Ciudad del futuro aplicando los cuatro mandamientos
Capitulo 2 rogers
1. Geovanna Romero
Seminario de “Arquitectura”
Arquitectura del Medio Ambiente
CAPITULO 2: Ciudades sostenibles
(Libro: Ciudades para un pequeño planeta Richard Rogers)
En este capítulo vamos a analizar a las ciudades desde el punto de vista de su metabolismo y compactación,
como respuesta al acelerado crecimiento poblacional a nivel mundial, haciendo que estas puedan
proyectarse de cara a absorber el crecimiento urbano y hacerse sostenible.
Existen dos tipos de metabolismo de las ciudades, el “metabolismo lineal” que consume y contamina en
grandes proporciones, pues este consume toda la energía posible y el resto la desecha; y las ciudades de
“metabolismo circular” que minorizan las materias primas nuevas y acrecientan al máximo el reciclaje. Los
recursos consumidos por una ciudad pueden medirse en términos de la “huella ecológica” que dejan, por lo
que el urbanista ecólogo Herbert Girardet ha apuntado que la clave de la sostenibilidad está en las ciudades
que aspiran a un cierto metabolismo circular, en las que el consumo se reduce mejorando el rendimiento y
aumentando la reutilización de recursos. Debemos reciclar materiales, reducir el gasto, conservar las
energías agotables y experimentar con las renovables.
También existen dos tipos de diseño de ciudad para enfrentar el crecimiento poblacional, estas son la
ciudad dispersa y la compacta.
La ciudad “dispersa” es la que zonifica a la ciudad por actividades, obligando a desplazarse a cada uno de
estos sitios en coche, y es justamente este el factor que ha minado más que ningún otro la cohesión social.
El coche ha permitido que los ciudadanos vivan alejados del centro de las ciudades y ha facilitado la división
de las actividades cotidianas por compartimientos separando las oficinas de las tiendas y estas de las
viviendas. Cuánto más se extienden las ciudades, menos rentable resulta la expansión de sus sistemas de
transporte público y, por tanto, más dependientes son los ciudadanos del vehículo privado, por ende, más
contaminante es la ciudad.
Si las industrias contaminantes tienden a desaparecer como ya lo hacen ciertos países de primer mundo, y
se reemplaza por la disponibilidad de fabricación ecológica, fuentes de energía más limpias, sistemas de
transporte público y avanzados sistemas de alcantarillado y de deposición de residuos, el modelo de ciudad
densa no sería un problema tan serio. Ello significa que podemos reconsiderar las ventajas sociales de vivir
cerca con una vida comunitaria.A más de estas ventajas sociales la ciudad densa puede tener ventajas
ecológicas.
La idea de Rogers es la ciudad “compacta” es una ciudad densa y socialmente diversa donde las actividades
sociales y económicas se conjugan por lo que decimos que se admite las construcciones de uso mixto, se
reduce el uso del vehículo ya que se acortan las distancias y donde las comunidades puedan integrarse en
su vecindario. Mediante esta planificación integradora se conseguiría aumentar el rendimiento energético,
consumir menos recursos, producir menos polución y evitar expandirse sobre el paisaje rural.Se organizar
nodos compactos unidos mediante sistemas de transporte público con respuesta a las limitaciones locales.
En conclusión para lograr proyectarnos a una ciudad sostenible deberíamos esforzarnos en ciudades
compactas con metabolismo circular, si logramos el correcto complemento entre los dos, conseguiremos
ciudades sostenibles social y ambientalmente, mediante la reducción del gasto energético y priorización del
uso del espacio público.