Un violinista de clase mundial tocó piezas complejas en la estación de metro durante 45 minutos usando un Stradivarius valorado en 3.5 millones de dólares. Solo 7 de las miles de personas que pasaron se detuvieron a escuchar, y nadie reconoció al músico como el famoso Joshua Bell. El experimento sugiere que la gente a menudo pasa por alto la belleza en contextos cotidianos.
5. Tocó música durante 45 minutos. Para empezar Bach, luego el Ave María de Schubert, música de Manuel Ponce, de Massenet y finalmente de nuevo Bach.
6. A los 3 minutos, un hombre de avanzada edad reparó en el músico, aminoró su paso, se paró por unos segundos... y emprendió de nuevo la marcha. Un minuto más tarde el músico recibió su primer dólar: sin parar, una mujer lanzó un billete en la caja del violín. Unos minutos más tarde, un individuo se paró unos instantes a escuchar, pero al mirar su reloj, empezó de nuevo rápidamente a caminar … se le estaba haciendo tarde.
7. El que prestó mayor atención fue un pequeño de unos 3 años. Su madre tiró de él, pero el pequeño seguía escuchando al violinista. Finalmente, su madre lo cogió fuertemente y siguieron andando. El pequeño, ya caminando, seguía mirando al músico con la cabeza vuelta.
8. Durante los 45 minutos que el músico tocó, tan sólo 7 personas pararon para escucharlo brevemente.
9. En total logró reunir 32 dólares!! Nadie notó cuando el músico dejó de tocar. Nadie lo aplaudió. Entre las miles de personas que pasaron por delante de él, nadie lo reconoció.
10. Nadie reparó en que el violinista era Joshua Bell, uno de los mejores músicos del mundo. En los pasillos del metro tocó unas de las más difíciles partituras que jamás se han escrito, y todo ello con un Stradivarius del año 1713 valorado en 3,5 millones de dólares !
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12. Esta actuación de incógnito d e Josh ua Bell, en la estación del metro, fue organizada por el « Washington Post » para investigar la percepción, el gusto y las prioridades de la gente.
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14. Una de las posibles conclusiones después del experimento podría ser: Si no nos tomámos el tiempo para parar y escuchar, cuando uno de los mejores músicos del mundo está tocando una de las más bellas partituras, ¿Cuántas otras cosas extraordinarias nos estamos perdiendo al no saber apreciarlas?