La responsabilidad de los medios de comunicación al informar de actos terroristas
1. La responsabilidad de los medios de comunicación al informar de
actos terroristas
Trabajo del Curso de Experto universitario en Comunicación Pública y Defensa (asignatura
Terrorismo e Información)
LA RESPONSABILIDAD DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN AL INFORMAR DE
ACTOS TERRORISTAS
The Responsability of Social Media when they report
about terrorist acts
Sergio Camero Villar
01 de junio de 2015
Resumen: Es innegable que el terrorismo necesita a los medios de comunicación para darse a
conocer y convertir los hechos en imágenes, pero igualmente los medios usan el terrorismo como
noticia. Siempre teniendo por delante los principios de la libertad de expresión y el derecho a la
información, deben ser los propios medios los que, en un ejercicio de autorregulación, decidan
cómo abordar las informaciones para dar cuenta de una realidad que no debe ser ocultada, evitar
cualquier resquicio propagandístico y crear una conciencia colectiva beligerante contra el
terrorismo.
Abstract: It is undeniable that terrorism needs social media to make known and turn the facts into
pictures, but also media used terrorism as news. Always considering first the principles of freedom
of expression and right to information, own media must be, in an exercise of self-regulation, who
decide how to tackle the information to account for a fact which should not be hidden; avoid some
advertising chink and create a belligerent collective conscience against terrorism
2. Palabras clave: Terrorismo, Medios de Comunicación, Responsabilidad.
Keywords: Terrorism, Social Media, Responsability
PREFACIO
“Sin comunicación no habría terrorismo”.
Marshall McLuhan.
“Tenemos que encontrar la forma de privar a los terroristas y a los secuestradores de
aviones del oxígeno de la publicidad, del cual dependen”
Margaret Thatcher
Este trabajo pretende realizar un análisis sobre la manera de informar por parte de medios de
comunicación (MMCC) de actos terroristas, que con el afán de contar todo y estar al filo de la
noticia, pueden llegar a no separar adecuadamente la ‘propaganda’ de la ‘información’. Llegando a
la conclusión de la necesidad de crear los mecanismos de control necesarios que permita desde los
propios MMCC regular la información que se ofrece al ciudadano.
Si bien los terroristas encuentran en los medios de comunicación el eco deseado para su
propaganda, a su vez proporcionan el espectáculo que los periodistas necesitan.
Es indiscutible que los medios de comunicación tienen la obligación de informar sobre actos
terroristas, pues es un derecho de los ciudadanos recibir dicha información, pero deben ser
conscientes de una premisa importante: “la propaganda es un elemento imprescindible para la
supervivencia del terrorismo”.
3. INDICE
1. Introducción
2. Definición de Terrorismo
a) Definición de atentado terrorista en la resolución de la Asamblea General de 1995.
b) Definición de atentado terrorista por Naciones Unidas en 1999.
c) Definición de Terrorismo por EEUU.
d) Definición de Terrorismo Profesor Avilés Farré.
3. La Comunicación: aspecto fundamental del terrorismo.
3.1. La influencia de Internet y las Redes Sociales.
4. Tratamiento informativo de los actos terroristas
4.1. ¿Qué pueden hacer los medios de comunicación?
4.2. Tipos de tratamientos informativos.
5. Conclusiones
6. Bibliografía
1. Introducción
Muchos analistas piensan que los atentados del 11-S fueron pensados para que se pudieran
ver en televisión. La mayoría de ellos están de acuerdo en que el efecto que se busca en los
atentados es sobre todo el impacto en una determinada audiencia.
La diferencia esencial entre un acto criminal común y el acto terrorista, es que pocos
delincuentes comunes requieren de publicidad para ver sus aspiraciones satisfechas, mientras que
los terroristas exigen necesariamente de esta propaganda para que sus fines se vean cumplidos al
completo[1]. Neutralizar este vector fundamental necesario para las organizaciones terroristas, sea
una de las premisas que se deben tener en cuenta a la hora de informar sobre atentados terroristas.
El debate puede surgir: ¿Los medios de comunicación condicionan los acontecimientos
terroristas o son los terroristas quienes llegan a condicionar la información? ¿Puede un Medio de
Comunicación obviar los comunicados que redactan los terroristas? ¿Pueden las autoridades influir
de manera directa o indirecta para esconder o reducir el impacto mediático de un acto terrorista?
Es un derecho, los ciudadanos tienen el derecho a ser informados objetivamente, pero
también las víctimas y sus familiares tienen derecho a la intimidad. Entre estos espacios los medios
deben informar con responsabilidad, porque es su obligación.
Los terroristas son conscientes de la crisis que vienen padeciendo los MMCC tradicionales
desde la aparición de las ‘nuevas tecnologías’ y han aprovechado este importante canal. Nadie
4. discute que Internet ha pasado a ser la herramienta básica para su propaganda. Es un reclamo para
reclutar simpatizantes y que finalmente den un paso definitivo y formen parte de sus filas.
El análisis sobre la responsabilidad de los medios de comunicación al informar de actos
terroristas se debe enmarcar en los objetivos generales que los terroristas tratan de conseguir
mediante los MMCCSS:
· Impactar a la población a la que pretenden intimidar.
· Dar a conocer sus motivos.
· Ganarse la simpatía de aquellos en cuyo favor supuestamente actúan.
· Adquirir un estatus mediático similar al de los actores políticos legítimos.
2. Definición de Terrorismo
El término “terror” adquirió por primera vez una connotación ‘política’ con la Revolución
francesa. Para Robespierre el término tenía connotaciones positivas, pues se refería al uso
sistemático de medidas violentas e ilegales por parte de un Estado con el fin de eliminar toda
oposición. El término ‘terrorismo’ ha cambiado y ya no se emplea para referirse a las medidas
represivas usadas por los Estados, sino a la violencia clandestina con un objetivo político por grupos
opuestos al Estado.
[1] Terrorismo y medios de comunicación. María Gil Casares. Universidad Complutense
Madrid. http://www.funciva.org/uploads/ficheros_documentos/1211368982_maria_gil_casares.pdf
La primera campaña terrorista que se considera como tal, la de los revolucionarios rusos del
grupo Naradnaya que acabó con la vida del Zar Alejandro II (1881), aunque el término seguía
teniendo significados positivos, ya podemos hablar de la concepción del terrorismo como estrategia
revolucionaria. Ya con los anarquistas del XIX surge el concepto de 'Propaganda del hecho'[1]:
un acto de gran repercusión es mucho más eficaz que la propaganda revolucionaria.
Hoy en día hay quien defiende la tesis de que no se puede denominar terrorista a quien lucha
por una causa justa (Yassir Arafat). En los últimos años se concibe el terrorismo como un conjunto
de medios condenables en sí mismos, independientemente del fin que con ellos se persiga.
5. a) Definición de atentado terrorista en la resolución de la Asamblea General de 1995[2].
Esta resolución incluía una definición de atentados terroristas como “actos criminales con fines
políticos concebidos o planeados para provocar un estado de terror en la población en general, en
un grupo de personas o en personas determinadas”, que resultan “injustificables en todas las
circunstancias, cualesquiera sean las consideraciones políticas, filosóficas, ideológicas, raciales,
étnicas, religiosas o de cualquier otra índole que se hagan valer para justificarlos”.
Sin embargo no contenía alusión alguna a la legitimidad de la lucha de los movimientos de
liberación nacional, del tipo de las que aparecían en las anteriores resoluciones de la Asamblea
General sobre el tema.
b) Definición de atentado terrorista por Naciones Unidas en 1999.
Se define atentado terrorista como un acto destinado a causar la muerte o lesiones graves a un
civil o persona que no participe activamente en las hostilidades. En una situación de conflicto
armado y con el propósito de intimidar a la población u obligar a un Gobierno u Organización a
realizar un acto o abstenerse de hacerlo.
Existen dos elementos fundamentales en esta nueva definición: la afirmación de que el acto
terrorista se caracteriza por ir dirigido contra personas no combatientes, y la de que su objetivo no
se agota en el daño causado a la víctima directa, pues más allá de ella se dirige a atemorizar a una
población o a forzar una decisión política.
[1] La llamada propaganda por el hecho o propaganda por el acto, es una estrategia de
propaganda anarquista basada en el supuesto de que el impacto de una acción genera más repercusiones, obtiene más
relevancia y, por tanto, es mucho más eficaz que la simple palabra para despertar las energías rebeldes del pueblo.
Implica predicar con el ejemplo. Su puesta en práctica buscaba elevar un conflicto latente al grado de conflictividad
explícita, generando un elevado grado de incertidumbre social que obligase a la mayoría a salir de su indiferencia y
adoptar posturas distintas para resolver el conflicto. Incluye acciones que van desde la ocupación de un terreno o
inmueble, hasta el tiranicidio o ataques contra quienes son considerados poderosos y/o represores. Este tipo de
atentados violentos ha sido denominado generalmente como terrorismo
anarquista. http://es.wikipedia.org/wiki/Propaganda_por_el_hecho
[2] Convenio Internacional para la represión de la financiación del terrorismo. Naciones Unidas
1999. http://www.un.org/es/sc/ctc/docs/conventions/conv12.pdf
6. c) Definición de Terrorismo por EEUU.
El Departamento de Estado de los Estados Unidos define el terrorismo como violencia
premeditada con fines políticos, perpetrada por grupos no estatales o agentes clandestinos contra no
combatientes, con el propósito de influir en una audiencia.
Incluso se puede considerar esta definición como más apropiada que las anteriores, a efectos de
contabilizar el impacto del terrorismo internacional.
d) Definición de Terrorismo Profesor Avilés Farré.
Conjunto de violencia premeditada, ejecutada por una organización clandestina, ejercida contra
personas no combatientes, con el propósito de generar un clima de temor favorable a los objetivos
políticos de quienes la perpetran[1].
3. La Comunicación: aspecto fundamental del terrorismo.
El terrorismo sabe que causa miedo, y el miedo siempre es noticia
Los atentados son eficaces en la medida que tienen un impacto en la opinión pública. El
profesor Alex P. Schmid reconoce que la violencia atrae al público[2]. Como ejemplo un dato
significante; después de los atentados del 11-S, más de 250.000 personas se bajaron de internet
vídeos de Al Qaeda en las que se mostraban ejecuciones[3].
No es casual que el país por el que sienten mayor atracción los terroristas de los últimos
cuarenta años, sea el que posee un mayor desarrollo de los medios de comunicación. Durante el
secuestro del avión de la TWA en 1985, los secuestradores comunicaron que no les interesaba
ningún periodista que no fuera norteamericano ni que no trabajara para una cadena de televisión[4].
7. La información aparenta calmar ese miedo que causa el terrorismo. Pero se da la paradoja de
que la información proporcionada por los medios muchas veces no despeja las dudas y, en
consecuencia, no elimina el miedo, sino que lo potencia. Como señala Gil Calvo, “así es como los
medios se convierten sin querer en bomberos pirómanos, pues la publicidad del riesgo percibido
contribuye a magnificarlo”[5].
[1] El Terrorismo en España. Juán Avilés. Arco Libros. 2010
[2] Fundación Ortega y Gasset 2006.
[3] Propaganda terrorista y medios de comunicación. Gabriel Sánchez Rodríguez.
[4] La retórica del terror. Luis Veres. Ediciones de la Torre, 14 dic. 2009.
[5] Prensa, poder y terrorismo. Luis Veres. Universidad Cardenal Herrera-CEU. Valencia.
El acontecimiento que llevó finalmente al terrorismo internacional a fijar su atención en la
atracción que podían suscitar en los medios de comunicación, fue el atentado una facción de la OLP
denominada Septiembre Negro (OSN) en los Juegos Olímpicos de Munich de septiembre de 1972,
contra los atletas olímpicos de la delegación de Israel.
Osama Bin Laden tenía muy claro que necesitaba de la publicidad y lo logró gracias a una
efectiva gestión de su imagen en los MMCC. La entrevista para la CNN de Peter Bergen (1997) o
para la ABC en 1998, fueron muestra de ello. Incluso Abud Salid al Misri, director de la revista
publicada por los talibanes, llegó a declarar: “sentía un obsesión maníaca por los medios de
comunicación, en especial por los internacionales”[1].
Hay que dejar muy patente que el terrorismo, ante todo, es un fenómeno de
comunicación. Podemos afirmar que los terroristas realizan actos violentos en búsqueda de
tres objetivos universales: atención, reconocimiento y cierto grado de legitimidad.
8. NACOS BRIGITTE, L.: “Terrorism & the Media”. Columbia University Press. New York, 1994.
De la importancia que le dan los grupos terrorista al control de la comunicación tenemos
muchas muestras. Con la aparición de los grupos terroristas yihadistas estamos siendo testigos de
esto. Incluso, realizan sus terribles acciones a primera hora de la mañana para conseguir así mayor
impacto en los medios[2]. Todo esto lleva a una nueva definición: Mass-mediated terrorism:
terrorismo a través de los MMCC.
Los efectos negativos que pueden ofrecer los medios a los grupos terroristas son favorecer a los
terroristas al otorgarles en la 'agenda pública' un lugar preeminente y desproporcionado,
encuadramiento desfavorable: son percibidos como criminales y favorecer los objetivos terroristas:
Impactar a la población - Dar a conocer sus motivos - Ganarse la simpatía de aquellos en cuyo favor
supuestamente actúan - Adquirir un estatus mediático similar al de los actores políticos legítimos.
Los medios de comunicación pueden involuntariamente convertirse en la correa de transmisión
de la actividad terrorista y contribuir inconscientemente a que esta cumpla sus objetivos de manera
más eficiente. La historia nos demuestra que se han dado situaciones en las que la prioridad
informativa y la ambición por aumentar la audiencia han supuesto cierta “dejadez” en la
“autolimitación” que debería esperarse de los propios periodistas en ese aspecto[3].
Los ciudadanos de nuestra sociedad actual conocen la actividad terrorista y sus consecuencias, y
lo más importante: sus fines, a través de los medios de comunicación y sobre todo de los Medios
Sociales en Internet.
[1] Osama Bin Laden y Al Qaeda: el fin de una era. Juan Avilés
[2] Entre la responsabilidad de informar y el riesgo de ser "correa de transmisión" de los yihadistas.
Lupe Bohornes.
[3] Terrorismo, información y derechos humanos. Juan Carlos Montalvo Abiol
3.1. La influencia de Internet y las Redes Sociales.
Internet ha traído a la comunicación un nuevo concepto: la participación y el diálogo. Este
concepto está siendo usado en beneficio de los grupos terroristas que hacen propaganda en la red e
interactúan directamente con sus seguidores. Además de la difusión de sus fines e incluso sus
9. procedimientos en Internet, han encontrado en las Redes Sociales una herramienta fundamental en
el reclutamiento de personal joven.
El uso de internet como medio de difusión, ha posibilitado a las organizaciones terroristas la
difusión global de su propaganda, como consecuencia, intentar frenar la difusión y propaganda de
sus fines se hace muchísimo más dificultoso.
Aunque los Gobiernos y las Instituciones supranacionales están trabajando en mecanismos de
control, es prácticamente imposible erradicar en la red la propaganda terrorista. Esto se ha
agudizado recientemente con el uso que los grupos terroristas yihadistas están haciendo de internet.
En 1998, sólo existían doce sitios relacionados con actividades terrorismos. En 2014, se calcula que
puedan llegar a 10.000.
Un ejemplo del uso que de internet hacen los grupos terroristas, puede ser el análisis del empleo
de la red hecho por el grupo terrorista que perpetró los atentados de Madrid. Se llegan a múltiples
conclusiones sobre la función que tuvo internet en varios aspectos:
a) Adoctrinamiento ideológico, fue la principal función que cumplió la Red en este caso. Internet
facilita la adquisición de artículos y libros de carácter radical, así como la audición de sermones
pronunciados en entornos clandestinos.
b) Refuerzo emocional, mediante la transmisión de archivos de imagen, audio y vídeo que
refuerzan el adoctrinamiento ideológico, el sentido de pertenencia y la rebelión ante injusticias que
sufren otras personas.
c) Adiestramiento, por ejemplo, los terroristas de los atentados de Londres, el 7 de julio de 2005,
fabricaron los explosivos con fórmulas obtenidas a través de internet.
d) Obtención de información operativa
e) Comunicación privada, la comunicación gratuita, en tiempo real y a cualquier distancia que
ofrece internet también es un recurso ampliamente aprovechado.
f) Comunicación pública y propaganda
g) Seguimiento del impacto mediático de sus acciones
4. Tratamiento informativo de los actos terroristas
Es responsabilidad de la prensa controlar la información para separar la información de la
propaganda. Los terroristas no pueden tener hueco en los medios para difundir sus ideas. El hueco
debe quedar reducido sólo a las informaciones y valoraciones, sin posibilidad de enaltecimiento o
justificación de las acciones armadas.
Se debe tener presente que las informaciones de acciones o actividades terroristas pueden llegar
a tener una gran carga de ‘propaganda’ si no tratan de manera adecuada. Es el propio periodista el
que debe analizar cuidadosamente la información que va a generar, no difundiendo elementos
propagandísticos de las organizaciones terroristas: comunicados, entrevistas, etc… Es
responsabilidad del periodista informar de manera ajustada a los principios éticos que asume en su
deontología profesional[1].
10. [1] Deontología profesional periodística: “el conjunto de principios éticos asumidos voluntariamente
por quienes profesan el periodismo por razones de integridad, de profesionalismo y de responsabilidad
social”. Ernesto Villanueva. Deontología informativa
Es fundamental el uso adecuado del lenguaje. Sus consecuencias en la audiencia es uno de los
temas importantes a analizar. La elección de un lenguaje correcto que debe excluir la terminología
utilizada normalmente por las organizaciones terroristas, es un punto muy importante a tener en
cuenta.
En lo referente al tratamiento de imágenes, muchas veces se repiten imágenes violentas que no
agregan nada a una nueva información, volviendo a brindar un espacio visual al terrorista, que
puede ser innecesario. Es el mismo caso que el uso de vídeos de YouTube (plataforma fundamental
para la difusión de sus acciones por parte de las organizaciones terroristas), como soporte
audiovisual en informaciones[1].
Este tipo de tratamiento deriva en la errónea práctica que privilegia la articulación de imágenes
sensacionalistas sobre el desarrollo de los contextos. Un ejemplo fueron los atentados de Madrid,
donde no se reparó demasiado en transmitir imágenes, declaraciones fotografías e informaciones de
las víctimas. Diferente fue el tratamiento dado el 11-S en Estados Unidos, donde la política
informativa cuidó mucho no difundir al menos innecesariamente imágenes de las víctimas.
La opción contraria, el ‘apagón informativo o blackout’ sobre los actos terroristas, tiene un
inconveniente principal: si no se difunden y conocen los horrores del terrorismo, la sociedad no se
situará en contra de éste, o no lo hará con contundencia[2]. Por lo tanto la información sobre los
actos terroristas es un elemento básico para desenmascarar la propaganda justificadora y se debe
evitar esta opción.
4.1. ¿Qué pueden hacer los medios de comunicación?
“Mostrar la realidad del terrorismo con toda su crudeza es también una forma de fijar posición, de
no cerrar los ojos a la realidad y denunciarla de la mejor manera que un medio de comunicación
11. sabe hacer: contar lo que ha sucedido, sin velos que traten de ocultar o edulcorar los efectos
perversos de los actos violentos”
Sánchez Rodríguez
Los medios de comunicación deben atender a promover un debate informado, en términos de
‘agenda’, no sobreestimar la importancia del terrorismo y en términos de ‘encuadramiento’,
destacar que los terroristas utilizan procedimientos repudiados por la comunidad internacional y
evitar la idea de que hay que realizar concesiones mutuas de las partes.
Con estas premisas generales se pueden adoptar dos tipos de política informativa por parte de
los MMCC. Una, mostrar la realidad de las acciones terroristas con toda la crudeza y fuerza de la
destrucción y muerte de estas acciones, como manera de combatir el terrorismo y mostrar su vileza;
o la segunda, la sobriedad respecto a las víctimas, ocultando imágenes y testimonios sin valor
informativo y con mucha carga de propaganda.
[1] Propaganda terrorista y medios de comunicación. Gabriel Sánchez Rodríguez.
[2] Terrorismo y medios de comunicación. El oxígeno de la publicidad. Cristina
Losada. http://www.ilustracionliberal.com/33/terrorismo-y-medios-de-comunicacion-i-el-oxigeno-de-la-publicidad-
cristina-losada.html
A favor de la primera Sánchez Rodríguez[1] escribe que los medios informativos deben ser
beligerantes en la lucha contra el terrorismo como línea editorial. Y la mejor forma de luchar contra
esta lacra es mostrar la realidad tal y como es, con la fuerza que significa dar la noticia y mostrar las
horrorosas secuelas de la violencia. Así también se lucha contra el terrorismo, pues la opinión
pública conoce las consecuencias y rechaza tajantemente esa forma de participación en la vida
social y política de un país. A mayor y más crudeza de la realidad, mayor es el rechazo.
4.2. Tipos de tratamientos informativos[2].
a) El silencio
El silencio (black-out), supondría no dar ninguna información sobre las acciones terroristas. La
argumentación de los que están a favor del silencio se basa sustancialmente en considerar que el
12. terrorismo es principalmente un acto de publicidad; por consiguiente, la mejor forma de combatirlo
es mediante el apagón informativo.
b) Tratamiento favorable a los grupos terroristas
Con los siguientes comportamientos comunicativos: total ausencia de condena editorial de sus
acciones, apoyo a nivel editorial o en artículos de opinión de las justificaciones y argumentaciones
de los grupos terroristas, creación intencionada de un clima de desprestigio y rechazo a las
instituciones democráticas y un lenguaje similar al que utiliza la organización terrorista.
c) 3. Tratamiento neutral
Supone valorar la información terrorista como cualquier tipo de información, bajo unos criterios
estrictamente periodísticos. Se busca la primicia. Con este tipo de tratamiento se puede favorecer
los intereses propagandísticos de la organización terrorista.
d) Tratamiento selectivo
Se parte del principio de la libertad de información, pero se aceptan una serie de limitaciones.
Aunque quizás fuera más correcto decir autolimitaciones, ya que el tratamiento selectivo no debe
ser impuesto por las autoridades: La autorregulación informativa por los medios y periodistas.
En este tipo de tratamiento se apuntan una serie de medidas:
· Establecer una clara diferencia entre los hechos y las opiniones.
· Dar la información de los hechos sin disminuir su importancia pero favorecer una toma de
conciencia antiterrorista.
· La información veraz sobre los hechos debe estar exenta de todo carácter sensacionalista. No se
deben sobredimensionar los acontecimientos.
[1] Informar sobre terrorismo: una misión difícil pero necesaria. Gabriel Sánchez Rodríguez Profesor de la Universidad
Francisco de Vitoria. 2005. http://www.comunicacionyhombre.com/pdfs/01_e_gabrielsanchez.pdf
[2] Medios de comunicación y terrorismo: Apuntes para un debate. Miquel Rodrigo Alsina.
· No difundir ningún elemento propagandístico de la organización terrorista: comunicados,
entrevistas, etcétera.
13. · Elección de un lenguaje correcto que excluiría toda la terminología utilizada normalmente por
las organizaciones terroristas.
· Una clara línea editorial de rechazo y condena de las acciones terroristas.
· El principio de libertad de información no debe ser el prioritario cuando vidas humanas están en
peligro.
a) Tratamiento selectivo de calidad
Diferencia claramente el tratamiento periodístico del terrorismo de acuerdo con la importancia
intrínseca que éste tenga. Si la importancia es pequeña, también debe de serlo la atención
informativa. Ante el terrorismo intrínsecamente importante se hace necesaria una información de
calidad.
b) La denuncia enérgica del terrorismo
Los medios de comunicación tienen que jugar un papel más dinámico, que se concreta en cuatro
objetivos:
· Destruir la posible buena imagen que el público tiene del terrorismo, poniendo de manifiesto su
falta de coherencia, sus vinculaciones con la CIA o KGB, identificándolo como grupos fascistas,
etcétera.
· Destruir sus coartadas ideológicas. No basta con condenar el terrorismo. Hay que tener una
actitud militante antiterrorista desenmascarando sus coartadas ideológicas.
· Atacarlo frontalmente. Frente al temor a la crítica del terrorismo, la prensa debe despertar la
conciencia pública.
· Disminuir la intensidad del mensaje. Aunque el acontecimiento mereciera, de acuerdo con los
cánones periodísticos, una primera página, desplazarlo a una segunda o tercera, o incluso a una
pequeña columna.
5. Conclusiones
En un sistema democrático, las actividades terroristas deben ser objeto de un tratamiento
informativo riguroso y ajeno a cualquier concesión sensacionalista o especulativa, evitando dar
publicidad a las organizaciones terroristas. En este aspecto la autorregulación[1] de los medios de
comunicación es fundamental. La autorregulación no significa censura. Incluso la ONU apuesta por
esta autorregulación en los MMCC[2].
La autorregulación es un compromiso a tres bandas, en el que participan, todos los actores del
hecho informativo: editores, periodistas y público. Los primeros, anteponiendo un concepto ético
14. por encima de la actitud empresarial; los segundos, reflejando la realidad sin ningún aditivo que
distorsione, empañe o sobre dimensione la noticia; y los terceros, recibiendo información veraz,
pero sin componentes que puedan causar efectos contrarios a los que se pretenden cuando se
informa sobre actividades terroristas.
Todas las directrices a lo hora de tratar la información de actos terroristas debe incluirse en
los manuales de estilo de los Medios. La BBC lo priorizó a la hora de informar de los atentados de
Londres de 2005 y RTVE dispone de unas interesantes “Obligaciones y recomendaciones para los
informadores” en su manual de estilo[3]. Con esto, el periodista tendrá unas normas básicas de
consulta a la hora de elaborar sus informaciones de manera correcta.
La verdadera arma del terrorismo no es la pistola o la dinamita, es la propaganda que
obtiene a través de la información y el efecto impactante que alcanza sobre las personas
informadas
Se deben evitar las difusiones de montajes televisivos elaborados por los terroristas, como los
recientemente conocidos de los crímenes del ISIS. Las televisiones lo han retransmitido eliminando
el desenlace final. ¿Hubiera sido conveniente informar con una imagen fija y evitar ese reportaje
televisivo? El fin hubiera sido el mismo: informar del hecho a la sociedad, pero el mensaje hubiera
llegado de otra manera evitando ese protagonismo teatral de los terroristas, que son tremendamente
conscientes de que de esta manera instalan el miedo en sus adversarios: Se debe evitar el
espectáculo teatral proporcionado por los terroristas.
[1] El profesor Hugo Aznar valora la autorregulación en prensa como el sistema que “trata de garantizar dos cosas
difíciles de compaginar: la necesaria libertad e independencia de los medios y la necesidad cada día mayor y más
perentoria de que su labor se ajuste a criterios y pautas éticos, dada la importancia de su labor y la magnitud de su
influencia” (Aznar, 2005: 27).
[2] Unidos contra el terrorismo. Informe de la Asamblea General (2006).
[3] http://manualdeestilo.rtve.es/cuestiones-sensibles/5-6-terrorismo/5-6-2-obligaciones-y-
recomendaciones-para-los-informadores/
Hay un colectivo que padece más que cualquier otro, los efectos de las acciones terroristas. Se
trata de las víctimas. La información no puede contribuir a aumentar el sufrimiento de quien padece
las secuelas del terrorismo; todo lo contrario, merecen todo el respeto y consideración por parte de
15. los medios informativos. Si la entrevista, las declaraciones, las imágenes o las conjeturas no aportan
nada a la información, y pueden generar aflicción, mejor evitarlo.
Los poderes públicos deben establecer mecanismos de control sobre Internet para evitar que los
terroristas utilicen las nuevas tecnologías para difundir ideas, captar adeptos o justificar sus
acciones. Una férrea legislación sobre el uso de Internet evitaría la proliferación de páginas, en las
que los terroristas acotan sus particulares campos de entrenamiento on line. Además sería muy
deseable una legislación supranacional que evitaría la proliferación de este tipo de intercambio de
mensajes a través de la red.
Uno de los objetivos fundamentales que se deben establecer, es el análisis y monitorización
por parte de los organismos de seguridad e inteligencia, de la actividad de organizaciones
terroristas en internet, centrándose fundamentalmente en el uso de Redes Sociales por estas
organizaciones. Frenar su actividad en la Red y evitar que Twitter, Facebook, Google … faciliten de
manera no consciente la difusión de la ‘jihad global’, debe ser prioridad para los Gobiernos.
1. Bibliografía
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Concepto e historia del terrorismo. Juan Avilés
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