La Virgen María enseña a la vidente Catalina sobre la importancia y el significado espiritual de la Santa Misa. Ella describe las presencias angélicas y celestiales que acompañan la misa, incluidos los ángeles guardianes, santos, almas del purgatorio y la Santísima Trinidad. La Virgen enfatiza la necesidad de participar activamente en la misa con devoción, oración y ofrendas para los demás.