Reseña de Terror e Imperio.

2. Contexto Latinoamericano es una revista de análisis político publicada por la editorial
Ocean Sur. Su propósito es fomentar y divulgar el intercambio de ideas entre los líderes y
activistas de los partidos, organizaciones y movimientos políticos y sociales de la izquierda,
con la participación de especialistas de las ciencias sociales, comunicadores y artistas com-
prometidos con la emancipación de los pueblos de América Latina y el Caribe.
Director: David Deutschmann
Editor: Roberto Regalado
Editora Adjunta: Ivón Muñiz
Diseño Gráfico: Víctor MCM
Composición: Miriam Hernández
Consejo Editorial: Jesús Arboleya (Ocean Sur), María del Carmen Ariet (Cuba),
José Reinaldo Carvalho (Brasil), Jaime Caycedo (Colombia),
Gustavo Codas (Brasil), Héctor de la Cueva (México),
Javier Diez Canseco (Perú), Patricio Echegaray (Argentina),
Saúl Escobar (México), Gloria Florez (Colombia),
Eliana García (México), Fermín González (Colombia),
Medardo González (El Salvador), Pablo González Casanova (México),
Sergio Guerra (Cuba), Néstor Kohan (Argentina),
Claudia Korol (Argentina), Gilberto López y Rivas (México),
Fernando Martín (Puerto Rico), Vivian Martínez Tabares (Cuba),
Hugo Moldiz (Bolivia), Julio A. Muriente (Puerto Rico),
Valter Pomar (Brasil), Renán Raffo (Perú),
Germán Rodas (Ecuador), María Guadalupe Rodríguez (México),
Javier Salado (Ocean Sur), Niko Schvarz (Uruguay),
John Saxe Fernández (México), Guillermo Teillier (Chile)
Cada trabajo expresa la opinión de su autor. La opinión de Contexto Latinoamericano
se expone en Palabras del editor y en aquellas notas que así lo indiquen.
no.9 / julio-septiembre 2008
texto Latinoamericano
Redacción: Juan de la Barrera no. 9, Colonia Condesa,
Delegación Cuauhtémoc, CP. 06140, México D.F.
Informes y suscripciones
Impreso en México por Quebecor World Querétaro S.A.
Cubierta: Trabajador de PEMEX contra la privatización del petróleo,
1 de mayo de 2008, México D.F.
Foto: César Martínez

3. Reseña de Terror e imperio. La hegemonía
política y económica de Estados Unidos
ROSÍO VARGAS
Desde mi punto de vista, el libro Terror e Imperio. La hegemonía política y económica de
Estados Unidos1
descansa en dos ejes fundamentales plasmados de alguna manera en
el título de la obra: la presidencia imperial de los Estados Unidos y su estrategia de
terror en el ámbito doméstico e internacional, encaminada a consolidar la hegemo-
nía estadounidense.
La revisión del proceso histórico de la convergencia de intereses entre el jefe del
Ejecutivo, el complejo militar industrial y las corporaciones que el autor denomina
«el triángulo de hierro» nos ubican en el surgimiento del «Estado de Excepción» que
Un gran aporte de este texto de Saxe-Fernández es describir el contexto en que
se desenvuelve la presidencia imperial caracterizada por una producción petrolera
mundial que da visos de haber alcanzado su límite en lo que a crudos convencionales
peak oil). Ante esta situación, la respuesta del gobierno estadounidense ha
sido el despliegue de estrategias diplomáticas y militares, encaminadas a garantizar
el acceso a dichos recursos, sobre todo aquellos localizados en el Medio Oriente, ya
que todas las previsiones coinciden en que habrá una creciente dependencia de los
mismos. La preservación de la hegemonía estadounidense depende del control sobre
-
diales y la garantía de supremacía económica mundial. De aquí la importancia de la
El componente esencial de la presidencia imperial ha sido, precisamente, la uti-
lización del terror como parte de las estrategias que han caracterizado histórica-
1
John Saxe-Fernández: Terror e Imperio. La hegemonía política y económica de Estados Unidos,
Random House-Mondadori, 2006. El autor es docente en la Facultad de Ciencias Políticas
y Sociales y coordina el programa «El Mundo en el Siglo XXI», del Centro de Investigacio-
nes Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CICH), en la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM).

4. 194 . Rosío Vargas
mente el desempeño internacional de los Estados Unidos. Los golpes de Estado,
las desapariciones forzadas, la tortura, no sólo han sido una constante, sino que se
observa el recrudecimiento del quebrantamiento de los derechos humanos y civiles.
El mecanismo no es obvio para la sociedad ya que es el propio Estado quien atiza el
-
car medidas de control acompañadas de un marco jurídico que violenta los derechos
humanos y las garantías individuales, prácticamente en todo el planeta.
-
tación que nos conduce a la conclusión de que el suceso fue un crimen de Estado
advertencias de lo que iba a ocurrir, emitidas por algunos países y expertos en este
-
cana a la política antiterrorista de su país, antes del 11 de septiembre; c) la omisión
de los sucesos; d) los juegos de guerra en territorio estadounidense realizados por
parte de las agencias y satélites, durante los momentos críticos; e) la «confusión»
burocrática en el momento en que ocurrían los atentados, entre otros.
Si bien la obra merece ser leída por la vastedad de sus fuentes documentales y
el certero estudio de las mismas, por el excelente manejo teórico-conceptual, por el
aporte histórico que nos lleva hasta la actualidad de los Estados Unidos, hay, ade-
-
lidad mexicana. Esto es así no sólo por la geopolítica de la vecindad, por la historia
-
bién por la actual profundización del proceso de integración que hace de México, al
igual que de Canadá, un componente fundamental de la seguridad energética, de la
seguridad nacional y de la estrategia de control hemisférico de los Estados Unidos, y
de la competencia estadounidense frente a otros bloques y adversarios económicos.
Desde nuestro punto de vista hay tres aspectos que nos sugieren revisar el con-
1. El fortalecimiento de la presidencia imperial (el poder ejecutivo en detrimento
del poder legislativo). Saxe-Fernández ubica un antecedente en fechas poste-
riores al 11 de septiembre de 2001, cuando ocurrieron los envíos de cepas de
ántrax a dos congresistas y a algunos comunicadores estadounidenses a manera
de presión, días antes de la aprobación del Acta Patriota por parte del Congre-
poder legislativo: mientras el Presidente concentra la toma de las decisiones
fundamentales, como sucede con la negociación de la Alianza para la Segu-
ridad y Prosperidad en América del Norte (ASPAN) y la Iniciativa Mérida o
Plan México, el Congreso queda al margen de las negociaciones. Incluso, se han

5. Reseña de Terror e imperio. La hegemonía política y económica… . 195
impulsado reformas que dan pauta para que la presidencia de Calderón pueda
decidir sobre el envío de tropas en respaldo a acciones consideradas como no
peligrosas por la Organización de Naciones Unidas (ONU), y en otras de «ayu-
da humanitaria», sin la intervención del Senado.
2. La adopción del concepto de seguridad de los Estados Unidos que considera
-
tas políticos. Es decir, después del 11 de septiembre de 2001, hay un proceso de
criminalización de una serie de actores sociales donde el blanco principal es la
-
-
mo». Esto se evidencia en México con la criminalización de movimientos como
ha ocurrido con el magisterio oaxaqueño (APPO), los desplazados por obras de
sucesos más recientes.
Si bien el antecedente más directo en la persecución de «terroristas» con
severos retrocesos en materia de garantías individuales es el Acta Patriota de
los Estados Unidos, los referentes que consideran a los movimientos sociales y,
en última instancia, a las masas ignorantes o a los pueblos como el enemigo a
combatir, se localizan en las doctrinas de contra insurgencia y en la concepción
misma de la democracia de élites que permean la psiquis política de la sociedad
estadounidense. Quedan claras las acciones en las que se sustenta la seguridad
nacional de México: los cambios en materia jurídica (Código Penal), las acciones
policíacas y la aplicación del terrorismo directo (explosiones en los gasoductos
de PEMEX) que tienen como propósito generar un clima de tensión que lleve a
reforzar la seguridad contra el «terrorismo». Es la misma estrategia que se apli-
3. La incorporación al perímetro de seguridad de los Estados Unidos por medio
basada en principios y valores bajo la noción de ser poco prácticos y anacró-
nicos, sino un virtual alineamiento y subordinación a los cuerpos armados y
de seguridad de los Estados Unidos. Si bien para los Estados Unidos la noción
del «enemigo externo» es una parte inherente a la construcción de su política
exterior y del diseño de su seguridad nacional, para México la noción del ene-
migo de su amigo cambia radicalmente sus relaciones con el exterior. No sólo
al adoptar al principal enemigo de su vecino: el islamismo, que hoy día es equi-
parado con «terrorismo», sino que se somete a la estrategia de control hemisfé-
y llevándonos a adoptar el problema del «terrorismo», ajeno a la realidad inter-
nacional y nacional de México.

6. 196 . Rosío Vargas
Está claro que el perímetro de seguridad encaja en lo que históricamente ha sido
riesgos y consecuencias de un país que no tiene la infraestructura, la capacidad mi-
litar y la experiencia para hacer frente a este tipo de contingencias. Con ello solo se
abre la posibilidad de mayor injerencia de cuerpos armados, agentes e inteligencia
estadounidense bajo la Iniciativa Mérida, con todas las implicaciones en materia de
soberanía nacional y de derechos humanos.
Los Estados Unidos o Ínsula Fortunata como le llaman los británicos, es lo que es
en buena medida gracias a sus vecinos. Su historia no sería la misma si tuviera a los
-
bles» han coadyuvado y siguen colaborando con su proyecto hegemónico. No obs-
tante, los vecinos, sobre todo en el caso de México, no parecen haber analizado por
sí mismos las consecuencias de este incondicional alineamiento. Su buena voluntad
prevalece por encima de análisis más objetivos que consideren el interés nacional,
o al menos algo parecido. Esto obedece a la preeminencia de visiones comerciales y
élite que hoy dirige los destinos de México: valores semejantes a los del grupo en el
poder en los Estados Unidos (neoconservadores), cuya impronta es de un total de-
sarraigo y desinterés respecto a los del pueblo mexicano.
El desdén es de clase, de raza y emerge de la existencia de proyectos distintos.
Cierto es que tiene relación con el temor del propio presidente de México por el
un añejo proceso histórico que ha llevado a un mayor alineamiento, por parte de
México, a las directrices que le marca su vecino, así como a la falta deliberada de un
proyecto estratégico de largo aliento que, por claros intereses empresariales se ha
negado a diseñar.
Todo lo anterior podría sintetizarse con un comentario que hizo un eminente lite-
rato mexicano sobre la clase política y económica que dirige el país: ésta constituye
la primera camada de estadounidenses nacidos en México.
ROSÍO VARGAS
Coordinadora del Área de Estudios de la Globalidad en el Centro de Investigaciones sobre América
del Norte de la Universidad Autónoma de México (UNAM).