3. Dióme un día una bella porteña,
que en mi senda pusiera el destino,
una flor cuyo aroma divino
llena el alma de dulce embriaguez;
me la dio con sonrisa halagüeña,
matizada de puros sonrojos,
y bajando hechicera los ojos,
incapaces de engaño y doblez.
En silencio y absorto toméla
como don misterioso del cielo,
que algún ángel de amor y consuelo
me viniese, durmiendo, a ofrecer;
en mi seno inflamado guardéla,
con el suyo mezclando mi aliento,
y un hechizo amoroso al momento
yo sentí por mis venas correr.
Desde entonces, do quiera que miro
allí está la diamela olorosa,
y a su lado una imagen hermosa
cuya frente respira candor;
desde entonces por ella suspiro,
rindo el pecho inconstante a su halago,
con su aroma inefable me embriago,
a ella sola consagro mi amor.
4. (Caracas 29 de noviembre 1781 – Santiago 15 de
octubre 1865) Fue un filosofo, poeta, traductor,
filólogo, ensayista, educador, político, diplomático y
jurista venezolano, nacionalizado chileno
considerado como uno de los humanistas mas
importantes de américa, contribuyó en innumerables
campos de crecimiento
5. EL ANAUCO ( Andrés bello)
Irrite la codicia
por rumbos ignorados
a la sonante Tetis
y bramadores austros
el pino que habitaba
del Betis afortunado
las márgenes amenas
vestidas de amaranto,
impunemente admire
los deliciosos campos
del Ganges caudaloso,
de aromas coronado.
Tú, verde y apacible
ribera del Arauco,
para mí más alegre,
que los bosques idalios
y las vegas hermosas
de la plácida Pafos,
resonarás continuo
con mis humildes cantos;
y cuando ya mi sombra
sobre el funesto barco
viste del Erebo
los valles solitarios,
en tus umbrías selvas
y retirados antros
erraré cual un día,
tal vez abandonando
la silenciosa margen
de los estigios lagos.
La turba dolorida
de los pueblos cercanos
evocará mis males
con lastimero llanto;
y ante la triste tumba,
de funerales ramos
vestida y olorosa
con perfumes indianos
dice llorando Filis;
“aquí descansa Fabio”
¡Mil veces venturoso!
Pero, tú desdichado,
por bárbaras naciones
lejos del clima patrio
débilmente vaciles
al peso de los años
Devoren tu cadáver
los canes sanguinarios
que apacienta Caribdis
en sus rudos peñascos;
ni aplaque tus cenizas
con ayes lastimeros
la pérdida consorte
ceñida de otros brazos.
6. (México, 15 de noviembre de 1776 – ibidem, 21 de
julio de 1827)
La obra de Lizardi es al mismo tiempo política,
periodística, sociológica, historiográfica y lingüística
este hombre fue el primer novelista de América al
crear 1816 la encantadora e instructiva para el
periquillo sarniento, la quijotita y su prima, noches
tristes y día alegre
7.
Voy caminando frente a las tinieblas
cierro los ojos, veo espectros
¿Qué cosas son los fantasmas?
Nadie sabe, puede ser un viento
viento lejano que juega con las sombras
Sombras se ocultan tras las paredes
retratos de cosas viejas
camino por un pasillo
Termino en una niebla
perdido, sin saber a dónde llegar
con la muerte.
8. (San Juan, Provincias Unidas del Río de la Plata, 15 de
febrero de 1811 – Asunción, Paraguay, 11 de
septiembre de 1888) fue un político, escritor,
docente, periodista, militar y estadista argentino;
gobernador de la Provincia de San Juan entre 1862 y
1864, presidente de la Nación Argentina entre 1868 y
1874, Senador Nacional por su Provincia entre 1874 y
1879 y Ministro del Interior de Argentina en 1879.
9. Sarmiento: escúchame, yo soy el niño:
te hablo mirando el cielo, arrodillado,
porque sé que me diste tu cariño
y que por mí has sufrido y has luchado.
Sé que me dedicaste la existencia,
de inquietud y de amor llené tus días,
y, maestro ejemplar por excelencia,
hiciste tuyas las angustias mías.
No tiembles en el bronce por mi suerte;
seguiré, con un libro entre las manos,
por la senda del bien que me has labrado.
Desde el hondo misterio de la muerte,
desde el mayor de todos los arcanos,
¡mírame! Soy tu sueño realizado.
10. (Buenos Aires, 1817- id., 1871) Narrador y
poeta argentino del romanticismo,
perteneciente a la generación de 1837. Es
uno de los principales escritores románticos
de su país. Su obra más popular es la novela
Amalia (1851-1855), alegato antirrosista.
Escribió también dramas y poemas políticos.
11. Así cual se deslizan en le Prado
Las aguas del arroyo blandamente
Y halagadas del aire dulcemente
Embellecen su curso sosegado:
Así pasen tus días tierna amiga
Y cual mi afecto la for tuna os siga.
12. Nació en Montevideo el 28 de diciembre de 1855, fue
un escritor periodístico, docente y diplomático
uruguayo hijo del español Juan Manuel Zorrilla de San
Martín y de la uruguaya Alejandrina del Pozo y Aragón,
familia muy católica. Su madre falleció cuando el
poeta tenía apenas un año y medio de vida. Fue
criado con cariño y dedicación por su tía Juliana del
Pozo y Aragón, esposa de Martín García de Zúñiga.
13. Levantaré la losa de una tumba;
E internándome en ella,
Encenderé en el fondo el pensamiento
Que alumbrará la soledad inmensa.
Dadme la lira, y vamos: la de hierro,
La más pesada y negra;
Esa, la de apoyarse en las rodillas,
Y sostenerse con la mano trémula,
Mientras azota el viento temeroso
Que silba en las tormentas,
Y, al golpe del granizo restallando,
Sus acordes difunde en las tinieblas;
La de cantar sentado entre las ruinas
Como el ave agorera;
La que arrojada al fondo del abismo,
Del fondo del abismo nos contesta.
Al desgranarse las potentes notas
De sus heridas cuerdas,
Despertarán los ecos que han dormido
Sueño de siglos en la oscura huesa;
Y formarán la estrofa que revele
Lo que la muerte piensa;
Resurrección de voces extinguidas,
Extraño acorde que en mi mente suena.
14. (Cali, República de la Nueva Granada, 1
de abril de 1837 - Ibagué, 17 de abril de
1895). Fue un novelista y poeta
colombiano del género romántico. Jorge
Isaacs vivió durante la consolidación de la
15. Soñé vagar por bosques de palmeras,
cuyos blondos plumajes, al hundir
su disco el sol en las lejanas sierras,
cruzaban resplandores de rubí.
Del terso lago se tiñó de rosa,
la superficie límpida y azul
y a sus orillas garzas y palomas
posábanse en los sauces y bambús.
Muda la tarde ante la noche muda,
las gasas de su manto recogió;
de lindo mar dormida en las espumas
la luna halló la y a sus pies el sol.
Ven conmigo a vagar bajo las selvas
donde las hadas templan mi laud;
ellas me han dicho que conmigo sueñas,
que me harán inmortal si me amas tú.