El documento presenta varios desafíos globales actuales como la vida, la alimentación, la paz y la libertad humana. También describe la permisividad como un desafío que aleja del amor de Dios. El propósito es identificar acciones que fortalezcan la identidad, el amor a Dios y el respeto a la patria para construir una sociedad justa.
QUINTO CONOCEMOS ACCIONES QUE NOS ALEJAN DEL AMOR A DIOS.pdf
1. COMPETENCIA CAPACIDAD DESEMPEÑO EVIDENCIA FICHA DE
EVALUACION
Asume la
experiencia del
encuentro
personal y
comunitario
con Dios en su
proyecto de
vida en
coherencia con
su creencia
religiosa.
Transforma su entorno
desde el encuentro
personal y comunitario
con Dios y desde la fe
que profesa.
Actúa
coherentemente con
la fe según los
principios de su
conciencia moral en
situaciones concretas
de la vida
Promueve una
cultura de
consumo
responsable y
autosustentable
a la luz del
mensaje del
Evangelio y la
tradición de la
Iglesia
Exposición y
propuesta de
alternativas
de solución
frente a los
desafíos del
mundo actual
Lista de cotejo
PROPÓSITO
Identifica acciones que nos ayude a fortalecer nuestra identidad, el amor a
Dios y el respeto a nuestra patria para construir una sociedad justa, fraterna y
solidaria a la luz de la Sagrada Escritura y las enseñanzas la Iglesia,
LISTA DE COTEJO
N° Descriptores de evaluación Logrado Por mejorar
01 Identifica acciones positivas que ayuden a fortalecer el amor a Dios y el
respeto a nuestra Patria
02 Promueve acciones frente a los desafíos del mundo actual
03 En su exposición plantea alternativas de solución frente a los desafíos
del Mundo actual
Experiencia 5 “Promovemos la identidad cultural para
promocionar el turismo.”.
5°
AÑO
LOS SAMPEDARNOS CONOCEMOS LAS
ACCIONES QUE NOS ALEJAN DEL AMOR DE
DIOS Y EL RESPETO A NUESTRA PATRIA
MOTIVACIÓN - VER
LOS GRANDES DESAFÍOS EN EL MUNDO ACTUAL
➢ EL DESAFÍO, AMPLIO Y CRUCIAL, DE LA VIDA. Amenazada ya desde sus inicios, cuando el
hombre es más débil. El primer derecho es el derecho a vida, desde su concepción hasta su conclusión
natural, pues condiciona el ejercicio de cualquier otro
derecho y comporta, en particular, la ilicitud de toda forma de aborto provocado y de eutanasia.
Además, la vida humana, se ve amenazada hoy por las instituciones que deberían protegerla, es el caso
también de
legislaciones que ponen en riesgo la estabilidad de la familia. La Iglesia no se cansa de proclamar y
defender que la familia es la clave para el futuro de la humanidad. La familia, comunidad que nace de
la íntima comunión de vida y de amor conyugal fundada sobre el matrimonio entre un hombre y una
mujer, y que posee una específica y original dimensión social, en cuanto lugar primario de relaciones
interpersonales, primera y vital célula de la sociedad.
➢ EL DESAFÍO DE LA ALIMENTACIÓN. Hoy, millones de seres humanos se ven carentes del pan
necesario, no obstante, la fecundidad de la tierra. El hambre y la desnutrición, agravadas por la pobreza
creciente, cuestionan dramáticamente a toda la comunidad internacional y representan también una
grave amenaza para la paz. La comunidad internacional debe adquirir conciencia del principio del
destino universal de los bienes y poder comprometerse verdaderamente en la justicia y la solidaridad.
Que millones y millones de seres humanos padezcan el flagelo del hambre representa un grave desafío
para la humanidad, un problema que «es, desde luego, de orden económico y técnico, pero más que
todo de orden ético–espiritual y político. Es una cuestión de solidaridad vivida, de desarrollo auténtico
y de progreso material.
➢ EL DESAFÍO DE LA PAZ. Condiciona la consecución de tantos otros bienes esenciales. La paz es
el sueño de todas las generaciones, un sueño que la humanidad podrá alcanzar sólo si todos los Pueblos
de la tierra recorren juntos los caminos de la razón, el diálogo y la colaboración, conscientes de que la
paz es, ante todo, un don de Dios. “La Iglesia... fiel a la misión que ha recibido de su Fundador, no deja
de proclamar por doquier el Evangelio de la paz. Animada por su firme convicción de prestar un servicio
indispensable a cuantos se dedican a promover la paz, recuerda a todos que, para que la paz sea
auténtica y duradera, ha de estar construida sobre la roca de la verdad de Dios y de la verdad del
IGLESIA” hombre. Sólo esta verdad puede sensibilizar los ánimos hacia la justicia, abrirlos al amor y a
la solidaridad, y alentar a todos a trabajar por una humanidad realmente libre y solidaria... sólo sobre
la verdad de Dios y del hombre se construyen los fundamentos de una auténtica paz”.
➢ EL DESAFÍO DE LA LIBERTAD HUMANA. Uno de los derechos fundamentales del hombre, cuyo
núcleo más íntimo es el derecho a la libertad religiosa. Derecho todavía no reconocido de manera
suficiente o adecuada en muchos Estados. Todos los derechos humanos deben promoverse y
respetarse en todas partes porque, así como nos indica el Papa Benedicto XVI, “los derechos
fundamentales del hombre son los mismos en todas las latitudes; y entre ellos un lugar preeminente
tiene que ser reconocido al derecho a la libertad de religión, porque concierne a la relación humana
más importante, la relación con Dios. Quisiera decir a todos los responsables de la vida de las Naciones:
¡si no teméis la verdad, no debéis temer la libertad! La Santa Sede, cuando por doquier pide condiciones
de verdadera libertad para la Iglesia católica, las pide igualmente para todos”.
➢ PERMISIVIDAD: Lo importante es hacer lo que uno quiere en todos los campos, todo me es
permitido basta que yo pueda hacerlo. Todo lo damos por bueno y le restamos importancia, donde lo
importante es hacer todo lo que te apetezca.
Mateo 6,24
Romanos 8,5
Nos iluminamos con la
Palabra de Dios
Escuchamos el siguiente relato: “El hombre sucio y mal vestido”
En un restaurante, una señora pidió una sopa de res. Mientras lo servían, se fue al baño. Cuando
regresó, encontró a un hombre sucio y mal vestido, tomando la sopa. Ella, molesta, se sentó a la mesa,
tomó otra cuchara y comió del mismo plato, al tiempo que lo miraba fijamente.
Al terminar la sopa, el hombre pidió un plato con tallarines. Ambos comieron los tallarines en silencio.
La señora pensó, que quizá no era un mal hombre, que tal vez tenía hambre y, que al comprar los
tallarines, había demostrado ser un caballero.
La señora arrepentida, se fue a comprar el postre. Al regresar a la mesa, el hombre ya no estaba y su
cartera tampoco. Así que desesperado gritó: “¡Ladrón, agarren al ladrón!”. La gente fue de tras del
hombre. Mientras tanto, la señora volteó y vio una mesa con un plato lleno de sopa y su cartera al
costado. Sí, se había equivocado de mesa y le había robado su comida al hombre sucio y mal vestido.
2. Las páginas de nuestra historia están llenas del heroísmo de los hombres y mujeres que
dieron su vida por su Patria. Hoy seguimos viendo en los
periódicos esos actos sublimes de quienes ofrecen su vida
para darnos un mundo mejor, algunos arriesgándola en
labores de rescate y salvamento, como los heroicos bomberos
otros luchando contra el crimen y, otros muchos, muchísimos,
haciendo labores aparentemente humildes, pero importantísimas para aliviar el hambre de
sus hermanos, como los campesinos; para sanar a los enfermos, como las enfermeras y
médicos, o para enseñar al que no sabe, como los maestros.
EL AMOR DE LA PATRIA
ELLOS AMAN A
LA PATRIA
¿Qué es la Patria? Más que un territorio, la Patria son nuestros
seres queridos y las personas con las que vivimos y con las que
compartimos una misma suerte.
El amor a la Patria es un valor cívico que se aprende en familia,
al que se le da crecimiento en la escuela y el que da fruto en la
madurez cuando somos personas útiles a la sociedad.
Es cierto que la simbolizamos en una sacrosanta bandera, en
un himno que nos hace vibrar de emoción, en un escudo
amado y en tantos signos que necesitamos para concretizar
ese amor, pero el amor a la Patria va más allá que el culto
reverente que damos a esos signos.
QUIEN DICE QUE AMA A DIOS, PERO ODIA AL HERMANO, MIENTE
La segunda cosa que el Apóstol dice "sin medias palabras" es ésta: "Si
alguno dice: 'Yo amo a Dios' y odia a su hermano, es un mentiroso".
El Papa señala que Juan no dice que es un "mal educado", o "uno que
se equivoca", dice "mentiroso" y también nosotros debemos
aprender esto:
Yo amo a Dios, rezo, entro en éxtasis... y luego descarto a los demás,
los odio o no los amo, simplemente, o soy indiferente a los demás...
No dice: "te equivocaste", dice "eres un mentiroso". Y esta palabra de
la Biblia es clara, porque ser un mentiroso es la forma de ser del
diablo: es el Gran Mentiroso, nos dice el Nuevo Testamento, es el
padre de la mentira. Esta es la definición de Satanás que nos da la
Biblia. Y si dices que amas a Dios y odias a tu hermano, estás del otro
lado: eres un mentiroso. No hay concesiones en esto.
Muchos pueden encontrar justificaciones para no amar, algunos pueden decir " Yo no odio,
Padre, pero hay muchas personas que me hieren o que no puedo aceptar porque son
maleducadas o groseras". Y el Papa comenta subrayando la concreción del amor indicada
por Juan cuando escribe: "Porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede
amar a Dios a quien no ha visto”. Y afirma: "Si no eres capaz de amar a las personas, desde
las más cercanas hasta las más lejanas, no puedes decirnos que amas a Dios: eres un
mentiroso".
➢ ¿Qué desafíos observas en la comunidad en la que
vives?
➢ ¿Qué métodos emplearías para atraer a los jovenes
que se dejan llevar por estos desafíos sociales?
➢ ¿Cómo piensas enfrentar estos desafíos que
aquejan a tu ser personal
METACOGNICIÓN
1. ¿Logramos el propósito?
……………………………………………………………………………
2. ¿Qué aprendí hoy?
…………………………………………………………………………
3. ¿En qué circunstancias puedo aprovechar el aprendizaje
adquirido?..................................................................
CELEBRAMOS
S
OREMOS:
Papá Dios, me falta todavía mucho para
llegar hasta ti.
Ayúdame y hazme instrumento de tu
amor:
donde haya soberbia, ponga yo
humildad,
donde haya avaricia, ponga yo
generosidad,
donde haya lujuria, ponga yo castidad,
donde haya ira, ponga yo paciencia,
donde haya gula, ponga yo templanza,
donde haya envidia, ponga yo caridad,
donde haya pereza, ponga yo diligencia.
Y gracias, Papá Dios, por darme
siempre tu amor. Amén.