Este documento presenta información sobre las Horas de la Pasión de Jesucristo. Explica que las Horas de la Pasión son oraciones y reparaciones que Jesús hizo durante las últimas 24 horas de su vida antes de morir, y que invitan a acompañarlo en su sufrimiento. También describe cómo la beata Luisa Piccarreta escribió las Horas de la Pasión después de meditarlas durante 30 años, y las promesas y beneficios de meditar en ellas.
2. Me fundo en ti Jesús y en tu Voluntad
Ven Jesús:
a pensar en mi mente
a mirar en mis ojos
a respirar en mis respiros
a escuchar en mis oídos
a hablar en mi boca
a circular en mi sangre
a moverte en mis movimientos
a palpitar en mi corazón
a amar y a perdonar en mi
a obrar en mis manos y
a caminar en mis pies
INVOCACIÓN A LA DIVINA VOLUNTAD
3. Ciño mi cabeza con tus
espinas Jesús,
emperlo mi lengua con tu
amargura,
revisto mi alma con tu
sangre,
me adorno con tus llagas,
traspaso mis manos y
mies pies con tus clavos,
y como otro Cristo me
presento ante la Divina
Majestad.
ORACIÓN A JESÚS CRUCIFICADO
4. A la edad de 17 años, Luisa hizo una
novena de preparación para la
Navidad con nueve horas de
meditación, y después de haberla
terminado, Nuestro Señor la invitó a
meditar de manera continua las
últimas 24 horas que sufrió durante el
transcurso de su Pasión,
comenzando desde el momento en
que se despidió de su Madre (antes
de instituir la Eucaristía), hasta
terminar en el instante en que fue
sepultado.
¿Qué son las Horas de la Pasión?
5. Son las mismas oraciones y
reparaciones de Jesús, hechas
por él mismo y las cuales son
salidas del fondo de su corazón.
¿Qué son las Horas de la Pasión?
6. En cada hora de su Pasión, Nuestro Señor
mismo, nos invita a hacerle compañía y
brindarle consuelo con nuestro amor.
Conoceremos no sólo la Pasión externa que
vivió Jesús, sino también todos aquellos
sufrimientos, íntimos y ocultos a los ojos de
todas las criaturas:
Su Pasión interna.
7. ¿Cómo nacieron las Horas de la Pasión?
Después de vivir de manera continua
estas Horas de la Pasión por más de 30
años, San Aníbal María di Francia,
nombrado Censor Eclesiástico para los
escritos de la S. D. Luisa Piccarreta, le
impuso en virtud de la Santa Obediencia
poner por escrito estas meditaciones,
dando por resultado este Libro de Cielo.
Viendo la riqueza de su contenido y
vislumbrando todo el bien que haría San
Aníbal mismo se encargó de publicarlo
en cuatro ediciones (1915, 1916, 1917 y
1924).
8. Después de que Luisa terminó de escribir el
manuscrito original, se lo envío a San Aníbal
junto con una carta. En ella le habla de la
complacencia que Jesús siente cuando se
meditan estas Horas, pues, lo dice ella
misma: es "como si Jesús escuchara su
misma voz y las mismas oraciones que él hizo
ante su Padre durante el transcurso de las
últimas 24 horas de su dolorosa Pasión". Así
mismo, junto con el manuscrito y dicha carta,
Luisa le envió algunas hojas en las que
incluyó los efectos y promesas que Jesús
hace a aquellos que mediten estas Horas de
su Pasión.
9. Yo creo que si quien las medita es
pecador, se convertirá; si es
imperfecto, se hará perfecto; si es
santo, se hará más santo; si es
tentado, encontrará la victoria; si
sufre, encontrará en estas Horas la
fuerza, la medicina y el consuelo; si
su alma es débil y pobre, encontrará
un alimento espiritual y un espejo
donde mirarse continuamente para
embellecerse y hacerse semejante a
Jesús, nuestro modelo.
Promesas de Jesús para quien hace estas
Horas de la Pasión
10. "Quien piensa
siempre en mi
Pasión forma en su
corazón una
fuente, y por
cuanto más piensa
en ella, tanto más
esta fuente se
agranda…
BENEFICIOS DE MEDITAR EN LA PASIÓN
De los Escritos de la S. D. Luisa Piccarreta.
Vol.11, 10 de abril de 1913
11. …y como las aguas que brotan son
aguas comunes a todos, así esta fuente
de mi pasión que se forma en el corazón
sirve para bien del alma, para gloria mía y
para bien de las criaturas."
14. Si quieres, alma devota, crecer siempre de virtud en
virtud y de gracia en gracia, procura meditar todos los
días la Pasión de Jesucristo."
"No hay ejercicio más a propósito para santificar tu alma
que la meditación de los padecimientos de Jesucristo".
LOS SANTOS DICEN:
15. Y San Agustín añade
"que vale más una lágrima derramada en
memoria de la Pasión de Cristo que hacer
una peregrinación a Jerusalén y ayunar a
pan y agua durante un año".
17. Vol. 11, 6 de septiembre
de 1913
Vol. 12, 12 julio de 1916
Vol. 12, 16 de mayo de
1917
Vol. 11, 9 de diciembre
de 1916
CAPÍTULOS DE LA S. D. LUISA PICCARRETA
PARA PROFUNDIZAR