad. La PFP
(Policía Federal), como fuerte instancia preventiva de deli tos en el país, es la que actúa en base a
encomiendas operativas que tengan que ver con circunstancias comunes y fortuitas en donde intervengan
fuerzas lesivas para el bien nacional, estatal o local, pero que sea tal la calidad de los agentes que
intervienen; que haga imprescindible asignación de la responsabilidad principal, del comando de las
acciones, precisamente sobre la capacidad y deber de la Policía Federal.
Se establecen las prioridades de esta corporación:
* En las vías terrestres de comunicación.
* Portuarias y aeroportuarias del territorio nacional.
* Fronteras. Aduanas. Combustibles. Petróleo. Electricidad; es decir, prácticamente toda clase de
instalaciones de infraestructura estratégica nacional. Advirtiendo la delimitación de responsabilidades y
acuerdos de colaboración y apoyo con las Fuerzas Armadas, también agentes de protección de dichas
instalaciones.
* También se tienen claraslas finalidades deacción supletoria en los casos en que no esté presente la figura
policíaca y de orden público en una determinada zona del territorio nacional, teniéndose la encomienda de
la imposición del estado de derecho; ante toda circunstancia que lo vulnere o pretenda hacerlo.
* La participación en acciones en contra de la delincuencia organizada. Se tiene el derecho legal para
intervenir en instalaciones deeducación públicaautónoma en el país.Para hacer cumplir los mandamientos
judiciales de la Federación en los casos en que se requiera.
* Para intervenir en casos extraordinariosen que se pretenda vulnerar la condición de recintos legislativos,
ejecutivos y judiciales federales o en auxilio de los locales. Para salvaguardar recintos de toda la gama de
instituciones de la federación. Para supervisar y resguardar las instalaciones de:

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Centros Federales de Readaptación Social
* Numero 1.- CEFERESO del Altiplano”, ubicado en el municipio de Almoloya de Juárez, Estado de México.
* Número 2.- “CEFERESO de Occidente”, ubicado en el municipio de Puente Grande, Jalisco.
* Número 3 “CEFERESO del Noreste”, ubicado en el municipio de Matamoros, Tamaulipas.
* Número 4 “El Rincón”, ubicado en el municipio de Tepic, Nayarit.
* Colonia penal de “Islas Marías”, ubicada frente a costas de Sinaloa.
* Centro Federal de Rehabilitación Sico-social CEFEREPSI, ubicado en el municipio de Ayala, estado de
Morelos. Integrada en especial para este caso, la Fuerza Federal Penitenciaria de la SSPF.
* Para trasladar condenados y procesados entre las prisiones del sistema nacional de centros de
readaptación social, federales y locales.
* Desde luego para participaren los convenios de colaboración existentes entre los tres niveles de gobierno,
y sus respectivas fuerzas policíacas al servicio del interés público, entre otras funciones. Entre otras.
POLICÍAS AL SERVICIO DE LA PROCURACIÓN DE JUSTICIA:
1.- POLICÍA MINISTERIAL DEL ESTADO PME.
Que en algunos todavía siguen denominándose como Policía Judicial del Estado PJE. Este tipo de
corporación estatal es la herramienta de servicio y auxilio con que disponen las Procuradurías Generales de
Justicia de los Estados y del Distrito Federal.
* Para llevar a cabo lasdiligenciasy los mandamientos del ministerio público del fuero común; y desde luego
que brindan apoyo a las instancias judiciales -estrictamente- en cuanto a la cumplimentación de
mandamientos como órdenes de presentación, aprehensión y reaprehensión (aunque habrá que decir l a
apreciación integral de que se sirve al interés directo del ministerio público, en base al obsequio judicial
acotado).
* Participan en la presentación de personas indiciadas. Recaban pruebas en investigación de campo.
Realizan diligencias en apoyo a actuaciones ministeriales en campo. Participan en operativos de prevención
y persecución de delitos en conjunto con policías preventivas locales o federales.
* Mantienen convenios de colaboración con sus similares en otros estados de la República, y con el
extranjero; para la pronta recepción o deportación de indiciados o procesados que importen la esfera
privada de la procuración de justicia en el estado. Resguardan la integridad de los ministerios públicos.
* Participan de acciones de colaboración con otras entidades para poder acceder a su territorio, con o sin
apoyo de su semejante de ese estado para la búsqueda y detención de presuntos delincuentes, entre otras
funciones.
La actuación dela Policía Ministerial serige por la asignación institucional de las procuradurías de justicia
locales, en base a Subprocuradurías Regionales de Justicia en los principales municipios del territorio de la
entidad federativa (en algunos estados seha creado la figura de la Agencia Estatal de Investigación AEI, pero
en esencia es Policía Ministerial).
Aquí es oportuno recalcar las acciones que desde hace años se vienen llevando en conjunto entre policías
preventivas locales y/o estatales, policías ministeriales o judiciales, policías federales y elementos del
Ejercito Mexicano, para la prevención y persecución de delitos del fuero común y federal, en zonas urbanas,
rurales y puntos de comunicación terrestre, la denominada Base de Operaciones Mixtas BOM. Además,

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funcionando temporalmente sobre todo en puntos carreteros, están los llamados PRECOS, Puntos de
Revisión Carreteros.
2.- POLICÍA FEDERAL (ANTES AGENCIA FEDERAL DE INVESTIGACIÓN AFI).
(Recalcando la puesta en marcha operativa de la fusión de ésta con la PFP para dar paso a la “Policía
Federal”), predecesora de la Policía Judicial Federal PJF, al servicio y auxilio delas funciones operativas de la
Procuraduría General de la República PGR.
La cual cuenta con una figura conocida de operación, la Subprocuraduría de Investigación Especializada en
Delincuencia Organizada SIEDO; entre muchas más instancias.
La AFI opera en todo el territorio nacional para el servicio de las directrices encomendadas por el Ministerio
Público de la Federación.
- Por medio de Delegaciones Estatales de la PGR.
- Y éstas a su vez delegando funciones al nivel local por medio de Subsedes Regionales de la PGR en los
principales municipios de los estados.
Los encargos de la policía ministerial de la federación, son:
* La persecución de delitos del fuero federal. Se tienen delineadas estructuras internas, por las que la
Agencia Federal de Investigación, también al igual que la PFP, de relativa reciente creación al principio del
pasado mandato presidencial, designa toda la gama de responsabilidades en varias fiscalías, direcciones y
subprocuradurías especializadas en determinada variedad de ilícitos.
_Sirviendo esto, como el mejor y más lógico método institucional para demarcar los encargos que por sí
mismos requieren de toda la atención posible dentro de un único parámetro humano y material enfocado
en el mismo propósito -permanentemente-.
* Se tiene la encomienda de funcionar como agentes de custodia y protección de reos, indiciados y asilados
políticos. Dentro de los parámetros de los tratados internacionales suscritos por México en materia de
extradición, deportación y asilo político, sea que la situación importe a la Federación, o que se actúe en
auxilio de una entidad federativa, o que por lo delicado del asunto se recurra al apoyo de la AFI.
* Sirven para el resguardo y traslado deprocesados o indiciados dentro del territorio nacional por la vía que
se requiera.
* Apoyan las actuaciones ministeriales en el lugar de los hechos.
* Realizan labores de investigación contra el crimen organizado en todas sus modalidades.
* Efectúan acciones sobre ilícitos del fuero común siendo solicitadas por la PGR mediante la Facultad de
Atracción de que disponepara asuntos delicadosquesobrepongan posibles repercusionespara el interés de
la sociedad.
* Mantienen convenios de colaboración entrecorporaciones policíacas y los órdenes de gobierno estatales
para la suma de esfuerzos enfocados en exclusivas circunstancias en donde por lo regular se requiera del
apoyo externo para cumplimentar las diligencias del Ministeri o Público de la Federación.
* Tiene también la encomienda de salvaguardar la garantía de orden y paz social en los casos de expresa
flagrancia de delitos, claro que esto sería dentro de las últimas instancias de urgencia.
* Tienen el encargo de brindar protección a la integridad delos agentes ministeriales; entre otras funciones.
Entre otras. (Señalando que la AFI, directamente proporciona agentes para INTERPOL México, delegación

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nacional de la corporación mundial de la Policía Internacional que tiene su sede en Francia. Para la
operación de búsqueda y detención de criminales internacionales alrededor de los países miembros de la
organización).
Nota: Respecto de las responsabilidades determinadas antes, sobre la figura de la Agencia Federal de
Investigación y la Policía Federal Preventiva;recordando sólo la existencia de dependencias desglosadas del
panorama general de ambas corporaciones. Tenemos que decir que a partir del 15 de Diciembre de 2006
(en que se dio por orden presidencial,la unificación del mando de ambas, en la persona del general Ardelio
Vargas Fosado. Titular hasta marzo 2007).
Es que se ha venido evolucionando en cuanto a las directrices, marcos reglamentarios internos, el caudal
administrativo e imagen institucional; así como la asignación de estructuras internas para un mejor
funcionamiento táctico de las instituciones, de cara a las necesidades producidas por la implantación de
operativos locales y regionales en contra del crimen organizado y la delincuencia común.
Sellando entonces en practicidad sucinta, la elevación estructural -institucional del Cuerpo Federal de
Policía; el que contiene entre sus 6 unidades:
División de Proximidad Social.
División de Inteligencia Policial.
División de Información y Análisis.
División de Fuerzas Federales de Apoyo.
División de Servicios Judiciales y Ministeriales.
División Antidrogas.
Sobreponiéndose entonces como nunca antes, una realidad queobligó a reflejar las necesidades operativas
del gobierno contra la criminalidad, mediante la unificación, en esta supercorporación. Acompañada desde
luego de la integración de varias subsecretarias de la SSPF. Citando nuevamente como el pasado 15 de
Octubre de 2007, arranco de manera práctica y operativa la fusión de ambas entidades policíacas.
Denominándose como Policía Federal.
En tiempos recientes se ha conformado una instancia conjunta de participación local y federal entre
corporaciones policíacas,en lo específico para combatir la incidenciacrecientedel narcomenudeo en el país;
esto por medio de la fuerza denominada Unidad Mixta de Atención al Narcomenudeo UMAN. En servicio
en parte de la República.Dando resultados y englobando la participación constante de elementos de la AFI,
de policías ministeriales y de policías estatales preventivos.
Cabe hacer cita respecto de una exclusiva forma de prevención del delito que existe en el país y que no es
llevada a cabo por ninguna autoridad policíaca, sino por el Ejército, Fuerza Aérea y Armada, de forma
temporal y en casos especiales de manera permanente.
Hablamos de retenes, filtros de revisión y puestos de control instalados sobre todo en vías primarias de
comunicación terrestre. Por lo general exceptuándose carreteras de cuota, en donde los elementos militares
llevan a cabo tareas en cumplimiento de disposiciones de leyes generales y federales, en materia de delitos
contra la salud, portación de armas prohibidas y demás, en violación:
La Ley General de Salud,
El Código Penal Federal,
La Ley Federal Contra la Delincuencia Organizada;
Y la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos.
Aduciéndose como de realcedichas acciones que sirven para brindar sin duda, por sobre la imagen similar
que pueda aportar la policía,el halo deseguridad y confianza que al menos en ese momento y lugar tendrán
las personas que observen esas acciones preventivas de las fuerzas armadas.

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PERSONIFICACIÓN.
Como vemos, existe una gama de fuerzas policíacas dispuestas a lo largo y ancho del territorio
nacional para el combate de la inseguridad, solo que no se han alcanzado las metas idealizadas
en los últimos años, en que más se ha acentuado la tendencia de la criminalidad ordinaria; y
más la organizada en el país.
Es de exponer los principios que rigen la existencia y funcionamiento de toda corporación de
esta índole, en donde notamos que la disposición y la aptitud para brindar el servicio a la sociedad, son
las bases primordiales en que se sustenta la actuación policíaca; aunado a salarios decorosos, en
apego al grado de profesionalización alcanzado por nivel educativo que tenga la persona que
aspire a ser policía.
Es importante, sin llegar a ser determinante en su totalidad: la condición humana, la formación
familiar, personal, los valores cívicos y de respeto al orden jurídico y social; todos sirven para referenciar las
aptitudes y actitudes en que se basa la actuación de las personas que asumen la autoridad de la policía.
Es de ver que la sociedad mexicana, históricamente dejó a un lado el desarrollo de la carrera
policial, de la profesionalización absoluta de la policía, que ya para nuestra época hubiera
surtido los deseados efectos en materia de servicio eficaz para mantener la seguridad donde
debe estar.
El foco de atención sin duda, lejos de la contraparte que significan las voluntades criminales, lo
es la condición de la mayoría de los policías que trabajan en el país bajo las órdenes del Poder
Ejecutivo en los tres niveles de gobierno.
* En donde se observa un grado de relativa insolvencia integral en los individuos para desempeñar con
propiedad el encargo. Se nota que más allá de la capacidad que puedan tener, todo termina en la cali dad
relativa de la labor en que esa capacidad es demostrada ante la sociedad.
* Un sinnúmero de vicios heredados del pasado y que surgen y se actualizan con esta realidad, están
vigentes en la idea de parte de los policías; más aquellos que tienen en servicio varios o muchos años. Que
son parte de los rezagos profundos que llegan de ese pasado para seguir causando estragos en la forma en
que se desarrolla la actividad policial.
* Es un círculo vicioso que por desgracia se sigue manteniendo; aún no se exigen parámetros de probidad,
capacidad y espíritu de servicio en los aspirantes a policía; aún no existen los programas unificados en los
niveles estatales -sobre todo-, para ir creando los pasos institucionales necesarios para sistematizar una
educación profesional de carrera en el servicio policial.
 Es obtuso que se exijan requisitos personales de renovada calidad, cuando se siguen
sosteniendobajaspercepcionessalariales(directamente en policías del orden local). Es de
verpor ejemplo,enlaAcademia dePolicía del Estado deMichoacán,únicamente sean tres
meses de instrucción básica los necesarios para dotar de un arma a un individuo que
apenas tiene el grado básico de preparación académica, con apenas la mayoría de edad
cumplida, y así salga a las calles con la responsabilidad integral, con la presión personal y
laboral para desempeñar la función de ser un policía más, dentro de la estructura
parcialmente corrompida en que todavía se manejan policías en los estados y municipios
principalmente.1
1
Como generalidad, así es en casi toda entidad federativa: 3 meses, “Curso Básico de Policía Preventivo”.

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 Pero que se hace ante una cierta presión social por elevar salarios de policías, frente a la
presión del gobierno, que exhibe la necesidad de una preparación mayor; para que sean
sujetos de un beneficio económico mayor. Porque todo parece indicar que así es, no
necesariamente la difícil tarea de ser policía es la determinante por sí sola de que el
gobiernotengaque aumentar el salario, sino que esto debe estar aunado a la eficiencia y
preparación personal que demuestren tener primero los individuos para después ser
policías y ganar mejor.
* Sinembargoa lodicho,el escenario histórico, el planteamiento metódico del sistema nacional
que todavía rige alrededor de las convocatorias, exámenes, internados, capacitación,
adiestramiento, evaluación y aprobación de ciudadanos como agentes de policía (preventiva-
local);noobedece precisamenteaesoidealizado: Necesidad gubernamental-respuesta personal-
preparación del policía-trabajo de policía-buen salario.
Superado por lo que tenemos: Baja exigencia convocada, en la necesidad gubernamental para
emplearapersonascomoagentes del orden, y la respuesta en el mismo sentido, de parte de los
aspirantes (más que nada, necesitados de UN trabajo. No porque terminantemente deseen y
tengan la aptitud para desempeñar tal responsabilidad, en posteridad).
Es un punto sin acuerdo, junto al histórico complejo de pasividad que tuvieron los regímenes
gubernamentales -en este caso- en su faceta económica y exigencia profesionalizada; como
para haber desde antes, dispuesto la salvedad de contar con recursos suficientes como para
dotar de mejores remuneraciones a los policías; y en reflejo, verlos actuar profesionalmente. Y
no tener que llegar a la actualidad en la que se discute con amplitud, la necesidad de pagar
mejor para recibir mejor seguridad pública, algo que no resulta cierto:
* Si la deformación parcial que sin lugar a dudas se tiene en parte de corporaciones policíacas, se
encuentra aún en su apogeo, es incuestionable que en la superficie de ese problema de principios
elementales; se tenga por configurado el suficiente panorama como para impedir que el solo hecho de
mejorar las percepciones salariales, vaya a ser el detonante de la reestructuración esencial que se
requiere en el sentido y ubicación de la labor policíaca.
Cuestiones tan complejas, como es un margen de deficiencia, de corrupción, de falta de
aptitud, de ineptitud y de falta de voluntad de servicio en parte de la actividad desempeñada
por los individuos-policías frente a la sociedad. Jamás en el corto o mediano plazo serán
reorientadas por el solo hecho de mejorar el salario; sin embargo, no por ello tenemos que
dejar de notar la importancia toral que implica el no percibir un buen salario.
Bajas percepciones en individuos, con baja calidad moral y laboral; no crea otra cosa más que
un ser corrupto o proclive a ello, en todo momento y lugar. Crea un perjuicio constante para la
esencia misma de la loable labor policíaca.
Y es que no queremos decir que fue primero: Si la baja percepción que causa la baja calidad
personal en los policías, o la calidad personal ya estaba baja, antes de percibir el poco salario; lo
quesí se concuerda,esqueun factorsirve al otro y viceversa (un calculo aproximado, en México la
mayor parte de los policías, que pertenecen a los Municipios, perciben un estimado promedio de
1500 a 2500 pesos a la quincena. Es decir, entre 2 y 3 salarios mínimos al día. Lo que para
mantenera una familia, pormuy menor que sea en miembros, difícilmente alcanza, mas que para
subsistir lo elemental.

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Mientras, de la calidad personal de esos ciudadanos, tenemos que acotar lo casi genérico, en que
observamos que si las exigenciasinstitucionales en la preparación académicaquedeben tener los aspirantes
a policía,no son progresivas;por obvias razones,y por ende, ante la falta de más requisitos, las personas se
presentarán con grados básicosdepreparación.Con lo indispensable, que será acorde entonces, con lo que
se pide para aspirar a ser un policía más (de nuevo preventivo-local).
Donde una vez más, tenemos que manifestar exponencialmente la no generalización de tener
concebida a una persona bajo estándares en la calidad moral, humana e integral, estrictamente
de acuerdo al grado de estudios o preparación alcanzados; lo que nos da baja calidad humana
en la persona si no tiene un grado alto.
Ante lo que decimos, por desgracia para nuestro particular asunto, que parece lo anterior ir de
la mano -en parte- con la disposición en que se encuentran policías en el país. Sobre todo en el
área de prevención, de corporaciones municipales y estatales, y en el área de procuración, con
las policías ministeriales (estatus promedio que aplica como enlace general, sobre una parte del resto
de la población mexicana: baja calidad personal x baja preparación, y viceversa. Supeditado a la
educación, y ésta a la economía).
 Es concordante que la voluntad institucional de algún tiempo para acá, haya sido
concretada a medias para satisfacer las exigencias generales por contar con mejores
policías. Algo que aún no brinda los impactos en el seno de la actividad respectiva.
 Es difícil y verdaderamente intrincado el camino en el que se centran las directrices
aportadasporlasestructurasinstitucionales delas policías en el país, de frente a la labor
formidable que implica adentrarse al fondo de la concepción misma de la actividad
desarrollada día tras día por miles de esos individuos; en el carácter de servidores
públicos en el área de seguridad pública.
 Es significativo analizar la esencia y la forma en que proceden en la realidad las
corporaciones, integradas para dar servicio de seguridad a la población.
 Escasi pragmático notardiferenciaciónentre encomiendas idealizadas porlas instancias
superiores encargadas de dirigir las acciones administrativas y operativas de
corporaciones policíacas; y encomiendas prácticas en las que se basa la actividad al
momento de ser aplicada en la cotidianeidad.
Se establece un gran o reducido margen, según sea la integridad y profesionalismo de la
corporación, en el que las disposiciones institucionalesdistan en buenas ocasiones de lograr los
propósitos esperados, al momento en que llegan a las voluntades personales de los policías
para que sean aplicadas.
Se erige un campo distorsionado, más en el fondo que en la forma, en el que se tienen pactadas
específicas y genéricas directrices superiores, y cuando éstas derivan hacia la misma estructura
base en que funciona la actividad comentada, son en no pocas veces tomadas de una forma
que para nada conviene a los intereses de la seguridad pública.
Palabras, discursos y convenios institucionales han quedado en el papel, y seguirán quedando,
mientras no se recomponga el camino parcialmente distorsionado en el que muchos cuerpos
policíacos actúan.
Para dar objetividad, tenemos que esgrimir algo ya antes visto, sobre una tendencia social para
generalizar toda forma de perjuicio que se muestre en contra de su interés; y ante lo que nos
corresponde ahora:

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* Contamos para dilucidar, en el pasado y presente, que se vive en materia de actuación de autoridades
policíacas; acontecimientos en los que se ha mostrado a la opinión pública con amplitud, innumerables
actos de corrupción, incontables acciones ilícitas del orden común y federal; en las que han participado
directa o indirectamente policías.
Acciones en las que han vuelto dolo típico, para confi gurar lesiones abstractas sobre la conciencia y la
opinión de la sociedad, frente a esa imagen representada por quienes se supone, tienen la responsabilidad
de protegerla.
Esta pésima representación mental que tiene la sociedad de sus policías, desde luego que gran
parte del mérito lo tienen esas acciones perjudiciales; en las que se nota cómo estos servidores
públicos proceden en contra del bien social, en contra de las personas bajo conductas de
verdadero poder criminal.
Ante lo cual, en concordancia con el presupuesto versado sobre la disposición social para
generalizar, sobre todo las formas negativas en que se le afecta, debemos comentar que si bien
es cierto que gran cantidad de policías han caído en las redes de la delincuencia, han actuado en
contra de la sociedad y ésta lo ha notado; ha sido solo una parte minúscula de todo el capital humano
dispuesto sobre las corporaciones policíacas.
Sin embargo, han sido más que suficientes las muestras de voluntad ilícita, en el pasado y en el
presente, en las cantidades ínfimas en que se observan algunos servidores públicos para actuar
contrario a los designios formales por los que se le inviste del cargo de autoridad; algo que
gradual y sin retroceso se ha arraigado en el seno de la concepción social acerca de la figura
general forjada en los individuos llamados policías.
Sin importar mucho la condición específica en la que laboren dentro de las instancias locales,
estatales o federales de prevención y procuración de justicia.
Volvemos a tocar el asunto del valor personal, en la condición para ser depositario de tal
responsabilidad. Independiente de que se tengan principios personales íntegros suficientes, o
insuficientes, para hacer válida y benéfica la actuación de los policías frente a la sociedad.
Tenemos que visualizar la importancia de factores externos que llevan a retorcer las encomiendas
del servicio público hacia la peor forma: la voluntad expresa ilícita.
En donde no tanto vemos determinante en la baja percepción de salarios, frente a la inigualable
oportunidad significada en el hecho de delinquir y obtener ganancias inmediatas, que de
ninguna otra forma se podrían conseguir.
Sino más bien, lo que predispone distorsión de la actuación de no pocos policías, lo es sin duda
el entorno general en el que se desarrolla la actividad; ya en momentos en que se es parte del
“sistema”, en instantes en que las calles son el objeto de trabajo cotidiano.
Aquí es cuando se comienzan a formar los designios malsanos por los que algún día se llega a
tener la resolución para saltar el orden jurídico-social que ellos mismos están obligados a
proteger.
 * Las extenuantes jornadas de trabajo, las que por desgracia son por lo regular de 24
horas de trabajo por 24 horas de descanso, algo que va totalmente en contra de los
estipulados de la Constitución.
 Algo que va en contra de los valores naturales del hombre para ser parte de una
estructura laboral, y más si se trata de una como la del policía (sumando la relativa

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incertidumbre de los policías, por labor en un régimen como “trabajadores de
confianza”). Es serio que se sigan manteniendo estos horarios de trabajo continuo, por
periodos prolongados.
* Se suman también, acciones en las que policías, obligadamente tienen que solventar las exi gencias de
operativos locales, estatales o nacionales; en los que se procede por indicaciones superiores para realizar
una variedad de operaciones de prevención o persecución de delitos.
Operativos de días, semanas o incluso meses, en los que no existe otra cosa más que la corporación, la
obligación,y la presión personal, familiar y grupal para seguir recibiendo órdenes y proceder a cumplirlas.
* Es verdaderamente desgastante para la condición normal de las personas, el tener que ser parte de un
sistema de trabajo marcado por las súbitas pretensiones superiores. Tener que movilizarse de ciudad, tener
que cambiar de residencia (este método, más federal que local, se instituyó para tratar de combatir la
corrupción),todo lo cual lleva a una gran carga deperjuicio para el sano desarrollo de los policías y claro de
sus familias.
Existe un vacío en el que se nota cómo la condición de buena parte de policías en el país, son agentes
portadores de un incorrecto control familiar,son sujetos de una inadecuada relación familiar (en los casos
en que se tenga).
Al final, la lógica razón es la que se impone para convalidar la existencia actual de parámetros
en que la calidad del desempeño policial, dista mucho de lo que se espera. El simple hecho de
que la mayoría de policías en el país divida en dos su vida: la mitad al servicio de la corporación
policíaca; y la otra mitad, si bien le va, otorgada a la familia.
 Y algoque esdesgastante:Cómopersisteunafán general, para exigir a los policías unmejor
servicio, si las condiciones laborales internas en las que buena parte, invierte la mitad de su
vida, les retuerce la misma esencia personal, les revierte verdaderos parámetros viciados
para su integridad personal y familiar. Que le conlleva la pérdida de valores humanos, y si
no los tenía bien cimentados, le suma más detrimentos de la voluntad, a su ya existente
baja calidad moral y social.
 Y es que desde la perspectiva exterior, las corporaciones policíacas pareciesen rígidas
estructuras delineadas institucional y humanamente para el servicio a la sociedad. Para
cumplir garantías de seguridad pública; solo que adentrándonos al verdadero infra mundo
en que se rigen las maniobras internas de esas corporaciones, se observa con claridad
(como así lo constató el que escribe durante varios años, por trabajar en una corporación
relacionada indirectamente: Protección Civil); la enorme presión en la que se mueven las
voluntades de los que son policías.
Existen los márgenes de corrupción interna de mandos superiores y medios; de los mismos
elementos, que tarde o temprano hacen caer en los mismos vicios a los nuevos egresados. Los
que si tienen calidad humana adecuada o no, prácticamente son arrastrados por una vorágine
en la que actúan y se desarrollan las policías básicas del país: Las policías preventivas, sobre
todo las de estados y municipios. Corrupción en donde citando un solo ejemplo de muchos:
 Aquellos policías de tránsito que deseen se les asigne una patrulla, irremediablemente
tendrían que dar una “cuota sistemática” a su jefe inmediato; y éste a su vez, dar parte
correspondiente al jefe que le sigue.

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Es dable ver como todo termina por envolver, catalizar y mantener vigente un cierto halo de
incuestionable mala imagen esencial y de procedimientos en la policía. Los individuos que
llegan a ingresar por vez primera, se llevan la sorpresa de notar las diferencias entre los
designios de la academia y los de la realidad que enfrenta con sus compañeros de trabajo, en las
calles.
Es duro, es complicado, es difícil sistematizar el caudal de desarrollo interno de la actuación
policíaca, lo cierto es que para nada es una labor sencilla, para nada es una labor que de la
noche a la mañana pueda reconfigurarse para satisfacer los anhelos de la sociedad y los
discursos de los gobernantes.
Es más propio adentrarnos en el mundo oscuro, palpable, duro y directo, en el que se desenvuelven las acciones
policíacas.
La cercanía común con sujetos criminales de más bajos atributos.
Las incontables horas de trabajo.
La ociosidad.
Los vicios de la voluntad, que tarde o temprano se dejan ver en parte de policías.
En donde éstos toman en ocasiones de la realidad que viven a diario, los valores retorcidos y
necesarios para saltarse la coerción jurídica y actuar ilícitamente.
Es casi mágico el fenómeno por el que se procede en un determinado momento a manifestar la
voluntad en contra del bien personal y social. Existe conjunción de factores internos y externos
que golpean el raciocinio y la resolución de algunos policías para devolverlos ante la sociedad
bajo formas delictuosas.
Establecemos que la fortaleza, la templanza personal que cada policía pueda o no tener, la
probidad relativa al instante de ingresar a una corporación; serán determinantes para que en
posteridad pueda ser presa fácil, difícil o imposible de las garras de una tentación por delinquir,
por corromperse; la humildad y espíritu de servicio al prójimo con que cuenten los policías al ingreso, y los
mismos valores que se pierdan o se mantengan durante el tiempo del servicio a la población; serán
determinantes en la idea interna que cada persona policía tendrá de sí mismo, de sus intereses,
sus anhelos, su visión presente y futura, de sus necesidades básicas y accesorias; frente a la idea
externa aportada por el entorno de trabajo en la cual se modela, se modifica o se mantiene esa
esencia interna, esa representación personalísima de cada policía.
Dando pauta para que en suma contengan, bajo desviaciones concretas o parciales, el cierto y
perjudicial ámbito por el que en un lugar y momento determinado, por única o más apegado a
la realidad, por muchas ocasiones, algunos policías en el país escojan como mejor camino a
elegir, el camino del crimen, del crimen común u organizado.
_Para que esos pocos policías en la práctica, pero insoportables en la formalidad de la percepción
social y estatal, adquieran la determinación personal o en grupo, en complicidad con civiles o
criminales consumados,con reos compurgando penas en prisión, con sus mismos compañeros de
trabajo, con sus allegados; acerca de llevar a cabo acciones ilícitas:
* Por la sensación de relativa invulnerabilidad en la que sin duda sienten encontrarse. Por ser ellos
depositarios de la figura de autoridad, de la imagen represiva. Acompañada de su dosis de procedencia
gracias a la impunidad nacional.
* Por la disposición de recursos materiales necesarios para configurar planes y acciones ilícitas.

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* Por disponer de conocimientos, del entrenamiento, de la capacitación, que les hace sentirse con el poder
basto y suficiente como para atreverse a cometer delitos.
* Por ser depositarios del favor y la responsabilidad social en los que se centra todo, menos imaginar que
esos individuos encargados de la sociedad en algún instante serán los criminales que causan daño a
particulares y la sociedad.
* Por ser poseedores de una predisposición sico patológicaqueles convierte en criminales en potencia, solo
que encontrándose en principio, del lado de la ley.
* Por el simple hecho de poseer legalmente, de portar bajo la encomienda laboral, el medio de más temor
que existe para crear e infligir coacción en los particulares, siendo el de más sustento y poder ilícito: las
armas de fuego.
* Por el margen que se crea con el paso del tiempo, en el que estos policías resuelven como procedente el
beneficiarseen lo material,debido a la baja percepción salarial, observando enfrente a los delincuentes que
detienen, con recelo y envidia. Viendo cómo ellos sí cuentan con la solvencia más que magnífica en lo
monetario, para no tener que preocuparse por la situación laboral, personal y familiar en materia
económica.
* La predisposición de pocos policías, en la que después de un espacio de tiempo relativo, les convierte la
tendencia ilícita,observadacomúnmente en algunos desus compañeros policías;para sumarse y actuar así.
Entre otros muchos factores.
Cantidad más que calidad, es la tendencia que se esgrime en torno al capital humano de las
corporaciones policíacas en el país. En números comparativos con estados extranjeros, México posee
una tasa algo elevada, en la proporción de policías y habitantes:
(Aprox. 400 mil policías, entre locales y federales. Por aprox. 105 millones de habitantes.
_Eroga aproximado: 1 policía por cada 263 habitantes.
Y si sumamos todo el capital humano de seguridad del estado, policías junto a fuerzas armadas -aprox.
650 mil.
_Da 1 agente de seguridad por cada 160 habitantes).
Es incuestionable que los índices de delincuencia se encuentren elevados en unas partes y en
otras se hallen bajo estándares normales; sin embargo, lo que debe verse es la cantidad de
policías que existen en el país, frente a la cantidad de habitantes que tienen que proteger. Los
actuales sistemas de ingreso a muchas instancias de policía, no demuestran tener el necesario
grado de profesionalización en el que deberían ya estar.
Pero observamos a la Agencia Federal de Investigación AFI y a la Policía Federal Preventiva
PFP (actualmente fusionadas en la Policía Federal), como instituciones que sí aplicaron programas de
capacitación de acuerdo a normas profesionales estrictas; en contraste con el mantenimiento
de arcaicos sistemas de capacitación e ingreso, denotados en una baja calidad, compensada en
parte por una mayor cantidad de elementos -sin que signifique- mejor seguridad pública.2
2
(Aunque establecemos una atenuante a lo anterior: La población mexicana, en contraste con otras sociedades
extranjeras, detenta grados elevados de participación de particulares en actos fuera de los contenidos de la ley,
el orden y las normas cívicas. Como ejemplo: Las rutinarias riñas y violencia ordinaria entre particulares, en
las calles y domicilios, fungiendo las bebidas embriagantes como catalizador).

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Es imprescindible notar los precedentes, en los que el sector gubernamental no supo entender la
magnitud de la cuestión que se presentaba; se dejó llevar por lo complacienteque en esas épocas resultó el estado
de las cosas.
No supo adecuar los tiempos y las formas institucionales más efectivaspara comprender y sustentar un proyecto
nacional de seguridad pública, a futuro.
Es natural ver como la ineficacia del gobierno, ante el paso de las décadas, actuó más bien por
inercia que por decidida participación acerca de lo que entonces no significaba el problema que
es en la actualidad la inseguridad. Es palpable que se falló en la búsqueda de los mecanismos
ejecutivos, legislativos y judiciales para haber sostenido programas sistemáticos graduales;
conforme avanzaba el desarrollo nacional y de paso avanzaba la nueva forma en que se iría
presentando y arraigando la criminalidad nacional.
(Pero reiteramos el estado de beneplácito, contubernio y aceptación parcial, que hubo entonces para que
los gobiernos federales -principalmente- no acotaran ni prodigaran contención directa alguna; sobre una
factible progresión, más que vaticinada en la criminalidad mexicana.
Periodo nacional en donde se perdió completamente el rumbo del proyecto nacional de seguridad públic a.
Estructurado magistralmente entre 1929 y 1931. Siendo entonces las décadas posteriores, en donde se
presentase tal retorsión).
Pasivo el deber gubernamental, se depositó a lo largo de varias décadas para crear el marco de
impunidad y corrupción; en el que se ha fundamentado la insolvencia de las corporaciones
policíacas para hacer frente a la delincuencia (cuando ese sistema vigente, simplementedejó de valersepor
sí mismo, para implosionar internamente, y expandirse sin control al exterior: Fines de los 60s y años
siguientes).
Dando la concordancia lógica y deformada de la realidad de antaño, en la que se juntaron
factores sociales y del gobierno. Los que permitieron un desarrollo lento, pero constante, en
que se basa la inseguridad ahora, para ocasionar daño al interés nacional.
No es de unos años a la fecha que el impulso del gobierno para combatir la delincuencia haya
fallado, sino que todo es corresponsabilidad del pasado y el presente. No hubo entonces el
interés institucional, no se supo manejar con propiedad la evolución que debían tener las corporaciones
policíacas para haber proporcionado la seguridad pública que se exige.
Sin duda la figura gobernativa de la nación, la que gobernó por los últimos 71 años hasta el año
2000, es directa responsable de todo éste panorama que se demuestra en nuestra realidad: una
pirámide institucional corporativa de las policías en el nivel local, estatal y aún en el nacional, en donde se
estipulan rezagos expresos y tajantes en materia de desarrollo específico y general.
Existe un espacio retrógrada en la forma e idea, en que tenemos concebidas a ciertas instituciones; sobre
todo las que aún no se les imprime la fortaleza organizativa del estado: Policías preventivas de municipios y
de estados, las que por cierto representan prácticamente tres cuartas partes de todo el capital humano
policiaco con que cuenta el país; y por ende son las de mayor interrelación con la sociedad. De ahí un
mantenimiento generacional de la mala imagen percibida por l a sociedad, acerca de sus agentes de orden.
Se esgrime propicia responsabilidad, en las Administraciones Federales que rigieron hasta la
pasada. Puesto que hasta el inmediato anterior sexenio, fue que se crearon las instituciones
policíacas que debieron estar vigentes en el país desde hacia años.
Es valorable el poder institucional para edificar a la Policía Federal Preventiva PFP, Agencia
Federal de Investigación AFI, y después, a la actual Policía Federal.

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 Estasdosfigurasdisuasivas,preventivas y persecutoras de delincuencia en el país; son la
mejor forma en que se pudo conciliar las necesidades de la sociedad en materia de
seguridad pública, y las obligaciones del estado para subsanarlas.
 Aunquepodemos decir que llegaron retrasadas, como para haber rendido resultados de
cara al interésde lanación: Prevenirla aparicióny el arraigo deafrentas organizadas en
el país; ya que de haber existido en el pasado, hubiesen quizás evitado el perjuicio del
crimen organizado; tal y como está.
 Se hubieseevitado lapropagaciónsistemáticaatodo elterritorio nacional,de voluntades
ilícitas organizadas que han tomado la resolución de mantenerse en vigencia.
__Y claro, también vemos cómo comienza a despertar una fortaleza interna y externa, que
debieron tener las corporaciones policíacas desde el pasado: Se establece en apego a las
disposiciones institucionales desde el pasado sexenio, los niveles de organización alcanzados
para crear en las entidades federativas, a las policías estatales preventivas PEP, como la fuerza
preventiva unitaria, dispuesta para frenar gran parte de la inseguridad. No obstante, que como
dijimos, resultan desfasadas.
Dado que hasta tiempos recientes se pretenda atacar la criminalidad, como antes no se hizo,
sustento de la impunidad y la corrupción, y viceversa; alimentada desde décadas atrás, resguardada en
la pasividad e indiferencia de regímenes gubernamentales, ceñida en el seno mismo de la sociedad. (Ejemplo: En
la década de los 80s en el Distrito Federal; con el célebre jefe policiaco de la ciudad, el conocido
“Negro Durazo”: Adjetivo inconmensurable de una corrupción policíaca jamás publicada).
__Es complicado que la nación en sus altos propósitos, que el Estado Mexicano en su primicia
prioridad de bienestar para la población: El brindar las garantíasde seguridad y confianza para el libre
desarrolloarmónico de todos y cada uno de los individuos que habitan su territorio, haya sido objeto de la
ineptitud sistemática y directa de los gobiernos del pasado nacional.
Los que erraron designios por los que se encontraban en el poder gobernativo de la República.
Se falló en el Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
En las entidades federativas, que bien hubieran servido de ejemplo nacional, en caso de haber
respondido en tiempo y en forma para hacer frente a ese fenómeno; que se veía venir, que se
avizoraba en el horizonte proximal del estado.
Pero que por múltiples factores, principalmente en los Poderes de la Unión, y aún los
respectivos de los estados del país, se erró el poder normativo, jurídico e institucional
suficiente; para haber dado pauta generacional suficiente, en interposición de fuerza estatal
sobre la criminalidad. Y evitar así que llegase con tal magnitud hasta nuestros días.
Se falló en la disposición de recursos económicos y humanos:
Es incongruente que hasta hace unos cuantos años, en los presupuestos de egresos de
prácticamente todoslosgobiernosensustresniveles;hayafiguradoporprimeravez,el segmento
de la seguridad pública. Hasta ese momento se quiso recomponer la zanja abierta.
Por vez primera se dispuso de la inyección de mayores recursos públicos, para ahora sí, intentar
rescatar lo que parece irse dentro del poder envolvente de la impunidad y la corrupción en las
entrañas del crimen nacional.

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_Se conciliaron programas de alcancenacional, comoel SistemaNacionaldeSeguridadPública,
el Gabinete de Seguridad Pública. Nuevos convenios y bases de colaboración; se aportó ese
caudal económico del estado, solo que algo sucedió:
 Si en el pasado inmediato en que ya se notaba alguna fortaleza de la delincuencia, y en
donde nose tenía disposición de recursos para su combate, por lógica hizo pensar que en
esta nueva realidad nacional, la inyección mayor de esos recursos que en el pasado
hicieronfalta,puesahora darían los resultados lógicos; sin embargo, sucedió lo contrario,
mayor poder material de las corporaciones policíacas proporcionado por el gobierno,
significósolo el darse cuenta de que no alcanzaban para combatir eficazmente el crimen.
 Significólanecesidad de más recursos públicos, significó el observar como no alcanzaban
para frenarel podercriminal: Simplemente la realidad inmersa dentro de la esencia de la
criminalidad, salió a flote. Ante la ahora sí expresión del gobierno para intentar frenarla.
No alcanzó el poder institucional en recientes fechas, para lograr atacar de fondo el poder
criminal. Solamente podemos decir que en superficie de la inseguridad, es en donde se tuvo la
oportunidad y aún se tiene en parte; para empezar a subsanar deficiencias heredadas.
 Solamente queda una pregunta abierta… Si como está la situación ahora en materia de
inseguridad y crimen organizado, a pesar de contar con corporaciones policíacas mejor
preparadas y organizadas, como estaría la situación cuando no se encontraban éstas.
 Cómo es la conciencia nacional, la que bajo circunstancias de la época en que se vive, es el
factor determinante que le indica las necesidades más urgentes (aplica para todo el resto
de prioridades nacionales); la cual no dio el poder analítico suficiente como para haber
exigido y aportado respectivamente en ese pasado, las estructuras de policía que se
encuentran ahora vigentes, como la AFI y la PFP.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
__Por citar ejemplos de mejora relativa al Sistema de Seguridad Pública y Procuración de
Justicia. No obstante, la atenuante que debemos indicar, estuvo funcionando hasta la década de
los 80s y parte de los 90s; en un estatus marcado, entre fuerzas criminales y los encargados de
perseguirlos.
Que dieron tranquilidad suficiente, para que no se rompieran los nexos apaciguantes -
corruptos-. Que sí dejaron de valer, hasta hace cerca de 10 años a la fecha, en que se perdió esa
ilación (simbiosis soportada en buena medida por la desaparecida Dirección Federal de
Seguridad DFS, la Policía Secreta, y luego la Policía Judicial Federal.
__Y es que notando desde la perspectiva actual, no se avala -pero se sobre entiende- la pérdida
de oportunidad; que se ceñía sobre el país en cuestiones de seguridad colectiva. Observando y
analizando los movimientos del pasado, resulta comprensible que no se quisiera notar, y
también no bendecible, la importancia que significaba el preparar y crear figuras policíacas de
indudable capacidad contra la delincuencia. Se atiende hasta cierto punto, por lo segundo,
debido a un aspecto auto analítico e intrínseco de la condición del individuo integrado, en la
que tanto el ser humano como las sociedades caen: el hecho de no ser lo suficientemente integrales en el
auto análisis de las necesidades presentes y los medios de satisfacción para subsanarlas.
Sino que por lo regular es una entidad externa en esa época precisa, o una colocada desde una
perspectiva de tiempo futuro, las que dan posibilidad de cimentar el análisis respecto de la
existencia de ese individuo, o de la sociedad en nuestro caso, sobre algunas de sus entonces
necesidades primarias.

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