5. La oración en la
Vida Cristiana
La Oración Cristiana
El Padre nuestro
6. CEC 2558 …Este Misterio (El misterio de
nuestra Fe) exige que los fieles crean en él,
lo celebren y vivan de él en una relación
viviente y personal con Dios vivo y
verdadero. Esta relación es la oración.
7.
8. Juan Pablo II
¿Qué es la oración?
Comúnmente se
considera una
convesración.
En una conversación
hay siempre un “yo” y
un “tu”. En este caso
un Tú con la T
mayúscula.
…Más importante es el
Tú, porque nuestra
oración parte de la
iniciativa de Dios.
(Cruzando el umbral de
la Esperanza, n. 2)
9. Juan Pablo II
No está por esos fuera de lugar
alertar a aquellos cristianos que
con entusiasmo se abren a
ciertas propustas provenientes
de las tradiciones religiosas del
Extremo Oriente…
…es necesario conocer primero
el propio patrimonio espiritual
y reflexionar sobre si es justo
arrinconarlo tranquilamente
(Cruzando el umbral de la
Esperanza, n. 14)
10. La tradición en la oración
CEC 2650
La oración no se reduce al brote espontáneo de un impulso
interior: para orar es necesario querer orar.
No basta sólo con saber lo que las Escrituras revelan sobre
la oración: es necesario también aprender a orar.
Pues bien, por una transmisión viva (la santa Tradición), el
Espíritu Santo, en la "Iglesia creyente y orante" (DV 8),
enseña a orar a los hijos de Dios.
11. Las fuentes de la oración
Maestros y lugares de oración
CEC 2653 La Iglesia "recomienda insistentemente todos sus
fieles… la lectura asidua de la Escritura para que adquieran
'la ciencia suprema de Jesucristo' (Flp 3, 8)… Recuerden
que a la lectura de la Santa Escritura debe acompañar la
oración para que se realice el diálogo de Dios con el hombre,
pues 'a Dios hablamos cuando oramos, a Dios escuchamos
cuando leemos sus palabras' (San Ambrosio, off. 1, 88)" (DV
25).
CEC 2657 El Espíritu Santo nos enseña a celebrar la liturgia
esperando el retorno de Cristo, nos educa para orar en la
esperanza.
CEC 2660 Hoy.
12. Las fuentes de la oración
Maestros y lugares de oración
CEC 2683 Los testigos que nos
han precedido en el Reino (cf
Hb 12, 1), especialmente los
que la Iglesia reconoce como
"santos", participan en la
tradición viva de la oración,
por el modelo de su vida, por
la transmisión de sus escritos
y por su oración actual.
13.
14. El Padre Nuestro
Oración Dominical
CEC 2762 Después de haber expuesto cómo los salmos son el
alimento principal de la oración cristiana y confluyen en las
peticiones del Padre Nuestro, San Agustín concluye:
"Recorred todas las oraciones que hay en las Escrituras, y
no creo que podáis encontrar algo que no esté incluido en la
oración dominical" (ep. 130, 12, 22).
CEC 2763 (sólo cita) "La oración dominical es la más
perfecta de las oraciones… En ella, no sólo pedimos todo lo
que podemos desear con rectitud, sino además según el
orden en que conviene desearlo. De modo que esta oración
no sólo nos enseña a pedir, sino que también forma toda
nuestra afectividad" (Santo Tomás de A. , s. th. 2 - 2. 83, 9).
15. Sólo una oración verdadera, de petición y de adoración, puede rescatar al
cristiano, y especialmente al teólogo, del peligro de una erudición vacía y
estéril.
Se requiere que abra su corazón desde lo más profundo y acoja la
iniciativa del Espíritu del Resucitado, que nos llama a entrar en la
intimidad divina.
El camino que educa a esa actitud es el de la oración de Jesús y en
particular el “Padre nuestro”, en el que se hace concreta la mediación
insuperable de Cristo para desvelarnos el rostro del Padre.
La fe cristiana, llega a decir Ratzinger, es la explicación de la oración de
Jesús, del Hijo único del Padre, en quien se desvela el significado de toda
oración cristiana.
El Dios de Jesucristo en Joseph Ratzinger Javier Prades
Revista Humanitas 58