1. El aNgEl VistE dE PRada
De la separación
A LA SEGUnDA ADoLESCEnCiA
más bien, su tedio provenía de reconocer cha fascinada las historias de romances inter-
que era la madre de su marido. Tras ocho minables de sus amigas solteras, y reconoce
años de matrimonio, se había dado cuenta cierta envidia de disfrutar las novedades
que no sólo criaba a su niño pequeño, sino que traen las taquicardias emocionales. Con
que principalmente criaba a su marido, un treinta y cuatro años y once de matrimonio,
director bancario que disfrutaba de jornadas no imagina cómo sería eso de besar a otro
LEtICIA
laborales de apenas seis horas. hombre. Más allá de haber tenido una fan-
tasía momentánea donde se imaginó en la
BRANDO Margarita es una abogada catalana, que es
además, directora de Recursos Humanos
en su empresa. Tras una jornada de diez
piel de una adolescente soltera de treinta y
pico, Lorena aprecia su tesoro familiar. Ese
sentimiento no difiere demasiado del que
LIC. EN PSICOLOGÍA
horas, solía llegar a su casa, organizaba expresa ahora Margarita.
la cena, aseaba y ayudaba en la tarea a su
desde barcelona hijo, además de recoger los periódicos, las Tras un período de necesidad imperiosa de
gafas y las latas de cerveza que su plácido conocer, salir con nueva gente, reírse sin
y apático marido dejaba alrededor de toda motivos, el alma femenina vuelve a añorar
la casa. El día que Margarita cumplió treinta la estabilidad. Diez meses de adolescencia
tras oCho años y ocho años, se dio cuenta que ya no le re- intensa y una serie de romances mal re-
dE matrimonio, sultaban divertidas las travesuras de su niño sueltos, han creado un cierto malestar en el
sE había dado grande. Fue así, que ni corta ni perezosa, le alma romántica de Margarita. No basta con
CuEnta quE propuso la separación, y acostumbrada a la libertad ni con la posibilidad de ser. Eso no
nO SóLO decidir siempre por sí misma, fue también es suficiente. Porque con la libertad sexual
CRiaBa a SU la que decidió cómo iba a ser el proceso y económica, ahora tenemos más estrés,
niñO pEquEño, de divorcio. más presiones, y algunas, hasta piensan
sino quE que tenemos más infelicidad porque ambi-
PRinCiPaLMEnTE Ella conservaría la casa, la custodia prin- cionamos más cosas de las indispensables.
CRiaBa a SU cipal de su hijo, y compartirían la casa de Básicamente, el feminismo nos ha hecho
MaRidO verano con la condición de no cruzarse los creer que podemos y debemos hacer todo.
dos al mismo tiempo en el mismo espacio. Nuestro poder es tan inmenso que ahí
Luego, vinieron unos meses de liberación estamos, algunas extenuadas por jornadas
donde Margarita comenzó a disfrutar una interminables, culposas por dejar a nuestro
segunda adolescencia con salidas con las hijo mientras vamos al gimnasio o salimos
pocas amigas solteras que le quedaban. con amigos.
Después de años de adultez y excesivas
responsabilidades, ahora era Margarita la El feminismo ha creado condiciones me-
que se encontraba como una niña. Parece jores para la vida de muchas mujeres pero
ser que el matrimonio vuelve solemnes a también ha traído más presiones. Si puedo
las mujeres y niños indefensos a algunos ganar lo mismo que el hombre en similar
hombres. Basta que ellas decidan separarse puesto de trabajo, entonces debo demos-
para recuperar esa infancia perdida. Salidas a trar que soy la mejor. Así lo están haciendo
M
i amiga Margarita, me contaba el bailar, conciertos con amigos, conocer a nue- muchas mujeres españolas, que postergan
otro día de su dificultad para ser vas personas, clases de patinaje y de salsa, su maternidad para proteger su carrera
feliz siendo feminista, directiva y son sólo algunas de las cosas que las niñas profesional, y se imponen una carga hora-
madre. Decía que estaba cansada de ser una separadas de treinta, cuarenta y cincuenta ria que trasciende su resistencia psíquica y
mujer perfecta, guapa, atractiva, una madre años suelen emprender. física. Así lo hacen secretarias, abogadas,
abnegada y, al mismo tiempo, tener que des- maestras, doctoras en Montevideo o en
tacarse en su trabajo. Pero su extenuación no Distinta es la situación de mi amiga Lorena, Buenos Aires. Ninguna quiere dejar de ser
provenía de pensar en la crianza y el cuidado secretaria uruguaya, que vive con su marido la “Mujer Maravilla”, aunque ya saben que
de David, su pequeño hijo de seis años, sino y sus tres hijos en Montevideo. Lorena escu- “Superman” no existe.
BERNIK MAGAZINE 124