Exposición En el eje de las cosas en el Museo Hirshhorn
1. I r e n e C l o u t h I e r C a r r i l l o
Ideas sueltas
E
l Museo Hirshhorn,
uno de los múltiples
museos del Institu-
to Smithsoniano,
en Washington DC,
presenta ahora, con
motivo de su 40 aniversario, la
exposición: En el eje de las cosas,
unaseleccióndepiezasdesucolec-
ción, muchas de las cuales, nunca
se habían mostrado, otras hacía
más de una década que no se exhi-
bían,yalgunasquesóloaltransitar
por la sala circular remodelada y
adaptada recientemente, es como
avanzar por las páginas de libros
de vanguardia de arte moderno y
contemporáneo.
El título de la exhibición hace
alusión al papel dinámico y el eje o
centro de convergencia de ideas y
diálogosqueelmuseogeneraentre
artistas y su público. Fue curada
por Evelyn Hankins y Melissa Ho,
quienes hacen comentarios visua-
les y grupos de piezas de diversas
corrientes y materiales para gene-
rar un diálogo entre las mismas
obras.
He visitado la exposición ya
tres veces y no dejo de apreciar y
darle lecturas diferentes, de ver,
literalmente, ángulos variados de
algunaspiezasydescubrirdetalles
nuevos de otras piezas de artistas
quenomesontanfamiliares,algu-
nosdeloscualesnuncahabíavisto
su trabajo.
La primera pieza con la que me
encuentro es una media esfera
hueca cubierta de pigmento azul
intenso,deAnishKapoor,escultor
contemporáneo de la India, que
radica en Londres desde los 70.
La pieza, que está iluminada
porfuera,dadosaspectosdecómo
reaccionauncolorconlaluz,ydela
misma forma una experiencia dis-
tintadelmismo,elazulintenso,en-
cendido e iluminado en contraste
conelinteriordelapiezaquemues-
tra un azul obscuro aterciopelado
similar al azul internacional de
Klein, inventado y desarrollado
por el artista Yves Klein. Una ma-
ravillosa pieza que nos deja ver en
un hoyo azul intenso y perdernos
en esa profundidad.
‘Enelejedelascosas’:vistas
delacoleccióndelMuseoHirshhorn
Otra de las piezas que me en-
canta es la pieza Hecho en Japón,
1964, del artista francés Martial
Raysse, es una pieza que se aseme-
ja enormemente al arte pop nor-
teamericano, haciendo una fuerte
referencia a la historia del arte, a la
odaliscadeltambiénpintorfrancés
Auguste Dominique Ingres, 1814,
pero adoptando los colores de la
publicidad comercial e industrial.
Una piezas no sólo colorida sino
con humor y un toque de frescura
que me recuerda que no hay que
tomarse muy en serio el arte, que
elartetambiénpuedeserdivertido
y juguetón.
Me detengo a hablar de la pieza
de Ernesto Neto no sólo por ser la
másgrandedetodalamuestra,sino
porqueademásdequeesunartista
latino, brasileño específicamente,
ha expuesto en México múltiples
veces en la Ciudad de México, en
Monterrey, en el Museo Marco, y
porque es una de esas piezas que
literalmentehayquevivir,caminar
entre ella, y experimentarla para
sentirsusencillezygrandeza.Esde
nylon,conbolitasdeunicelyarroz.
Es una de esas piezas que nos
invita a la contemplación, a ver y
perdernos en las múltiples curvas,
lasformasorgánicasylaescala.Es
como tumbarse a ver y contemplar
un cielo con nubes que parecen de
algodónysimplementehayqueha-
cerlo,verporunratodesdelapers-
pectiva que el recostarnos nos da.
La Torre de Madonnas de la ale-
mana Katharina Fritsch, 1956, es
un magnífico ejemplo también de
una artista que toma objetos coti-
dianos,juegaconellos,transforma
su escala, los magnifica y hace de
su arte algo divertido, esta pieza
en particular en la distancia tiene
una reminiscencia con la Torre de
Pisa, por su forma y al acercarnos
nos damos cuenta que son cientos
de reproducciones de Madonnas
hechasdeyesopintadasdeunama-
rillo intenso. En sus procesos de
producción mezcla procesos es-
cultóricos tradicionales y proce-
sos industriales. Una de sus piezas
másfamosaesunaseriederatones
gigantes, enfilados en un círculo,
viendo hacia fuera, presentada en
la Bienal de Venecia, en 1995.
Por último, aunque no estaban
en ese orden, quiero hablar de la
pieza del norteamericano Nick
Cave, vive en Chicago, donde es
maestro y director del postgrado
deModas,enelInstitutodeArtede
Chicago. Un artista contemporá-
neo de los más “taquilleros”, reco-
nocidosymejorvendidosenferias.
La pieza en el Hirshhorn es una
de sus piezas escultóricas hechas
con cuentas de plástico de colores
de materiales reciclados y encon-
trados. Cave es muy conocido en
el mundo del arte por sus “sound
suits” o sus trajes de sonido, donde
crea estos personajes-bocinas ata-
viadosconbotones,cuentasocual-
quier otro material que se pueda
bordar, o entrelazar y los combina
con orden y maestría.
La exposición presenta más de
40 artistas modernos y contempo-
ráneos que van desde una monu-
mental pintura de Anselm Kieffer,
unamagníficapiezadeBruceNau-
man, el triángulo sudamericano,
hecha de vigas de metal, tensores
y una silla invertida suspendida
en el centro del triángulo, donde
la sombra de la instalación es tan
importante como la pieza misma
ya que la sombra es lo que le da
dimensión a la pieza.
Se muestra al artista inglés-ni-
geriano Yinka Shonibare, nacido
en 1962, con su pieza El siglo de los
iluminados, quien confronta al es-
pectador con temas de identidad
cultural en el contexto de la globa-
lización, así como un aparador de
tienda de Christo y Jean Claude,
entre muchos otros.
Martial Raysse,
“Hecho en Japón”,
1964.
Foto:Googleimages
Fotos:Googleimages
Anish Kapoor,
“Mother as a Void”.
Katharina Fritsch,
“Mostrador de Madonnas”,
1987-1989.
Foto:IreneClouthier
Obra de Ernesto Neto.
Nick Cave,
“Sound Suit”, 2009.
6EDomingo 22
de febrero
de 2015