HISTORIA

1. MAESTRÍA INTERNACIONAL
ESPECIALIDAD: GEOGRAFÍA E HISTORIA
UNIVERSITAT DE BARCELONA –ESPAÑA
Nombre del Estudiante: Luis Javier García Camino
Nombre del Curso: Complementos de Historia
Grupo: G-4
Nombre del Ensayo Critico: “Las Transformaciones del quehacer historiográfico”
Fecha de Entrega: 23 de junio del 2015

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Para dar inicio al estudio de toda asignatura hay que empezar analizando los diferentes puntos
de vistas teórico-científicos que lo fundamentan; la Historia a lo largo del tiempo ha sido
considerada como una disciplina científica y Humanística, cabe recalcar que ha gozado de
muy mala prensa en algunos sectores de la sociedad, por que ha tenido muchas ideologías
“subjetivas”, “politizadas” e, incluso, “partidistas”, además de ser una de las más largas en su
genealogía, teniendo como autores a Tucidides y Herodoto, “quienes plantearon que había
formas de relacionarse con el pasado” (Muñoz & Osandón, 2013), en el siglo “V” A.C. en
Grecia.
Desde sus inicios la historia tradicionalista, ha estado cimentada en un discurso narrativo
generalizado, teniendo estrecha relación con el estado y en temas políticos, dejando el resto
fuera del ámbito de las preocupaciones legítimas. “Siendo practicada por amateur, con una
cultura universal, apreciada no tanto por su condición de ciencia sino como un medio de
formación ética de la aristocracia descrita como una “Maestra de la Vida” (Koselleck).
Para que las investigaciones pasen al campo comprobado y científico a finales del siglo
XVIII, Barthold Georg Niebuhr, conformo un cuerpo coherente llamado “método crítico”:
un conjunto razonado de procedimientos gracias al cual era posible, por primera vez,
establecer la verdad de los hechos, sobre bases indiscutibles”, p 258.
Las historias tradicionales mantuvieron una orientación teleológica e ideográfica. En las
narrativas tradicionales los factores sociales, económicos, geográficos o demográficos
emergen como una especie de telón de fondo que envuelve el comportamiento de los actores,
pero de una manera muy laxa.
El despliegue industrializador y las transformaciones profundas en el desarrollo capitalista
generaron agudos conflictos de clases, que exigían otros instrumentos de análisis llevando al
nacionalismo, siendo esta corriente la encargada de colaborar con la tarea de transformar a

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las personas en ciudadanos, disciplinados en el trabajo, respetuosos de las instituciones, con
el amor suficiente por su país. Previa a esa transformación profunda el concepto de Sociedad
se impuso como arma de combate anti estatal; mientras tanto Karl Marx comenzó a divulgar
una nueva teoría Sociológica, que pretendía ser una ciencia general de la sociedad en la
búsqueda de una nueva historia.
En 1971, Hobsbawm se atrevió a ordenar todo el repertorio de la historia social en torno a
seis grandes cuestiones: demografía y parentesco; estudios urbanos; clases y grupos sociales;
mentalidades; transformaciones sociales (modernización o industrialización), p 260;
movimientos sociales y fenómenos de protesta social, los mismos que darían la oportunidad a
la humanización de la historia fomentando una dimensión verdaderamente útil que conduciría
a una valoración especial de todo lo humano y de todo lo que directa o indirectamente se
relaciona con el colectivo social.
Para la consecución de la nueva historia según Ignacio Olabarri, habría que dar un adecuado
tratamiento “a la historia como ciencia social se tendría que eliminar el perfil narrativo de la
historia por uno analítico, la visión descriptiva por una problematizadora, el axioma de la
objetividad absoluta reemplazado por un objetivo mitigado”, siendo esto de vital importancia
para la promoción de las practicas interdisciplinarias, con una naturaleza dinámica y
enfocado al individuo como fuente de toda practica social.
Jacques Le Goff y Pierre Nora sostiene que “la nueva historia es sobre todo la historia de las
mentalidades que trata de establecer una historia serial de las mentalidades”, junto al aporte
de Durkheim sobre la “conciencia colectiva”, es decir, de las representaciones colectivas y de
las estructuras mentales de las sociedades, dando a la historia un aspecto social y humanista.
Estos historiadores acometieron la tarea del análisis global de conjuntos muy vastos,
coherentes en su organización social, económica y cubiertos por un sistema de
representaciones homogéneo.

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En lo que respecta a la historia desde abajo dos exponentes de la historia integran sus criterios
desde su perspectivas e ideologías; según (Thompson, 1979)” frente a las descripciones del
orden social desde arriba”, se planteaba también “reconstruir una visión desde abajo”, p 17-
18, considerando a la multitud como “era, sui generis, con sus propios objetivos, operando
dentro de una compleja y delicada polaridad de fuerzas en su propio contexto” p 31-32. De
esta manera se intenta dar el valor e importancia a los actores considerados secundarios y a
los que no se habían tomado en cuenta como parte de este proceso.
Por otra parte (Hobsbawm, 1998) considera que “los que quieren cambiar la sociedad”
deberían escuchar a los de abajo, refiriéndose a la clase social obrera que ha estado al margen
de todo relato histórico pese a la labor desplegada en las “sombrías fabricas infernales”, p 219
Para los cambios requeridos en el ámbito económico cultural y social que se buscaba se tenía
que incluir a todos los integrantes de la sociedad así como lo afirma (Thompson, 1979) “no
existe el desarrollo económico si no es desarrollo o cambio cultural; y el desarrollo de la
conciencia social, como el pensamiento del poeta, no puede, en última instancia, planearse”
p 293 en cambio (Hobsbawm, 1998). Opina que “la histórica de la evolución de las
sociedades humanas tiene que ser el proceso de producción social”, p 85-86, pero “la verdad
básica sigue siendo que el análisis de cualquier sociedad, en cualquier momento de la
evolución histórica, debe empezar con el análisis de su modo de producción”, p 91 y 168.
En conclusión la Historia ayudó, efectivamente, a transformar la diversidad humana del
mundo pre moderno, en una base ciudadana responsable, respetuosa de las instituciones
basándose en procesos de inclusión de los menos favorecidos la clase obrera y trabajadora
quienes aportaban con su esfuerzo al progreso de un Estado y a su economía en general.

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Referencias
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http://ifc.dpz.es/recursos/publicaciones/19/33/21casanova.pdf
Gomez, J. G. (2012). La Nueva Historia: una herencia del pasado. Obtenido de Revista de
clases hisroria : http://www.claseshistoria.com/revista/2012/articulos/gomez-nueva-
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www.raco.cat/index.php/rubrica/article/download/286531/374670
Muñoz, I., & Osandón, L. (2013). La Didactica de la Historia y la Formación de Ciudadanos
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http://www.researchgate.net/profile/Ignacio_Munoz_Delaunoy/publication/26291928
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Sanchez, A. R. (1984). La nueva historia. Una introduccion . Obtenido de
www.dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/109768.pdf
Sebares, F. E. (2013). Thompson y Hobsbawm Historia desde abajo. Obtenido de Sociologia
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