Este documento presenta un índice de 6 capítulos de una historia. En el prefacio, la protagonista parece haber sufrido por amor en el pasado. En el capítulo 1, la protagonista y su amiga Amadis preparan una torta para un cumpleaños. La protagonista duda de enamorarse. En el capítulo 2, la protagonista piensa en el amor mientras termina la torta y va a la universidad, donde tiene un enfrentamiento con un profesor arrogante.
3. PREFACIO
olía ser una chica normal, tenía sus momentos de
popularidad, sus momentos de asocial; de que
tenía muchos amigos era seguro, pero de tener
verdaderos, esos le faltaban, y ella lo sabía, estaba
consciente que en cualquier momento se hundiría sola, y
eso para ella representaba una problemática grave, pues
sabía que desaprovechaba los que sí valían la pena, los
que aprendieron aborrecerla, los que simplemente la
ignoraban y seguían su vida normal, sin pensar en cuanto
ella los necesitaba. Una chica la cual amaba escuchar
música y sentirse en las nubes, su personalidad era una
de las más hermosas que alguien pudiera admirar, tenía
amigos para todo: Para llorar y ahogar penas, para salir y fiestear, para
disfrutar los momentos buenos, para superar los momentos malos.
Muchos de ellos le tenían la más grande de las confianzas,
todo se lo contaban con fe a que ella tendría algún consejo,
dicho sabio o una solución a sus problemas, y claramente
ella los tenía, pero no tenía respuesta para los de su
persona. Así iba por la vida, un largo tiempo sin
enamoramientos serios ni pasajeros eran para ella un gran
logro, ya que muchas de sus amigas habían estado
sufriendo gracias al sexo opuesto, solía escuchar como
ellas lloraban aferradas a su cuerpecito, deseando no
haberse enamorado, luchando por respirar ya que sus
mocos no las dejaban ni ver, y aquella muchacha solo reía y
pensaba en lo ridículas que se veían sus compañeras
S
4. llorando por hombres que ya las habían reemplazado; a simple vista, sus
amigas la veían como una niña sin sentimientos, y admiraban eso de ella al
igual que muchas cosas: su loca personalidad, su manera de hablar, sus
gestos, el estilo al caminar y vestir, su relajación y percepción de la vida, su
forma de tratar a las personas, las locuras que hacía, entre
otras cosas.
Muchas veces se repitió que nunca lloraría por un hombre,
no valía la pena porque ellos nunca lo sabrían, y si llegaban
a enterarse, solo la mandarían a “volar”, como hacen con
todas. Hasta que llegó él. En tan poco tiempo pudo
ganarse el amor de aquella muchacha, volviéndola una
persona totalmente diferente a lo que sus amigas
conocían, de alguna forma la convirtió en un monstruo, y
eso a ella nunca se le iba a olvidar. De tanto llorar le dolían
las entrañas, durante noches el insomnio la vencía y sólo
pensaba en él, muchas noches mojó su almohada con
lágrimas que susurraban su nombre. Tantas veces luchó
por verlo a los ojos y no besarlo, tantas veces intentó
controlar sus emociones y sólo ignorarlo, y se le hizo
realmente difícil, llegó a superarlo, pero a duras penas.
5. Capitulo 1
stoy realmente cansada. Aunque debería
estar durmiendo, sé que Amadis lo hará
mal, se estresará y solo irá a levantarme
para terminarlo yo, así que prefiero ahorrarme
tantas complicaciones.
- Mijitica, vaya a dormir vaya, que yo lo hago.-
Afirmó.
- ¿Estás segura? Creo que mejor lo terminamos las
dos.- le respondí.
- Segurísima, por favor, déjame terminarlo.
- Sabes que te amo, pero tú y yo sabemos que no
puedes hacerlo tu sola.- Acaricié sus brazos para
hacerla molestar.
- Por favor- hizo un puchero- ¿Si?
- Sí, está bien, ahora, no dejes que se pase de tiempo.- Le di un beso
en la mejilla, le sonreí y solo me senté, esperando a que ella
terminara la torta.
- ¿Qué ha pasado con tus novios?- preguntó ella, mientras esperaba
para sacar el pastel del horno.
- JAJAJA, ¿Cuáles? ¿Los imaginarios? Bien, chévere, en sus casas. ¿El
tuyo?- le contesté risueña.
- Pues bien… Igual de idiota, pero bien. Quien sabe con quién estará
ahora.
- Dios mío, le ruego al Señor para que no peleen más.
- Ya somos dos.- Empezamos a reír.
- ¿Cómo haces para no enamorarte?- me preguntó, yo sonreí, y bajé la
cabeza.
E
6. - Sólo… Nunca me ha interesado tener novio ni revolcarme con nadie,
en realidad me siento cómoda estando sola,
nunca me ha interesado sentir amor por alguien.
- Bueno, a mi me gusta que me quieran, y me
regalen cosas, y me digan cosas bonitas. ¿A ti no?
- Te tengo ti, a las muchachas, a los muchachos,
¿Para que un hombre?- La mira pensativa.
- Pero es diferente. No es lo mismo que sentirse
enamorado.
- El amor solo te hace sufrir.- Me serví refresco en
un tetero.
- Qué manía tú y tu tetero. Madura mijita.- Revoleó
sus ojos y yo solo comencé a reír, y enseguida ella
hizo lo mismo.
- Yo sé que vas a enamorarte en algún momento,
quizás no hoy ni mañana, pero lo harás.- Sonrió.
- No quiero y no lo haré.
- Ya veremos.
- Oye… ¿No te huele raro?- Pregunté.
- Sí, ¿Qué será?- Nos miramos, y cuando comenzamos a razonar, era la
torta.
- ¡LA TORTA!- gritamos al mismo tiempo, corrí a apagar el horno
mientras ella se colocaba el guante para sacarla.
- Está totalmente arruinada.
- Da asco.
- Ganas de vomitar.
- Y comérselo.
- Y volver a vomitar.
- ¿Qué haremos?- Amadis hizo un puchero, y yo sólo me reí de lo tonta
que se veía.
- No lo sé, te dije que no lo terminarías. Ahora tendremos que hacer
otra.
- ¿Haremos? – preguntó, y yo sólo la miré desafiante.
7. - Sí, está bien, haremos, comienza pues comienza.
- Okey. No vayas a dormirte.- Estaba muy consciente de que lo haría,
pero no pierdo nada con intentarlo.
- Aja si, empieza muchacha.- Se recostó del sillón.
Comencé a hacer de nuevo la torta, pensando en lo
que me había dicho Amadis, quizás sí llegué ese
chico que me enamore, aquel que pueda
comprenderme, que sepa que no suelo ser muy
cariñosa y que lo trataré mal mil veces al día, que
seré seca aunque le diga “te quiero”, pero yo soy
una persona totalmente fría, ¿Por qué debería
enamorarme?..
8. Capitulo2
urante la noche estuve pensando en
cómo se siente enamorarse, que se
siente amar profundamente a alguien,
quererlo hasta el punto de poder insistir tanto
en tenerlo que lo ahuyentas, ser rara y tierna con
él, sentirse cómoda a su lado, sin tener que fingir
quien en realidad eres, si se siente bien con tus
amigos, imagínate cuando estas enamorado.
Amadis se durmió mientras yo terminaba la
torta, el cumpleaños de Stephany era al día
siguiente y queríamos darle una sorpresa, más
de diez años soportándonos a todos nosotros
debe de ser cansado, y ella que es tan tierna,
debía recibir un lindo gesto. Le hicimos una torta de chocolate,
porque le gusta mucho el chocolate, y es feliz comiéndolo, se lo
llevaríamos a la universidad, en la que todos estudiábamos, nos
reuniríamos en el patio todos sus amigos para cantarle cumpleaños.
Levante a Amadis a punta de agua –como todos los lunes- para irnos.
- Levántate y ve a bañarte, hay que llegar temprano para esconder la
torta.- Dije mientras Amadis se levantaba toda mojada de su cama.
- ¿Es necesario tirarme agua?- preguntó sorprendida.
- Me pregunto exactamente lo mismo.- Contesté mientras me dirigía a
la cocina a preparar café.
Amadis y yo compramos un departamento para vivir las dos, porque
nos sentíamos muy infantiles viviendo todavía con nuestros padres,
y como las demás muchachas les daba miedo vivir solas, solo
quedamos ella y yo, así que nos atrevimos; no era grande, pero lo
D
9. suficiente para las dos: un baño con tres cuartos,
una cocina más o menos grande y la sala, que sí
era lo suficientemente grande como para
llamarla así. Teníamos casi un año viviendo allí, lo
compramos antes de graduarnos para poder
mudarnos lo más pronto posible, la mayoría del
salón estudia en la misma universidad, Adrián y
Daniel se fueron a estudiar a otro estado, los
demás nos quedamos aquí, algunos estudian en
diferentes universidades, pero los más cercanos
estudian en la Unimar con nosotras: Rosa,
Stephany, Jennifer, Alejandra, Camila Romero,
Piergianni, Rogiello y Aaron. Las muchachas se
habían convertido en unas mujeres hermosas,
mientras que los muchachos eran la atracción de
todas en la universidad, Rogiello era un chico inteligente, Aaron era
el cantante y Pier era el tipo de muchacho que sin estudiar sacaba
notas altas, así tuviera la resaca del día anterior, pero ¿Qué puedo
decir? Aprendió de la mejor, obviamente, yo. Alejandra seguía siendo
la misma ocurrente de siempre y Stephany la santa más inteligente
con comentarios intelectuales, Camila era una comediante experta y
Amadis era otra más, mientras que Rosa y yo seguíamos siendo las
irresponsables alocadas bulleras de toda la vida. Muchas veces
agradezco que no nos hayamos separado, pues tengo una vida
conociéndolos y ya se a quienes tengo a mi lado.
Llegamos a la universidad, yo intentando esconder la torta y Amadis
cantando sola, salimos corriendo hacia el patio y le pedimos a la
señora de la cantina que la escondiera, y ella con una mirada tierna lo
hizo. Ella corrió a su clase y yo a la mía, mis jueves por la mañana
eran las peores, me tocaba Derecho Romano I, con el peor profesor:
Amarita. Por alguna razón, ese hombre le encantaba alterarme, la
tenía agarrada conmigo, y claro, como yo soy tan tranquila, no era
10. muy difícil para él meterse conmigo y hacerme molestar, creía que se
las sabía todas y yo aprendí que no es así.
- Hoy vamos a ver tema visto. Interrogatorio.- Todos lo
abuchearon, menos yo, he aprendido que con él es
preferible siempre estar callado y tomar nota de todo
lo que dice.
- A ver, señorita Herrera, dígame, ¿Qué es el Derecho
Romano I?- Sonrió desafiante, mientras yo repetía su
gesto.
- el Derecho romano es objeto de estudio de una
disciplina jurídica internacional, la romanística, cuya
sede son las facultades de Derecho de todo el
mundo.- Contesté de manera segura.
- Correcto. – me miró con cierto disgusto- Dígame las
etapas del Derecho Romano.
- No me las sé.
- Y, ¿Puede explicarme por qué no se las sabe?-
preguntó, de manera arrogante.
- Usted no pidió que las aprendiéramos.- Lo miré directamente a los
ojos.- Acaso, ¿Usted se las sabe?
- No, yo no, pero usted es estudiante, usted si debería saberlas.-
contestó de mala manera.
- Con todo el respeto que usted merece, está muy equivocado, no
puede pretender que si usted no las sabe, yo sí, el profesor enseña y
el estudiante aprende, ¿O desde cuando es al revés?- crucé mis
piernas, porque mis ganas de levantarme eran grandes.
- Yo mandé a estudiarlas.
- No lo hizo.
- Sí lo hice. Y usted debería saber responderme la pregunta que le
hice, ¿Cuáles son las etapas del Derecho Romano?
- Dije que no me las sé. Pregúnteme otra cosa.
- No. Respóndame la pregunta.
11. - ¿Cómo se la respondo si no sé contestarla?- Intentaba no alterarme,
porque sentía las orejas rojas y mis manos se convertían en puños.
- Porque no estudió para el interrogatorio.
- Usted no dijo que había interrogatorio.
- Sí lo hice.
- No lo hizo y no pretendo seguir discutiendo con
usted. Le agradezco que me haga otra pregunta.
- Hasta que me responda la que le hice.- sonrió.
- ¿Sabe qué? Me retiraré, porque no estoy de acuerdo
con que me esté contradiciendo. Sabe que tengo la
razón pero como es tan arrogante y orgulloso quiere
intentar arreglar su error pero no lo hará, pregúntele
a otro idiota si se sabe las etapas, porque sé que
ninguno las sabe. La agarró conmigo porque sabe que
yo soy su estudiante más desafiante y le da miedo
que responda sus preguntas de manera correcta. Así
que con todo el atrevimiento, me retiro de su clase.-
Tomé mis cosas y salí molesta del aula, sin dejarlo
decir nada. Me dirigí al patio a esperar a las 10:15am
para poder ver a mis amigos. Estaba estresada, cuando de repente
se sienta un muchacho a mi lado totalmente rojo, como lo estaba yo.
- Hey, ¿Qué tienes?- pregunté.
- Uzcategui es una imbécil.- Contestó, mientras escupía hacia la
grama.
- Al igual a Amarita, por eso salen juntos.- Me reí, mientras él tenía
cara de sorprendido.
- Al parecer, se dan regalos entre clases y se mandan notas.
- ¿Es en serio?- comenzó a reír muchísimo, contagiándome la risa a mí.
- Sí, pero tú no puedes decir nada. Es un secreto.- le puse el meñique,
y el sonrió.
- Lo prometo- enganchó su meñique, y nos miramos fijamente
sonriendo. Seguimos hablando un largo rato hasta que el fue con sus
amigos y yo con los míos.
12. - Okey, ¿Puedes explicarme que hacías hablando con
Wendehake?- me dijo Amadis, haciéndose la
coqueta.
- No me dijo su nombre, no lo sé, Salió de su clase
molestó y empezamos a hablar.
- ¿Amarita?
- Ese mismo. Me hace la vida de cuadritos.
- Tú sí peleas mijita, con razón estudias derecho.- Se
rió y comenzamos a comer mientras los muchachos
llegaban uno a uno.
- Miren, ahí viene Stephany.- todos nos pusimos
nerviosos y solo empezamos a reír. Ella caminaba
con una sonrisa en la cara.
13. Capitulo 3
ola, ¿Qué más?- dejo sus libros sobre la mesa
sin dejar de sonreír.
Bien.- contestamos al unísono. Me levanté y
me dirigí a la cantina a pedir la torta, mientras Amadis
le tapaba sus ojos. Sus demás amigos se acercaron,
puse las velitas y empezamos a cantar, ella se
emocionó y comenzó a llorar, mientras nosotros
moríamos de ternura y la abrazábamos, repartimos la
torta, en el momento en que estaba entregando uno
de los platos, veo a Wendehake –Así lo llamó Amadis-
abrazando a Stephany, me extrañe que lo conociera,
pero esto es una isla y no me sorprendería
demasiado.
- ¿Qué tanto ves?- Amadis sabía a quién miraba, solo
que lo preguntaba adrede.
- Miraba como tu novio se besa con Rebequita.
- ¿Qué? ¿Dónde?- volteó buscándolo y yo sólo reí.
- Qué bonita jajá.- se fue a sentar y yo sólo le saqué la lengua.
- Antes eras payasa, ¿Ahora eres cachifa?- Wendehake se sentó frente
a mí, mientras separaba los platos plásticos. Yo sonreí.
- Al parecer eso soy, no deberías burlarte de la labor de las demás
personas, es discriminación, y racismo porque claramente eres un
fantasma comparado conmigo.- Bajé la cabeza mientras reía al ver
como se sorprendía.
- Que mala eres- dijo- algún día me la cobraré.
- ¿Qué más soñaste? Nadie me cobra nada, yo me las cobro todas.- El
sonrió desafiante y yo hice lo mismo.
- No será así en un rato. Cambiaré tu forma de pensar.
H
14. - Soñaste bastante.
- Y lo seguiré haciendo pequeñita.
- Tu estatura no me intimida.
- Apuesto a que no.
- ¿A qué juegas?
- ¿Estamos jugando?
- Eso parece.
- Esto se juega de a dos.
- Juego mejor que tú.
- Tú también sueñas.
- JA-JA que risa. Pon el reto que me anoto.
- Básquetbol Claro. ¿Qué gano?
- Un beso.
- Patética tu labia. Deberás comprarme el desayuno
toda una semana.
- ¿Y si gano yo?
- No lo sé, te brindaré la oportunidad de elegir tu
premio.
- Sales conmigo.
- No me gustan los restaurantes elegantes ni la
educación.
- ¿Quién dijo que te llevaría a uno? Ni que fueras reina.
- Bien. Trato.- Cuando me di cuenta estábamos a centímetros, tanto
que sentía su respiración en mis labios, me alejé y estreché su mano,
mientras comenzaba a recoger la basura que habían dejado los
demás.
- Te gusta hacerte la difícil.
- Soy difícil. Caso diferente.
- Sí claro.- se rió.
- Lo dices porque, viendo tu aspecto, te crees un príncipe el cual tiene
a todas las niñas rendidas a tus pies, y te da miedo que venga una, o
sea yo, a dominarte de alguna forma, por eso soy difícil, pero soy
15. más sencilla de lo que tú piensas.- Saqué una bolsa negra y metí
todos los vasos y platos ahí.
- No me conoces bien.- Con una servilleta limpiaba las mesas sucias.
- Ya veremos quién conoce a quien. ¿A dónde me llevaras?
- Es sorpresa.
- Eso no va conmigo.
- Pues aguántate, porque ahora sí lo hará.
- ¿A qué hora?
- Después de tus clases llégate a la cancha de tu
edificio.
- No sabes donde vivo.
- Lo sé perfectamente. Apenas llegues, vas.
- Está bien, acosador.
- Yo lo sé todo, y no acosaría a una persona que
pasa el día aburrida viendo comiquitas en la
televisión.
- Sigo siendo una niñita.
- Me di cuenta desde que vi que mides menos de
1.60m.
- Chiquita pero peligrosa.
- Sueña. Dime la hora.
- 11:40am.- Yo no tenía más clase, así que no
estaba preocupada.
- Bueno, pequeñita tengo que entrar a clase, nos vemos al rato,
adiós.- se acercó a mí y me abrazó, tomó sus cosas y se fue. Quedé
pensando en él todo el rato que espere a que Amadis saliera de sus
clases, me lo imaginé en la playa, me lo imaginé comiendo pasta,
también imaginé como ha de verse ebrio, por alguna razón me
parecía un muchacho interesante y mis ganas de saber quién era
realmente Wendehake –porque hasta ahora, no sé su verdadero
nombre- y que escondía detrás de esa piel pálida y carita de santo.
- ¿En qué piensas?- Amadis me abrazó por los hombros y yo recosté mi
cabeza.
16. - En nada.
- ¿Y quién es nada?
- ¿Ahora es alguien?
- ¿Qué es pensar en nada?
- ¿Debería pensar en alguien?
- Ya me confundí. Comencemos. ¿En qué piensas?
- En Wendehake. No. Sí. Bueno no sé.
- Soy bruja.
- No empieces.- me levante y comencé a caminar,
ella rió y se corrió hacia mí.
- Está bien pues, no te molestes muchacha loca, ¿Te
gusta?
- Te he dicho que no soy así.
- Claro hija claro. Vámonos antes de que te
enamores.-
Comenzamos a caminar hacia el carro, me di cuenta
de que no estaba molesta, solo pensaba mucho, y
realmente yo casi nunca pienso, comenzaba a
sentirme extraña con los comentarios de Amadis, así
que solo intentaba ignorarla y no prestar atención a lo que decía.
-¿Saldrán?- Amadis sonreía y yo solo la miraba con disgusto.
-No, ¿A qué se debe la pregunta?- Encendí el auto.
-Pues… no nada. Solo preguntaba.- Se acomodó y prendió la radio.
- ahm, bueno. ¿Qué haremos mañana?- arranqué, mientras intentaba
concentrarme en simplemente manejar.
- Comer sushi y luego a una fiesta con los muchachos.- Suspiré.
Sólo pensé en como disfrutaría la noche, pensando hacia lo profundo de
mi persona, me gusta salir y usar tacones, estar con mis amigos, conocer
gente nueva, soy del tipo que planea un viaje en tres días, salir a ver cosas
17. y descubrirlas, y me gusta tanto estar sola, por alguna razón me gusta el
silencio en ciertos momentos, me gusta la tranquilidad, estar a solas con
mis pensamientos, pero mis humores cambian y no todo el tiempo soy así.
Capitulo 4
on el tiempo he aprendido muchas cosas: he
aprendido a ser más observadora, suelo examinar el
comportamiento de las personas, porque todos
tenemos razones para ser como somos; he aprendido que
no todo el tiempo las personas dicen ser quien son, y que el
que menos piensas es el que te apuñala por la espalda.
Mientras comía mi Tokio Roll, Amadis me hablaba sobre sus
problemas con Juan Pablo, tenían 2 años siendo novios –
eso creo, pues siempre terminan y regresan, y realmente ni
ellos mismos se saben la fecha de su aniversario- sus
problemas radicaban en que ella es tranquila y madura, y él,
todo lo contrario, sin embargo con cada pelea aprenden a
quererse más, y es la idea de una relación.
- Entonces él me dice “¿Por qué te alteras? ¡Es solo una
foto!” y yo le dije “¡Por favor! ¡Sabes que ella es tu ex
y no deberías poner fotos con ella! ¿Por qué eres así?” y él me
contestó “¡Eres una inmadura!” y se fue y yo le grité “¡Vete con tu
noviecita, imbécil!” y entré a mi clase- Amadis tenía esa manía de dar
demostraciones y simular voces, y yo sólo me privaba de tanto
reírme y ella se molestaba cada vez más.
- Amadis, es solo una foto. ¿Por qué te alteras? JP te quiere y por algo
está contigo.- Tomé del refresco que compartía con ella.
- Pero es que… ¡Chama! Ando como, ¿Es en serio? No lo defiendas.
- No lo estoy defendiendo mujer, sólo estoy siendo racional,
simplemente cálmate y ya, habla con él y punto.
C
18. - ¿Qué más quieres que hable con él? Ya he hecho lo suficiente, ya me
cansé.
- ¿Y qué pretendes decirle?
- Que terminemos en serio.
- ¿Terminar una relación de 2 años y 5 meses? Piénsalo bien.- me miro
culpable y solo se quedó en silencio. Por más que Juan Pablo sea un
chico tan libre y relajado, dos años no se logran tan fácil, y por más
que peleen saben resolver los problemas, dolería ver que esa
relación terminara puesto que ella se ve muy feliz a su
lado, y el disfruta su compañía. Juan Pablo no es el
novio ideal ni perfecto, sin embargo es un chico
divertido, gracioso, tierno, detallista, pero en lo más
profundo es solitario, como yo. El suele conversar
conmigo por las noches, a veces se aparece a las
2:00am en la puerta del apartamento solo para hablar
conmigo, me considera su mejor amiga y yo lo veo
como un amigo muy cercano a mí, todas mis cosas se
las cuento pues sus consejos son los mejores, a veces
noto la tristeza en sus ojos, a veces llora en mi
hombro y yo solo lo abrazo hasta que se duerme, y a
veces sonrío porque no todos los hombres son así, y
ese es un punto a favor para él, puesto que Amadis es
una chica que adora a los hombres sensibles, aquellos
capaces de dejarla ver hasta la última parte de su
alma.
Nunca me he imaginado en una relación como esa, si me he
imaginado enamorada, pero nunca siendo tan tierna y melosa como
lo son ellos, pero imagino que debe de sentirse bonito que una
persona siempre quiera estar como un pesgoste a tu lado siempre.
19. CAPITULO 5
OTROS PUNTOS DE VISTA
Llegue a mi cuarto a pensar un poco las cosas, puedo
admitir que soy un poco celosa y Barbara siempre
me lo dice, pero no puedo evitar pensar el solo
hecho de perderlo, se ha vuelto una persona
importante para mí y sin el realmente no se qué
haría, me acostumbre a su perfume, a su risa, a sus
regaños, me acostumbre a sus consejos, a sus
encantos, a su actitud relajada y sencilla, y sé que
como él no hay ninguno.
Entre al baño, me lave la cara, y mientras me
maquillaba, escuche a Barbara hablando al teléfono,
murmullaba, como si le contara algo a una persona al
oído, intenté posar mi oreja a la puerta y escuche:
- Lo sé, pero simplemente Amarita me tiene mal.
- ¿Por qué no hablas con él?
Mis torpes pies golpearon la puerta y Barbara se dio
cuenta, tranco el teléfono lo más rápido posible y
sólo sonreí dije:
- ¿Muchacha?, ¿Y con quien hablabas tu, que estas nerviosa?-Sonreí
pícaramente.
- Ridícula, era Camila contándole lo de Amarita hoy.- contestó con
cierta inseguridad.
- ¿Segura? ¿Y Wendehake?- Tomé un vaso y me serví agua.
20. Ella se volteo y susurro algo que no logré escuchar, pero sonaba
disgustada .Eran las 11:30pm y nos fuimos a dormir. Mañana me
tocaba me tocaba Materiales Dentales y busque mi ropa
(odontológicamente súper linda) y me acosté, busque mi linterna
pequeña en la gaveta y encontré mi libro perdido “Bajo la Misma
Estrella”. Mientras lo leía, pensaba en lo que había hablado con
Barbara, ¿Y si tiene razón? ¿Y si solo son simples celos míos? Llego al
cuarto y la sentí un poco frustrada, disgustada.
- Mira Mijitica, ¿Qué te pasa?
- ¿Qué piensas de Wendehake como persona? Tengo entendido que
hace tiempo que todos lo conocen. ¿Qué te parece?
- ¿Qué tanto interés por él?
- Respóndeme la pregunta.- Su voz se oí frustrada.
- Siento que es muy materialista e engreído.
Note como se sintió un poco mal y fue directo a la
cama y susurraba cosas inaudibles.
A veces Barbara no es quien piensas, a pesar de todo
suele cambiar mucho sus actitudes y personalidades,
a veces es tierna, otras muy fría, al pasar los años
junto a ella se me hacía difícil pensar que en
momentos románticos era sensible, era confuso para
mí, pero es su manera de ser.
6:25am. Nos levantamos muy rápido, nos bañamos,
desayunamos e íbamos camino a Unimar, no era mi
mejor día ya que estaba muy preocupada por
Barbara. Caminando por los pasillos de la universidad
me conseguí a Jennifer, ella no era el tipo de chica
retentiva; pero era muy buena amiga y directamente
noto que me sucedió algo, comenzó a preguntarme cosas pero yo
simplemente tenía mi mente en otra parte .Entre a clase y Macías me
observó analíticamente, comenzó la clase de Materiales Dentales.
21. -El estudio de los materiales dentales, tiene el propósito de
proporcionarle al estudiante un criterio preciso para la selección y
uso de ellos en beneficio de los pacientes…- Ella siguió hablando
pero yo no prestaba atención, solo pensaba en el hecho de que
Barbara estaba sintiendo amor.
Durante la noche no pude dormir, razones lógicas no tenía y ya
llevaba algunas burlas por dormir en clase;
Barbara entró agitada a mí clase, la verdad debido a mi sueño pensé
que era solo un juego más para escaparnos de clase, comenzó a
balbucear cosas que no entendía, así que la frené y esperé a que me
explicara con delicadeza.
-Aaron tuvo un accidente. Durante las
manifestaciones alguien le disparó varias veces y no
sabemos como está. Fui su llamado de Emergencia.
-Aja sí, ¿Y por qué no me llamó a mí?- Ella revoleó los
ojos y me jaló del brazo. Nos montamos en el carro y
empecé a preguntar.
- ¿Dónde está? ¿Está grave? ¿Desde cuándo estaba
ahí? ¿Y por qué el no avisó nada? ¿Él es loco?- Estaba
nerviosa.
-Está en “La Fe”, normal, desde hace dos horas, si
avisó pero sólo a los muchachos, toda la vida.-
Contestó con desgano.
Llegamos y pregunte por la habitación 301 me
indicaron donde quedaba .Al entrar vi a Aarón con
golpes en la cara, rasguñado y muy adolorido,
inmediatamente pregunte:
- ¿Qué paso?
- Estaba protestando y llegaron algunos guardias a tirar bombas y
tiros, le dieron tres, uno en el pecho, otro en la pierna y uno en la
pierna.- No me había percatado de que habían varios de sus otros
amigos allí. Me acerque cuidadosamente y comencé a hacerle
cariños en el brazo, hasta que se durmió.
22. Capitulo 6
arbara ya no era la misma, los últimos
tres meses salía más seguido y llegaba
tarde, se encerraba en su cuarto sin
decir nada, ya la renta de su teléfono se
acababa más rápido de lo establecido, no
regresaba todos los días después del trabajo
para almorzar; empecé a sospechar de
Wendehake, ya que ella ha estado muy
interesada en él. La verdad es que Barbara es
una muy buena persona pero es un poco
pícara, muy sensible aunque no lo demuestre y encantadora chica,
pero en realidad tiene mucho que contarme sobre Wendehake, el
llamo hace 2 días preguntando mucho por ella lo que no logro
comprender, ellos son muy diferentes. Barbara
llego al departamento con Hugo y Gregorio-
Hugo era el primo de Wendehake y Gregorio su
mejor amigo- ,salude a Gregorio y me sentí
confundida al ver a Hugo en la casa ya que ellos
ni se hablaban, ni yo a él, así que le pregunte:
- ¿Dónde está Wende?- Pregunté viéndolo con
disgusto.
- ¿Te alegras de verme? Yo sé que sí, vine a
acompañar a Barbara, bebé.- Me picó un ojo y yo
sólo me reí de lo estúpido que se veía.
B
23. - Bueno, ya llegó, así que puedes irte.- al salir, gritó “ya sabes, el
sábado a las 8:00 pm” ella movió la cabeza afirmando, sin darme
explicaciones.
Solo pensaba “Barbara no se puede enamorar”, no es que crea que
sea incapaz de hacerlo, pero es un poco raro. Entre a su cuarto para
hablar con ella:
- ¿Qué es de tu vida?
- Bueno, si supieras que tengo tantas cosas que
contarte.
- ¿Cómo cual?
- Me gusta Wendehake, pero le atraigo a Hugo.
- Muchacha y que, ¿Tu te volviste loca? No cometas
un error.
-
- No lo haré. Estoy clara de con quién quiero estar.
Pero es incómodo. Los veo juntos y me siento
extraña, y ya es suficiente con saber que en tan
sólo 3 meses ya me gusta Víctor
- Comprende que se te hará difícil acostumbrarte al
sentimiento, pero veras que con el tiempo solo
querrás sonreír y ya.- Nos abrazamos y
comenzamos a arreglarnos.
La confusión las consumía a las dos, Barbara porque no sabía si lo que
sentía era producto de los hechos románticos de sus amigas, y Amadis,
porque no quería ver como su amiga reaccionaba a las tiernas palabras
de Víctor.