1. John Silas Reed (Portland,
Oregón, 22 de octubre de
1887 - Moscú, 19 de
octubre de 1920),
periodista, poeta y
activista comunista
estadounidense, célebre
por su testimonio de la
Revolución Rusa Diez días
que estremecieron el
mundo. Su esposa fue la
escritora feminista Louise
John Reed
2. Pertenecía a una familia burguesa. Su padre,
exitoso hombre de negocios, se enfrentó a la
corrupción existente en la industria maderera de
Oregón. Su madre pertenecía a una familia que
había hecho fortuna en la industria del arrabio, era
conservadora e intentó imponer su visión a su hijo.
Estudió en la Universidad Harvard. En 1913
comenzó a trabajar para el periódico radical The
Masses. En 1911, como corresponsal de guerra del
Metropolitan Magazine, llegó a México, donde sus
entrevistas y reportajes sobre la Revolución tuvieron
un gran éxito.
3. John Reed acompañó a Pancho Villa en sus
ataques por el norte de México, convivió con los
soldados y conoció a Venustiano Carranza,
presidente de México. Recogió todas sus
impresiones sobre la Revolución mexicana en un
libro titulado México insurgente.
También escribió sobre las huelgas de los
mineros de Colorado (Estados Unidos) en 1914.
Al estallar la I Guerra Mundial, volvió a trabajar
como corresponsal de guerra, y escribió en 1916
La guerra en el este de Europa
4. Cubriendo la I Guerra Mundial llegó a Rusia, que
estaba en plena efervescencia revolucionaria.
Conoció a Lenin, y estuvo presente en la capital San
Petersburgo durante las jornadas de octubre-
noviembre de 1917 en las que tuvo lugar el II
Congreso de los Soviets de Obreros, Soldados y
Campesinos de toda Rusia y durante las semanas
posteriores en que el congreso, liderado por el
Partido Socialdemócrata Obrero de Rusia
(bolchevique) acordó la toma del poder bajo el
programa básico de conseguir una paz justa e
inmediata, el control obrero de la industria y la
reforma agraria en el campo.
5. Reed, acreditado como periodista, hizo un
seguimiento diario del proceso revolucionario,
asistiendo a las multitudinarias asambleas y a las
reuniones de todas las facciones enfrentadas,
entrevistando a los principales dirigentes del
momento, e hizo una crónica diaria de la
Revolución de Octubre. Este relato de primera
mano con los detalles y el día a día de la
revolución bolchevique quedó plasmado en su
obra más famosa, Diez días que estremecieron
el mundo, publicada en 1919.
6.
7. A su regreso a Estados Unidos, Reed, junto con
otros miembros, fue expulsado del Congreso
Socialista Nacional de agosto de 1919. El grupo
disidente formó el Partido Comunista de
Estados Unidos. Acusado de espionaje, Reed
escapó a la Unión Soviética, donde murió
atacado por el tifus, y fue enterrado en el
Kremlin, junto con otros líderes bolcheviques.
8. Bibliografía
México Insurgente: La Revolución De 1910
(2005. Editorial Txalaparta. Tafalla)
Los Soviets en acción.
Diez días que estremecieron al mundo. (2007.
Editorial Txalaparta. Tafalla).
La guerra en Europa Oriental. (2006. Editorial
Txalaparta. Tafalla).
Hija de la revolución. (2007. Editorial Txalaparta.
Tafalla).
9. La película Reed, México Insurgente, opera prima
del director mexicano Paul Leduc, narra su estancia
en México como reportero de la Revolución en el año
1913. La película fue estrenada en el año 1973.
La película Rojos está basada en su vida y su obra.
Se estrenó en el año 1981.
La película Campanas Rojas también está basada
en su vida. Se estrenó en 1981, dirigida por el
soviético Sergei Bondarchuk, con guion de Valentin
Yezhov,
En México se intituló México en Llamas. La segunda
parte de la película aborda la vida de Reed en la
Rusia soviética y se llamó Rusia 1917. Las dos
películas fueron una co-producción entre México,
Italia y la Unión Soviética.
10. En 1919 John Reed publicó la que sería su obra más
conocida, “Diez días que conmovieron al mundo”,
en la que explica en clave de reportaje los
acontecimientos de la Revolución Rusa elaborando
un minucioso retrato de los personajes que tuvieron
un papel protagonista durante aquellos días de
octubre de 1917. John Reed, periodista y poeta, se
negó a ser un mero narrador, un observador
indiferente. Escribía con la pasión de alguien que
comprende y refrenda lo que está ocurriendo. Él y su
compañera, la escritora feminista Louise Bryant,
fueron de ese grupo de intelectuales que se negó a
separar arte de insurgencia y que decidió atacar al
sistema con algo más que palabras. Ambos
11.
12. Louise Bryant había
desafiado las
convenciones sociales
desde su primera
juventud. Nacida en
1887 y criada en una
humilde familia de
Nevada, adoptó la
igualdad social como
modo de vida y en
1908 se licenció en la
Universidad de Oregon,
algo que era muy poco
13. Su afán por ser escritora le había llevado a ser
editora de algunas revistas universitarias y por
eso, tras terminar sus estudios, comenzó a
buscar trabajo. Lo consiguió de la única forma
que podía hacerlo, convirtiéndose en una “Sob
Sister”, un calificativo que se aplicaba a las
mujeres que cubrían asuntos “frívolos” como
crónicas sociales. Sin embargo, en su interior
Bryant seguía desafiando todos los
convencionalismos. En primer lugar, porque era
una mujer asalariada e independiente. En
segundo, porque su modo de vida ,que incluía la
libertad sexual, escandalizaba a aquella
14. En 1912, cuando se votó en favor del voto
femenino, Louise se unió al comité literario de la
Asociación para la Igualdad del Sufragio de
Oregon convirtiéndose en una de las principales
líderes feministas de aquel momento. Bryant
creía fielmente en la relación entre feminismo,
libertad sexual e igualdad económica, tres
factores totalmente indivisibles.
15. El primer encuentro de John Reed y Louise
Bryant se produjo en Portland en 1916. Fue un
flechazo y ella abandonó de inmediato a su
marido, con quien se había casado en 1909.
Bryant y Reed pasaron juntos un verano tranquilo
y apasionado, lejos del mundo. Pero para alguien
tan comprometido es complicado estar al margen
de lo que sucede.
16. En aquellos días EEUU era un hervidero
patriótico en el que las campañas para alistarse
para combatir en el frente europeo eran
constantes. El alistamiento era prácticamente
obligatorio. Sin embargo, un grupo de
intelectuales, muchos de ellos del círculo de
Reed y Bryant, se oponían a aquella Guerra y
promovieron campañas contra ella y contra el
alistamiento. La respuesta de las autoridades no
tardó en llegar y muchos de ellos, incluído el
propio Reed, fueron encarcelados.
17. A principios de 1917 llegaron noticias de Rusia: la
revolución obrera había estallado y Reed se
apresuró a viajar hasta San Petersburgo para
cubrir aquellos días históricos. Lo hizo en junto a
Bryant. Ambos recorrieron los principales
escenarios de una revolución que aunque, de
contornos totalmente difusos, ofrecía un halo de
esperanza para gente como Reed.
18. Acreditado como periodista, Reed hizo un
seguimiento diario del proceso revolucionario
asistiendo a las multitudinarias asambleas y a las
reuniones de todas las facciones enfrentadas y
entrevistando a los principales dirigentes del
momento.
19. Por su parte, Bryant viajó a Rusia como enviada
especial de un sindicato anarquista para cubrir la
revolución. Se entrevistó con las heroínas de
aquellos días centrando su atención en el
Batallón de la Muerte, una unidad de combate
compuesta por mujeres.
El estilo de Bryant eran en cierto modo similares
a los de Reed. Estaban llenos de anécdotas y
defendían su causa feminista y política.
20. En 1918 volvieron a EEUU. Mientras Reed terminaba
sus “Diez días que cambiaron el mundo”, Bryant
publicó su obra "Seis meses rojos en Rusia",
considerada como uno de los mejores relatos de
testigos oculares escritos por mujeres periodistas
americanas, y comenzó a dar charlas por todo el
país. Posiblemente, ésta es la época en la que
estuvieron más distanciados. La actividad de Reed,
que había vuelto a EEUU como un héroe se vio
“mermada” por las fuertes presiones políticas, ya que
la revolución había terminado pero su triunfo
inquietaba a los líderes y a la opinión pública
estadounidense. Todos temían que ocurriera lo
mismo en su país. Por su parte, Bryant comenzó a
21.
22. En 1920 Reed intervino en la creación del
Partido Comunista de los Trabajadores y viajó a
Rusia en calidad de delegado para asistir a las
reuniones de la Internacional Comunista. En
principio era un viaje temporal del que Reed
debía volver preparado para crear el nuevo
sindicato. Pero no pudo ser así. En EEUU estaba
acusado de espionaje y Bryant emprendió un
arriesgado viaje hasta Moscú para pedirle que no
volviera. Quizá no llegó tarde, pero Reed ya
estaba enfermo y falleció en octubre de 1920
víctima del tifus. Fue enterrado en como un
héroe cerca del muro del Kremlin, en su querida
23. Por su parte, Louise Bryant volvió a EEUU. Lo hizo
abatida física y mentalmente, y aunque siguió
trabajando como corresponsal extranjera para los
periódicos de Hearst, nunca volvió a ser la misma.
Trabajó en Turquía, Rusia y fue la primera periodista
americana en entrevistar a Benito Mussolini. Su
segundo libro, “Espejos de Moscú”, está considerado
como una obra maestra. Sin embargo la vida de
Bryant, especialmente en el terreno personal, se
estaba desmoronado por momentos. Un nuevo
matrimonio fracasado, unido a la caída del fanatismo
por la Revolución Rusa (que ya no causaba simpatías)
y al desmoronamiento del ferviente feminismo ( que
estuvo prácticamente silenciado hasta la gran
revolución de los años 60) hicieron mella en la
periodista. Todo ello unido a que jamás supero la
muerte del que había sido su mejor compañero de vida
y de ideas. Enferma de melancolía y de alcohol,
Louise Bryant decidió iniciar una nueva vida en París.
Falleció en 1936, a los 49 años, debido a una
hemorragia cerebral.
24.
25. La vida de Reed y Bryant y aquellos cuatro años que
pasaron juntos fue llevada al cine en la película
"Reds", escrita, dirigida y protagonizada por Warren
Beaty.