2. Inés era una niña divertida y exploradora, le gustaba ir con su
madre a todos los sitios, donde iba ella iba Inés. Sus dos hermanos
mayores, Carla que era la mayor y Fran el mediano, se burlaban
de ella porque siempre estaba pegada a sus faldas y porque tenía
miedo de quedarse sola en la oscuridad.
Cuando Inés se iba a dormir sus padres le daban las buenas
noches y dejaban la puerta de su habitación entre abierta para
que entre claridad y pueda dormir sin miedo.
Un día sus dos hermanos le dijeron que no sea miedosa porque
sino se le iban a aparecer los fantasmas de la oscuridad y sólo
visitaba a las niñas o niños miedosos. Pero Inés le decía a sus
hermanos que no era verdad y que la dejen en paz.
Una noche Inés cayó enferma, su madre la dejó dormida y se fue
a comprar las medicinas. Pero Inés se despertó antes de que su
madre llegue a casa, y le dio mucho miedo entonces apareció un
fantasma de color blanco y le dijo:
“No tengas miedo de mi solo quiero que sepas que me aparezco a
los niños buenos y valientes” tú tienes miedo de mí?? Y ella le
dijo: “nooooo” yo soy muy buena y no tengo miedo (aunque en el
fondo ella tenía mucho miedo)
Entonces el fantasma le dijo: de acuerdo en recompensa de tu
valentía te he dejado un regalo en el sótano si eres valiente serás
capaz de subir sola y cogerlo, pero tienes que subir sola sino no te
lo daré.
Ella le dijo: pero es que está muy oscuro…
Y el fantasma desapareció.
3. Al día siguiente Inés se armó de valentía para ir al sótano pero
no pudo, su hermana que estaba observándola le dijo que si quiere
algo tiene que esforzarse y obtenerlo. Y que si quería que el
fantasma de color blanco le dé lo que le prometió tendrá que ir
sola. Entonces Inés le dijo: bueno… ya iré mañana.
Su hermana le contestó: ten cuidado porque si tardas mucho en ir
a recoger tu regalo, cuando vayas ya no estará y te podrá visitar
el fantasma de color negro.
Cuando se hizo de noche Inés se fue a dormir y de repente escuchó
un ruido¡¡ era un fantasma de color negro¡¡ tenía mucho miedo.
El fantasma negro le dijo: sólo me aparezco a los niños y niñas
que tienen miedo y no creen en el fantasma blanco ni en su regalo.
Inés le dijo: yo sí creo en el fantasma blanco y soy muy valiente,
déjame en paz que no te tengo miedo¡¡¡
El fantasma desapareció
Al día siguiente, Inés se armó de valentía y se fue al sótano sola.
Entró en medio de la oscuridad y encendió la luz de la habitación.
Cuando de repente se encontró una muñeca muy bonita que era
para ella. Además, también se encontró dos vestimentas de dos
colores, una blanca y otra negra.
Resulta ser que los fantasmas de Inés eran sus hermanos, Carla
era el fantasma blanco y Fran el negro, lo hicieron con la
intención de ayudar a su hermana Inés a superar el miedo a la
oscuridad.
Como resultado Inés podía dormir con ninguna luz y nunca más
se mantuvo pegada a las faldas de su madre por miedo.