Este documento es una invitación a escuchar la voz de Dios. Comienza recordando cómo Dios habló a Adán y Eva en el Edén, pero luego de su desobediencia siguió llamándolos a través de profetas y de muchas maneras. A pesar de que el hombre a menudo ignora la voz de Dios, Él insiste en llamar porque nos ama incondicionalmente. Finalmente, Dios habló de manera definitiva a través de su Hijo Jesucristo.
3. Apreciados pastores y hermanos, es un gozo poder saludarles.
Esperando que las bendiciones de Dios sean derramadas
abundantemente en tu vida, hogar e iglesia.
Queremos felicitarte por aceptar el llamado de Dios, de ser su
voz en esta primera semana de Evangelismo 2019 “Jesús, Gracia
para el Oportuno Socorro”.
En todo el territorio de la Unión Mexicana del Sureste se esta
orando e impulsando que Todos los Miembros se Involucren en
la predicación de que Cristo viene pronto.
Testificando con amigos, trabajando en parejas misioneras,
apoyando el Grupo Pequeño, impartiendo estudios bíblicos,
realizando campañas de barrio, campañas públicas, financiando
la misión, orando y muchas maneras mas.
La escritura dice: ¿Y cómo predicarán si no son enviados? Tal
como está escrito: ¡Cuan hermosos son los pies de los que
anuncian el evangelio del bien! (Romanos 10:15).
Agradecemos el tiempo y el gran aporte del Ptr. Carlos Cruz
Tirado, quien es el autor de estos bendecidos mensajes a utilizarse
en la semana.
Que Dios te bendiga grandemente y muchas vidas sean tocadas
por el poder del Espíritu Santo y acepten a Jesús como su
oportuno socorro.
Ptr. Armando Balan Tamay
Dir. de Evangelismo
Unión Mexicana del Sureste
4. Saludo Departamental
Contenido
Sermón 1
Jesús: Cuando Su Voz Llama
Jesús: Promesa Dulce
Jesús: Paz y Descanso Para El Alma
Jesús: Dios De Pactos
Jesús: El Poder De Su Palabra
Jesús: Amigo Intercesor
Jesús: Dios Hecho Carne
Jesús: Gracia Para El Oportuno Socorro
Sermón 4
Sermón 2
Sermón 5
Sermón 7
Sermón 3
Sermón 6
Sermón 8
Pág. 3
Pág. 4
Pág. 5-11
Pág. 24-29
Pág. 12-17
Pág. 30-34
Pág. 41-46
Pág. 18-23
Pág. 35-40
Pág. 47-51
5. 5
TEXTO CLAVE: Hebreos 1:1, 2.
INTRODUCCIÓN
Hace unos días mientras esperaba en la fila para abordar el
avión, me llevé las manos a los bolsillos buscando mi teléfono
celular y no estaba allí. Una sensación de temor me recorrió
el cuerpo al pensar que lo había olvidado en el auto. Con
desesperación empecé una búsqueda incesante pues estaba
apunto de abordar el vuelo. Me dirigía a ciudad de México
y sin el celular sería muy complicado establecer comunicación
con la persona que me recibiría. ¡Qué terrible sensación! Me
imagine todo en unos cuantos segundos: llegar a la ciudad
de México una urbe con más de ocho millones de habitantes
y sin saber a quien le iba a hablar o a qué número. Mes
sentí, desprotegido, sin herramientas, imposibilitado por la
circunstancia de no saber qué haría. Para mi tranquilidad, en
el fondo de mi mochila logré encontrar mi celular, el alma me
volvió al cuerpo. Nos hemos hecho tan dependientes de la
tecnología que el día que nos falta sentimos que el mundo se
nos desmorona. Allí tenemos prácticamente todo, contactos,
registro de mensajes, agenda, recordatorios, fotografías, videos,
conexión en las redes sociales y mucho más. ¿Te imaginas pasar
un día sin conexión o comunicación? Un día sin poder hacer
llamadas, enviar mensajes y sin internet ¡qué desesperante! Eso
fue exactamente lo que sucedió hace casi seis mil años atrás.
6. 6
1.DIOS HABLÓ EN EL PASADO
La sagrada escritura muestra la impresionante historia de la
creación de este mundo en Génesis 1, relatando cómo Dios dio
vida a este mundo y colocó todo bajo la potestad del hombre.
En otras palabras, todo lo que Dios hizo fue para beneplácito
de la raza humana. El registro sagrado nos dice el modo en
que todo fue creado, todo llegó a existir por el poder de la
palabra de Dios, todo excepto la raza humana. Cuando Dios
creó al hombre, lo hizo de manera especial, – Génesis 1:27
– describe cómo fuimos creados. Muy diferente a las demás
criaturas, el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios.
Eso quiere decir que en la humanidad fueron implantados
atributos especiales y únicos que ni las plantas, ni las aves,
ni los animales poseen. Estas cualidades especiales fueron: la
capacidad de amar, el poder hablar, razonar y por supuesto
tomar decisiones.
El texto de esta noche nos dice: “En el pasado, Dios habló[…]”.
Fue en Edén donde el hombre pudo escuchar por primera vez
la voz de Dios. Allí, Adán y Eva gozaban de una comunicación
cara a cara con su Creador. Diariamente el Señor descendía al
huerto para conversar con sus hijos y enseñarles por medio de
su creación cuanto los amaba. Adán y Eva se regocijaban en
nuevos descubrimientos y acudían al Señor para su explicación.
Era el deseo del Padre celestial que los humanos fueran felices,
por ello Dios habló para comunicar a la feliz pareja, un mensaje
muy especial, vayamos a Génesis 2:16, 17.
•Dios habló para dar a conocer su voluntad.
•Dios habló para dar a conocer qué era lo mejor para el
hombre.
•Dios habló para dar a conocer su amor al ofrecerle vida al
hombre.
•Dioshablóparadaraconocerlasconsecuenciasaldesobedecer.
7. 7
Mi querido amigo, la voz de Dios siempre estará invitándote
a escuchar su consejo. Es su deseo que seas feliz, anhela darte
vida y evitarte dolor y sufrimiento innecesarios. Por ello, Dios
nos advierte contra el pecado, pues el pecado conduce a la
muerte – Rom. 3:23 – “Porque la paga del pecado es muerte
[…]”. Una vez más Él está invitándote a escuchar su voz para
darte a conocer su voluntad para tu vida – Rom. 12:2 dice
que su voluntad es “buena agradable y perfecta”. Sin embargo,
por el mismo amor con que te ama, Dios nunca violentará tus
decisiones, obligándote a escoger algo que no desees. Él Nos
creó como entes libres, libres para decidir, pues no quiere que
seamos maquinas programadas para ejecutar ordenes.
Fue así, en el ejercicio de su libertad, que Adán y Eva decidieron
ignorar la voz de su Creador. En Génesis 3:1-6 se relata la triste
historia de la desobediencia humana, leamos.
Nótese que la serpiente también habló y mostró sus propias
opciones para el hombre. De manera sutil y atractiva, Satanás
engaño a la mujer con una aparente genial oferta, “ser como
Dios”. Así obra el diablo, cuando los seres humanos no prestan
oídos a la voz de Dios, entonces quedan a merced de la voz
del enemigo de las almas, y este con sus artimañas produce
dudas en el corazón del hombre, dudas si Dios es justo, dudas
si su palabra es cierta, dudas si su voluntad es la mejor, dudas si
seguirlo es la mejor decisión. Pero la duda es peligrosa, fue la
duda que hizo caer en pecado a Adán y Eva, dudaron de la voz
de aquel que había creado el mundo para ellos, dudaron de su
voluntad, dudaron de su amor, dudaron de su advertencia. Y
así el pecado entró en el mundo acarreando desgracia, dolor
y tristeza, abriendo una gran brecha que separó a Dios de los
hombres. Querido amigo, no hay cosa más terrible que el
pecado ha ocasiona que la separación. Pero también el pecado
produce discordia, acarrea culpabilidad, vergüenza y termina
en la muerte. ¡Qué terrible tragedia! Ahora los hombres
estaban condenados a morir lejos de Dios. Pero entonces,
8. 8
Dios habló nuevamente – Gen. 3:8,9 – El hombre pudo
haber desobedecido, pudo haberse apartado de la voluntad
de Dios, pudo haber cometido el error más grave, más Dios
siempre estará llamándole, al arrepentimiento, invitándole a
la reflexión.
Génesis 3:8,9 - ¡Qué descripción tan más atinada de la
realidad! Dios descendiendo a buscar a la raza condenada,
pero el hombre huyendo de su Creador, Dios llamando a la
humanidad al dialogo y los hombres escondiéndose de Él, ¡qué
triste escenario! pero a la vez esperanzador, pues a pesar de la
negativa humana, el Rey del universo sigue buscando, continúa
llamando al hombre. ¿Dónde estás tú? Fue la pregunta hecha
a Adán. Dios sabía que Adán estaba escondido, avergonzado,
con sentimiento de culpabilidad y reproche. Por ello la
pregunta ¿dónde estás? Era una invitación a la reflexión, al
análisis de que la decisión tomada le había llevado a un estado
de temor, culpa y vergüenza. Esa misma pregunta vuelve a
resonar hoy día, Dios te dice ¿Dónde estás? ¿En problemas?
¿sufriendo una enfermedad? ¿Pasando por el valle de la tristeza?
¿Vives angustiado por el mañana? ¿Tu alma no haya descanso?
¿Dónde estás? ¿Vives en pecado? ¿Estás huyendo de tu pasado?
¿Herrando el camino? ¿Cansado de intentar y fracasar?
Apreciado amigo, fue la decisión de Adán y Eva la que los llevó
a esa situación amarga. Cuántas personas caminan por la vida
tomando sus decisiones y cuando la vida los golpea buscan
a quién culpar, tal como lo hicieron Adán y Eva, finalmente
terminan culpando a Dios, reclamando el por qué de sus
desgracias, diciendo que Dios los ha olvidado, que Dios no
los ama, que Dios no los escucha o que ni siquiera existe. Si
tan solo se dieran cuenta que hace mucho que Dios ha estado
llamando, ha estado buscando que sus oídos presten atención a
su dulce voz. Pero la realidad es que a los seres humanos no nos
gusta escuchar. Los jóvenes ignoran el consejo de los adultos,
los hijos desechan el consejo de sus padres, la señorita hace
9. 9
caso omiso de la advertencia, el que está en el vicio no quiere
abandonarlo por más que su familia le suplique, esa es la triste
realidad del ser humano. Dios llama, invita, advierte, pero vez
tras vez su voz es ignorada. Sin embargo, por el gran amor
que Dios nos tiene, seguirá insistiendo, aprovechando cada
oportunidad para preguntarnos ¿dónde estás tú? Empleando
muchas formas y circunstancias para hacerlo. Es lo que dice su
palabra…
2.DIOS HABLÓ MUCHAS VECES Y DE MUCHAS MANERAS
Hebreos 1:1. “En el pasado Dios habló muchas veces y de
muchas maneras a nuestros padres por los profetas”. La
insistencia divina es extraordinaria. Vemos a Dios enviando sus
llamados por medio de ángeles, hablando desde una zarza,
mostrando su voluntad a través de las piedras del Urim y
Tumim, hablando por medio de visiones, sueños, profetas y
hasta por medio de un asna. Dios llamando siempre llamando,
llamando constantemente a los hombres al arrepentimiento,
advirtiendo sobre el peligro de vivir en pecado, invitando a
los hombres para volver a Él, ofreciéndoles vida. ¿Pero por
qué tanta insistencia? Jeremías 31:3 – “Con amor eterno te
he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia”. Así es
amigo, el amor de Dios es un raudal inagotable para ti y tu
familia, y movido por ese amor Dios seguirá insistiendo, seguirá
invitándote, seguirá llamándote. Y por amor, empleará muchas
maneras para llamar tu atención hasta que te rindas a Él. ¿Por
qué no escuchar su tierna invitación? ¿Por qué le dejas en vano
llamar? ¿Qué necesitas para qué entiendas el gran amor que
Dios tiene por ti? Él desea lo mejor para tu vida.
Lamentablemente, en más de una ocasión el ser humano
necesita un fuerte llamado para poder entender que Dios lo
ama. Muchas veces de no ser por el dolor, las aflicciones, la
enfermedad y los problemas, no atenderíamos a la voz del
Señor. Y no es que Dios envíe lo malo que sucede, o que Él
se deleite en verte sufrir, más bien Dios permite que las cosas
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pasen para aprovechar toda circunstancia y momento para
invitarte a aceptarlo como tu Señor. Hace tiempo que Dios
te ha estado llamando, hace tiempo que su invitación se ha
extendido a tu vida y a tu familia. Fue esa tarde cuando alguien
tocó a tu puerta y te regaló un libro, fue aquel día cuando
recibiste ese informe médico desalentador que Dios te invitaba
a aferrarte de Él, fue aquel momento cuando tu hijo enfermó
de gravedad y Dios deseaba que clamaras a Él para sanarlo,
ese día que depositaste a tu esposo en el sepulcro Dios deseaba
enjugar tus lagrimas por medio de su palabra, y hoy mismo
Dios te sigue llamando. ¿Quién más puede darte esperanza?
¿Qué otro camino puedes recorrer? ¿A dónde puedes ir? Sólo
en los brazos de Cristo Jesús hallaras alivio y descanso para tu
corazón.
Mi querido hermano Dios te llama esta noche para cumplir sus
sueños en ti, Él tiene grandes planes para tu vida – Jeremías
29:11 – ¿porque no aceptar entonces su invitación? Está noche
está llamando a la puerta de tu corazón – Apoc. 3:20 – “Yo
estoy a la puerta y llamo, si alguno oye mi voz y abre la puerta
[…]”. Déjale entrar, ábrele tu ser, deja que Él tome el control
de tu vida, deja solo de añorar felicidad, hoy esa felicidad
puede ser real si tan sólo te entregas a Jesús. Dios te ama y te
ama tanto que ha entregado todo por ti.
3.DIOS HABLÓ EN CARNE
Nuestro texto en Hebreos 1:2 nos dice que: “en estos últimos
días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero
de todo y por quien así mismo hizo el universo”.
No hay mayor carta que refleje el amor de Dios, que el hecho
que Él mismo se haya entregado para salvar a la humanidad.
La biblia dice en Juan 3:16 – “Porque de tal manera amó
Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo
aquel que en Él cree, no perezca más tenga vida eterna”.
¡Qué grandioso mensaje de amor! Cuando el mundo se vio
condenado a la muerte, Dios descendió al huerto de Edén para
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buscar al hombre que se escondía temeroso de su pecado. Y
siglos después el mismo Dios motivado por ese mismo amor
descendió a este mundo para buscar nuevamente sus hijos
perdidos. Lucas 19:10 – “Porque el Hijo del hombre, vino a
buscar y a salvar lo que se había perdido”. Así es mi hermano,
el llamado de Jesús se extiende a todo pecador, la razón por la
cual Dios descendió de los cielos a este mundo eres tú, la razón
de su muerte eres tú, la razón de su llamado eres tú, tú eres
algo sumamente valioso y significativo para Dios, tan valioso
que el cielo vertió el don más hermoso para ti, Jesús. Es Jesús
y sólo Él, quien puede mostrarte el camino de acceso al cielo,
Cristo es el puente de comunicación entre Dios y los hombres,
por eso Jesús declaró en Juan 14:6 – “Yo soy el camino, la
verdad y la vida y nadie viene al Padre si no es por mí”. Rinde
tu voluntad a Él, deja que el tome tu ser, escucha su llamado,
escucha su voz, que te dice ven.
CONCLUSIÓN Y LLAMADO
Querido amigo, no hay otro nombre en quien podamos ser
salvos. Dios ha hecho todo lo posible para que tú seas salvo,
te ha estado llamando desde hace mucho tiempo atrás, te
ha estado llamando de muchas maneras y hoy te llama para
salvación, para vida eterna. ¿Deseas ser salvo de toda maldad?
¿Anhelas sentir el gozo de caminar con Cristo de acuerdo a
su voluntad? Hoy el Señor te ofrece vida eterna, acéptala es
gratuito. Permítele a Dios mostrarte su gran amor y compasión
por ti ¿Quisieras esta noche rendirte a Jesús? No dudes en
venir, no dudes en aceptarle, su voz aún te invita, la puerta
de la gracia aun esta abierta, hoy es el día para ser salvo. No
corras más, no te escondas de Dios, hoy el Señor ha venido a
buscarte otra vez, ha descendido como aquella tarde en Edén
para llamarte. ¿Cuánto tiempo más huiras de Dios? Responde
a su tierna invitación. Levántate y ven a encontrarte con tu
Salvador, toma tu decisión hoy, dile: “¡Aquí estoy Señor, te
acepto como mi salvador!”.
12. 12
TEXTO CLAVE: Hebreos 4:12
INTRODUCCIÓN
Las palabras tienen un fuerte impacto en la vida de las personas.
Por medio de ellas se puede influenciar eficazmente o de
manera negativa a quienes nos rodean. Una palabra puede
animar o desanimar, una palabra dicha como conviene puede
calmar la ira o provocarla, con una palabra es posible ilusionar
o desilusionar a las personas, las palabras pueden ser medicina
o mortal veneno, una palabra puede ser la diferencia entre ser
aceptado o rechazado, con una palabra es posible conmover
o endurecer los corazones, una palabra puede hacer reír o
entristecer, las palabras pueden hacer que sucedan grandes cosas
¿te das cuenta del poder de las palabras? No obstante, nosotros
tenemos la facultad de decidir cómo recibir esas palabras, si
escuchar o simplemente cerrar oídos a ellas. Su impacto está
determinado en la medida que nosotros prestamos atención
permitiendo que nos afecten de manera positiva o negativa.
Pero si hay una palabra que no deberíamos ignorar y que tiene
un poder sin igual capaz de cambiarlo todo, si hay una palabra
que transforma poderosamente el corazón, es la palabra de
Dios. A ella no deberíamos cerrar nuestros oídos, sino prestar
total atención y permitir su influencia en nuestras vidas. Es la
palabra de Dios que puede transformar a un mundo entero,
es la palabra de Dios que puede reanimar los corazones, la
13. 13
palabra de Dios da esperanza, infunde aliento, levanta al caído,
reconstruyendo lo destruido, la palabra de Dios tiene el poder
de cambiar tu vida hoy.
Nuestro texto de esta noche dice contundentemente en
Hebreos 4:12:
“La Palabra de Dios es viva, eficaz y más cortante que cualquier
espada de dos filos: penetra hasta partir el alma y el espíritu,
las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y
las intenciones del corazón”. Desde el principio el mundo ha
podido ser testigo del poder y la grandeza en la Palabra de
Dios. Veamos
1.SU PALABRA ES LUZ
Vayamos a Génesis 1:1 – 3
La Biblia describe la condición inicial de este mundo como
desordenada y vacía, otras versiones colocan la palabra
desierta. Lo cierto es que la tierra no tenía forma de vida ni
un orden específico, las condiciones no eran habitables para
la humanidad y la oscuridad y las aguas cubría absolutamente
todo. ¡Qué cuadro tan desolador! Pero así es la vida del ser
humano sin Dios. Por más que intente encontrar felicidad,
se hunde en un abismo de soledad, queriendo dar sentido a
su existir, lleva una vida sin orden, anegado en problemas,
cubierto de tragedias y oscuridad, inerte, sin señales de vida,
así es la vida sin Dios.
Sin embargo, a pesar de las condiciones que el mundo
presentaba en aparente olvido, la Biblia dice que “…el Espíritu
de Dios se movía sobre la faz de las aguas”. Sí, allí en el desorden
de un mundo sin vida, sin forma y en total oscuridad, estaba
la presencia de Dios por medio de su Espíritu, circundando
la tierra, listo para entrar en acción, cuidando el mundo que
pronto vería el poder de la Palabra de Dios. Querido amigo,
puede ser que la vida te ha golpeado y que las circunstancias
te han llevado a pensar que tu vida solitaria y oscurecida por
14. 14
la desesperanza no tiene ninguna razón de ser, pero dejame
decirte que no estás sólo, Dios siempre ha estado junto a ti,
en tus tristezas y dolor, en medio de las lágrimas y la desgracia
el Señor ha estado circundado tu vida, listo para entrar en
acción en el momento que tú se lo permitas. El te ama y ha
llegado la hora de que experimentes el poder transformador
de su palabra.
Ese día la palabra de Dios resonó en la oscuridad “…sea la
luz. Y fue la luz”. Al sonido de su voz la luz resplandeció y la
oscuridad desapareció, porque las tinieblas no pueden resistir la
luz. Cuando la luz penetra en un cuarto oscuro, en automático
las tinieblas desaparecen. “Y vio Dios que la luz era buena…”.
¡Cuán necesaria es la luz para la vida!, nos permite ver por
donde andar, nos alumbra para hallar lo perdido, nos permite
mirar con claridad, sin luz simplemente sería imposible vivir.
¡Cuán buena es la luz! Y ese día iluminó a un mundo de
oscuridad, siendo así el primer paso para la creación. Pero ¿qué
tipo de luz fue la que resplandeció en las tinieblas? Podemos
leer en Juan 1:1-9 que aquella luz que alumbró ese día fue la
luz verdadera, Cristo Jesús. Fue la gloria de Cristo que brilló en
todo su fulgor para eliminar las tinieblas que cubrían la tierra.
Por ello el mismo Jesús dijo “…Yo soy la luz del mundo; el
que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz
de la vida”, Juan 8:12. ¿Te das cuenta? Jesús es la luz que este
mundo de oscuridad necesita. En una era de horror donde las
tinieblas y el mal se han apoderado de la humanidad Cristo
es la luz que anhela resplandecer con rayos de esperanza en
cada corazón desfallecido. Ese valle de oscuridad por el que
estás pasando, ese halo de luz que estás buscando es Jesús.
Sólo Cristo puede iluminar tu vida con su presencia, en una era
difícil donde todo va de mal en peor, donde parece que nada
puede tener ya solución, la gloria de Cristo puede nacer hoy
en ti para mostrarte el camino por el cual debes andar. Su luz
hoy puede clarificar todas esas dudas que has tenido durante
15. 15
mucho tiempo. Su luz quiere llenar cada rincón de tu corazón
y así transformarte con el poder de su palabra. Abre tu corazón
al sol de justicia, deja que resplandezca en ti y nazca un nuevo
día en tu hogar. Ven a Jesús y andarás seguro, sin temor de
tropezar, en su luz caminarás con paso firme hacia la salvación.
Hoy puede comenzar una nueva etapa en tu vida.
2.SU PALABRA TRANSFORMA
Lo segundo que Dios se dispuso hacer fue colocar
todo en su lugar, con un objetivo, transformando en orden el
desorden. Separó el firmamento creando los cielos y reunió las
aguas que cubrían la tierra en un solo sector, siendo nombrado
mares y a lo seco se le llamó tierra (Génesis 1:6-10). Todo tenía
una finalidad que en los días consecutivos verían el objetivo
de las acciones divinas. Dios nunca hace nada por accidente, Él
no se equivoca, las cosas que conduce siempre están dirigidas a
buen fin. Aun cuando hoy tu no puedas entender muchas cosas
o ignorás otras más, lo único que necesitás es creer que “[…]
todas las cosas ayudan a bien”. No necesitás más que confiar
en su palabra, en la verdad que te está mostrando. A veces
esa verdad puede ser contraria a tu creencia arraigada, a tu
tradición familiar, a tus conceptos personales, pero solamente
cree y dejate guiar, permite que su verdad ordene tu vida
transformándola para gloria de su nombre.
Si tú deseás experimentar una transformación verdadera
necesitás venir a aquel que sostiene los mundos en su mano,
aquel quien conoce lo porvenir, aquel que es el único capaz
de generar un cambio verdadero, una transformación total, un
cambio en el corazón, Jesús. Sólo el promete quitar el corazón
de piedra, lleno de egoísmo, lleno de dolor, lleno de odio,
lleno de rencor, lleno de pecado y darnos un corazón de carne,
capaz de amar, de perdonar, de olvidar, de creer, de anhelar
una mejor vida. ¿Anhelás ese tipo de vida? ¿Deseás que tu
vida tenga un propósito verdadero? ¿Quisieras cambiar y ser
diferente? Sin Cristo nunca encontrarás el sentido de la vida,
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sin Cristo será imposible. Acercate a Él, ríndete a su amor, Él
puede arreglar todo lo que está mal en tu vida, en tu hogar,
tu matrimonio, tu situación difícil puede solucionarse al poder
de su palabra mostrándote el objetivo final de sus propósitos.
Querido amigo, no hay nada que Él no pueda hacer, “no hay
problema que Él no pueda resolver, no hay montaña tan alta
que Él no pueda mover, no hay tormenta que Él no pueda
calmar”. El tiene el poder de sanar tus heridas, calmar tu dolor,
Cristo desea de hoy en adelante mostrarte un futuro glorioso,
un plan de vida, una vida transformada por el poder de su
palabra.
3.SU PALABRA DA VIDA
Una vez que la luz resplandeció y que Dios ordenó todo, pudo
haber vida. Génesis 1:11,24, declara que a la orden de su voz
el mundo se llenó de vida; árboles, hierba, peces, aves, bestias,
todo tipo de vida llegó a embellecer nuestro mundo. Sí, con
tan sólo su palabra el mundo es capaz de existir, tomar un
orden, ser iluminado, llenarse de hermosura y esplendor ¡que
Dios tan más poderoso! De la nada trajo a la existencia todo.
El hombre puede crear cosas impresionantes; autos, aviones,
computadoras, etc. Pero siempre con materia preexistente,
más el único que puede crear de la nada es Dios. Sí amigo,
tu puedes pensar que ya no hay solución para ti, que lo has
intentado todo, que has buscado y probado todo sin ver
resultados. Pero la realidad es que no has probado con Jesús,
hoy el quiere darte vida, pues sin Él no hay vida. 1ª Juan 5:12
dice: “El que tiene al Hijo tiene la vida; el que no tiene al Hijo
de Dios no tiene la vida”. ¿Tienes a Hijo en tu corazón? ¿Lo has
aceptado como tu salvador? Ir por la vida sin Dios es dirigirse
a una muerte lenta, caminando en una aparente libertad,
aparentemente disfrutando de la vida, pero terminando sin
esperanza y en una condena fría y segura: “la paga del pecado
es la muerte[…]” (Romanos 6:23). ¡Qué tragedia! El mundo
pudiendo tener vida, escoge la muerte. Por eso Cristo Jesús nos
dice en Juan 14:6, “Yo soy el camino, la verdad y la vida…”.
¿Quieres tener vida? ¡Cristo desea dártela! Él dijo: “…Yo he
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venido para darles vida en abundancia” (Juan 10:10). Querido
amigo, Jesús vino a darte vida y esperanza, vino a ofrecer su
vida a cambio de la tuya, permítele vivificar tu corazón.
CONCLUSIÓN Y LLAMADO
El hombre sin Dios, es un enfermo desahuciado que no tiene
mayor destino que la muerte, “[…]más la dadiva de Dios es
vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro” (Romanos 6:23).
Hoy, esa dadiva está a tu alcance. Hoy, si oyes su voz no
endurezcas tu corazón. ¿Por qué no dejar que su poder cambie
tu vida? Ya has sufrido suficiente, Dios sabe lo cansado que estás
de vagar en tinieblas, sin rumbo ni dirección, sin propósito en
total soledad y desorden, esta noche Cristo desea iluminar tu
camino, desea caminar junto a ti desde ahora y para siempre.
Permítele embellecer tu vida, déjalo entrar a tu hogar para dar
forma a lo que tu has deformado, deja que Él construya lo
que has destruido, deja que Él te restaure, date la oportunidad
de empezar de nuevo, ven y permítele a Jesús reconstruir tu
matrimonio, tu familia, tu plan de vida. Hoy puedes ser salvo,
ven a Jesús y confía en su palabra que tiene el poder para
dividir los mares, derribar las murallas, frenar la lluvia, detener
tormentas, resucitar muertos ¿y por ti? ¿Qué no hará Jesús?
Entrégate a Él, hoy te llama, ven hasta el altar y has tu pacto de
amor con Jesús. Ven, Él tiene el poder de transformarte.
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TEXTO CLAVE: Hebreos 4:6 y 7
INTRODUCCIÓN
La historia del pueblo de Israel es una de las historias
más tristes y trágicas alguna vez contada. La sagrada escritura
nos dice que durante cuatrocientos años Israel fue oprimido
por los egipcios bajo el yugo de la esclavitud. Cuatrocientos
años en los cuales sus pies y manos trabajaron entre lodo y
la paja, cuatrocientos años recibiendo azotes en sus espaldas,
cuatrocientos años de trabajos forzosos, cuatrocientos años
sin conocer la libertad, cuatrocientos años de maltratos,
cuatrocientos años de sufrimientos, cuatrocientos años sin
poder tomar sus propias decisiones, cuatrocientos años en
desdicha y horror. Pero Dios los sacó de Egipto con “brazo
poderoso” para librarlos de sus cargas, y llevarlos a un lugar
especial, con un plan especial, a una tierra gloriosa para vivir
un futuro maravilloso.
Desgraciadamente esa generación no pudo entrar en la tierra
que Dios había preparado para ellos, una tierra “buena y ancha,
una tierra que fluye leche y miel” - Éxodo 3:8. ¿Qué ocurrió?
¿Qué fue lo que truncó su entrada a la tierra prometida?
1.LA FUENTE DE PAZ Y DESCANSO
El relato bíblico nos dice en Hebreos 3:16-19, que vez tras
vez el pueblo de Israel rechazó la oportunidad de ser feliz y
19. 19
disfrutar el descanso que Dios les ofrecía. Salieron de Egipto
con alegría, seguros que llegarían a tierra prometida, pero
pronto las dificultades se presentaron. La biblia dice en el libro
de Éxodo que el camino que siguieron no fue fácil, pronto el
viaje se hizo difícil, el agua faltó, la comida también, el calor
era insoportable, las noches eran frías y empezaron a dudar de
Dios quien había prometido llevarlos a su hogar verdadero.
Dios había prometido guiarlos hasta Canaán, había prometido
que nada les faltaría, había prometido que estaría con ellos
siempre. Pero Israel en lugar de buscar a Dios en medio de la
prueba y aferrarse a sus promesas, en lugar de rendirse a Él y
confiar en Él, se volvió hacia Moisés para reclamarle que los
devolviera a Egipto. ¡Qué desgracia! ¡Rechazaron el plan de
Dios! Desearon volver a los azotes, al dolor, al maltrato, a la
esclavitud, antes que dejar sus vidas en las manos de Dios. Pero
así sucede cuando los hombres buscan resolver sus problemas
con sus propias fuerzas. Sin darse cuenta prefieren sufrir y llorar
sangre antes que entregarle a Dios el control de sus vidas.
¡Cuántas personas en el mundo van por la vida buscando algo
que calme la angustian de su ser afligido! Al igual que el pueblo
de Israel desean hallar paz para su vida atribulada, pero dejan a
Dios de lado, entonces su hogar se derrumba, su matrimonio se
cae a pedazos, y tratan de salvarlo, pero no lo logran porque
están tratando de hacerlo solos, así como Israel que trataba de
resolver sus situaciones difíciles tomando otro camino que los
llevaba lejos del plan de Dios, muchas personas buscan una
salida y queriendo encontrarla caen aún más profundo.
Querido amigo es posible que tú mismo has vagado hasta hoy
por la vida, sufriendo, tropezando una y otra vez, lastimándote
e hiriendo a los tuyos. Debes saber que sin Dios tu situación no
cambiará, necesitas a Dios en tu vida, necesitas su compañía,
necesitas su dirección. Sólo él puede ayudarte a lograr lo que
has intentado sin éxito, sólo Cristo puede ayudarte con eso con
lo que estás luchado y aún no puedes vencer, sólo Jesús puede
20. 20
darte la felicidad que anhelas, sólo Jesús puede darle paz y
descanso a tu corazón. Quizá estás chasqueado por fracasar
una y otra vez y no te quedan fuerzas para continuar, pero no
te rindas, en medio de tu agonía, cuando tus noches son más
oscuras, cuando el sol quema implacable y sientes desfallecer,
Jesús te dice: “Mi paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy
como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga
miedo”- Juan 14:27. ¿Te das cuenta querido amigo? El único
que puede darte el descanso que has buscando es Jesús. Su paz
sobrepasa todo entendimiento, su paz es diferente a lo que el
mundo ofrece, porque sentir la paz de Dios es vivir creyendo en
lo que no se ve y cierto de lo que esperamos, confiando en sus
promesas. Pero el mundo deposita su confianza en lo material,
se siente seguro cuando está rodeado de riquezas, de amigos, de
fama, de fuerza y belleza corporal, pero al final todo se acaba
y nada puede resultar más trágico que darse cuenta que nada
de eso puede llenar el corazón de paz y seguridad. Porque el
que coloca su confianza en este mundo solo encontrará dolor
y angustia, vivirá angustiado por el futuro, asechado por el
temor de perderlo todo o la inseguridad de no tener nada para
el mañana. Pero el que confía en Dios vive y duerme tranquilo,
el que tiene la paz de Dios no le teme al futuro porque Dios
traza y dirige el futuro y sabe que su alma reposa segura en
Cristo, el que tiene la paz de Dios no teme a las crisis porque
sabe que “si Dios cuida de las aves, cuidara también de él”, el
que tiene la paz de Dios camina seguro, y nada lo atemoriza,
ni siquiera la muerte porque sabe que su vida está segura en
las manos de Jesús. ¿Quisieras sentir esa paz que Dios quiere
darte? Para entrar en esa paz y descanso necesitas creer,
2.LA PAZ REQUIERE FE
Leemos en Hebreos 3:19, que fue por causa de su incredulidad
que esa generación de israelitas que salió de Egipto, no pudo
entrar en el reposo que Dios tenía preparado para ellos. Por
ello, debes creer, debes ejercer fe, porque “Sin fe es imposible
agradar a Dios […]” - Hebreos 11:6. La incredulidad tiene un
21. 21
alto costo, la incredulidad ciega a las personas, la incredulidad
trunca el plan de Dios para el hombre, la incredulidad dejará
fuera del cielo a muchos. “Pero al que cree, todo le es posible”,
porque mira hacia “Cristo, autor y consumador de la fe”. Y
mientras ponga sus ojos en Jesús, sus pasos serán firmes al
andar por la vida, camino hacia el cielo. ¿Pero en que creer?
•Cree en su amor incondicional – Jeremías 31:3 – No importa
quién eres, que hayas hecho, no importa tu pasado o tus
equivocaciones, no importa si has rechazado a Jesús o incluso
si lo has negado en el pasado, Cristo te ama con amor eterno,
sólo créelo. Su amor sobrepasa toda lógica humana, su amor
puede ser incomprensible, pero no necesitas comprenderlo
sólo creerlo y aceptarlo. Él te ama de verdad.
•Cree en su sacrificio – Juan 3:16- Cristo vino a este mundo
para entregar su vida por ti, para que puedas tener vida eterna,
para pasar de muerte a vida. La deuda que nos correspondía
pagar y no podíamos liquidar, Cristo la saldó con su muerte en
la cruz, abriendo así el camino de la salvación “[…]para que
todo aquel que en Él cree, no perezca más tenga vida eterna”.
Entonces acepta a Jesús como tu salvador, cree en su sacrificio
que fue por amor a ti.
•Cree en su perdón – 1ª Juan 1:9- ¡Que mensaje tan maravilloso!
No hay pecado que Dios no pueda perdonar, no hay error que
Dios no pueda enmendar, no hay transgresión que Cristo no
pueda borrar. Él desea cubrirte con su manto de justicia. No
dudes de su gracia, no pienses que para ti no hay perdón.
Su invitación es: “Venid luego… y estemos a cuentas: aunque
vuestros pecados sean como la grana, como la nieve serán
emblanquecidos; aunque sean rojos como el carmesí, vendrán
a ser como blanca lana”.
Si hoy decides abrir la puerta de tu corazón a la fe, Cristo
traerá paz a tu corazón y descansarás tranquilo de ahora en
22. 22
adelante. Estarás seguro en los brazos del Señor, caminando la
vida tomado de su mano, cumpliendo su voluntad, la cual es
“buena agradable y perfecta”.
3.LA PAZ REQUIERE OBEDIENCIA
Para vivir la paz y en paz con Dios es necesario cumplir su
voluntad, es decir ser obedientes. El problema de Israel no solo
fue su falta de fe sino su resistencia a la voluntad de Dios.
Hebreos 4:6 nos dice que la desobediencia fue otro factor que
impidió que Israel gozara del descanso que Dios le ofrecía.
Es que la fe y la obediencia van de la mano, por ello, no
puede haber fe sin obediencia y no puede haber reposo sin
obediencia. La fe nos lleva a la acción, nos motiva a avanzar.
Dios no puede dar paz a un corazón desobediente. Mientras
que el hijo desobedece a su padre no puede estar en paz con él
ni consigo mismo, porque estará en oposición a las órdenes de
su progenitor. Mientras el ladrón siga robando no podrá vivir
en paz porque pasará la vida huyendo.
Así el hombre, mientras desobedece a Dios no vive en paz, su
corazón no descansa tranquilo porque sabe que está actuando
mal. ¿Te das cuenta que la obediencia genera paz? Mientras
sigas haciendo lo contrario a lo que Dios te pide, vivirás
atormentado por tu conciencia que te dirá lo que debes hacer,
tú no vivirás tranquilo si no te rindes a la voluntad de Dios.
Él ha estado tocando tu corazón para que recibas su paz, para
que creas en Él y vivas conforme a su voluntad. Estoy seguro
que esta noche estás aquí, tú querido amigo que te has alejado
de Dios, manejando tu vida a tu parecer, viviendo de manera
contraria a la palabra de Dios más sabiendo lo que tienes que
hacer. Por ello, esta noche Cristo te llama para reconciliarte
con Él. Sólo debes creer y obedecer en su palabra, sólo debes
venir a Jesús y Él dará paz y descanso a tu corazón.
23. 23
CONCLUSIÓN Y LLAMADO
¡Oh cuanto desea el Señor que disfrutes del descanso que tanto
has buscado! ¿Por qué no venir a aquel que tiene esa paz que
anhela tu corazón? Ven esta noche a los pies del Salvador, ven
y deja tu carga en Jesús. ¿Qué te atormenta? ¿A qué le temes?
¡En Jesús hay esperanza de vida! ¡En Jesús hay seguridad en
un mundo de aflicción! Hebreos 4:6 nos dice que “falta que
algunos entren en ese descanso”, ese que falta eres tú querido
amigo. Esta invitación es para ti, para ti la puerta de la gracia
sigue abierta. Dios te invita a sentir esa paz que el mundo no
puede darte, deja que su paz inunde tu corazón, deja que su
paz llene tu hogar. Escucha su voz invitándote esta noche a
creer en él, no dudes en acercarte a tu Salvador, el perdón
de Cristo está a tu alcance, cree en su sacrificio, lo hizo por ti,
porque te ama. ¿Quisieras corresponder a su amor? Entonces
levántate y ven a Jesús, sella tu pacto con Él, la biblia dice “el
que creyere y fuere bautizado ese será salvo”. Eso es creer,
dar el paso de fe, tomar la mejor decisión, entregar la vida a
Cristo. ¿Deseas ser salvo? Toma tu decisión, entrégate a Él, hoy
es el día.
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TEXTO CLAVE: Hebreos 2:17, 18.
INTRODUCCIÓN
Una mañana un hombre viajero llegó a la ciudad de
Atenas, capital de Grecia. Pudo observar que los griegos eran
muy letrados y devotos. En una de las plazas principales notó
que la ciudad era muy religiosa, pues tenían una vasta cantidad
de altares dedicados a distintas deidades que ellos adoraban.
De pronto su mirada quedó fija en un altar cuya inscripción
decía: “al dios no conocido”. ¡Qué intrigante! Esas personas
estaban adorando a un dios que no conocían. Este hombre
era Pablo y no demoró en compartir a los griegos que ese
Dios a quien no conocían era de quien quería hablarles, ese
Dios es el único, Creador del cielo y la tierra, el que sostiene
los mundos en sus manos. Al pensar en la escena, podemos
transportarla a nuestra actualidad, ¡cuántas personas pueden
creer conocer a Dios! pero en realidad desconocer totalmente
su verdadero carácter. Entonces, veamos más de cerca a Dios y
conozcámosle.
1.UN DIOS DE AMOR
Vayamos al registro bíblico en hebreos 2:9 - Cuando el hombre
pecó y estaba condenado a morir con todo merecimiento, la
biblia nos dice en Romanos 5:8 – “Pero Dios muestra su amor
para con nosotros, en que, siendo aún pecadores, Cristo murió
25. 25
por nosotros”. Así es mi querido amigo, ese es Dios, de quien
te predico, quien me ha cautivado con su amor, el que ha
transformado mi vida, quién tomó mi lugar y murió por mí.
¿Conoces a Dios? ¿Has experimentado su amor y compañía a
lo largo de tu vida? ¿Has hablado con Él esta mañana, has leído
la carta de amor que te ha dejado escrita? (biblia). Sí, Dios es
amor, amor de verdad, un amor sin límites, un amor dispuesto
a todo, hasta las últimas consecuencias por ti, un amor que
renuncia desinteresadamente al trono celestial haciéndose por
un momento un poco menor que los ángeles. Ese es Jesús, el
amor de Dios hecho carne.
El que creó todo con el poder de su palabra, el que habló y
todo llegó a existir ¿no podía acaso dar una orden más para
que el mundo caído desapareciera y así crear uno nuevo?
Hubiese sido tan fácil, hacerlo hubiese erradicado el mal al
instante, se hubiese ahorrado muchos problemas. Pero eso
sería ir en contra de su naturaleza porque el amor verdadero
es sufrido, es benigno, no busca agradarse a sí mismo, todo
lo espera, todo lo soporta, todo lo entrega, no espera nada a
cambio, el amor verdadero, el amor de Dios, es incondicional.
No se rinde, es incansable, es eterno y siempre, mientras haya
oportunidad buscará demostrarte cuanto te ama.
Imagina la siguiente escena, cuando el hombre cayó en pecado
y estaba condenado a la muerte. Cristo sentado en su trono
de gloria, recibiendo toda la adoración celestial, viendo a la
humanidad destruirse, condenada a la perdición y desde allí
decir “hijo cuánto los amo”. ¿Sería eso realmente amor? ¡Por
supuesto que no! El amor motiva a la acción. Y por amor
Cristo se hizo carne, por amor Cristo vivió entre nosotros, en la
humanidad de Cristo, Dios veló su gloria para que pudiéramos
conocerle mejor. Fue por amor que Cristo Jesús dejó su trono y
majestad haciéndose como uno de nosotros (Filipenses 2:5-8),
haciéndose nuestro hermano - Hebreos 2:11. Es ese Dios que
hoy te dice “con amor eterno te he amado”. ¿Te das cuenta
26. 26
cuán grande es su amor por ti? No encontrarás nadie que te
ame como Él.
2.UN DIOS DE LIBERTAD
Hebreos 2:14 y 15 nos dice: “Así que, por cuanto los hijos
participaron de carne y sangre, él también participó de lo
mismo para destruir por medio de la muerte al que tenía el
imperio de la muerte, esto es al diablo, y librar a todos los que
por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos
a servidumbre”.
Cuando el hombre pecó, entregó el dominio de su vida a Satanás
el autor del pecado. La naturaleza humana fue mutada en una
naturaleza proclive al mal. Hoy podemos ver cómo desde
pequeños desarrollamos rasgos de naturaleza pecaminosa. La
maldad está en nuestros genes, vea un bebé, tan tierno, delicado
y hermoso, pero no pasa mucho tiempo para demostrar su
egoísmo, su maldad. Pega grita, empuja, muerde, punza los
ojos, desafía la autoridad, no quiere compartir, quiere todo
para sí. Tenemos que reconocer que nacemos siendo esclavos
del pecado. La realidad humana es que, aunque intentemos
hacer lo bueno hay una ley en nuestra carne que nos arrastra
hacia el mal oponiéndose a toda buena intención.
¡Qué difícil es vencer el mal que mora en nosotros por
naturaleza! Pablo habla de esta lucha en Romanos 7:15 – “Lo
que hago, no lo entiendo, pues no hago lo que quiero, sino lo
que detesto eso hago”. Y agrega, “¡Miserable de mí! ¿quién me
librará de este cuerpo de muerte?”. ¡Qué grito desesperado! Es
el grito de un alma que desea ayuda porque no puede sólo,
es el grito desgarrador de un corazón cansado de fracasar en
el intento, es el grito de un hombre que siente morir porque
por más que desea cambiar no lo logra, es el grito de alguien
que entiende que para librarse de sus luchas la fuerza no está
en él, por ello pregunta ¿quién me librará de esta esclavitud?
Aceptando que no puede, aceptando su impotencia, Pablo
27. 27
declara con un aire de victoria y confianza: “¡Gracias doy a
Dios, por Jesucristo Señor nuestro!”. Sí querido amigo, Cristo
vino a este mundo a destruir el reino de terror de Satanás,
Cristo vino a dar esperanza al alma angustiada y libertad al
corazón cautivo, (Lucas 4:18). Dios es el Dios de la libertad, su
amor es libertad y su libertad es vida eterna en Cristo Jesús. Pero
para disfrutar esa libertad debes rendirte a Jesús, entregarle tu
corazón, hacerlo tu amigo, amarlo de verdad, invitarlo a tu
vida para que puedas ser libre de tus temores, tus luchas, para
que te libere de ese rencor que has cargado tanto tiempo en el
corazón. Necesitas a Cristo en tu vida.
Quizás haya aquí alguien que ha pensado que entregar la vida
a Cristo es limitar la libertad. ¿Por qué será que muchos piensan
que al seguir a Jesús dejarán de disfrutar la vida, frenarán sus
sueños de lograr grandes cosas? Dios no quiere que pienses
así, al contrario, él dice en su palabra, “Porque yo sé los
pensamientos que tengo acerca de vosotros, pensamientos
de paz y no de mal, para daros el fin que esperáis”. Jeremías
29:11. Dios desea tu felicidad, pero debes venir a Él, porque
“separados de mi – dijo Jesús – nada podéis hacer”. Si tú
decides venir hoy a Jesús, Él romperá esas cadenas que te
han esclavizado al pecado por mucho tiempo, quitará esas
ataduras que te sujetan a esos deseos tan terribles, Él cambiará
tu esclavitud en libertad y te dará la victoria sobre tus dudas,
tus defectos, tus vicios, tu carácter irascible, no hay nada que
no puedas vencer en el nombre de Jesús. No sigas luchando
sólo, no te fatigues en vano, deja hoy tu vida en las manos de
Dios, el Dios de la libertad.
3.UN DIOS COMPASIVO
¿Sabes porque sólo Dios puede ayudarte? Leamos en Hebreos
2:17, 18. Nadie puede entender al que sufre hambre si en su
mesa nunca ha faltado el alimento. Nadie puede saber que
es sentir frio si ha tenido abrigo siempre. Ninguno puede
entender el dolor que produce la muerte y separación si nunca
28. 28
ha perdido a un ser amado. Pero Dios sí comprende tu dolor,
tus tristezas, tus luchas, tus angustias, tus lágrimas, tu necesidad.
¿Sabes por qué? Porque Jesús también sufrió cómo tú. Dios
se hizo carne y habitó entre nosotros para que pudiéramos
tener confianza en un Dios que ha experimentado lo que yo
he sentido.
Él no lo hizo para sí, lo hizo por ti, experimentando la necesidad
humana, Cristo también sintió hambre (Mt. 4:2), sitió sed (Jn
19:28), se sintió cansado (Mrc. 6:31), sintió sueño (Mrc. 4:38),
se sintió abandonado (Mt. 27:46), sintió tristeza (Jn. 13:21),
sintió temor (Mt. 26:39), Jesús también lloró (Jn. 11:35) y fue
tentado en todo, pero sin pecado (Heb.4:15).
¿Cómo no entenderte? Por eso Cristo es un Dios compasivo
con el pecador, ofrece ayuda al cansado, extiende su gracia al
caído. Cristo es Dios de misericordias quien busca al afligido
para darle paz. En medio de la tentación Jesús puede entender
tus luchas porque Él también fue tentado. Él no se complace
en el castigo del pecador cuando cae, por el contrario, sufrió
el castigo de la muerte para que hoy tu y yo tengamos “vida
en abundancia”.
CONCLUSIÓN Y LLAMADO
No tengas miedo de seguir a Jesús, sólo Él puede ayudarte, es
fiel para socorrer a los que se acercan a Él.
No importa por lo que estés pasando, no hay nada que Él no
pueda hacer por ti, no hay nada que no pueda solucionar, no
has ido tan lejos donde Él no pueda alcanzarte. Él está junto a
ti esta noche, siente su presencia en tu corazón que te extiende
su mano para tomar la tuya, está aquí para mostrarte su amor,
darte libertad y caminar junto a ti día con día otorgándote
victoria sobre el pecado. No dudes en pedir su ayuda, clama a
Él y Él te responderá, ábrele tu corazón, invítalo a vivir contigo.
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Él sabe por lo que estás pasando, sabe lo que sientes, conoce tu
dolor y quiere sanar tu corazón. No sigas derrotado, no te vayas
esta noche sin tomar la victoria de Jesús, no sigas siendo un
esclavo del pecado, acepta la libertad de Cristo. ¿Deseas sentir
la compañía de Cristo hoy? Entonces ven a Jesús, entrégale tu
vida por medio del bautismo, ven al altar del Señor y ríndete
a Él, ríndete a tu Dios, ríndete a su amor, ese amor que dejó
todo por ti, ese amor que te ofrece libertad, ese amor que
comprende tu dolor. Entrégate hoy a Jesús.
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TEXTO CLAVE: Hebreos 10:37
INTRODUCCIÓN
Cuando Dios terminó de crear nuestro mundo, observó su
creación y “vio Dios que todo era bueno en gran manera”,
Génesis 1:31. Todo era felicidad y armonía en el huerto de Edén,
la inocente pareja, Adán y Eva, disfrutaban de la perfección
de todo lo creado. Pero detrás del velo de la vista humana,
el autor de la rebelión fraguaba planes para arruinar todo lo
bueno. Valiéndose del engaño, Satanás hizo caer a nuestros
primeros padres en pecado y así el diablo reclamó este mundo
bajo su dominio. Todo lo que hasta entonces era bueno en
gran manera se tornó en maldad. Los hombres y las bestias
que vivían en armonía se convirtieron en salvajes y hostiles. La
misma tierra se volvió áspera y árida y las plantas produjeron
espinos. ¡Qué terrible condición! Todo cambió dando paso a
una era de muerte y oscuridad, pasando a todos los hombres,
y teniendo como regente al príncipe de las tinieblas.
1.LA PRIMERA PROMESA: UN SALVADOR
Fue en esas condiciones que Dios hizo la primera promesa de
amor a la humanidad, Génesis 3:15 – “Pondré enemistad entre
ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; esta te
herirá en la cabeza, y tú la herirás en el talón”. Dios dijo que
abría enemistad entre el originador del pecado, satanás y la
31. 31
simiente de la mujer, una lucha campal se libraría a lo largo
de las edades hasta llegar a su punto cúspide. Dios enviaría un
descendiente que libraría al mundo de las garras del diablo, y
cuatro mil años más tarde la promesa se hizo realidad – Gálatas
4:4- “Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios
envió a su Hijo […]”.
Que hermoso es saber que los tiempos de Dios son perfectos.
El Señor trabaja con su propia agenda, sus propios horarios
y cuando el reloj divino marca el momento indicado para el
cumplimiento de sus promesas, nada puede interponerse en el
plan de Dios. Los hombres podemos desesperar, dudar, incluso
olvidar las promesas hechas, pero Dios no, sus promesas son
infalibles, no conocen error ni demora. Dios había prometido
un descendiente que aplastaría la cabeza de esa serpiente que es
el diablo y satanás y lo cumplió. ¿Quién era ese descendiente?
Gálatas 3:16 – nos dice que Cristo Jesús es ese descendiente que
vendría a este mundo a “[…]dar buenas nuevas a los pobres;
a sanar a los quebrantados de corazón, a pregonar libertad
a los cautivos y vista a los ciegos, a poner en libertad a los
oprimidos, y a predicar el año favorable del Señor”. El mundo
fue testigo de la realidad de una de las mejores promesas que
el oído humano pueda escuchar alguna vez, la promesa de un
Salvador, Jesús.Él anduvo en esta tierra y demostró el amor de
Dios hacia la humanidad, ofreciendo su vida en sacrificio por
nosotros. El tiempo de asestar un golpe mortal en la cabeza de
la serpiente llegó cuando Cristo fue levantado en la cruz del
calvario. Fue allí donde Cristo venció el poder del pecado, fue
allí donde las huestes del mal vieron perdida la guerra. Fue por
medio de su muerte que Jesús nos devolvió la oportunidad de
tener vida y la esperanza de que un día todo el sufrimiento
terminará.
Una vez consumado su sacrificio, la biblia nos dice que Jesús
ascendió a los cielos, pero antes de ascender, Cristo Jesús hizo
otra promesa maravillosa.
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2.LA SEGUNDA PROMESA: SU SEGUNDA VENIDA
Hebreos 10:37 – nos dice: “Porque aún un poco y el que
ha de venir vendrá y no tardará”. Cuando vemos a nuestro
alrededor cómo el mundo se destruye y corrompe cada día,
nuestros corazones anhelan algo mejor, un mundo diferente. Y
es algo totalmente real y posible, vayamos a la biblia y leamos
lo que nos dice en Juan 14:1-3. ¡Qué maravilla, Cristo prometió
volver para llevarnos a donde Él está! “Porque aún un poco y
el que ha de venir vendrá y no tardará”.
¿Qué no tardará? Pero si han pasado casi dos mil años de su
promesa ¿por qué no ha venido Jesús? ¿Se habrá olvidado de
su promesa? Dejemos que la biblia nos responda – 2ª Pedro
3:8 y 9. La palabra de Dios nos dice que para Dios los días o
años son nada. El problema es que nosotros estamos regidos
por el tiempo mientras que Dios rige el tiempo. Para nosotros
mil años son demasiados, pero para Dios es como un día, una
hora o un segundo, porque Dios es eterno. Para Él, el tiempo
no es problema, pero para ti y para mi cada momento que
pasa representa una oportunidad de vida, por ello el tiempo
debe ser aprovechado porque se nos acaba, cada segundo
consumido no vuelve, cada minuto desperdiciado es una
oportunidad despreciada para la salvación.
No, no es que Dios se olvidó de su promesa, no es que nos
haya mentido, sino que es paciente con la humanidad, porque
no quiere que nadie se pierda, sino que todos procedan al
arrepentimiento. Jesús volverá en tiempo y forma de acuerdo al
plan divino, y mientras ese día llega, la oportunidad de aceptar
a Jesús como tu salvador está abierta. Aún hay tiempo para
prepararse, aún hay tiempo para aceptar la oferta de salvación.
Cristo desea verte en el reino de los cielos, ha preparado un
lugar especial para ti, para tu esposa, tus hijos, para tu familia.
Cristo regresará y lo hará como un ladrón en la noche - Mateo
24:43. Es decir, su venida será sorpresiva, sin detalles del día y
33. 33
la hora. ¿Pero por qué no dar una fecha y hora exacta? Si Cristo
hubiese dejado una fecha, las personas serían motivadas por
un falso interés hacia la salvación, un interés egoísta. Entonces
el cielo estaría lleno de personas cuyo corazón no ha sido
convertido por la gracia de Jesús. Lo que Dios desea es que
desde hoy comiences a caminar en la senda de verdad.
Pero a pesar de que Jesús no dijo el día y la hora, no nos ha
dejado en oscuridad, “Tenemos la palabra profética más segura
a la cual hacéis bien en estar atentos […]”, la biblia. Y es allí
dónde podemos hallar un mensaje alentador sobre su venida.
Así como las nubes anuncian la lluvia y las flores la llegada de
la primavera, hay señales que nos anuncian la proximidad del
regreso de Cristo.
En Mateo 24:3-12 Jesús menciona alguna de ellas:
•Falsos cristos
•Guerras y rumores de guerras
•Pestes
•Hambre
•Terremotos
•Odio
•Maldad y traición
•Falsos profetas
•Frivolidad
Querido amigo, mira a tu alrededor, todo anuncia que Cristo
está a las puertas, que el tiempo está próximo a cumplirse. La
biblia dice en Lucas 21:28 - “Cuando estas cosas comiencen a
suceder, erguíos y levantad vuestras cabezas porque vuestra
redención está cerca”. Gloria a Dios porque la venida de Jesús
está acerca, el mundo y sus acontecimientos lo atestiguan.
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CONCLUSIÓN Y LLAMADO
La venida de Jesús es real, así como el relámpago que cruza el
cielo y es imposible no verlo, así será la venida de Jesús, será
un evento universal, – Apocalipsis 1:7 – “Todo ojo le verá”.
¿Estás preparado para la venida de Jesús? ¿Has entregado tu
vida en sus manos? Si aún no lo has hecho, hoy es el día para
asegurar tu vida en sus manos.
No hay tiempo que perder, hoy que su gracia te llama responde
entregándote a Jesús. Son tiempos difíciles, vivimos los tiempos
finales y qué mejor que estar seguros en las manos de Jesús.
Es hora de levantar la mirada al cielo, porque ¡Cristo viene
pronto!
¿Quisieras ir con Cristo a ese lugar preparado para ti en el
cielo? Los únicos que estarán allí son los que han lavado sus
vidas en la sangre del Cordero, hoy es el día para ser limpiado
con la sangre de Jesús y prepararse para su venida. Hoy es el
día de redención, ven toma tu decisión y entrega tu vida a
Jesús por medio del bautismo.
35. 35
TEXTO CLAVE: Hebreos 9:24
INTRODUCCIÓN
Después que el pueblo de Israel salió de Egipto, tuvo que
peregrinar por el desierto para llegar a tierra prometida. El
camino que los llevaría a Canaán estaba lleno de dificultades,
pero no debían temer, Dios estaría con ellos para guiarlos. Sin
embargo, Israel era un pueblo endurecido por cuatrocientos
años de esclavitud. Su viaje, que debía durar cuarenta días, se
extendió por un largo periodo de cuarenta años, esto debido a
la incredulidad que se había afianzado en ellos al vivir en tierra
extranjera.
Durante cuatrocientos años los israelitas habían sido
influenciados por la idolatría, las costumbres y enseñanzas
egipcias, una nación que adoraba distintas deidades. De tal
modo que el pueblo de Israel comenzaba a olvidarse de Dios
o en el mejor de los casos, la imagen del carácter de Dios no
era clara para ellos. Para poder mostrar a su pueblo su carácter
amante, Dios habló a Moisés dándole indicaciones especificas
en cuanto a la construcción de una tienda llamada santuario.
Allí sería el centro de reunión entre Dios y su pueblo, allí el
Señor podría enseñarles de manera gráfica las grandes verdades
escondidas en su amante corazón.
36. 36
El capítulo nueve de hebreos donde se encuentra la cita bíblica
para esta noche, comienza haciendo una breve descripción de
la estructura del santuario. Puede leerse en los versículos 1-5
que el santuario estaba compuesto por dos cámaras: el lugar
santo y el lugar santísimo. Los versículos 6 y 7 describen que
eran los sacerdotes quienes podían entrar en el santuario, todos
los días en la primera cámara llamada el lugar santo, y una vez
al año en el lugar santísimo, donde únicamente podía entrar el
sumo sacerdote.
Pero más allá de su estructura, los ritos realizados allí fueron
un raudal de enseñanza para Israel sobre el amor de Dios, un
manantial de enseñanza que tiene su origen en el mismo cielo
como podemos leer en Hebreos 9:24 – “porque no entró Cristo
en el santuario hecho por los hombres, figura del verdadero,
sino en el cielo mismo, para presentarse ahora por nosotros
ante Dios”. ¿Qué grandes verdades encierra el santuario? Para
poderlas entender tenemos que ir algunos miles de años atrás,
acompáñeme por favor al registro bíblico en Éxodo 25:8.
1.AMIGO CERCANO
“Me harán un santuario, y habitaré en medio de ellos”. Era el
deseo de Dios que sus hijos le pudieran sentir cerca. No como
un Dios lejano o ajeno a sus problemas y necesidades. Dios
quería que su pueblo pudiera palpar su presencia tan cerca,
tal como la de un vecino que construye su casa para habitar
en medio de otros. El carácter de Dios que es amor, le motiva
a acercarse a sus hijos, pues es su no quiere que nos sintamos
solos o abandonados. Isaías 49:15 nos afirma que Dios nunca
nos abandonará. Los amigos pueden abandonarnos, los
compañeros pueden dejarnos, la familia puede olvidarse de
nosotros, los hijos pueden abandonarte, la esposa, el esposo,
tu padre o tu madre pueden haberte abandonado, pero Dios
nunca te abandonará, porque Dios te ama con inmenso amor,
porque eres algo sumamente valioso para Él. En medio de tu
tristeza, en tus luchas, cuando el dolor golpea tu vida, Cristo
37. 37
ha prometido estar contigo. Su palabra dice: “Yo estoy con
vosotros, todos los días hasta el fin del mundo”. Cada día
que amanece y sales de casa, sus ojos te observan con amor,
siguiéndote doquiera vas, con tierno deseo aguarda que le
invites a ser parte de tus planes de vida.
Jesús desea andar a tu lado, caminar por la vida junto a ti
como tu compañero de vida y más que compañero un amigo
incondicional. Él te dice hoy: “Yo estoy a la puerta y llamo, si
alguno oye mi voz y abre la puerta entrare a él, cenaré con él
y él conmigo”. ¿Deseas invitar a Jesús a ser parte de tu vida?
Permítele entrar en tu ser. Él transformará tu hogar con su
presencia. Deja que te acompañe desde hoy. Si hoy dejas entrar
a Jesús a tu corazón, todo cambiará, porque donde Jesús llega
nada puede ser igual. Como aquel día cuando una joven pareja
de recién casados le invitaron a su fiesta de bodas (Juan 2), en
medio de la felicidad los problemas llegaron, porque mientras
exista el pecado en este mundo tendremos problemas, pero
allí estaba Jesús, quien suplió la necesidad de esa joven pareja.
¿Cuál es tu necesidad? Acércate a Jesús tu amigo fiel, Él no te
defraudará, nunca te rechazará, siempre estará disponible para
ti. Hoy tu vida puede cambiar. Él aguarda paciente y cercano a
que tú le abras la puerta de tu corazón.
2.AMIGO Y SALVADOR
Más allá de la cercanía de su presencia que Dios pretendía
hacer sentir a su pueblo, estaba una gran verdad trascendente,
leemos en Hebreos 8:1-3 sobre el oficio de los sacerdotes en
el santuario. Dicho oficio era ofrecer sacrificios por el pecado
del pueblo, por medio de los cuales los sacerdotes obraran la
reconciliaciónentreelpecadoryDios.Elprocesoeraelsiguiente:
Cuando alguien pecaba, tenía que presentar una ofrenda por
su pecado, esta ofrenda tenía especificaciones. Debía ser un
cordero macho, de un año, sin defecto, sin mancha, en otras
palabras, el mejor. Una vez escogido el cordero, el pecador
traía al santuario el cordero ante el sacerdote, colocaba sus
38. 38
manos sobre la cabeza del cordero y confesaba su transgresión,
entonces el pecador tomaba el cuchillo y con sus propias manos
degollaba al cordero. ¡Qué momento tan más impactante!
Ese inocente animal moría por causa del pecado cometido
por alguien más. Allí el pecador podía entender en toda la
extensión de la expresión que “la paga del pecado es muerte”.
Que la consecuencia de su pecado, aunque demandaba la
muerte, recaía sobre esa inocente víctima. ¿Te parece que era
justo?
Siglos después Juan el bautista vio a Jesús que venía hacia él
y exclamó: “He aquí el cordero de Dios que quita el pecado
del mundo”. Sí amigo, ese cordero que era sacrificado en el
santuario terrenal representaba a Cristo Jesús el Cordero
verdadero que puede lavar con su sangre los pecados de
todos nosotros. Por ello Hebreos 8:5 nos dice que todo lo
que sucedía en el santuario terrenal era figura y sombra de las
cosas celestiales. Jesús es ese Cordero que fue inmolado por mi
pecado, Él entregó su vida en sacrificio para que podamos ser
salvos. La biblia dice en Isaías 53:5-7 – “Mas él fue herido por
nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados. Por darnos
la paz, cayó sobre él el castigo, y por sus llagas fuimos nosotros
curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada
cual se apartó por su camino; más Jehová cargó en él el pecado
de todos nosotros. Angustiado él, y afligido, no abrió su boca;
como cordero fue llevado al matadero; como una oveja
delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca”.
¡Qué gran amor el de Jesús! A pesar de lo que merecíamos,
la muerte, hizo provisión para salvar al pecador. Hermano,
nadie más te amará como Jesús, nadie más pudo hacer lo que
Él hizo por ti, nadie más pudo pagar el precio de tu vida.
Sólo Jesús estuvo dispuesto a morir por el malo, la biblia dice
que “[…]con todo alguno pudiera morir por el bueno, más
Dios muestra su amor para con nosotros, en que, siendo aún
pecadores, Cristo murió por nosotros”.
39. 39
3.AMIGO INTERCESOR
Pero la muerte de un cordero no era lo único que sucedía en
el santuario terrenal. Dentro del sistema de sacrificios que se
celebraban en el santuario, había un día muy especial para el
pueblo de Israel declarado como el “día grande del perdón”.
Hebreos 9:7 nos dice que en ese día entraba el sumo sacerdote
al lugar santísimo, donde se presentaba para interceder por los
pecados del pueblo. Es decir, durante todo el año, de manera
simbólica el pecado se acumulaba esperando ser limpiado de
manera definitiva en “el gran día del perdón”, puede sonarle
un tanto extraño, porque uno pensaría que los pecados eran
perdonados en el momento que el cordero moría sacrificado a
la entrada del santuario, pero lo que sucedía era que la deuda
de muerte era pagada y se abría un camino de perdón para el
pecador. Y que mejor manera de describir la realidad el plan de
salvación, pues Hebreos 9:23 y 24 menciona que todo lo que
sucedía allí era sombra de lo verdadero. O sea que después que
Jesús fue sacrificado y con su muerte pagó la deuda que nos
condenaba, ascendió a los cielos para presentar su sacrificio en
expiación por los pecados del mundo, pues, “sin derramamiento
de sangre no hay perdón de pecados”. Era necesario entonces,
que una vez consumado el sacrificio de Jesús ascendiera a los
cielos para iniciar una obra importante, el perdón de pecados.
Ahora mismo Cristo Jesús está intercediendo por todo aquel
que en él cree. El perdón de pecados es real y está disponible
para toda la humanidad, sólo tienes que acercarte a Jesús. La
biblia nos dice “si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y
justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda
maldad”. ¡Qué maravilla! Cristo te invita a venir a él y confesar
tus pecados, para que seas limpiado con su preciosa sangre.
No te fijes en tu pecado, no mires tus errores, mira a Jesús que
puede interceder por ti, “si alguno hubiere pecado, abogado
tenemos para con el Padre a Jesucristo el justo”.
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CONCLUSIÓN Y LLAMADO
¡Oh cuanto anhela Jesús interceder por ti ante el trono celestial!
¡Oh cuanto anhela declararte como perdonado por su gracia!
¿Y tú deseas ser perdonado y limpiado con la sangre de Jesús?
Hoy que la puerta de la gracia sigue abierta para ti toma la
oportunidad y entrégate a Cristo. Jesús ya pagó el precio por
tu vida, no dejes que el pecado te condene, mejor acepta el
sacrificio de Jesús. Hazlo tu amigo de vida, comienza hoy mismo
tu experiencia con Jesús, Él desea darte vida en abundancia.
¿Aceptas su oferta de rescate por ti? Ven esta noche y ríndele
tu corazón a él, ven y sella tu pacto de amor con Jesús, ven y
entrégate por medio del bautismo. Hazlo hoy, mañana podría
nunca llegar, hoy es el gran día del perdón.
41. 41
TEXTO CLAVE: Hebreos 8: 8-10
INTRODUCCIÓN
Un día escuché la expresión “Dios de pactos” lo cual llamó
mi atención. Comencé a analizar el hecho de que realmente
Dios ha establecido infinidad de pactos en distintos tiempos
y con diferentes personas. El primer pacto de vida, paz y
armonía que Dios estableció fue con Adán y Eva, pero ellos
rompieron el pacto. Sin embargo, inmediatamente después
de la caída del hombre, Dios estableció un nuevo pacto de
libertad, prometiendo un descendiente que destruiría el yugo
de esclavitud del pecado. Pero una vez más los hombres se
corrompieron, aun así, Dios hizo un pacto con Noé y como
señal de ello colgó su arcoíris en los cielos. Siglos después Dios
estableció un pacto con Abrahán, Isaac y Jacob, prometiendo
hacer de ellos una gran nación. Estableció su pacto con Moisés,
asegurándole que todo lugar que pisare su pie lo entregaría en
sus manos, pactó con Israel que los introduciría a una tierra
que fluía leche y miel, pactó con David que no faltaría quien
se sentaría en su trono y cuando Dios se hizo carne y habitó
entre nosotros, pactó con sus discípulos estar con ellos todos
los días hasta el fin del mundo. Realmente Dios es Dios de
pactos, pactos que no cambian, pactos inmutables porque Él
es inmutable. Dios sigue ofreciendo a los hombres su pacto
eterno, hoy mismo Dios desea establecer un pacto contigo, un
42. 42
pacto de salvación, un pacto de amor ¿Pero que significa entrar
en pacto con Dios? Vayamos a la biblia.
1.EL ANTIGUO PACTO
Hebreros 8:8 y 9 dice: “Pues reprendiéndolos dice: vienen días
- dice el Señor - en que estableceré con la casa de Israel y la casa
de Judá un nuevo pacto. No como el pacto que hice con sus
padres el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra
de Egipto. Como ellos no permanecieron en mi pacto, yo me
desentendí de ellos – dice el Señor –”. ¿Cuál fue ese pacto?
¿Qué contenía?
Como es bien sabido, un pacto se realiza entre por lo menos
dos partes, con deberes y beneficios. Con el principio Causa-
efecto, los pactos son condicionales, mientras ambas partes
respeten los términos y condiciones, el pacto seguirá vigente.
Dios estableció su pacto con Israel, la biblia nos dice en
Deuteronomio 28, y eso usted lo puede leer detenidamente
en casa, que ese pacto contenía múltiples bendiciones, por
mencionar algunos:
•Bendición al vivir en la ciudad o en el campo.
•Bendición sobre los hijos, la tierra, los animales, vacas y
ovejas.
•Bendición sobre los diversos oficios realizados.
•Bendición al entrar o salir en el día a día.
•Bendición al ir a la batalla.
Y podríamos seguir mencionando las tantas bendiciones que
Dios prometió a Israel, porque Dios deseaba que su pueblo
fuera una nación próspera, una nación poderosa, una nación
reconocida por servir al único Dios verdadero.
¡Que bueno es Dios! Siempre procurando nuestro bienestar,
deseoso de prosperarnos en todas las cosas, pero como todo
contrato, sus bendiciones son condicionales. Todo lo que
prometió a su pueblo vendría siempre y cuando dice el verso 1,
“…oyeran atentamente la voz de Dios, para guardar y poner
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por obra todos sus mandamientos…”. Sí querido amigo, el
pacto que Dios estableció con el antiguo Israel contenía una
gran bendición, pero el requisito para obtener esa bendición era
la obediencia. Sabes, no puede haber bendición sin obediencia,
porque Dios se agrada del corazón sincero y obediente. La
razón por la cual Israel no pudo disfrutar plenamente de la
bendición divina fue que se rebeló contra la Ley de Dios.
Desobedeció siguiendo sus propios caminos, haciendo su
voluntad y olvidándose del pacto de amor que Dios había
establecido con ellos. ¿Cuál era esa Ley y por qué era necesaria
obedecerla?
En Éxodo 20:1-17 se nos presenta esa Ley de amor:
•No tendrás dioses ajenos.
•No te harás imágenes de ninguna semejanza ni te postrarás
delante de ellas.
•No tomarás el nombre de Dios en vano.
•Acuérdate del sábado para santificarlo.
•Honra a tu padre y a tu madre.
•No matarás.
•No cometerás adulterio.
•No robarás.
•No dirás falso testimonio contra tu prójimo.
•No codiciaras nada de tu prójimo.
Esa Ley que fue escrita en tablas de piedra por el mismo dedo
de Dios Éxodo 31:18, Dios es el autor de esa Ley, y guardarla
significaba vivir de acuerdo a la voluntad de Dios. Es de resaltar
las palabras con que Dios introduce su Ley al pueblo en Éxodo
20:1 y 2, recordándoles que habían sido esclavos sirviendo al
faraón por cuatrocientos años. Pero Él los había rescatado, por
lo tanto, lo único que les pedía era obediencia a su Ley. Pues
mientras lo hicieran, serian libres sirviéndole a Él, recordando
el compromiso hacia aquel que los libró de la esclavitud. Es
decir que el primer motivo por lo cual debían guardar la Ley
de Dios era gratitud por la libertad al mismo tiempo que
44. 44
rendirían fidelidad a su Señor. Sin embargo, Israel se apartó del
pacto divino y se olvido del Dios que los rescató de casa de
servidumbre. Por que será que a los hombres no nos gustan las
reglas, creemos que ellas nos limitan, cuando en realidad nos
protegen. Cuando vamos por la carretera manejando y vemos
un disco con un límite de velocidad, no es porque quieran
frenar nuestros sueños, sino que desean salvaguardar nuestra
vida. Así la Ley de Dios era un cerco protector para el pueblo
de Israel. Tristemente Israel rompió el pacto. Es por eso, que
Dios dice en Hebreo 8:8 y 9 que desea establecer un nuevo
pacto. ¿Cuál es ese nuevo pacto, qué contiene y con quién lo
establece Dios?
2.EL NUEVO PACTO
Hebreos 8:10 nos dice: “Por lo cual, este es el pacto que haré
con la casa de Israel después de aquellos días –dice el Señor
–: Pondré mis leyes en la mente de ellos, y sobre su corazón
las escribiré; y seré a ellos por Dios y ellos me serán a mí por
pueblo”.
Parece que el pacto sigue siendo el mismo y con el mismo
pueblo. Sin embargo, el panorama se amplia cuando nos
damos cuenta que ese Israel tiene nuevos ciudadanos, leamos
Efesios 2:12-14. Ahora es un nuevo Israel, ya no el literal, sino
que todo aquel que acepta a Cristo Jesús como su Salvador y
Redentor llega a pertenecer al pueblo de Dios. ¡Que maravilla!
El nuevo pacto te incluye a ti y a mi, no es exclusivo, hay
oportunidad para todos. Pero el versículo de Hebreos 8:10
nos dice que el nuevo pacto que Dios desea establecer con sus
hijos, contiene leyes que serán colocadas en la mente de sus
hijos y escritas en sus corazones. ¿Te das cuenta? No hay pacto
sin obediencia. Así ha sido desde el principio, así será por la
eternidad. Es que la Ley de Dios no puede cambiar, porque su
Ley es eterna, su “Ley es santa, y el mandamiento santo, justo
y bueno”. – Romanos 7:12 -. La Ley de Dios es el reflejo de su
carácter amante, por ello no puede ni debe ser olvidada, ya
que sus mandamientos dan equilibrio al universo.
45. 45
Fue la violación a sus mandatos lo que nos llevó a la muerte,
porque el pecado es transgresión de la Ley -1ª Juan 3:4 -, y la
paga del pecado la muerte. Si tan solo los hombres nunca se
hubiesen olvidado de la santa Ley de Dios, el mundo nunca
habría caído en pecado y por ende la muerte nunca hubiese
existido.
¿Ves cuán importante es obedecer los mandamientos de Dios?
Por ello, el salmista David decía “Nunca jamás me olvidaré
de tus mandamientos, porque con ellos me has vivificado…
Cuánto amo yo tu Ley”. Por su parte el apóstol Santiago la
llama Ley de libertad – Santiago 2:12. No porque la Ley nos
salve, ya que guardar los mandamientos no salva a nadie. Sino
que la ley nos muestra lo que es el pecado – Romanos 7:7
-. Cuando alguien va a la Ley, se da cuenta de lo que está
haciendo mal, lo que desagrada a Dios, se da cuenta que está
contaminado por la mancha del pecado y de su necesidad de
un salvador. Entonces la Ley cumple su propósito, llevar al
pecador a Cristo – Romanos 10:4 – quien puede salvarle de la
condenación del pecado.
No, guardar mandamientos no salva a nadie, pero hacerlo nos
hará la vida más fácil, pues viviremos en paz con Dios y los
hombres. Observa como los primeros cuatro mandamientos
hablan de una relación con Dios, y los otros seis de una
relación con el prójimo. Si no robas, si no matas, vivirás libre,
sin problemas con nadie, no hay gran ciencia en ello, la simple
lógica nos dicta que guardar la Ley de Dios es lo mejor para
nuestra vida. Pero Dios desea que guardemos sus mandamientos
no por lógica, sino por amor. Jesús dijo: “Si me amáis, guardad
mis mandamientos”. Por lo cual, la obediencia a la Ley de Dios
es un pacto que se establece por amor, así como por amor
Cristo dejó el cielo y vino a morir por nosotros. ¡Cómo no
amar a aquel que dejó todo por mi! ¡Cómo no vivir de acuerdo
a su voluntad! ¡Cómo no entrar en pacto con Jesús!
46. 46
CONCLUSIÓN Y LLAMADO
Cuando se llega a amar a una persona, el ser humano es capaz
de dejar todo, haciendo cosas con el fin de agradarle, porque
le motiva el amor. Así el hombre que desee agradar a Dios
ha de ser motivado a la obediencia no para salvación, sino
porque entiende que un día siendo esclavo del pecado, Cristo
lo libró de la muerte al entregar su vida en el calvario. ¡Qué
gran amor! Y tú ¿amas a Jesús? ¿Estás dispuesto a corresponder
a ese amor obedeciendo sus mandamientos?
Cristo desea colocar en tu corazón su santa Ley, y así ser parte
de su pueblo verdadero, pues la biblia describe que el pueblo
de Dios guarda sus mandamientos – Apocalipsis 12:17 -. Sólo
aquel que en obediencia se entregue a Jesús podrá gozar de la
vida eterna, Jesús nos invita “¡Sé fiel hasta la muerte y yo te
daré la corona de la vida!” Vale la pena obedecer a Dios, vale la
pena entregarle la vida y rendirse a su voluntad. ¿Quisieras esta
noche firmar tu pacto con Dios? Ven esta noche a los pies de
Jesús, ven en humilde obediencia a sus mandatos, ven porque
Él quiere que tú seas parte de ese nuevo Israel que se prepara
para la vida eterna. Toma tu decisión y dile sí a Cristo Jesús.
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TEXTO CLAVE: Hebreos 11:30 y 31
INTRODUCCIÓN
El día de ayer hablamos del pacto que Dios desea establecer
con todo aquel que acepte a Cristo como su Salvador. Y para
aceptar a Jesús y entrar en pacto con Él, se requiere de fe.
La palabra de Dios nos dice en Hebreos 11:1 que “la fe es la
certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”.
Es allí donde los seres humanos empezamos a tener problemas,
porque la fe no es solamente una palabra bonita y corta de
dos letras o un eslogan de ánimo. La fe no es una emoción,
sino un estilo de vida. La fe es vivir seguro que recibirás lo que
esperas, es esperar pacientemente lo que deseas, es avanzar,
aunque el cielo esté nublado. Es caminar mirando hacia el
frente, aunque las tinieblas parezcan ocultar el camino, es estar
seguro en quién has creído. ¿Tienes ese tipo de fe? Esta noche
deberás ejercer fe para poder aceptar la verdad del evangelio,
esta noche tendrás que tomar una decisión antes de salir de
aquí. Sales de este lugar con una fe arraigada en Dios o te vas
tal como entraste. Oro para que Dios llene tu ser de esperanza,
creas en su palabra y aceptes su llamado para salvación.
El capítulo 11 de Hebreos es conocido como el capítulo de
los héroes de la fe. En él hay todo un salón de la fama de
aquellos que fueron desafiados a confiar en Dios a pesar
de las adversidades, a ir en contra de sus costumbres, sus
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comodidades, sus creencias arraigadas, siendo desafiados a
obedecer. Y aunque no fue fácil, su vida testifica que cuando
alguien decide poner su confianza en Dios no hay poder que
pueda arrancar de su corazón la esperanza de vida eterna.
Una de las historias que más impacta mi vida en este capítulo
es la de una mujer que ejerció una fe extraordinaria. Vayamos
a la biblia en Hebreos 11:30 y 31 “Por la fe cayeron los muros
de Jericó después de rodearlos siete días. Por la de Rahab la
ramera no pereció juntamente con los desobedientes, porque
recibió a los espías en paz”.
Rahab era su nombre, en toda la ciudad la conocían por su
oficio de carácter dudoso. Ella era una prostituta que vivía en
Jericó, una ciudad importante y fuertemente protegida con
altas murallas, pero condenada a la destrucción por su maldad.
Pero, ¿Cómo es posible que una prostituta llegara a ejercer fe
en Dios? ¿Cómo es que, de toda una ciudad condenada a la
destrucción, ella fue la única que se salvó? Querido amigo,
Dios no hace acepción de personas, Él está dispuesto a salvar
a todo aquel que en el cree. Para Él no hay ser humano que
no deba recibir la oportunidad de rescate, en su amor ofrece
a todos vida eterna. A eso vino Jesús “a buscar y salvar lo que
se había perdido”. Pero Rahab no se salvó por casualidad o
predestinación, ella estuvo dispuesta a cooperar con Dios.
1.LA FE DE RAHAB
Josué 2:9-11. Rahab sabía que la destrucción era inminente,
había escuchado todas las grandezas que Dios había hecho
con Israel y aunque no las vio con sus propios ojos, las creyó.
La salvación querido amigo, es un acto de fe. Al igual que
Rahab, hoy tienes la decisión de creer en el amor de Dios, en
su gracia perdonadora o rechazar su mensaje de salvación. La
decisión es tuya, pero por favor “cree en el Señor Jesucristo
y serás salvo tú y toda tu casa”. Eso fue lo que salvó la vida
de Rahab. Ella pudo haber descalificado todas las proezas que
había oído del pueblo de Israel y simplemente seguir con su
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vida desenfrenada, pero entendió que la única oportunidad
de cambiar el rumbo que llevaba, era creyendo en el Dios de
Israel. Por ello, confesó a Dios como el Señor de los cielos y
de la tierra, como su Salvador. el Dios que ofrece salvación al
perdido. Su confesión de fe le llevó a suplicar una oportunidad
de vida, le llevó a pedir ayuda y misericordia y su petición no
fue ignorada, porque Dios nunca rechaza al que a Él va. Con
tierno amor escucha el clamor del alma afligida y atiende con
presteza su pedido.
2.LA OBEDIENCIA DE RAHAB
Pero la fe de Rahab no se quedó en una confesión verbal,
sino que le llevó a obedecer las ordenes de aquellos espías que
llegaron ese día a su casa. Leamos Josué 2:12 y13, 18 y 19. Los
espías hicieron un pacto con Rahab, ella debía seguir ciertas
órdenes:
•Atar un cordón en la ventana de su casa.
•Debía ser un cordón rojo.
•Reunir en su casa a los que quisiera salvar.
•Cuidar que nadie saliera de su casa.
•Estar lista para salir en cuanto le dieran la orden.
¿Qué hizo Rahab? – Josué 2:21 – Obedeció. La fe nos lleva a
obedecer, a veces en contra de lo que hemos creído por muchos
años, otras ocasiones en contra de nuestras costumbres y otras
veces en contra de nuestro razonamiento. Pero así aplica la fe,
no tienes que razonarla, sino creerla. Porque la fe muchas veces
no será lógica, ¿Cómo creer que vendría un diluvio si nunca
había llovido en tiempos de Noé? Pero el diluvio llegó ¿Cómo
seguir subiendo al monte a ofrecer un sacrificio sin llevar un
cordero para el holocausto? Pero allí en la cima de la montaña
Dios proveyó de cordero ¿Cómo seguir caminando si delante
estaba el mar rojo? Pero Dios abrió el mar de par en parpara
que su pueblo pasara. La verdadera fe es la fe práctica, aquella
que te motiva a actuar y a obedecer. Fue por la fe obediente
que muchos alcanzaron promesas, taparon bocas de leones,
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apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espadas, sacaron
fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas y hasta
recuperaron a con vida a sus muertos. Por la fe que lleva a la
obediencia Rahab actuó, no se quedó inmóvil, no espero ver
una prueba para entonces colgar el hilo rojo, porque sabía que
hacerlo significaba vivir. Hoy tienes que actuar, debes tomar tu
decisión, debes colgar el hilo rojo en tu corazón, ese hilo rojo
que simboliza la sangre de Cristo Jesús derramada por ti y por
mi, ese hilo rojo que es símbolo de vida para todo aquel que
en el cree. Si decides hoy entregar tu vida a Jesús tendrás vida
abundante.
3.LA RECOMPENSA DE RAHAB
Rahab experimentó lo que significa creer y obedecer, porque
no hay obediencia que obre en fe sin una recompensa. La
recompensa de Rahab fue una nueva vida, porque no solo
salvo la propia y la de su familia, sino que desde ese momento
todo cambió para bien. Ahora llegó a ser parte del pueblo
escogido por Dios. Mientras que todos gritaban despavoridos
por la destrucción de las murallas y la invasión israelita, mientras
escuchaba cómo los desobedientes morían ella pudo alzar la
vista y dar gracias a Dios por haber preservado su vida – Josué
6:25 -. Sí, para el creyente y el obediente hay una recompensa
gloriosa, Apocalipsis 22:14 en la versión King James dice:
“Bienaventurados los que guardan sus mandamientos para
tener derecho al árbol de la vida”. Sabes, la historia de Rahab
es una historia grandiosa, porque de esa mujer que había
arruinado su vida viviendo perdidamente hasta que Dios la
rescató, vino en descendencia el Salvador del mundo, Cristo
Jesús – Mateo 1:5 –. ¡Qué impresionante historia! Después
de todo hasta tuvo el privilegio de pertenecer al linaje de
donde vino el Mesías prometido. Así actúa la gracia divina,
aceptándonos como estamos y transformándonos para gloria
de su nombre.
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CONCLUSIÓN Y LLAMADO
Un día mi querido amigo, tu y yo podremos estar en las
mansiones celestiales. Y ver cara a cara al que tanto nos amó,
a aquel que entregó su vida por nosotros, cuya sangre fue
vertida para darnos oportunidad de vida. Un día podremos
platicar con aquellos hombres de fe y escuchar de sus propios
labios cómo lograron vencer en el nombre de Jesús. Un día
en el reino celestial se pasará lista, y todos los nombres de los
grandes héroes de la fe se oirán, pero también mi nombre,
porque yo se en quién he creído, porque mi nombre está
escrito en el libro de la vida del Cordero. Un día podremos
adorar al que tanto nos amó. Cuánto deseo que pronto llegue
ese día, yo quiero estar allí, ¿y tú? ¿Quisieras ver cara a cara
a Jesús? Entonces toma tu decisión. Si aun no has entregado
tu vida por medio del bautismo, este es el mejor día para
hacerlo. ¿Desearías disfrutar por toda la eternidad de vida en
Cristo Jesús? Entonces ven al frente, y acepta a Jesús como tú
salvador, tienes que dar el paso de fe, tienes que bautizarte,
para que tu nombre sea registrado en el libro de la vida. Ven al
frente en señal de entrega. Cristo te invita.