El documento habla sobre el guano, el excremento de aves que se acumuló en islas peruanas y fue usado como abono. Explotar el guano era importante para Perú porque había grandes cantidades y requería poca inversión. En 1842, Perú arrendó la explotación del guano a compañías extranjeras por cinco años. Más tarde, hubo una crisis guanera debido a la aparición del salitre como fertilizante y al incumplimiento de pagos por una compañía.