El documento habla sobre una ola de frío polar que azota España en invierno del 2010, trayendo nieve y bajas temperaturas. Describe los efectos del clima en las ciudades como Madrid y en las estaciones de esquí, así como en la economía y en las personas. Explica que el frío incita a la gente a quedarse en casa y reduce las posibilidades de socializar, despertando sentimientos de soledad y nostalgia.
Columnas_Olas de frio polar_BernikMagazine_marzo2010-2
1. BRANDO
LETICIA
LIC. EN PSICOLOGÍA
Olas de frío polar
ELANGELVISTE DE PRADA
ycorazonesheladosdeesperar
En realidad, pocos sofocos estamos sintien-
do los que vivimos este invierno 2010 en
Barcelona o Madrid. También es cierto que
estuvimos un poco mal acostumbrados. En
vísperas del nuevo año, apenas sentíamos
levemente una bajada de temperaturas, sin
ningún dramatismo. Pero todo tiene su fin,
hasta incluso ese breve invierno otoñal que
nos permitía marchar por la vida en mangas
de camisa. Los Reyes Magos han venido
acompañados de menos regalos por la crisis
y una ola de frío polar en toda España. La
nueva década ha comenzado con grados
bajo cero en Madrid, nieve suficiente en
Ávila para tirarnos de los trineos, mientras
que en Soria, se limpian las calles con má-
quinas para quitar los cúmulos de nieve.
De todos modos, la nieve es bienvenida en
las estaciones de esquí, donde se esperan
temperaturas de 10 grados bajo cero en
zonas de montaña y una cota de nieve de
hasta 5 centímetros de espesor. Sin contar el
sufrimiento de los comerciantes, que pese
a rebajar sus precios como se estila en esta
época, ven un descenso de los consumido-
res que prefieren quedarse encerrados en
el calor de sus casas, y otros, directamente
no gastar. Mientras tanto, el clima produce
retrasos o cancelaciones de vuelos en los
aeropuertos, cortes en carreteras y corazo-
nes helados de esperar el autobús, el sueldo
y el encuentro de la media naranja. El frío
lo que hace es replegar más a los hombres
y mujeres, aparentemente felices por estar
solteros, sin compromisos ni obligaciones
familiares, y disminuye las posibilidades de
diálogo porque la epidemia de la gripe está
a la vuelta de la esquina. En realidad, lo que
provoca el invierno es una inevitable alu-
sión al hogar cálido y acogedor que nos han
inculcado el cine, la literatura y la sociedad.
En invierno, la llegada al hogar silencioso,
helado y vacío, acrecienta la melancolía so-
bre el pasado de glorias amorosas. Aunque
en esta sociedad de emociones efímeras,
nada es eterno, y la nostalgia se vuelve un
espejismo cuando en abril arremeten los
primeros soles.
Licenciada en psicología,
coach y autora del libro
“Las mujeres y los hombres
que no aman demasiado.
La hipermodernidad
y las consecuencias
de los cambios de roles”
(ya editado en España
y de próxima edición
en la zona del Mercosur)
D
os meses antes de terminar el que
algunos consideran el peor año de la
historia española desde la salida de
la dictadura, la nieta del dictador Francisco
Franco, fue la protagonista de un colorido
hecho tras unos meses tan grises. Carmen
Martínez-Bordiú Franco, recibió el premio
2009 a la “mujer menopáusica del año”,
otorgado por la Asociación Española para
el Estudio de la Menopausia(AEEM).
A sus 58 años, la conocida como la “nietísi-
ma”por la prensa rosa, está casada hace más
de tres años con José Campos, empresario,
13 años menor que ella, y con el que ostenta
pasar estupendamente en el terreno sexual,
además de confesar ser mejor amante aho-
ra que hace 20 años. Mientras su abuelo,
principal cultor de la censura, podría estar
removiéndose de las cenizas ante su es-
pontaneidad verbal, la otorgación de ese
premio a Martínez-Bordiú frivolizó un tema
importante. La AEEM buscaba prevenir para
que las mujeres se controlen y recurran a
la Terapia Hormonal Sustitutiva (THS), que
sigue siendo una gran opción de tratamien-
to para erradicar los sofocos típicos de esta
etapa. Pero como todo en España, parecía
más importante polemizar sobre la activi-
dad sexual de Carmen, la cual tiene más
atractivo que la propia menopausia.
Desde Barcelona
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