2. JUANA DE LESTONNAC
Era la primogénita de cuatro hijos de
Ricardo de Lestonnac, consejero en
el Parlamento de Burdeos y de
Juana Eyquem de Montaigne,
hermana del famoso filósofo Miguel
de Montaigne.
Nació en Burdeos en el año 1556
3. AL INTERIOR DE JUANA SE GESTA Y
CRECE SU FE
Creció en medio de las contradicciones
y conflictos de un hogar, donde el
padre era ferviente católico y la
madre una decidida calvinista,
deseosa de convertir a su hija.
Su padre era su amigo y confidente. La
relación madre e hija fue difícil.
4. Miguel de Montaigne, filósofo,
muy cercano a sus sobrinos,
se sentaba en el jardín para
contarles sus historias de
aventuras, escenas, paisajes
y costumbres.
Con Juana se dio una relación
especial que fortaleció el lazo
afectivo e influyó en su
manera de vivir la fe.
5. JUANA DE LESTONNAC ESPOSA Y
MADRE
El 12 de Septiembre de 1573 tuvo lugar la
feliz unión Juana de Lestonnac con el
Barón Gastón de Monferrant, miembro de
una familia noble. Era un hombre bueno y
virtuoso que sabía valorar en Juana la
sintonía de sus dotes físico con su
belleza moral.
Mientras compartieron la vida se amaron y se
esforzaron por construir una relación de
convivencia solidaria y acogedora, íntima
y respetuosa de las diferencias.
6. Para Juana no era fácil ser la esposa
de un magistrado, menos en una
época tan conflictiva como ésta,
marcada por una guerra de 30
años en la cual el país luchaba a
sangre y fuego.
Por otra parte la ocupación de su
esposo, delicada y absorbente,
exigía de ella una atención
completa a los cuidados de la
casa, y formación cuidadosa de
sus hijos.
7. En algunas ocasiones se sentaba a
hilar la rueca; tejía para los pobres.
Alrededor de ella los niños
conversaban y jugaban; ella
disfrutaba su maternidad
imprimiendo en sus afectos los
valores del amor, del cuidado, del
respeto y de la superación
personal.
En algunas ocasiones Gastón se
sentaba a su lado, venía del trabajo
o de cacería. Estos ratos de cálido
encuentro revestían un carácter
especial.
8. A la Baronesa de Monferrant le
gustaba compartir su
riqueza.
A los ojos de mucha gente se
hizo visible su mano tendida
para compartir el alimento, el
vestuario, la palabra , el
estímulo y un pedazo de
tierra.
9. Para Gastón, Juana era una compañera
inigualable, la mujer que cuanto más
conoció más amó.
De este matrimonio que duró 24 años
nacieron varios hijos. Ser madre no fue
tarea fácil, en tres ocasiones la vida en
sus entrañas se abortaba.
Finalmente pudo mecer en sus brazos a
cuatro de sus hijos: Francisco, el
mayor, Marta, Magdalena y Juanita.
Cultivó en cada uno de ellos su buen
corazón, los entusiasmó a obrar
siempre el bien.
10. En 1595 muere su padre
Ricardo de Lestonnac…
En 1597 muere su esposo,
Gastón de Monferrant.
Ante el dolor y la soledad
Juana recuerda que todo
es pasajero.
En medio de los recuerdos,
surge nuevamente la
llamada:
Cuida hija mía de no dejar apagar el fuego
que he encendido en tu corazón y que te
mueve con tanto ardor a servirme.
11. JUANA DE LESTONNAC
No deja de ser la ama de casa, la madre
cuidadosa, pero igualmente dedica
parte de su tiempo para llevar alivio a
los enfermos, visitar a los presos y
ayudar a los necesitados.
Juana tenía una gran capacidad para tomar
decisiones y asumir los riesgos que
esto le implicaba.
Dios la llama nuevamente y ella siente que
es el momento de entregar su vida
totalmente al servicio de Dios.
Entra al Cister de Toulouse, una comunidad
contemplativa, austera, dedicada a la
oración.
12. Pasados 6 meses en su nueva
vida, la exigencia en el
ayuno, el silencio, la
mortificación y las
penitencias quebraron su
salud. El médico aconsejó
que debería salir del
covento sino moriría.
Esa última noche, oró mucho
pidiéndole a Dios le
mostrara su voluntad.
13. VIO UN GRAN NÚMERO DE
JÓVENES A PUNTO DE
CAER SI ALGUIEN NO
LES TENDÍA LA MANO.
Diciembre de 1603, mientras
la nieve se extendía, su
corazón abrigaba una
nueva ilusión.
El amor a Dios ocupaba su
afecto, de ahí surgía una
imperiosa necesidad de:
TENDER LA MANO
14. Este era otro momento de su
historia, regresa a su casa
con la bienvenida de sus
hijos…
Dentro de ella Dios seguía
marcando sus pasos; en
la necesidad de escucha y
oración sentía su llamada.
Se retiró al castillo de la
Mothe, silencioso lugar
para discernir las
características del
proyecto que poco a poco
se le iba haciendo más
claro.
15. UN GRUPO DE MUJERES, UNA FUERZA DE
CAMBIO
El sueño de Juana de Lestonnac, se
hizo realidad después de una
larga experiencia de búsquedas y
encuentros. .. Estaba convencida
de que no es posible fortalecer y
garantizar una proyección sino a
través del grupo, del esfuerzo
conjunto de una comunidad.
El 1º de Mayo de 1608, día en el
cual las religiosas, se
consagraron a Dios para el
servicio de la educación de la
juventud femenina.
16. Juana de Lestonnac tenía una
gran vocación de educadora.
Disfrutaba este quehacer en
el que su ser de mujer y su
sentido maternal le permitían
gestar nuevas posibilidades
dentro de cada quien y
esculpir en el corazón de la
niña y de la joven los valores
capaces de ayudarla a ser
feliz.
17. JUANA DE LESTONNAC
consagra sus primeras alumnas a
María Nuestra Señora el 21 de
Noviembre de 1610.
Esta fiesta de la Presentación se
celebra cada año en los Colegios
de la Compañía de María.
18. El 02 de Febrero de 1640, día en la cual
la comunidad hacia la renovación de
su entrega a Dios, muere Juana de
Lestonnac.
JUANA DE LESTONNAC CONTEMPLÓ A
DIOS EN EL CORAZÓN DE LA VIDA.
HIZO DE SU VIDA UN LUGAR EN EL
CORAZÓN DE DIOS.
19. En sus años juveniles Dios perfilaba la
marca de su acción en el corazón de
Juana:
NO DEJES APAGAR LA LLAMA
Pasó el tiempo y Juana conoció otros
sabores del querer humano: el amor de
su esposo Gastón, la ternura y cuidado
de sus hijos…
Pasaron los años: la muerte de su esposo,
el dolor ante la pérdida, la soledad, el
cuidado de la casa. Comprendió que todo
era relativo…
Dentro de ella seguían agitándose aquellas
palabras:
NO DEJES APAGAR LA LLAMA.
20. LA COMPAÑÍA DE MARÍA HOY, QUIERE COMO
JUANA DE LESTONNAC
Caminar con los ojos abiertos ante una
nueva realidad que grita por una
búsqueda de sentido.
Avanzar con Jesús que va a nuestro
lado y nos invita a tender la mano a
las situaciones más necesitadas de
salvación.
Hacer posible que la campana que
sonó en Burdeos para iniciar una
labor por la mujer, la familia y la vida
consagrada, después de
cuatrocientos años de historia
vuelva sonar con fuerza.
21. MARÍA NUESTRA SEÑORA
Es la síntesis de nuestra identidad, la
plenitud de nuestro Proyecto
Educativo.
Con Ella fieles al servicio del Reino,
viviremos nuestro Carisma renovado
por el Espíritu en cada momento de la
historia.
Colaboraremos como educadoras en la
formación del hombre nuevo para la
construcción de una sociedad
fraterna y justa.
22. HOY, LA COMPAÑÍA DE MARÍA,
VIVE CON GOZO Y
RESPONSABILIDAD LA
MISIÓN EDUCATIVA QUE
REALIZA EN
COMPLEMENTARIEDAD CON
LOS LAICOS Y TIENDE LA
MANO ALLÍ DONDE HAY
POBREZA Y FALTA DE
SENTIDO.