Este documento presenta resúmenes de varios textos académicos sobre temas relacionados con la teoría literaria y cultural, incluyendo la construcción de identidades de género, la memoria cultural, y los conflictos de la memoria en Argentina. Discute conceptos como el feminismo de la igualdad y la diferencia, la escritura femenina, y las narrativas enfrentadas de la nación en Argentina.
2. CONTENIDOS
Relato y construcción dialógica de las identidades. Lo femenino y lo masculino. Los roles
en un proceso de reposicionamiento de la mujer. La conciencia de género. El discurso
heteronormativo. Estrategias discursivas de las escritoras femeninas. La reescritura de
época por autoras mujeres: la nueva novela histórica argentina y la reconstrucción de
una genealogía del pasado.
Marcos sociales de la memoria. La memoria y el olvido. La teoría de la memoria cultural
de Jan Assmann. La importancia de la escritura para la memoria cultural.
3. ¿ALGO MÁS SOBRE EL GÉNERO?
ELISA CALABRESE
“(…) las dos generaciones del feminismo (…) constituyen un movimiento político,
social y cultural que da cuenta de un conflicto social y, como tal aspira, en
palabras de Alain Touraine “…a la realización de [nuevos] valores culturales y, al
mismo tiempo, a obtener victoria frente a un adversario social” (Touraine
1994:237). Tal adversario puede condensarse, semióticamente, en las normas y
valores de la llamada lógica patriarcal que hegemonizan el imaginario social. (…)”
(2003: 1)
Preocupación = la subjetividad femenina
4. El nombre de Simone de Beauvoir se impone a la hora de hablar sobre
la primera generación que, de un modo general, se conoce como
feminismo de la igualdad.
Julia Kristeva
“(…) debe pensarse en el orden de una lógica de identificación. Tal
identificación opera “con los valores, no ideológicos (que combaten
con razón como reaccionarios), sino lógicos y ontológicos de la
racionalidad propia de la Nación y del Estado”. (…)” (2003: 2)
“(…) señala que esta generación del feminismo, en su concepción
universalista “globaliza los problemas de las mujeres de diferentes
medios, edades, civilizaciones o simplemente de diferentes
estructuras psíquicas, con la etiqueta de la Mujer Universal” (Kristeva
1999:191).” (2003: 2)
5. “La segunda generación que, temporalmente, puede ubicarse después
de mayo del 68, también admite una delimitación geográfica. Se trata
del feminismo francés que surge ligado a corrientes de pensamiento
como el psicoanálisis lacaniano (recordemos que Beauvoir rechazó la
teoría psicoanalítica) o la deconstrucción derrideana y, en general, a
la filosofía europea que recupera los nombres de Marx, Nietszche y
Heidegger. Conocido con el nombre de feminismo de la diferencia,
esta tendencia.” (2003: 3)
“En el contexto del feminismo de la diferencia, de acuerdo con
algunas posturas como la de Charlotte Broad, se podría delimitar aún
una tercera generación: la de los años ochenta, en los que se produjo
un desplazamiento de los estudios de la mujer hacia los llamados
estudios de género, en función especialmente de una toma de
posición que privilegia la identidad sexual como formación cultural y
no como sobredeterminación biológica. (…)” (2003: 3)
6. “(…) la identidad de género, cuyo correlato en teoría literaria,
fragua en la noción de escritura femenina.” (2003: 5)
“(…) en deuda con Lacan, Kristeva ve del mismo modo que éste
el proceso de incorporación del sistema simbólico, es decir,
como producto de una escisión fundante pero paradójicamente
inevitable, pues es el único modo de construir a la vez al sujeto
y su inserción social, en suma: la cultura y sus prácticas
significantes.” (2003: 5)
7. “(…) Ante la pregunta de qué significa situar, parece obvio responder
que significa ubicar cualquier textualidad en su contexto (tomando el
término del modo más amplio). (…)” (2003: 7)
“(…) contexto puede pensarse –según sabemos por las teorías de la
intertextualidad, desde Bajtín a Holland, pasando por la propia
Kristeva, Rifaterre o Genette– como lo que un texto “lee” de su
tradición, de las escrituras que lo han precedido, aún en lo que
denominaría, de modo tal vez abusivo, el inconsciente textual, pues la
escritura se genera desde el enciclopédico universo semiótico que es
la cultura misma.” (2003: 7)
8. “Por mi parte, y para terminar estas líneas, podría señalar, en ese
intento de escribir como mujer, una constelación de nombres de
escritoras argentinas, situadas en ese período, que transitan por la
novela histórica, género literario “hostil” a la pluma femenina que
tradicionalmente, se suponía circunscripta a los discursos de la
subjetividad. Así, por ejemplo, Martha Mercader, al reescribir el diario
de Juana Manuela Gorriti en su novela JuanaManuela, mucha mujer
(1981), se ajusta a un modelo reconstructivo de lo histórico que remite
a la novela histórica canónica, sin embargo, en el discurso de la
protagonista, practica lo que he llamado anacronismo sistemático,
esto es un procedimiento que “traduce” su fuente, el registro del diario
de la Gorriti, a la actualidad reconocible, aligerando el peso de la
distancia histórica; así, en el proceso de lectura se desplaza el
extrañamiento que provocaría la lejanía temporal, a favor de
mecanismos de identificación. (…)” (2003: 8-9)
9. COLLECTIVE MEMORY AND CULTURAL
IDENTITY
JAN ASSMANN
“(…) According to Nietzsche, while in the world of animal genetic programs
guarantee the survival of the species, humans must find a means by which to
maintain their nature consistently through generations. The solution to this
problema is offered by cultural memory, a collective concept for all knowledge that
directs behavoir and experience in the interactive frame-work of a society and one
that obtains through generations in repeated societal practice and initiation.
We define the concept of cultural memory through a doublé delimitation that
distinguishes it:
1. From what we call “communicative” or “everyday memory”, which in the
narrower sense of our usage lacks “cultural” characteristics;
2. From science, which does not have the characteristics of memory as it relates to
a collective self-image. For the sake of breviy, we Will leave aside this second
delimitation which Halbwachs developed as the distinction between memory
and history and limit ourselves to the first: the distinction between
communicative and cultural memory.” (1988: 126)
10. “(…) Halbwachs think of families, neighborhood and profesional groups,
political parties, associations, etc., up to and including nations. Every
individual belongs to numerous such groups and therefore entertains
numerous collective self-images and memories.” (1988: 127)
11. “(…) Halbwachs thematizes the nexus between memory and group, Warburg the one
between memory and the language of cultural forms. (…)” (1988: 129)
Cultural memory:
1. The concretion of identity or the relation to the group.
2. Its capacity to reconstruct. No memory can preserve the past.
3. Formation.
4. Organization.
5. Obligation.
6. Reflexivity.
12. CONFLICTOS DE LA MEMORIA EN LA
ARGENTINA
UN ESTUDIO HISTÓRICO DE LA MEMORIA
SOCIAL
HUGO VEZZETTI
“La acción política sobre el pasado que estuvo presente en el nacimiento de la
democracia no es un hecho enteramente original. El cruce de la política con la historia
ha proporcionado un teatro de operaciones para la construcción simbólica del estado
nacional; por otra parte, procesos semejantes se han dado en todo el mundo
occidental y en América Latina. Dicho brevemente, la recuperación del pasado se
refiere al desenvolvimiento de la nación y los usos políticos de la historia apuntan a la
identidad nacional –esa materia siempre difícil de abordar y definir–, como algo que
deber ser construido o afirmado a través de formas más o menos impositivas, desde
el estado o desde formaciones políticas y tradiciones ideológicas. Y frente a las
historias “oficiales” estatales, se alzan las contrahistorias. En todo caso, en unas y
otras es fácil advertir la lógica de una politización de la historia que trae el pasado a
la arena de los enfrentamientos presentes.” (2007: 6)
13. “No es fácil delimitar lo que corresponde a las ideologías en las
formaciones de la memoria. Pero se puede decir que las ideologías
constituyen sistemas fijados de memoria histórica que se incorporan
como un sostén que otorga sentido a las luchas políticas. (…)” (2007:
8)
“Para ese estado de la conciencia histórica la ficción de las “dos
Argentinas” operaba como la matriz inamovible de toda
representación del pasado. Desde luego, ese tópico no era nuevo y se
remontaba a la década de 1930; allí habían nacido dos narrativas
enfrentadas de la nación, cada una con sus padres fundadores y sus
escenas originarias. Es sabido que la oposición peronismo-
antiperonismo, hacia la década de 1960, retomó y profundizó la
fractura esencial en la que el debate ideológico asumía “el carácter de
una pugna por la historia”, una lucha por “la representación legítima
del pasado [que] se volvió un objeto privilegiado de la lucha por la
definición legítima del presente nacional”. (…)” (2007: 14)