2. Fiesta del Espíritu Santo.
Recordemos que es lo que nos dice la catequesis acerca del E. S.
El Espíritu Santo es la
tercera Persona de la
Santísima Trinidad.
Es Señor y Dador de Vida. Cristo nos dice que es nuestro
Consolador. Defensor.
3. Significado de la palabra Espíritu.
Hebreo --- Ru aj. Aliento.
Griego --- Pneuma. Soplo.
Latín --- Spiritus. Espiritu.
En la Creación del mundo, el Espíritu cubría las aguas, “trabajaba” para suscitar la vida.
En la historia del hombre, el Espíritu preparaba y enviaba mensajeros, patriarcas, profetas, hombres
justos, que indicaban el camino de la justicia, de la verdad, de la belleza, del bien.
En la plenitud de los tiempos, el Espíritu descendió sobre la Virgen María, y el Verbo se hizo Hombre.
En el inicio de su vida pública, el Espíritu se manifestó sobre Cristo en el Jordán, y nos indicó ya
presente al Mesías
4. Qué es Pentecostés?
Una festividad cristiana que data del siglo primero y estaba muy estrechamente
relacionada con la Pascua.
Originalmente se denominaba “fiesta de las semanas” y tenía lugar siete semanas
después de la fiesta de los primeros frutos (Lv 23 15-21; Dt 169). Siete semanas son
cincuenta días; de ahí el nombre de Pentecostés (= cincuenta).
En su origen tenía un sentido fundamental de acción de gracias por la cosecha
recogida, pero pronto se le añadió un sentido histórico: se celebraba en esta fiesta
el hecho de la alianza y el don de la ley.
5. Pentecostés, fiesta grande para la Iglesia
Con el Espíritu Santo entramos en el mundo del amor. Gracias al Espíritu Santo cada bautizado es
transformado en lo más profundo de su corazón.
Pentecostés fue un día único en la historia humana.
Ese Espíritu descendió sobre los creyentes la mañana de Pentecostés.
Mientras estaban reunidos en oración, junto a la Madre de Jesús, la Promesa,
el Abogado, el que Jesús prometió a sus discípulos en la Última Cena,
irrumpió y se posó sobre cada uno de los discípulos en forma de lenguas de
fuego (cf. Hech 2,1-13).
6. Desde ese momento empieza a existir la Iglesia. Por eso es fiesta grande,
es nuestro “cumpleaños”.
ASI QUE MUCHAS FELICIDADES.
7. Benedicto XVI explicaba cómo en Pentecostés ocurrió algo totalmente opuesto a lo
que había sucedido en Babel (Gen 11,1-9). En aquel oscuro momento del pasado, el
egoísmo humano buscó caminos para llegar al cielo y cayó en divisiones profundas,
en anarquías y odios. El día de Pentecostés fue, precisamente, lo contrario
Fuente: Catecismo de la Iglesia Católica
Dones y frutos del Espíritu Santo.
Los siete dones del Espíritu Santo son:
Don de Ciencia.
Don de Consejo.
Don de Fortaleza.
Don de Inteligencia.
Don de Piedad.
Don de Sabiduría.
Don de Temor.
8. 1832 Los frutos del Espíritu son perfecciones que forma en nosotros el Espíritu
Santo como primicias de la gloria eterna. La tradición de la Iglesia enumera doce.
(Ga 5,22-23, vg.)
Caridad.
Gozo.
Paz.
Paciencia.
Longanimidad.
Bondad.
Benignidad.
Mansedumbre.
Fe.
Modestia.
Continencia.
Castidad.
9. Culminar con una vigilia:
Entre las muchas actividades que se preparan para esta fiesta, se encuentran, las ya tradicionales,
Vigilias de Pentecostés que, bien pensadas y lo suficientemente preparadas, pueden ser
experiencias profundas y significativas para quienes participan en ellas.
Una vigilia, que significa “Noche en vela” porque se desarrolla de noche, es un acto litúrgico, una
importante celebración de un grupo o una comunidad que vigila y reflexiona en oración mientras
la población duerme. Se trata de estar despiertos durante la noche a la espera de la luz del día de
una fiesta importante, en este caso Pentecostés. En ella se comparten, a la luz de la Palabra de
Dios, experiencias, testimonios y vivencias. Todo en un ambiente de acogida y respeto.
10. “Oh Espíritu Santo,
Amor del Padre, y del Hijo:
Inspírame siempre
lo que debo pensar,
lo que debo decir,
cómo debo decirlo,
lo que debo callar,
cómo debo actuar,
lo que debo hacer,
para gloria de Dios,
bien de las almas
y mi propia santificación.
Espíritu Santo,
dame agudeza para entender,
capacidad para retener,
método y facultad para aprender,
sutileza para interpretar,
gracia y eficacia para hablar.
Dame acierto al empezar,
dirección al progresar
y perfección al acabar.
Amén” (Cardenal Verdier).