3. ¿Qué es el Catecismo
de la Iglesia Católica?
El Catecismo de la Iglesia
católica es la exposición
de la fe de la Iglesia
y de la doctrina católica,
atestiguadas o iluminadas
por la Sagrada Escritura,
la Tradición apostólica
y el Magisterio eclesiástico.
5. En 1985, el 25 de enero el Papa Juan Pablo II
convocó una Asamblea extraordinaria
del Sínodo de los obispos,
con ocasión del vigésimo
aniversario de la clausura
del Concilio Vaticano II,
cuyo objetivo fue
dar gracias y celebrar
los frutos espirituales
del concilio Vaticano II,
profundizar su enseñanza
para lograr una mayor
adhesión a la misma
y difundir su
conocimiento y aplicación.
6. En esa Asamblea los padres sinodales afirmaron:
"Son numerosos los que han expresado el deseo de que se elabore
un catecismo o compendio de toda la doctrina católica,
tanto en materia de fe como de moral, para que sirva
casi como punto de referencia para los catecismos o compendios
que se preparan en las diversas regiones.
La presentación de la doctrina debe ser bíblica y litúrgica,
y ha de ofrecer una doctrina sana y adaptada
a la vida actual de los cristianos".
7. Esta primera comisión, se apoyó en un Comité de siete obispos
diocesanos expertos en Teología y Catequesis,
para realizar este trabajo.
En 1986, atendiendo el deseo del Sínodo el Papa convocó
a una Comisión de doce cardenales y obispos teniendo
al frente al Cardenal Joseph Ratzinger para preparar
el proyecto del Catecismo solicitado por los Padres del Sínodo.
8. El proyecto fue sometido a una vasta consulta de todos
los obispos católicos, de sus Conferencias episcopales
o de sus Sínodos, así como de los institutos
de teología y catequética.
9. El equipo de redactores quedó compuesto así:
de la parte de la confesión de fe se responsabilizaron
el Arzobispo Estepa (España)
y el Obispo Maggiolini (Italia);
Arzobispo Estepa
(España)
Obispo
Maggiolini (Italia)
10. de los sacramentos, el Obispo Medina (Chile)
y el Arzobispo Karlic (Argentina);
Obispo Medina
(Chile)
Arzobispo Karlic
(Argentina)
11. y de la parte moral, el Arzobispo Honoré (Francia)
y el Obispo Konstant (Inglaterra).
Arzobispo
Honoré (Francia)
Obispo Konstant
(Inglaterra)
Más tarde se decidió dedicar una parte del Catecismo a la
oración, y se optó porque la redacción se encomendara a
un sacerdote católico del Líbano, el Padre Jean Corbon.
12. Y finalmente después
de 6 años de intenso trabajo
se tuvo el texto final
del Catecismo de la Iglesia
Católica, fruto de una
colaboración de todo
el Episcopado
de la Iglesia católica,
que acogió con generosidad
la invitación del Papa
Juan Pablo II a asumir
su parte de responsabilidad
en esta iniciativa que atañe
de cerca a la vida eclesial.
13. El 11 de octubre de 1992 se publica en francés
el Catecismo de la Iglesia católica como una
exposición oficial de las enseñanzas de la Iglesia
católica, por autoridad del papa Juan Pablo II.
14. En el año de 1993 una nueva comisión, liderada nuevamente
por el Cardenal Ratzinger, (se encargó de recibir las numerosas
modificaciones recibidas de todo el mundo de esta primera
versión con el fin de redactar en latín el texto definitivo, proyecto
concluido con la publicación de la versión latina oficial el 15 de
agosto de 1997, fruto de una intensa labor de más de diez años
donde participaron muchos miembros de la Iglesia Universal.
15. La elaboración de este Catecismo muestra,
además, la naturaleza colegial del Episcopado:
atestigua la catolicidad de la Iglesia.
17. La finalidad de este catecismo es presentar una
exposición orgánica y sintética de los contenidos
esenciales y fundamentales de la doctrina
católica, tanto sobre la fe como sobre la moral,
a la luz del Concilio Vaticano II y del conjunto
de la Tradición de la Iglesia.
Finalidad del Catecismo de la Iglesia Católica
18. Sus fuentes principales son la sagrada Escritura,
los santos Padres, la Liturgia y el Magisterio de la Iglesia.
19. El presente catecismo está destinado principalmente
a los responsables de la catequesis:
en primer lugar a los Obispos,
en cuanto doctores de la fe y
pastores de la Iglesia.
Les es ofrecido como instrumento
para la realización de su tarea
de enseñar al Pueblo de Dios.
A través de los Obispos, se dirige
a los redactores de catecismos,
a los sacerdotes y a los catequistas.
Será también de útil lectura para
todos los demás fieles cristianos.
Destinatarios del Catecismo de la Iglesia Católica
21. El contenido del Catecismo de la Iglesia
Católica se distribuye en cuatro partes:
Credo;
sagrada Liturgia,
con los sacramentos;
el obrar cristiano,
expuesto a partir
del Decálogo; y,
por último,
la oración cristiana.
22. Estas 4 partes las podemos señalar así:
Lo que creemos
Lo que
celebramos
La Vida en Cristo
Lo que rezamos
Catecismo
23. Las cuatro partes están relacionadas entre sí:
el misterio cristiano
es el objeto de la fe (primera parte);
ese misterio es celebrado y comunicado
en las acciones litúrgicas (segunda parte);
está presente para iluminar y sostener
a los hijos de Dios en su obrar (tercera parte);
inspira nuestra oración, cuya expresión principal
es el "Padre nuestro", y constituye el objeto
de nuestra súplica, nuestra alabanza
y nuestra intercesión (cuarta parte).
Cf. JUAN PABLO II, Constitución Apostólica Fidei Depositum para la publicación del
Catecismo de la Iglesia Católica, redactado después del Concilio Ecuménico Vaticano II.
24. Los que por la fe y el Bautismo pertenecen
a Cristo deben confesar su fe bautismal delante
de los hombres (cf. Mt 10,32; Rom 10,9).
Para esto, el catecismo expone en primer lugar
en qué consiste la Revelación por la que Dios
se dirige y se da al hombre, y la fe, por la cual
el hombre responde a Dios (primera sección).
El Símbolo de la fe resume los dones
que Dios hace al hombre como Autor
de todo bien, como Redentor, como Santificador
y los articula en torno a los "tres capítulos"
de nuestro Bautismo —la fe en un solo Dios:
el Padre Todopoderoso, el Creador;
y Jesucristo, su Hijo, nuestro Señor y Salvador;
y el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia
(segunda sección).
Primera parte: la profesión de la fe
(nn. 26-1065)
25. La segunda parte del catecismo
expone cómo la salvación
de Dios, realizada una vez
por todas por Cristo Jesús
y por el Espíritu Santo,
se hace presente en las acciones
sagradas de la liturgia
de la Iglesia (primera sección),
particularmente en los siete
sacramentos (segunda sección).
Segunda parte: La celebración
del misterio cristiano (nn. 1066-1690)
26. La tercera parte del catecismo presenta
el fin último del hombre, creado
a imagen de Dios: la bienaventuranza,
y los caminos para llegar a ella:
mediante un obrar recto y libre,
con la ayuda de la ley y de la gracia
de Dios (primera sección);
mediante un obrar que realiza
el doble mandamiento de la caridad,
desarrollado en los diez mandamientos
de Dios (segunda sección).
Tercera parte: La vida en Cristo
(nn. 1691-2557)
27. La última parte del catecismo
trata del sentido y la importancia
de la oración en la vida de los creyentes
(primera sección).
Se cierra con un breve comentario
de las siete peticiones de la oración
del Señor (segunda sección).
En ellas, en efecto, encontramos
la suma de los bienes que debemos
esperar y que nuestro Padre celestial
quiere concedernos.
Cuarta parte: La oración cristiana
(nn. 2558-2865)
29. Este catecismo está concebido
como una exposición orgánica de
toda la fe católica.
Es preciso, por tanto,
leerlo como una unidad.
Por ello, en los márgenes
del texto se remite al lector
frecuentemente a otros lugares
(señalados por números más
pequeños y que se refieren
a su vez a otros párrafos
que tratan del mismo tema) y,
con ayuda del índice analítico
al final del volumen, se permite
ver cada tema en su vinculación
con el conjunto de la fe.
30. Con frecuencia, los textos de la
sagrada Escritura no son citados
literalmente, sino indicando sólo
la referencia (mediante cf.).
Para una inteligencia más
profunda de esos pasajes,
es preciso recurrir
a los textos mismos.
Estas referencias bíblicas son
un instrumento de trabajo
para la catequesis.
31. Cuando, en ciertos pasajes,
se emplea letra pequeña,
con ello se indica que se trata
de puntualizaciones
de tipo histórico, apologético
o de exposiciones doctrinales
complementarias.
32. Las citas, en letra pequeña, de
fuentes patrísticas, litúrgicas,
magisteriales
o hagiográficas tienen
como fin enriquecer
la exposición doctrinal.
Con frecuencia estos textos
han sido escogidos con miras a
un uso directamente catequético.
33. Al final de cada unidad temática,
una serie de textos breves resumen
en fórmulas condensadas
lo esencial de la enseñanza.
Estos "resúmenes" tienen
como finalidad ofrecer sugerencias
para fórmulas sintéticas y memorizables
en la catequesis de cada lugar.
34. El Papa Juan Pablo II en el Prólogo del Catecismo decía:
«Pido, por consiguiente, a los pastores de la Iglesia,
y a los fieles, que acojan este Catecismo con espíritu de comunión
y lo usen asiduamente en el cumplimiento de su misión
de anunciar la fe y de invitar a la vida evangélica.
Este Catecismo se les entrega para que les sirva como texto
de referencia seguro y auténtico para la enseñanza de la doctrina
católica, y sobre todo para la elaboración de los catecismos locales».
35. Se ofrece, también,
a todos los fieles
que quieran conocer
más a fondo
las riquezas
inagotables
de la salvación
(cf. Jn 8, 32).
Quiere proporcionar
una ayuda
a los trabajos
ecuménicos animados
por el santo deseo
de promover
la unidad de todos
los cristianos,
mostrando con esmero
el contenido
y la coherencia
admirable
de la fe católica.
El Catecismo
de la Iglesia católica
se ofrece, por último,
a todo hombre
que nos pida razón
de la esperanza
que hay en nosotros
(cf. 1 P 3, 15)
y que desee conocer
lo que cree
la Iglesia católica.