POLÍTICA CRIMINAL - SEGURIDAD CIUDADANA Y TECNOLOGÍA.pptx
Historia de Sarandí Sarandí Grande (1874-1961)
1. SUMARIO
La fundación de Sarandí Grande
Los primeros pobladores
Don Etanislao Pisón
La iglesia
La escuela
Las autoridades judiciales y políticas
2. -
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LA FUNDACIÓN DE SARANDÍ GRANDE
Tiene su origen en el pasaje de la vía férrea, por estas desoladas
cuchillas y en el establecimiento de la estación de ferrocarril,
eligiéndose para ello un lugar equidistante de las dos ciudades
departamentales, Florida y Durazno.
A la citada estación que fue construida de material, en terreno
3. adquirido al Sr. Miguel Salaberry, se le dió el nombre de Sarandí
Grande, que luego habrá de aplicarse a la nueva población.
El 24 de abril de 1874, la misma fue librada al tránsito,
constituyéndose en un centro de atracción económica, pues
algunas familias comenzaron a edificar en lugares próximos a la
misma, Sarandí Grande daba en esa forma sus primeros pasos.
Entre los primeros jefes que asumieron la dirección de este centro
ferroviario, merece recordarse al Sr. Tomás Temple, de positivos
méritos por cierto, pues iniciándose en calidad de obrero
carpintero en los talleres de Peñarol, llegó a escalar altos cargos
en la empresa, en mérito a sus relevantes dotes de caballerosidad
e inteligencia.
EI 2° paso dado por la compañía del ferrocarril, que tanto bien
prodigara a nuestra campaña, constituyó la adquisición al Banco
Comercial, en 1876, de 129 Há. a uno y otro lado de la vía férrea.
Esta operación consta en una escritura pública donde se expresa:
"La Sociedad del ferrocarril que representa Don Dávila Viera,
adquirió del Banco Comercial, 'entre otros bienes, un terreno
situado en el departamento de Florida, dividido en dos fracciones
por atravesarlo en la parte más próxima a la estación,
la vía férrea a Durazno y compuesta su extensión de 129 Ha. y 70
á.; cuyo terreno fue dividido en fracciones, fundándose un pueblo
bajo la denominación de Sarandí Grande".
Surge del contenido de estas líneas, con toda claridad que dicho
terreno dividido en solares, fue el punto de partida para la
formación de esta atrayente población. Frente al trayecto de la vía
4. estaba el camino Nacional entre Florida y Durazno por donde
pasaban numerosos vehículos que eran empleados
corrientemente para el traslado de personas y mercaderías; en su
mayoría carretas. En tiempos de lluvias se producían grandes
barriales que hacían muy difícil la marcha aun con estos
rudimentarios medios de transporte, pues la formación de
profundas huellas y pozos planteaban enormes dificultades al
viajero que obligado salía del trance con el empleo de
cuarteadores.
Vale la pena trasladarse con la imaginación, de nuestra civilización
actual en que cientos de carreteras serpentean por todo el
territorio de la República, recorridas por miles de vehículos
automotores, a la romántica época en que sus habitantes
contaban con una ventaja de importancia
pues las carretas, aunque lentas, no atentaban contra la vida de
nadie, ni tampoco se les ocurría descomponerse como lo hace
frecuentemente el auto, dejando al viajero abandonado en medio
del camino.
En el terreno frente a la estación se reunían estos rústicos
vehículos luego de proceder a descargar los productos pecuarios
con destino a la capital. De ahí el nombre aplicado al terreno con
que se le distinguía de "Plaza de las Carretas”.
Siguiendo la dirección de la vía, existían unos pequeños tanques
de agua llamados norias, que se hacían marchar mediante ia
tracción de un caballo que marchaba a su alrededor
El lugar si bien era alto y saludable, presentaba el serio
5. inconveniente de no contar en sus proximidades con una amplia
corriente de agua, tan importante bajo distintos puntos de vista
para una población.
A muchos años de su fundación, sufrimos sus habitantes las
consecuencias de esta lamentable ausencia. Las dificultades de
proceder al saneamiento de la ciudad derivan de este hecho
y en verano, mucho se hace sentir la falta de un río cercano con
sus montes naturales en sus riberas, lugar que podía ser de
reposo y de esparcimiento. Las capitales vecinas tienen la dicha
de contar con tan preciado elemento pues es una verdad
incontrovertible que el agua es un elemento vital para una ciudad
Una cañada corría en la dirección de la calle Ildemaro Ribas, que
planteaba grandes dificultades para la edificación en los terrenos
circundantes. No se imaginaban los primeros
pobladores, que esas tierras anegadas en agua, ofrecerían a los
sólida base de cimentación en el futuro, pues la serie de edificios
construidos en esa zona, se han mantenido intactos a través del
tiempo, haciendo un fuerte contraste con las rajaduras que
adornan a gran cantidad de edificios construidos recientemente en
otros lugares.
LOS PRIMEROS POBLADORES
Sin ningún género de dudas, fue don Juan José Scarón, el primer
habitante del solar.
Nació en la ciudad de Génova, y desde muy niño, a la edad de
6. siete años se radicó en nuestro país dedicándose de lleno a ias
tareas rurales. Se hizo propietario de una extensa área de campo
sobre el arroyo Tala, próximo a Sarandí. Contrajo enlace con la
hija de un estanciero vecino, el Sr. Andrés Martínez y de Dionisia
Díaz, llamada Dorotea, vinculándose con una distinguida familia,
cuyos descendientes se han identificado tanto. Con la evolución
progresista de Sarandí y de su zona rural.
Del matrimonio nacieron trece hijos que reforzarán el primitivo
núcleo poblado.
Cabe al Sr. Juan José Scarón el mérito de haber construído 1a
primera casa de material frente a la Plaza Gallinal y contando con
el generoso gesto de la Compañía del ferrocarril que transportó en
forma gratuita todos los materiales necesarios para la construcción
de su vivienda.
Y recae sobre esta persona progresista la feliz iniciativa de llevar
adelante, en sus campos próximos a Sarandí, la primera
plantación de trigo, trabajo que demandaba grandes sacrificios,
pues los campos de la época no conocían alambrados y había que
tener la precaución de contar con un vigilante, que evitara la
entrada de los animales en los sembrados.
Es cierto que tenía un socio, Matias López, muy trabajador, que
llenaba a satisfacción esa faena, si bien el señor Scarón debía
soportar los rezongos y protestas de su hábil camarada.
Dicha construcción de material, prestó asimismo importantes
servicios a la nueva población, pues fue asiento de la primera
casa de comercio y luego en la misma, se fijó un pequeño
7. destacamento policial que se convirtió en la primera autoridad
de Sarandí Grande.
DON ETANISLAO PISÓN
Aparece en los primeros años un hombre progresista pleno de
iniciativas fecundas, a quien se le puede atribuir el mérito de dar el
paso decisivo para quedar constituída la población. Etanislao
Pisón, español, nació en Pedrozo provincia de Logroño en Castilla
la Vieja.Llegó de la Madre Patria a la edad de diecisiete años,
dispuesto a labrarse un porvenir, dedicándose a los trabajos
rurales y logrando a breve plazo bienes de fortuna. El centro de
sus actividades fue primero Durazno y luego Sarandí Grande,
donde se radica definitivamente.
En la extensión de campo que ocupará en Sarandí Grande,
vislumbró el señor Pisón la posibilidad de levantar a breve plazo
una población y con entusiasmo y optimismo se entregó de lleno a
esta magnífica obra. Facilitará su misión el bajo precio de los
terrenos que se adquirian a dos y cuatro vintenes el metro,
monedas corrientes de aquellos tiempos; en cambio se
desconocían las monedas de cinco, diez y veinte centésimos.
El patriarca del lugar, no iba a perder la brillante oportunidad que
se le presentaba y en poco tiempo se convertirá en el feliz
propietario de aquellas tierras a uno y otro lado de la vía.
8. Generoso y liberal, estará en condiciones de realizar una obra
fecunda y progresista. Contrae enlace con la hija del hacendado y
poblador de Sarandí al que nos hemos referido Don Juan José
Scarón, llamada Petrona y el pequeño núcleo de personas
influyentes, se vincula entre sí constituyendo a la manera de una
gran familia que se arraiga en la zona rural y en el mismo pueblo.
Su primera vivienda de material la hace construir sobre la calle
Treinta y Tres, entre Estación y Logroño y con energía comenzará
su obra básica: la adquisición de terrenos que finalmente
comprenderá casi todas las tierras que constituirán el asiento de la
nueva población.
Comienza sus compras en 1875, al año siguiente de fundada
la estación, pues aparece una escritura datando del 13 de marzo
de 1875, en que compra a Doña Juana Correa, viuda de Gregorio
González, un campo de 23 Há. lindando al N. con Don Pedro
Silvestre, al E. con la vía férrea y al W. con los campos de la
citada propiedad, por la módica cantidad de $ 453.00, estando la
escritura a cargo del Escano Silva. Y el 23 de mayo
de 1883 adquiere a la Empresa del Ferrocarril un solar de forma
triangular sobre 1a hoy Avenida Artigas de 208 mts. de frente, es
decir más de dos cuadras, con un área de 3476 mts. cuadrados,
lindando por el N. con terrenos propiedad del Sr. Pisón, por la
mínima cantidad de 80.00. ¡Qué fantástica evolución!
Lo que ahora costaría 30.000.00 le costó a este hábil comerciante
sólo $80.00, una mínima suma de dinero.
Se explica pues que este hombre de extraordinaria iniciativa y muy
9. inteligente se aprovechara frente a estos bajos precios y fuera
progresivamente extendiendo sus propiedades. Pero no podía
estar indiferente frente a los terrenos que estaban en el costado
sur de la vía y así observamos que el 9
de mayo de 1901 compra a Paulino Brellier vecino de Montevideo
68 Há. y 2200 mts. cuadrados, descompuestos en dos fracciones,
siendo la primera de 55 Hå., lindando al N. con la vía férrea y un
camino abierto por la Empresa del ferrocarril, al S.
con una cañada, por el E. con la misma cañada y con el camino
formación del núcleo poblado. Recordaremos los principales:
Siguiendo la que es hoy Avenida Artigas y en el lugar en
que se levanta actualmente el edificio del Banco de la República,
existió una casa de comercio que en muy poco tiempo habría de
convertirse en la más importante del lugar, que giraba bajo la firma
de Vidal y Quirino Pesquera; se instalaron en
una modesta casa de material, mandada construir por un fuerte
hacendado de la zona, Don Pancho Errazquin, espíritu progresista
que, con sus iniciativas fecundas se ganó el reconocimiento de
toda la población.
Este edificio tenía la particularidad de contar con una hermosa
vereda construída con piedras de afilar traídas expresamente de
Paso de los Toros.
Vidal Pesquera, español, llegó al país en 1880, para trasladarse a
Sarandí en 1882 como empleado del Sr. Etanislao Pison.
En el año 1883 invitó a su hermano Quirin, quien en esa época
trabajaba en Santa Lucía, a formar una sociedad comercial,
10. abriendo el primer negocio y contando con un capital inicial de $
300.00.
En el año 1887 Vidal Pesquera se casa con doña Isabel Mo- rales
y decide trasladarse a Paso de los Toros, lo que hace al año
siguiente, quedando Quirino en Sarandí. Para entonces había ya
nacido en esta población su primer hijo, Numa, que habría de ser
años más tarde un fuerte comerciante mayorista de Montevideo.
Don Quirino Pesquera se afianzó definitivamente en el solar,
contrayendo matrimonio con una hija de Don Ramón Te- ieiro,
intensificando los lazos de solidaridad entre las pocas familias que
constituían el núcleo inicial de este interesante grupo social. Así
ocurrió con familiares de Juan José Scarón,
Etanislao Pisón, Andrés Martinez y ahora se repite con el
matrimonio de Quirino Pesquera.Prosiguiendo por la Avenida
hacia el norte, se edificó la casa de otro estanciero vecino, el Sr.
Eusebio Sastre, edificio primitivamente de bajo y que más tarde se
convertirá en casa de dos pisos.
Vecino al mismo habría de adquirir años más tarde un terreno, en
la modesta cantidad de tres vintenes el metro cuadrado, el Sr.
Pascual Laporta, jefe de una gran familia de arraigo, cuyos
descendientes se vincularian con la evolución progresista de
Sarandí; vecino a Eusebio Sastre existía una casilla de madera
cuyo propietario, el Sr. Luis Polla se destacó en su doble misión
de peluquero y odontólogo, de actuación eficiente pues la
población había crecido y a falta de profesionales, requería
voluntarios armados de valor y de paciencia, que se animaran a
11. tirar de un molar que provocaba intensos dolores pues se ignoraba
la anestesia hasta que saliera afuera, aunque a veces hubiera
necesidad de que el mismo fuera acompañado de un trozo de
maxilar.
Como este señor se había encariñado con las profesiones
lucrativas, se dedicó a oficiar de curandero y de acuerdo con las
costumbres de la época, como existía un medio terapéutico muy
en boga, lo aplicaba sin ningún discernimiento en todos los casos,
consistiendo el mismo, en la extracción de sangre mediante la
acción de sanguijuelas, que el Sr. Polla sabía manejar muy bien.
Prosiguiendo la recorrida por la Avenida Artigas, en la esquina de
ldemaro Ribas se estableció con herrería y carpintería del Sr. Juan
Ferré, que formó parte del pequeño grupo de los pobladores,
cuyos descendientes figuran entre los elementos de nuestra
sociedad, En uno de los títulos del Sr. Etanislao Pisón, figura
adquiriendo un terreno sobre la Avenida en 1884, vecino a un
solar propiedad de Don Juan Ferré, lo que atestigua su
antigüedad. Era de nacionalidad italiana y casado con Carolina
Bonfiglio; se había asociado con un gitano de nombre Martín
Etcheverría.
La esquina con la calle Fontes Arrillaga, fue asiento de la primera
farmacia a cargo de los hermanos Antonio y Francisco Pérez,
idóneo, que se habían instalado primitivamente en la Avenida 20
de Setiembre, frente a la Plaza de Deportes. También sobre la
Avenida Artigas se estableció con el ramo de panadería el Sr.
Fernando Caldevilla, en el mismo lugar que actualmente tiene la
12. panadería Giordano. Era español y contrajo enlace con Juana
Reyes de nacionalidad argentina, teniendo tres hijos: Rogelio,
Zulma y Fernando. En la actualidad un descendiente es ingeniero
ocupando un elevado cargo en el Ministerio de Obras Públicas.
Don Fernando Caldevilla hizo construir una pequeña casa de
material en el fondo del terreno de su propiedad y un horno de
donde saldría la famosa galleta que aún hoy día es reclamada en
distintos puntos del país. Eran tiempos de oro, donde el pueblo tan
pequeño no requería de jardineras para el reparto del pan se
estilaba, en cambio, que un peón llevara en bolsas este vital
alimento y lo vendiera a sus respectivos clientes, realizando esta
tarea a pie, agregándose a la venta realizada en el mostrador
Otro de los vecinos más prestigiosos fue Don Ramón Tejeiro,
quien se había instalado primitivamente en la esquina de Treinta y
Tres y Logroño, con una fonda donde concurrían los clientes de
campaña.
De aquellos años se conservan algunas anécdotas relaciona-
das con la atención de este buen comerciante. En cierta ocasión
llegó a la fonda un estanciero que pensó halagar la coquetería de
la señora del patrón con unos piropos, que en cierto modo
molestaron a la dama, enemiga de las bromas, y la impulsaron a
contar a su marido las importunas ocurrencias del cliente:
Don Ramón Tejeiro que tenía fama de hombre sereno, no pasó
por alto esas ocurrencias y resolvió cobrarse, agregándole en la
cuenta una cantidad respetable que extrañó sobremanera al
señor, pero la cuenta aclaraba todas las dudas pues especificaba:
13. tanto por la pensión y otra cantidad agregada por los piropos
dichos a su señora. Y el señor se dió por bien librado abonando
íntegra la cuenta y prometiéndose para el futuro no incurrir en tal
errónea conducta.
Otro vecino que vivía frente a esta fonda era Rafael Salaberría,
quien instaló un pequeño comercio y contó con una cancha de
pelota; su ascendencia vasca tenía que hacerse sentir, de
ahí que resolviera la construcción de esa cancha, donde se
reunían muchos parroquianos pues era un juego muy difundido en
el interior.
Del otro lado de la vía y rodeando la estación, que llega a ser el
centro de toda la nueva edificación, se pueden anotar varios
comercios que reflejaban la importancia que iban adquiriendo en
este nuevo centro poblado.
En la casa que era de Freire y Molina, un pequeño edificio de
material, daba cabida a un modesto comercio de Antonio M.
Fernández, figura prestigiosa dentro del Partido Nacional,
destacándose por su valor y gallardía en las luchas civiles,
alcanzando el grado de coronel en la guerra de 1904 y que luego
de aprobada la constitución de 1917, fue elegido concejal por el
Departamento de Florida.
Vecino a ese comercio existía un almacén de un español muy
festejado por sus ocurrencias y que se llamaba Don Ramón
Escandón. Seguían luego dos casitas, ocupada la primera de ellas
por la Sra. Catalina Sorayberri de Garat, quien se inició en éste
ramo de fonda restaurant, siendo esta dama el punto de partida de
14. distinguidas familias de nuestra sociedad.
La segunda casita era ocupada por uno de los comerciantes más
fuertes en los comienzos de la vida pueblerina: Don Rosendo
Durán. Era una persona de edad, soltero, que se hacía querer por
su espíritu franco y liberal.
Continuando la recorrida por la Avenida 20 de Setiembre frente a
la plaza de Deportes, mencionaremos a Juan el Bueno, que había
levantado una casilla donde daba de comer. Esa actividad había
sido precedida por la de vendedor ambulante, pues se había
dedicado al negocio lucrativo de ir personalmente a vender a los
obreros que trabajaban en la vía, casi todos italianos, pan, vino y
chorizos, valiéndose de un sencillo carro que tenía un toldo hecho
con piel de caballo.
Donde está el actual molino de Caorsi, se instaló el Sr. Luis Duarte
con una herrería y carpintería, en una modesta casa de madera.
En los terrenos propiedad de Juan el Bueno, funcionaba una
rudimentaria oficina de correos a cargo del Sr. Loray la
correspondencia se retiraba de la propia oficina.
LA IGLESIA
El espíritu religioso que prima en nuestra sociedad hace que en
toda nueva población figure desde un primer momento el terreno
destinado a la construcción de un templo.Sobre la calle 20 de
Septiembre, frente a la actual Plaza Gallinal, figuran dos solares,
uno para el edificio de la Iglesia y el otro para la Escuela. Es
15. recién en 1884 que se levanta la primera capilla llamada "Nuestra
Señora del Pilar y el encargado de los oficios religiosos era el
Padre Lorenzo Bonitacio.
Como la población creciera rápidamente, hubo necesidad de
agregar otro sacerdote que fue Rdo. P. Luis Stigliano, el 10 de
agosto de 1892.
Gracias al espíritu generoso del estanciero Francisco Errasquin,
se construyó el edificio de la iglesia, sin sus torres y sin el frente,
que se levantaron años más tarde por iniciativa del Dr. Alejandro
Gallinal.
Obra notable para la época, de un afamado constructor de Florida,
Don Angel Corti, quien toma a su cargo las construcciones de
mayor valor arquitectónico, como ser la casa de material de Juan
José Scarón y la de Etanislao Pisón.
El 31 de diciembre de 1892 se ve alegrada la población con un
hecho que dejará hondos recuerdos en todos los católicos en este
fin de año. Es la consagración de la nueva Parroquia, que dice
mejor que cualquier otro argumento de los importantes progresos
de Sarandí Grande.Es nombrado primer Cura Párroco el Rdo.
Rufino Aranguren, quien actúa hasta 1894 en que es sustituído
por el Rdo. P. Celestino Cúneo y luego lo siguen: Rdos. P.
Salvador Capobianco, P. Francisco F. de Coreaga, P. Juan C.
Pérez, etc. Figuran entre los bautismos de la época en 1884:
Maria Pascuala Terni, hija de un constructor italiano radicado en
Sarandí que vendría a ser el primero de la población, pues Angel
Corti estaba radicado en Florida. Pedro María Sastre, bautizado el
16. 25 de abril de 1884, hijo de Jorge Sastre y de Nieves Gonzalez;
progresista hacendado de Sarandí que radicado en esta ciudad,
falleciera en 1955.
Entre los casamientos en el mismo año, aparece el de un
acaudalado estanciero: Gabriel Hernández con Malvina Cabrera
Céspedes, perteneciente a una conocida familia de la zona.
LA ESCUELA
El pequeño rancho escolar vecino de la Iglesia, construído en el
interior del predio, al que se entraba por un portón, entre los que
figuraban dos hijos de Miguel Duarte, se convierte el 21 de abril de
1884 en la primera Escuela Pública y llevará el número 7.
En el pasado la inauguración de un centro de enseñanza primaria
era un acontecimiento nacional, de ahí la presencia de las
autoridades nacionales y departamentales. La redacción del acta
inicial refleja la importancia del hecho, por lo que haremos su
reproducción textual:"En Sarandí Grande el 21 de abril de 1884,
hallándose presentes en el local destinado a la Escuela de 1er.
Grado N 7, el Señor Jefe Político del Departamento Coronel Luis
Eduardo Pé- rez, el Sub-Delegado de Policía Tte. Cnel. Don
Celedonio Islas, el Inspector Departamental de Instrucción
Primaria Don Julián O. Miranda, la señorita Agustina Heredia,
Maestra nombrada para esta Escuela y las demás personas que
firman la presente acta, se procedió a la inauguración de la
17. Escuela, siendo padrino del acto el Señor Jefe Político, Cnel.
Pérez, quien declaró inaugurada la Escuela, dándole el nombre de
Joaquin Suárez, en honor del ilustre ciudadano de este nombre".
El 28 de abril se inician las clases con la asistencia de quince
niños que sumados a los cuatro alumnos que faltaron forma un
total de diecinueve inscriptos, número apreciable para la iniciación
de las tareas escolares, en un núcleo poblado de reciente
formación.
La redacción del libro diario ha despertado nuestra curiosidad
pues expresa lo siguiente :
Mayo 3 — Asisten 17 niños y faltan 9. No entró al colegio ningún
niño". Parecería surgir de la precedente anotación una aparente
contradicción, pero la maestra y profesora señorita Be- tty
Acevedo ha tenido la gentileza de explicarla. Se anotan en el libro
diario: a) Los alumnos que asisten a clase, b) Los que faltan y c)
Los que se inscriben en el Registro Escolar para seguir los cursos
de enseñanza primaria, es decir los nuevos y a estos últimos se
refiere la maestra cuando menciona los niños que concurrían a la
Escuela.La cantidad de alumnos aumenta en forma asombrosa en
los cursos de los meses siguientes de acuerdo con los datos que
van a continuación: 29 de abril — asisten 14 niños, faltan 3;
31 de mayo — concurren 59, faltan 13. De diecisiete en el curso
de un mes pasó a setenta y dos. La Escuela comenzaba su obra
cultural bajo los mejores auspicios.
El Sr. Inspector Julián O. Miranda, tiene ocasión a fines de año, de
comprobar el trabajo realizado por la señorita Maestra,
18. expresando que todo está muy bien y que no tiene nada que
observar. Este juicio se repite en los años siguientes, siempre
laudatorio para la maestra. Copiaremos a modo de ejemplo el
formulado el 22 de julio de 1887 por el Sr. Joaquín Tejera, que
dice así: "En el día de hoy he visitado esta Escuela en la cual me
he detenido una hora interrogando la 4ta. y 5ta. clase, Con
satisfacción he visto que la Srta. Directora ha sabido imprimir en
los educandos, no sólo conocimientos que me han sorprendido,
sino también un orden y disciplina admirable".
Felicitaciones reiteradas en los exámenes de fin de año por el
Inspector a la Maestra Directora y su ayudante señorita Catalina
Bonifacio. En el curso de un año, se requirió el nombramiento de
una ayudante, lo que refleja claramente la intensificación de la
obra escolar realizada, en tan breve tiempo, La segunda Maestra
Directora fue la Srta. Clotilcle M. de Baldriz, nombrada el 16 de
junio de 1888, pero sintiéndose enferma la Escuela funciona
irregularmente,, descendiendo el número de alumnos; debió pues
ser sustituida,En febrero de 1889 asume la dirección la Sra.
América La
Rosa, muy buena maestra, aunque parecía ser muy severa y de
muy mal genio, de acuerdo a la siguiente nota estampada en el
libro diario: "Jaime Pedregosa alumno de esta Escuela, ha faltado
groseramente el respeto a la Maestra, esto ha sucedido varias
veces; 4° ha tenido la audacia de escribir palabras de igual
naturaleza en la pared". La Maestra debía tener carácter y energía
para domar a algunos niños sin ninguna educación y sin
19. conciencia de lo que significaba para ellos la acción cultural
realizada por sus maestras.
La Escuela sigue progresando pues en octubre de 1891 pasan de
cien los niños que concurren diariamente, provocando esta
afluencia muy serios problemas, pues a juicio del Señor inspector,
faltan mesas, bancos y el propio local se va haciendo insuficiente.
En los exámenes de 1893 se destacan niños que luego serán
destacados elementos de la sociedad de Sarandí Grande.
Mencionaremos algunos nombres: 1er. año Diómedes Martínez,
4° año Isabel Martínez, 5° año Regino Martínez y Juana Laporta,
y en 6° ° año aparece con un premio la que habría de ser tiempo
después una extraordinaria Directora de la misma Escuela, la
señora Edina Ferreyra de Molina.
Prosigue la Escuela su luminosa ruta sin alterarse el panorama
general de su acción. En 16 de agosto de 1898, asume la
dirección escolar la Srta. María Arenas, con una actuación muy
meritoria, ratificada en los exámenes y reafirmadas a fin de año,
donde obtiene la nota de sobresaliente por unanimidad.
Es dable anotar la importancia que se asigna a la Escuela en la
vida social. Sorprende en verdad las reiteradas visitas que realizan
en el curso del año los miembros de la Comisión de Fomento,
presididos muchas veces por el Sub Delegado de Policía Tte.
Cnel. Celedonio Islas, hasta que lo sustituye en 1887, el mismo
Sub Delegado Cnel. Manuel Islas.
La Comisión de Fomento realiza una misión más amplia que en la
actualidad porque no sólo atiende su obra financiera de allegar
20. recursos materiales a la Escuela, sino también la fiscalización
sobre la actuación de los alumnos y aún de los propios
maestros.En los exámenes anuales, que lamentablemente se han
suprimido, los padres tienen ocasión de palpar el adelanto de hijos
y a esas fiestas no faltan nunca las autoridades del lugar.
El día de los exámenes es fiesta popular.
En síntesis: se identifican autoridades de enseñanza,
departamentales y escolares, padres y alumnos con una sagrada
finalidad, que es la enseñanza del niño, la esperanza del mañana.
Véase un ejemplo comprobatorio en el acta siguiente de Mayo 5
de 1890: "Con esta fecha, los abajo firmados, hemos tenido el
placer de visitar esta escuela, que tan dignamente preside la Srta,
América La Rosa, quedando sumamente complacidos del grado
de adelanto de los alumnos debido a la sabia dirección de la
erudita Directora, agradecidos sobremanera de su fineza y
caballerosidad de los jóvenes alumnos Saludan atentamente a la
ilustre mártir de la educación Manuel Islas, Ar- turo Martinez,
Isabelino Feria".
Extraordinario juicio, pero también hermosa redacción, que refleja
la amplia cultura del Cnel. Islas, su educación y su elegante estilo.
LOS PROFESIONALES
21. No incluiremos a los aficionados Luis Polla y Vicente Brisa, ambos
peluqueros con pretensiones de médicos y dentistas. Este último
tocaba bien la guitarra, que era el instrumento preferido de
acuerdo con el espíritu gauchesco que todavía no se había
perdido. Seguramente que desdeñaban la música clásica y que
quedaban encantados con unas vidalitas que el peluquero Brisa
interpretaba con emoción.
En los primeros tiempos no había médicos y hacía periódicas
visitas el médico de Policía de Florida, en caso de heridas, o
muertes por violencia, cuando había necesidad de practicar el
reconocimiento del herido y su cura o la autopsia del muerto.
Entonces se hacía presente en la población el Dr. Miguel Lázaro,
vistiendo de levita y cubriéndose la cabeza con una galera de
felpa. Los tiempos cambian y mientras que actualmente el médico
es un obrero más en la vida social, antes era todo un personaje.
El primer médico que se instaló en el Solar fue el Dr. Millán
Martinez, más o menos por el año 1882, casado con Rulina de
San Martín. Luego de residir dos o tres años, se establece en
Durazno
Le sigue el Dr. Molina, recibido en España pero sin revalidar en la
Facultad de Medicina de Montevideo, actuando varios años.
Luego aparece el nombre del Dr. Julián Blanco, radicado en
Durazno, pero vinculado a esta zona por intereses económicos
pues era socio de Etanislao Pisón. Es de imaginarse que debió
asistir a muchos enfermos, ya que el Dr. Molina era español y su
título no estaba revalidado en Montevideo.
22. En la nómina de los primeros profesionales se agrega a la lista de
los nombrados, otro español, el Dr. Miralles, que debía ser buen
médico porque aún perdura el recuerdo de una famosa cura: Don
Etanislao Pisón tenía una hija llamada Dorotea, que enfermó de
difteria y como no existía el suero antidiftérico, ese medicamento
maravilloso, la gente, sin remedios eficaces, se aterrorizaba.
El Dr. Miralles prometió a su cliente que curaría a su hija,
cumpliendo con su compromiso y ganando el afecto de aquella
familia, una de las más importantes de la sociedad.
La primera farmacia que se instaló fue la de los hermanos
Francisco y Cesáreo Pérez, después de 1880, ubicada en los
comienzos frente a la Plaza de Deportes y años después se
trasladó a la Avenida Artigas y Estación, donde actualmente está
el estudio del Esc. Raúl Asuaga.
Resumiendo: en esta primera época no hay. en el centro poblado,
ningún profesional egresado de la Facultad de Montevideo; son
extranjeros o idóneos.
LAS AUTORIDADES JUDICIALES Y POLÍTICAS
En plena dictadura de Andrés Latorre, el 7 de julio de 1879,
se dividía el departamento de Florida en doce Juzgados de Paz,
perteneciendo el asiento de Sarandí Grande a la 10a. Sección,
que tenía los siguientes límites: el arroyo Sarandí desde sus
nacientes en la cuchilla Palermo, hasta encontrar la línea recta de
las puntas de Molles de Maciel, este arroyo desde su nacimiento
23. hasta su barra en el Maciel, este hasta su nacimiento en la cuchilla
Pintado y por esta a la cuchilla de Maciel y por esta cuchilla a las
puntas de Sarandí.
A fines de 1879 el Tribunal de Justicia nombra Juez de Paz de la
1Oa. sección a Don Gerónimo Iriondo, persona muy honesta,
hombre de bien, quien renuncia por no sentirse capacitado para el
cargo.