El documento describe la arquitectura colonial en América Latina desde el descubrimiento del continente hasta principios del siglo XIX. Las características principales incluyen diseños traídos de España como iglesias y monasterios con estilos europeos, el uso de materiales locales como el yeso y el barro, y casas coloniales que a menudo tenían jardines internos. La arquitectura colonial refleja la dominación de los países colonizadores sobre los territorios conquistados.