Holland, Tom - Milenio. El fin del mundo y el origen del cristianismo [2010].pdf
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1.
2. Participación Política
• Pablo concluyó su Epístola a los Filipenses con estas expresivas palabras:
"También os saludan todos los santos, en especial los de la casa del César".
¿Quiénes eran esos cristianos de la casa del César? Según autorizados
comentarios, serían funcionarios, empleados de la administración imperial,
unos cristianos dedicados a los asuntos públicos. Valgan, pues, estas
palabras de Pablo como pórtico a mis palabras. Resulta, en efecto,
ejemplificativo que ya entre los cristianos de la primerísima hora
encontremos quienes, permaneciendo en la condición que tenían cuando
recibieron la fe, estaban presentes en puestos de lo que hoy llamamos la
vida pública. Aunque numéricamente debieron ser pocos, por la
composición sociológica de la primitiva cristiandad, nunca faltaron en el
Imperio Romano, pese a las persecuciones, cristianos de posición más o
menos elevada que ocuparon puestos en la organización administrativa,
política y militar de Roma. Figuras como las del centurión Cornelio o el más
tardío senador Prudente son conocidas.
3. Politica en el Cristianismo
• El lenguaje de los hechos ha desbordado al de las palabras: en muchos
países de América Latina los evangélicos participan activamente en política.
En Perú jugaron un papel importante en el debate electoral y, en las
elecciones que resultaron en la primera presidencia del Sr. Fujimori,
ganaron más de una docena de bancas en el parlamento y una de las
vicepresidencias. En Brasil ocuparon numerosas bancas en la Convención
Constituyente. En Venezuela hubo evangélicos elegidos para el parlamento.
En Guatemala hubo un presidente militar evangélico y luego otro electo —
que por otra parte ha defendido doctrinalmente su participación. A nivel
de municipalidades, hay un número significativo de intendentes y
concejales en ciudades menores en varios países. En Argentina se formó el
Movimiento Cristiano Independiente con la participación política de
evangélicos de diversas iglesias. Seguramente el lector añadirá otros
muchos datos en un panorama en permanente cambio.
4. ¿Es algo realmente nuevo?
¿Se trata de algo nuevo? La respuesta es
«no» y «sí». Y es útil que, antes de tratar de
ver qué es lo nuevo, demos una mirada a
nuestro pasado evangélico, preguntándonos
si los evangélicos hemos participado en la
política en América Latina.
5. El cristianismo en lo politico
• La mayor parte de las iglesias evangélicas que comenzaron su labor
misionera en nuestras tierras desde mediados del siglo pasado,
provienen del mundo anglosajón, de las llamadas «iglesias libres», es
decir, no vinculadas con el Estado. En los Estados Unidos,
prácticamente ésa era la situación normal; en Gran Bretaña, son las
iglesias «disidentes» —bautistas, metodistas, congregacionalistas—
las que envían sus misioneros.
• Así, en lo político, nuestras iglesias traen una tradición anticlerical —
de iglesias que «protestaron» una religión única y dominante
protegida por el Estado— puritana —que trataba de mantenerse
limpia de la corrupción de «este mundo»— y liberal —de formas de
gobierno democrático y economía capitalista.
6. • También podemos decir que fundaron escuelas, tanto mediante el
establecimiento de importantes centros educacionales, en un intento
de acompañar con una educación moderna y liberal a los sectores
progresistas, como con modestas escuelas parroquiales en barrios
humildes o sectores campesinos. Por otra parte, en el campo social, y
según las necesidades y situaciones, las iglesias evangélicas crearon
hospitales y centros de salud, horfanatorios, hogares y aun algunas
cooperativas. Tanto en el ámbito educacional como en el de servicio,
las instituciones evangélicas se mantuvieron al margen de la lucha
política partidaria. Pero, sin duda, su labor coincidía, en su
orientación social, con las fuerzas políticas llamadas habitualmente
«liberales» o «progresistas».