2. Casta Lo que las
cosas dicen
de nosotros
Conceptos
Pitt-Rivers
Andes
América
Latina
Hindús
Portugueses
Españoles
Península
Ibérica
Elevados al status
científico caen
víctimas de los
cambios de la moda
en la teoría
• Gótico KASTS
• Grupo de animales,
nidada de pájaros
S XV
• (Corominas) ligada a la
procreación
Renacimiento:
• Pureza
• Gente de ancestro
mezclado
• Ascendencia, raza
• Sistemas de diferencia
social
Subdivisión endógama y
hereditaria de
determinada unidad étnica
Imprecisos
Patrilinaje
• Clanes
• Dominio humano
• Linajes
• Pureza
• Pureza de la
sangre
Significados
figurativos
Castus = latín
Skeat = inglés =
descendiente
Ambiguos
Aplicación tiene un marco
de referencia de
pensamiento analítico
Enclavados en
una cultura
Bruno Latour ha
insistido en la
hibridación entre
cosas, espacios e
identidad.
En la cultura, los espacios, los
artefactos y las comunidades se
entrelazan de manera inseparable,
constituyendo las varias formas de
identidad que caracterizan nuestras
trayectorias. Identidades epistémicas y
estéticas. Identidades que permiten
organizarse a los grupos sociales
alrededor de signos y símbolos de
afiliación, afinidades y lealtades.
La cultura existe depositada en redes
de artefactos. No hay cultura sin
artefactos. Los artefactos no son
medios o instrumentos de
representaciones antecedentes, sino
medios, o entornos, sin los que la
cultura no puede crecer ni florecer.
La cultura se organiza en
contextos, dominios,
disciplinas, áreas…
Redes que dan
sentido a la
existencia
Las cosas dicen de nosotros
lo que somos tanto como
nuestros actos.
Hilos de significado que
se entrelazan
3. ¿TIENE
GÉNERO
LA
CULTURA?
Los estudios culturales surgen en el
ámbito académico en los años 60
(Birmingham)
1. ¿Hay manifestaciones culturales «más culturales» que otras?
2. ¿Por qué ciertas formas de la cultura son pensadas como fuera de la cultura?
3. ¿La literatura es «más cultura» que la moda o los usos sociales?
4. ¿Qué es, en definitiva, la cultura?
Los estudios culturales, pues, se plantean como una corriente
que se orienta hacia el estudio de los textos y prácticas
culturales, poniendo en primer plano las implicaciones
ideológicas que intervienen en su producción, consumo y
recepción.
Incorporar al estudio académico y definir críticamente lo que se denomina baja cultura o cultura popular.
Jean Baudrillard quien ofrece un planteamiento más
sugerente con su concepto de cultura del simulacro, en la
que la distinción entre realidad y representación se
difumina, y ambas se conciben como ámbitos que se
experimentan simultáneamente. Dicho de otro modo, la
simulación «es la generación por modelos de algo real sin
origen ni realidad» (Baudrillard, 1978: 5).
La cultura no es un sistema de representaciones que «copian» o «reflejan» la
realidad y los sujetos, sino un auténtico dispositivo –utilizando el término
foucaultiano– que los genera.
Betty Friedan, The Feminine Mystique (1963): importancia que se concede
al estudio de la cultura popular como formadora y portadora de unos
significados de género;
Rakow (1998), las aproximaciones feministas al análisis de la cultura popular pueden resumirse en
cuatro grandes modos:
1) El análisis de las imágenes de la mujer producidas por la cultura popular;
2) La recuperación y relectura de la cultura popular creada por mujeres;
3) El estudio de la recepción y consumo de la cultura popular por parte de las mujeres, y 4) la
formulación de una teoría cultural feminista. Estas aproximaciones mantienen una visión
divergente sobre qué es y qué posibilidades ofrece la cultura popular a la causa feminista.
El feminismo y la cultura popular
Según analiza Hollows (2000), las definiciones sesgadas
de cultura popular que había delineado Hall (1984)
también pueden seguirse en las distintas
aproximaciones feministas:
1. La cultura popular es aquello consumido por las
masas. Según Hollows, esta asunción de la cultura
popular es la que inspira el pensamiento de Friedan y
otras feministas radicales. Las implicaciones son también
evidentes: no sólo sitúa a la feminista en una posición de
superioridad intelectual respecto a la mujer «normal»
sino que se desprecia el potencial subversivo que puede
existir en todo elemento popular.
2. La cultura popular es aquello que hace o proviene del
«pueblo». Según Hollows, esta visión idealizadora de lo
popular está presente en ciertas tendencias feministas
que intentan encontrar una expresión tradicional
«auténtica» de las mujeres que ha sido marginada o
borrada. Del mismo modo en que Hall nota que no
puede existir una cultura popular fuera de la cultura,
Hollows señala que no puede existir una cultura de las
mujeres fuera del patriarcado (precisamente porque
cultura y patriarcado
establecen el marco conceptual en que surgen).
3. La cultura popular como un escenario de lucha. Desde
esta tercera definición, Hollows apunta cómo el
feminismo puede encontrar un espacio productivo para
redefinir la feminidad y la masculinidad, pues no son
categorías culturales fijas; además, no sólo se puede
concebir cómo esas identidades genéricas son
producidas por y en relaciones de poder, sino que
también cabe abordar cómo están cruzadas por otras
formas de identidad cultural (raza, clase, sexualidad,
etc.).
Otras autoras, como Modleski (1982), señalan nuevas implicaciones entre género y
cultura, fundamentalmente la asociación de la cultura de masas con lo femenino,
siendo la cultura popular una cultura feminizada (con una obvia connotación
despectiva compartida), en la que pueden reseguirse otras oposiciones igualmente
significativas: feminidad/ consumo/lectura frente a masculinidad/creación/escritura.
Una idea que también Felski (1995) recorre en su análisis de la cultura del fin del siglo
XIX, recalando no sólo en esta doble oposición señalada por Modleski sino mostrando
también cómo el género puede estructurar toda la percepción de la cultura de una
época.
4. Aculturación feminista
Marcela Lagarde
La aculturación feminista parte desde las
vivencias individuales y colectivas de las
mujeres y los hombres comprometidos en ese
sentido, y conduce a la construcción de un
orden simbólico .
La transmisión de la
cultura feminista
El autoconocimiento reflexivo
generado por la aculturación
feminista crea desconcierto y
colorea crisis identitarias
Todo es tocado. Porque el feminismo es en primera
persona y construye (reconstruye, restaura, inaugura)
la primera persona en un mundo que prohíbe a las
mujeres el yo misma. En él, el yo femenino es tabú y
condición para el yo-contigo patriarcal, o mejor dicho el
contigo-yo. Es una dimensión subsidiaria, satelital del yo
que, en las mujeres modernas coexiste con una
dimensión del yo afirmada, autónoma, centrada y
empoderada. Esa convivencia antagónica en la misma
mujer produce la escisión vital la partición en movimiento. Y
ese movimiento permite la conexión con la alternativa
feminista.
La filosofía política feminista contribuye a la
democracia porque desmonta privilegios, purezas,
supremacías y el derecho a la dominación, que han
sido claves de política la cultura occidental y de
otras culturas. El paradigma feminista
reivindica
hechos del mundo real para convertirlos en
derechos universales: la diversidad, la
pluralidad y la posibilidad de convivencia
entre seres de tiempos, espacios y tradiciones
diferentes. El tejido que une la diversidad es el
reconocimiento de las semejanzas y la aceptación
de las diferencias en pos de convivir y reconocer
la equivalencia humana, el derecho a tener
derechos específicos, a la equidad y la igualdad
de oportunidades para el desarrollo .
Los procesos de aculturación feminista que
conducen a construir nuestra memoria exigen
desmontar la misoginia en la cultura y la
subjetividad de cada mujer, para valorar a las
mujeres y a lo femenino .
• El feminismo siempre es tardío. Todavía no es
lengua materna, ni cultura básica escolar, ni
pensamiento universitario formativo.
• La situación política de la cultura feminista obliga a su
descubrimiento tras vencer prejuicios y resistencias.
• La cultura feminista beneficia a las mujeres y a los
hombres.
• La conciencia feminista avanza de manera
fragmentaria para la mayoría de las mujeres y remite
a la particularidad.