2. Los espermatozoides que logran llegar con el ovulo son muy
pocos.
El ovulo estará protegido por 3 capas:
Corona radiada.
Membrana vitelina.
Zona pelúcida.
Estas son las partes que el espermatozoide tiene que romper para ser el ganador, al
llegar a la zona pelúcida perderá su cola y sedera su núcleo al citoplasma del ovulo
e iniciar el desarrollo embrionario.
3. El proceso natural de fecundación en el ser humano es casi desconocido, ya que de
momento es imposible observar su dinámica in vivo. Hay que basarse en los
acontecimientos visualizados y descritos en los trabajos de fecundación in vitro.
Los gametos femenino (ovocito) y masculino (espermatozoide) deben haber completado
normalmente todas sus etapas de maduración antes de ponerse en contacto para que la
fecundación se lleve a cabo con éxito.
El semen será depositado en la vagina, atravesará el útero y
llegará a las trompas de Falopio. Aproximadamente a los
dos minutos de una eyaculación en el interior de la vagina,
los espermatozoides alcanzan la porción final de las
trompas. Sin embargo, de los cientos de miles de
espermatozoides, solamente unos pocos llegarán hasta el
óvulo y solamente uno podrá atravesar la membrana
plasmática del óvulo y producirse la fecundación. Todos los
demás espermatozoides son destruidos en el viaje. La
razón de producirse millones de espermatozoides es para
garantizar que, al menos uno, pueda alcanzar el óvulo.
Fecundación
4. En el momento de la ovulación, el ovario se presenta
parcialmente recubierto por las fimbrias de la trompa, las
cuales captan el ovocito liberado y adherido a la cubierta
ovárica y lo transportan en dirección al útero. El ovocito se
encuentra en llamada metafase II (etapa de madurez
ovocitario) y está rodeado por la corona radiada y la zona
pelúcida.
Penetración de la corona radiada.
De los 200 o 300 millones de espermatozoides depositados
a través de la vagina, solamente entre 300 y 500 llegan al
punto de fecundación. En esta etapa se supone que la
hialuronidasa (capaz de hidrolizar el ácido hilaurónico,
mucopolisacárido abundante en la zona pelúcida y en la
sustancia cementante de las células foliculares) provocaría
la dispersión de las células de la corona, pero en la
actualidad se piensa que son dispersadas por la acción
combinada de enzimas de los espermatozoides y de la
mucosa tubárica.
5. Penetración de la zona pelúcida.
Esta segunda barrera es atravesada con ayuda de enzimas,
llamadas espermiolisinas, liberadas por el acrosoma. La
liberación de estas espermiolisinas está asociada a una serie de
cambios estructurales del espermatozoide, que afectan
principalmente al aparato acrosómico. Es lo que se conoce
como reacción acrosómica. En conjunto estos cambios
constituyen el llamado proceso de activación del
espermatozoide. Este proceso es desencadenado por sustancias
difundidas desde el óvulo como las liberadas del gránulo
acrosómico, que podría corresponder a las espermiolisinas. De
las partes restantes del acrosoma, comienza a crecer el llamado
filamento acrosómico, que se desarrolla en los
espermatozoides activados. El espermatozoide mediante los
movimientos de su flagelo empuja el filamento acrosómico
hasta hacer contacto con la membrana celular del óvulo.
Muchos espermatozoides no sufren la reacción acrosómica
hasta que se han unido a los receptores de glicoproteína en la
zona pelúcida. Después de la penetración de uno de ellos, la
permeabilidad de la membrana se modifica por un proceso
llamado reacción de zona.
6. Penetración de la membrana plasmática del ovocito
La unión del primer espermatozoide a la membrana plasmática desencadena tres hechos: En cuanto el
espermatozoo entra en contacto con la membrana del ovocito, se fusionan las dos membranas plasmáticas a
nivel del cono de fertilización, entrando en el citoplasma ovocitario la cabeza, pieza intermedia y cola del
espermatozoide, quedando la membrana plasmática detrás sobre la superficie del ovocito. Una vez dentro, el
ovocito termina su meiosis II, liberando el segundo corpúsculo polar y los cromosomas se colocan en un núcleo
vesicular llamado pronúcleo femenino. Al propio tiempo, el ovoplasma se contrae y se hace visible un espacio
entre el ovocito y la zona pelúcida llamado espacio perivitelino. El espermatozoo avanza hasta quedar junto al
pronúcleo femenino, se hincha su núcleo y forma el pronúcleo masculino. La cola se desprende de la cabeza y
degenera.
Formación del cono de fertilización o protrusión en el citoplasma del óvulo.
Los cambios iónicos (de calcio, sodio e hidrógeno) y el citosol causan una despolarización instantánea y
temporal de la membrana.
Los gránulos corticales expulsan su contenido al espacio que les rodea. Esta reacción cortical altera los
receptores de glicoproteínas de la zona pelúcida, bloqueando la adherencia de más espermatozoides al huevo.
Antes de que tenga lugar la fusión de los dos pronúcleos (haploides y con 1n DNA, es decir con 23 cromosomas),
cada uno debe duplicar su DNA. En caso contrario cada célula del cigoto en estado bicelular tendría la mitad de
DNA de lo normal.
Después de la síntesis de DNA, los cromosomas se colocan en el huso y los 23
paternos y 23 maternos se hienden longitudinalmente a nivel del centrómero
(como en una división mitótica normal). Las mitades resultantes se segregan al
azar y se desplazan a los polos opuestos, dando a cada célula el número normal
de cromosomas y de DNA (2n).
La célula se une en su zona central y el citoplasma se divide en dos partes. El
óvulo fecundado es una nueva célula que vuelve a tener 46 cromosomas, ya que
tendrá los 23 cromosomas del óvulo más los 23 del espermatozoide y se
denomina huevo o cigoto que comenzará un viaje "de retorno" hasta
implantarse en el útero.
7. Cigoto
Se denomina cigoto, huevo o zigoto a la célula resultante de la unión del gameto
masculino (espermatozoide o anterozoide) con el gameto femenino (óvulo) en la
reproducción sexual de los organismos.
Tras la síntesis de ADN, los pronúcleos no se fusionan, sino que disuelven las
membranas y colocan los cromosomas en el huso mitótico, dando lugar al cigoto, la
primera célula, con la dotación genética completa, a partir de la cual se desarrollará
el embrión.
8. La segmentación es la primera etapa del desarrollo de todos los organismos multicelulares.
La segmentación convierte, por mitosis, al cigoto (una sola célula) en un embrión
multicelular.
22 horas tras la fecundación (Día 1): el huso mitótico divide los cromosomas recién
colocados y comienza a separarlos en la primera división celular, dando lugar a un embrión
de 2 células, las cuales son totipotentes (capaces de generar un embrión completo).
48 horas tras la fecundación (Día 2): el embrión ha sufrido una segunda división, por lo que
se compone de 4 células. Los corpúsculos polares ya han degenerado.
72 horas tras la fecundación (Día 3): normalmente el embrión se compone de 8 células,
aunque hay algunos que pueden contener desde 5 a 12 células. Aún no hay una gran actividad
de los genes embrionarios.
96 horas tras la fecundación (Día 4): el embrión sigue dividiéndose homogéneamente, pero
sus células comienzan a compactarse, formando la mórula: ya no se distinguen las células, y
además éstas ya no son totipotentes, sino pluripotentes (no pueden generar un organismo
completo, pero pueden dar tejidos de las tres capas embrionarias). El embrión comienza su
propio metabolismo gracias a la activación de la transcripción (síntesis de ARN).
Comienzan a diferenciarse los primeros tejidos. En este punto aunque la mujer esta
embarazada, no es posible reconocerlo, debido a que el embrión aún no se ha implantado.
9. 120 horas tras la fecundación (Día 5): el embrión pasa del estado de mórula al de
blastocisto. El blastocisto está formado por la masa celular interna o embrioblasto (grupo
de células compactadas que dará lugar al feto), que se sitúa en el interior de una cavidad
llamada blastocele, la cual está cubierta por una capa epitelial, denominada trofectodermo
(células que darán lugar a los órganos extraembrionarios: placenta y membranas
amnióticas). Las células de la masa celular interna ya no son pluripotentes, sino
multipotentes (generan un número limitado de líneas celulares).
144 horas tras la fecundación (Día 6): el blastocisto aumenta considerablemente su tamaño
y se produce su eclosión, donde se libera de la zona pelúcida. El blastocisto eclosionado
necesita implantar en el útero para continuar su correcto desarrollo.
11. La gastrulación ocurre justo después de la segmentación e implantación embrionaria, es
decir, cuando el embrión ya se ha dividido en muchas células, se ha convertido en un
blastocisto y ha conseguido anidar en el endometrio, dando inicio al embarazo.
La gastrulación es una de las etapas del desarrollo embrionario temprano mediante la cual
se forma el disco germinativo trilaminar, una estructura con 3 capas embrionarias
diferenciadas que darán lugar a todos los órganos y tejidos del embrión.
Después de la implantación embrionaria, entre las semanas 4 y 5 de embarazo, el embrión
en estado de blastocisto empieza a proliferar rápidamente y a sufrir cambios en su
estructura.
El blastocisto es el estado en el que se encuentra el embrión a partir del quinto de día de
desarrollo, el cual tiene estructura de blástula y es posible diferenciar dos tipos celulares:
la masa celular interna (MCI) y el trofectodermo.
12. Fase de gastrulación
El epiblasto es una clase de células
presentes durante la etapa de
gastrulación del desarrollo
embrionario. En este estado, el
epiblasto y el hipoblasto juntos
forman el disco embrionario
bilaminar, ambas capas provenientes
de la masa celular interna. Las
células del epiblasto dan origen a las
tres capas de tejido embrionario:
ectodermo, mesodermo y endodermo
La masa celular interna del blastocisto se convierte en una especie de masa
aplanada que pasa a llamarse disco embrionario, la cual se organiza en dos capas: el
epiblasto y el hipoblasto.
Este disco embrionario es el origen de todos los tejidos y órganos del futuro
embrión. Por otra parte, las células del trofectodermo se diferencian en otras
estructuras que formarán la placenta.
13. La gastrulación es el proceso
mediante el cual el disco embrionario
bilaminar pasa a ser un disco
embrionario trilaminar, con 3 capas
embrionarias diferenciadas:
ectodermo, mesodermo y endodermo.
Concretamente, la gastrulación se inicia a partir de la blástula, cuando las células del
epiblasto se dividen y proliferan rápidamente, por lo que necesitan migrar hacia nuevas
localizaciones en el embrión. Esta necesidad de migración celular hace que las células del
epiblasto se dirijan hacia el hipoblasto y desplacen a las células del mismo, con lo que
aparece la tercera capa embrionaria (mesodermo) entre las dos anteriores.
El proceso de la gastrulación humana es posiblemente la etapa más importante del
desarrollo embrionario, ya que a partir de las tres capas u hojas embrionarias se generarán
todos los tejidos y órganos del cuerpo. Cada una de ellas estará destinada a formar un tipo
de tejido diferente, tal y como comentamos a continuación.
14. Ectodermo
Es la capa más externa que rodea al
embrión y la primera que se forma
a partir del epiblasto.
Con el inicio de la organogénesis,
las células del ectodermo se
diferenciarán en dos estructuras:
El ectodermo neural:
formará el sistema nervioso, es
decir, el cerebro y la médula
espinal.
El ectodermo superficial:
formará los tejidos más
superficiales, como la epidermis, el
pelo, las uñas, las glándulas
mamarias, las glándulas
subcutáneas y el esmalte de los
dientes.
Además, un grupo de células
ectodérmicas, los amnióticos,
formarán parte del saco amniótico
donde quedará el embrión
suspendido cuando se forme el
líquido amniótico.
Mesodermo
Es la capa intermedia, pero la que se forma en último
lugar a partir de la migración de las células del
epiblasto, tal y como hemos comentado.
El mesodermo es la hoja embrionaria que formará la
mayoría de los tejidos y órganos del futuro feto. Para
ello, en primer lugar se diferencia en las siguientes
estructuras:
La notocorda:
se sitúa en el eje longitudinal del embrión, desde la
base de la cabeza hacia la cola, y actúa como sostén.
La notocorda, además, es fundamental para la
formación del tubo neural a partir del ectodermo.
El mesodermo paraxial:
se desarrolla en el dorso del embrión a lo largo de la
notocorda. Las células mesodérmicas forman los
llamados pares de somites, unos bloques celulares a
ambos lados del tubo neural que se encargaran de
formar el tejido muscular, esquelético, cartilaginoso y
la dermis.
El mesodermo intermedio:
también denominado nefrotomo, ya que dará lugar a
los riñones a ambos lados del embrión y otros
componentes del sistema urogenital.
El mesodermo lateral:
es la parte más externa del mesodermo y la que
originará el sistema sanguíneo y cardiovascular. Sus
células también darán lugar al endotelio vascular y a
las membranas del mesotelio que revestirán las
cavidades corporales.
Endodermo
Es la capa más interna que, con la
diferenciación del cuerpo del
embrión y el líquido que queda en
el exterior, se divide en dos partes:
El endodermo embrionario:
dará lugar a los órganos internos
del cuerpo, es decir, aquellos que
forman el aparato digestivo y el
sistema respiratorio, entre los que
se encuentran la faringe, el
estómago, el intestino, el hígado, el
páncreas, la vesícula biliar, los
bronquios, la vejiga urinaria, etc.
El endodermo extraembrionario:
es la parte que queda fuera del
embrión y que forma el saco
vitelino, una estructura encargada
de nutrir y aportar oxígeno al
embrión durante las primeras
semanas de desarrollo.
Estas dos partes endodérmicas
quedan comunicadas por un orificio
ancho que próximamente se
convertirá en el cordón umbilical.
15. Organogénesis
La organogénesis es el conjunto de cambios que permiten que las capas embrionarias
(ectodermo, mesodermo y endodermo) se transformen en los diferentes órganos que
conforman un organismo.
La embriología humana, define como organogénesis el período comprendido entre la
tercera a la octava semana de desarrollo. En esta etapa (3ª semana), primero se
produce el paso de embrión bilaminar a trilaminar (gastrulación); dando lugar a el
ectodermo, el mesodermo y el endodermo embrionario. Estos a su vez, en las
siguientes semanas, se diferenciarán y especializarán dando lugar a los diferentes
órganos del cuerpo, cuyos esbozos quedarán conformados antes del tercer mes de
gestación (periodo fetal).
16. Ya en esta imagen tenemos la formación de una estructura básica de un vertebrado.
En este punto ya tenemos un vientre cerrado abandonamos la denominación de
embrión y comenzamos a denominarlo como un feto y damos inicio a la vida fetal (A
partir de la novena semana).