Las organizaciones necesitan agentes de cambio para guiar la transformación. Estos agentes pueden ser internos, como gerentes o ejecutivos, o externos, como consultores contratados. Para ser efectivos, los agentes de cambio deben poder tomar decisiones fundamentadas, ejercer influencia a través del liderazgo, comprometerse con los objetivos del cambio y ser visionarios con la capacidad de desarrollar el potencial de la organización.