Colombia intentó convocar una reunión de ministros de Exteriores en la OEA sobre la situación fronteriza con Venezuela, pero no obtuvo los votos necesarios. Venezuela se opuso firmemente a cualquier intervención de la OEA. Además, Venezuela deportó a más de mil colombianos de la zona fronteriza, a quienes Colombia describe como gente humilde y respetable, no como paramilitares. Finalmente, Venezuela argumentó que los problemas fronterizos se originan principalmente en los conflictos internos de larga data de Colombia.