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Madonna, ¡una diosa!
Edicion
del 08 de
julio de
2001
Icono cultural, mito pop, mujer libre
Madonna, ¡una diosa!
Madonna Louise Ciccone comenzó a alertar
al mundo de su presencia en 1982.
Cantante, productora, actriz, dueña de su
propio sello discográfico, su fama
trascendió a todos los ámbitos. Publicó
impactantes libros, filmó polémicos videos
y dijo las cosas que los moralistas no
querían oír. Ostenta orgullosa la
maternidad, y no temió pecar de tradicional
casándose por iglesia con el cineasta inglés
Guy Ritchie. En el 2000 editó "Music", un
CD de música electrónica diferente a todos
los demás y aclamado por la crítica.
Inquieta e incansable, actualmente está en plena gira por Europa y
Estados Unidos, demostrando que en el tercer milenio su aura
sigue brillando.
Por Leticia Brando
Nació el 16 de agosto de 1958 en el seno de una familia de clase media de Michigan.
Huérfana de madre a temprana edad, padre de origen italiano y ferviente católico. ¿Qué
fue lo que hizo que Madonna Louise Ciccone sea hoy uno de los iconos referenciales de la
cultura posmoderna? ¿Fue su constante defensa de las minorías como gays, negros,
latinos? ¿O sus controvertidas conductas sexuales? ¿Fueron sus contradicciones? Diversidad
de símbolos convergieron en su persona: chica material, persona no grata para el Vaticano,
diosa del sexo...
Es difícil establecer un comienzo del mito. Quizá habría que remontarse a su adolescencia,
cuando ya mostraba elocuentes condiciones de liderazgo. Madonna fue porrista en
secundaria, aunque no era precisamente el sueño de un jugador de fútbol americano.
"Nadie quería salir conmigo... sólo los bichos raros. Claro, yo no me afeitaba las axilas, no
usaba maquillaje y tenía una actitud provocadora. Mi hermana Paula y yo hicimos un pacto:
no hacer nada convencional. Y eso no caía muy bien", comentó en el 2000 a la revista
"Rolling Stone".
Llegó la época del yoga, la
maternidad y el disco "Ray of
light" (Rayo de Luz).

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DIAS DE LUCHA EN NUEVA YORK
Cuando aterrizó en Nueva York en 1977, su aspiración era ser bailarina. Mientras pagaba
sus estudios de danza, posaba desnuda para pintores. Unos años más tarde, cuando recién
saltaba a la fama, unas fotos de sus desnudos artísticos fueron publicadas en "Playboy", sin
su autorización.
Luego de un tiempo de ser bailarina secundaria de la compañía de Alvin Ailey, Madonna
comenzó a cantar, y su habilidad para los negocios hizo que repartiera su demo entre los
Dj. Su primer single --"Everybody"-- se transformó en un suceso a finales de 1982.
VIRGEN Y PECADORA
A partir del disco "Like a virgin" (Como una virgen), editado en noviembre de 1984,
comenzó a ser una imagen potente para los medios, sobre todo para la recién estrenada
MTV, cadena de videoclips que revolucionó la televisión. Vestida de novia, contoneándose
de placer en una cama, cantaba: "Como una virgen, tocada por primera vez... Sintiendo el
latido de tu corazón cerca mío".
Los medios la buscaban y ella reaccionaba naturalmente a los brillos de sus reflectores.
Podría decirse que el fenómeno Madonna comenzó cuando logró transformar la solemnidad
de los símbolos del catolicismo en objetos poderosos y sensuales. La reacción fue
inmediata: en los ochenta todas las adolescentes del mundo ostentaban aros y colgantes
en forma de crucifijos, y lucían guantes de encaje imitando a la diva. Claro que Madonna
ha sido y es camaleónica, por lo que imitarla se convirtió en toda una empresa.
Si como virgen no era apreciada por la crítica, en su disco de 1986 "True Blue" asume la
composición de varios temas y se estrena como productora, tarea que continuará en los
siguientes. Por esa época aparecía una Madonna con el cabello corto y rubio platinado, y
transformó su cuerpo delgado haciendo emerger unos biceps descomunales.
En 1989 dejó perplejo al Papa Juan Pablo II cuando incluyó en su video "Like a prayer"
(Como una plegaria) un Cristo negro, que desciende de la cruz para besar
apasionadamente a una sensual, suplicante y morocha Madonna, lo que aumentó su
número de amigos y de enemigos.
PARECIDA SOLO A ELLA MISMA
Al principio, su imagen era de una sensualidad entre ingenua y osada. Jugó a ser chica
material al estilo Marilyn. Pero sólo utilizó el icono para sus videos, ya que pronto demostró
que la fragilidad y la dependencia afectiva propias de Monroe no coincidían con su carácter.
Otra comparación inevitable fue con la presidenta argentina, Eva Perón. En 1996, en pleno
embarazo de su hija Lourdes, filma "Evita", dirigida por Alan Parker y basada en el musical
de Andrew Lloyd Webber, obteniendo el Globo de Oro como mejor actriz. "El hecho de
interpretar a otra persona era como tomarme vacaciones de mí misma, y eso, verme desde
fuera, me ayudó a reflexionar y a plantearme muchos asuntos que tenía casi olvidados. Por
otra parte, ser madre te ayuda a pensar en cuáles son las cuestiones esenciales que
quieres enseñarle a tu hijo y cambia tu escala de valores", confesó al diario "El Mundo" de
España.

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Muchos quieren asimilar el fenómeno de las "Spice Girls" y de las cantantes adolescentes
Britney Spears y Christina Aguilera a los primeros tiempos de Madonna. Pero la diva pop
nunca se limitó a un mercado donde sólo consumen los niños de diez a quince años.
"Espero que no duren mucho más los grupos para niños... Es deprimente. Espero que a la
gente le guste todavía mi música... Por otra parte, me han dicho que soy la inspiración de
Christina Aguilera y de Britney Spears. Así que tal vez no sea tan extraño que me vea
mezclada con ellas en el ranking", confesó Madonna en 2000 a Jancee Dunn de la "Rolling
Stone".
Pero siguiendo su naturaleza contradictoria --o quizá midiendo más sus palabras-- más
tarde declaró a la revista "Cosas" de Chile:
"Britney... es muy dulce e increíblemente sofisticada para una niña de 18 años. Ojalá yo
hubiera sido sofisticada cuando tenía su edad". Pero Spears realizó un semistriptease en la
entrega de los Video Music Awards, y Madonna fue terminante. "Yo nunca he hecho
striptease en un escenario. Y espero que la gente no sólo me identifique como una persona
que se saca la ropa. Hago otras cosas también. Y si la llaman la nueva Madonna, bien por
ella. Pero para ser Madonna se necesita algo más que sacarse la ropa, y espero que ella
pueda justificar ese apodo en el futuro".
NUEVA ETAPA: YOGA, KABALA Y LOLA
Madonna confesó su transformación a partir del nacimiento de su hija Lourdes en 1996.
Pero a los suspicaces replicó: "Se ha especulado que he utilizado a Carlos (León,
entrenador físico de origen cubano) como semental, sugiriendo que soy incapaz de
mantener una relación real de pareja. Estos comentarios vienen de personas que no
pueden vivir con la idea de que me esté ocurriendo algo bueno. Sugieren que he hecho
esto (quedarme embarazada) para impactar. Este tipo de comentarios sólo los haría un
hombre. Es demasiado difícil pasar por el embarazo y traer un niño al mundo como para
hacerlo por capricho o por razones provocativas".
La etapa introspectiva vino gracias a la meditación, el yoga y la filosofía kabala de raíz
hebrea. "El ego sólo piensa en la autogratificación, no es generoso ni se da a los demás.
Antes creía que me encontraba con mi ser interior y en realidad era con mi ego. Uno recibe
lo que da. Uno es el amo de su propio destino y debe ser responsable del caos que haya en
su vida. El kabala y el budismo se adaptan más a la vida moderna. El budismo, el
catolicismo y el judaísmo tienen una base común. Todos los caminos conducen a Dios",
sostuvo reflexiva en una entrevista para la MTV en 1998.
La chica que en un principio buscaba fama y fortuna, luego consideró que eran objetos
efímeros y se dedicó a lo espiritual y a la crianza de su hija: "Muchos piensan que he ido
transformando mi imagen según las modas y que con los años me he reinventado, pero lo
cierto es que ha sido al revés. Durante todo este tiempo me he estado quitando capas,
caretas y revelándome tal y como soy realmente. El cambio, ahora es profundo y personal
porque va más allá de lo puramente físico. Pero cada vez voy enseñando más sinceramente
la auténtica Madonna".
Luego de incursionar en los ritmos latinos, introducir el idioma español en sus letras
(también pionera en eso), en 1998 editó el introspectivo "Ray of light" (Rayo de luz), donde
vuelve a experimentar con el dance y los efectos de la electrónica. Adjudicó gran parte del
positivismo de ese disco a su hija Lourdes, a quien llama Lola.

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RITCHIE: "UN POCO GALLITO"
Cuando todos creían que iba ser una eterna madre soltera, Madonna se volvió a enamorar.
Ya lo había hecho del actor Sean Penn, con quien se casó en 1985 y se divorció en 1989.
Otra vez demostró su predilección por un chico duro, pero no de Hollywood: Guy Ritchie es
de Escocia, Inglaterra. Y la mujer autónoma, dueña de su cuerpo, combativa de la
intolerancia, que se sublevó al rol tradicional de la mujer, volvió a casarse con un hombre
que se declara machista a ultranza, y que no se dejó impresionar por la presencia de la
diva ni por su historial.
Madonna conoció a un Ritchie de treinta y dos años, diez menos que ella, en una cena en
casa del cantante Sting: "Más tarde me contó que nunca hubiese ido a esa fiesta si yo no
iba, así que algo debía tener en mente. No creo que a esa altura pensara pasar el resto de
su vida a mi lado o tener un bebé conmigo, pero sí pienso que tenía curiosidad por
conocerme... Guy es un poco... gallito; pero lo sabe, así que fue muy divertido. Parecía
decirme: 'Jugá bien tus cartas, nena y tal vez te incluya en una de mis películas...'".
El bebé llegó el 10 de agosto de 2000 y lo llamaron Rocco, posiblemente en homenaje a
una de las películas favoritas de la pareja: "Rocco y sus hermanos", de Luchino Visconti. "A
Guy le gustó. Me sorprendió. Pero, claro, es una buena película, y además hay muchos
tipos que se pelean mucho entre ellos. Es una película que une a los muchachos, así que
no le costó mucho sentirse identificado", explicó la diva.
Y sin temor a las convenciones, el 22 de diciembre de 2000 Madonna volvió a decir "sí,
quiero" en la catedral de Dornoch, en Escocia. La reverenda anglicana Susan Brown, que
un día antes bautizó a Rocco, se encargó de la boda. Tal como lo hizo en su casamiento
con Penn, la famosa cantante prefirió la intimidad y compartió esos momentos con
familiares y amigos, sin permitir el acceso a la prensa.
Claro que la mejor demostración de amor fue permitir que su marido dirigiera uno de sus
últimos videos --"What it feels for a girl"-- donde Ritchie pone su sello: mucho humor negro
y una dosis de violencia. Una rubia y tatuada Madonna demuestra ser una conductora
temible mientras pasea en un coche deportivo rojo con su abuelita, llevándose todo por su
paso.
En la gira europea que comenzó en junio en Barcelona, homenajea a su marido escocés
apareciendo vestida con una pollera kilt, encima de un pantalón y borcegos, e hizo delirar a
sus fanáticos cuando se animó a tocar la guitarra.
Contra la sumisión y la hipocresía
Madonna fue consciente de que el sexo era un tema tabú para la sociedad estadounidense,
pero también de que más que un verdadero repudio al asunto, lo que gobernaba era la
hipocresía. Entonces paulatinamente incluyó el tema en sus canciones, en las películas en
las que actuó, y hasta se atrevió a hacer "Sex", un libro de fotografías que venía junto a su
séptimo álbum --"Erótica", 1993-- en las que se mostraba como Dios la trajo al mundo. Fue
tan amada como odiada y adquirió un poder que la transformó en mito viviente.
"No creo haberme comportado nunca como un hombre, porque los hombres son de miras
estrechas. Aunque francamente, también muchas mujeres son de miras estrechas. Las
mujeres son tan responsables como los hombres de su opresión, porque tienen miedo de

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cambiar. Cuando una mujer se levanta para decir algo, las demás no corren a apoyarla. No,
en vez de eso dicen que es una puta. En realidad, no quieren que nadie cambie las
normas: es mucho más fácil seguir igual, seguras. Por eso es lógico que la gente se sienta
molesta conmigo: porque soy rica, tengo éxito y no sigo las tradiciones que debería seguir
una mujer. No me he casado con un hombre poderoso para alcanzar mi posición. No
cambio mi forma de ser", declaró contundente Madonna.
POR SIEMPRE MADONNA
Aquella mujer que por imposición familiar profesaba la fe católica; la que se atrevió a vivir
su sexualidad sin remordimientos. La encarnación de la mujer liberada; la que equilibró los
placeres terrenales con el culto a la meditación; la que cuando menos se esperaba fue
madre dos veces; la que fue considerada hereje por el mismo Papa; la que buscó la fama y
luego se dio cuenta de su escasez de sustancia, hoy reside en Inglaterra y repudia el acoso
de la prensa.
A pesar de esta nueva vida, más cercana a las expectativas que tenía papá Ciccone,
Madonna continúa sus experimentos en la música, sigue terca en demostrar que es una
gran actriz y no ahorra palabras para expresar lo que siente, sin pensar en las
consecuencias. Todo eso y más es Madonna, y seguirá siéndolo aunque no volviera a hacer
nada más en su vida.
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