La inseguridad ciudadana en el Perú ha empeorado debido a que los gobiernos no tienen planes efectivos a corto y largo plazo para abordar problemas como los robos y la extorsión. Aunque el gobierno de Alberto Fujimori tuvo cierto éxito al implementar estrategias para combatir la delincuencia, los gobiernos actuales no han logrado frenar la ola de crímenes, lo que ha llevado a que los ciudadanos tomen medidas extremas por su propia cuenta para hacer justicia.