El estudio encontró que ciertos factores de riesgo genético para el Alzheimer pueden detectarse en adultos jóvenes, incluso décadas antes de que aparezcan los síntomas. El estudio analizó los factores de riesgo genético en más de 2,500 personas de entre 18 y 75 años. Los investigadores descubrieron que algunas variantes genéticas de alto riesgo para la demencia pueden identificarse mediante un análisis de riesgo poligénico.
2. El riesgo genético del alzhéimer puede ser
detectado en adultos jóvenes.
Determinados factores de riesgo genético en el desarrollo del alzhéimer se pueden trazar mucho antes de
que aparezcan los síntomas, según un nuevo estudio en el que han participado unas 2.500 personas, con
edades entre los 18 y los 75 años. La investigación ha sido financiada por el Instituto Nacional de Salud de EE
UU.
Un equipo científico del Massachusetts General Hospital (Charlestown, EE UU) ha descubierto que ciertos
factores genéticos de la enfermedad neurodegenerativa del alzhéimer pueden ser detectados en adultos
jóvenes. Los resultados del trabajo han sido publicados en la revista American Academy of Neurology.
La fase en la que todavía no han aparecido los síntomas de la enfermedad puede durar más de una década
“La fase en la que todavía no han aparecido los síntomas puede durar más de una década", explica Elizabeth
C.Mormino, investigadora de este centro y una de las autoras. "Los nuevos ensayos clínicos tratan de frenar
cuanto antes los daños en la memoria y en el pensamiento ocasionados por la enfermedad. Por ello, resulta
fundamental comprender la influencia de los factores de riesgo”, añade.
Para el estudio, los investigadores calcularon una puntuación de riesgo poligénico en función de si una
persona tenía determinadas variantes genéticas de alto riesgo, en 166 personas con demencia y 1.026 sanos.
3. Fármacos para cada sexo
Las mujeres suelen ser excluidas de los ensayos clínicos bajo la premisa de que un
analgésico o un antidepresivo serán igualmente eficaces en sujetos de ambos sexos.
Sin embargo cada vez más investigadores señalan que existen diferencias
cromosómicas y hormonales que pueden hacer variar el efecto de los fármacos.
En la investigación clínica, que investiga los efectos de los fármacos en las personas,
a menudo se excluyen de los ensayos a las mujeres bajo el supuesto de que los
medicamentos se comportarán de la misma forma en ambos sexos. Pero desde
hace años hay críticas a este enfoque desde el mundo científico. Ahora, un artículo
publicado en Cell Metabolism alimenta el debate y argumenta que existen variables,
como las hormonas, que pueden modificar el potencial terapéutico de los fármacos.