Ser uniatlanticense es sentir la universidad como propia, es compartir, es vivirla intimidad, es disfrutar el silencio, es cuidar los diferentes espacios, es ofrecer soluciones a sus problemas, “ser uniatlanticense” es un compromiso a la integridad, a la excelencia, es un llamado a la disciplina; pero un compromiso propio como consecuencia de una convicción que nos lleve a reflexionar sobre mi actuación dentro de su interior.