14. En ocasiones te impide
hablar seguido
Se pueden hundir
las costillas al respirar
Sientes que no te entra
aire en los pulmones
15. Broncodilatadores de acción rápida
• Inhaladores de color azul
• Abren los bronquios rápidamente
• No quitan la inflamación
Dos tipos de inhaladores
• Spray (pMDI o cartucho presurizado)
• Sistemas de polvo seco
• No usar en crisis graves
16. Vía oral
• Tarda más
en hacer efecto
• Más medicinas
• Más efectos secundarios
20. No necesitan coordinación entre
la pulsación e inspiración
Disminuyen el depósito de las partículas
en la boca y los efectos secundarios
Mejoran el depósito pulmonar
Evita el efecto propelente del frío
En niños pequeños se usa con mascarilla
21. 1. Dejar al niño que permanezca
en un sitio tranquilo, mientras
vamos a buscar el inhalador
azul y la cámara
2. Administrar 4 pufs del inhalador
azul, y con cada puf respirar
suave y todo lo profundo
que pueda 4 veces
3. Esperar 4 minutos y valorar
su mejoría
22. 4. Si no mejora, repetir
los pasos 1, 2 y 3 una
vez más, si a pesar de
ello sigue sin mejorar,
acudir al centro de
salud más cercano o
llamar a emergencias
23.
24. NO EVITAR EL EJERCICIO,
Los síntomas solo aparecen si el asma
no está controlado
29. Se puede convivir con
el asma sin limitaciones
El asma es una enfermedad respiratoria
El asma a veces causa crisis (tos, ahogo, etc.)
Es importante tratarlas lo más pronto posible
Tomar cada día el tratamiento
ayuda a prevenir las crisis
Notas del editor
El aparato respiratorio es el conjunto de órganos que nos ayuda a coger el oxígeno del aire. Es muy importante ya que nuestro cuerpo necesita ese oxígeno para vivir.
El aparato respiratorio está formado por dos partes: las vías altas y las vías bajas.
Las vías altas están formadas por la nariz, la boca, la faringe y la laringe.
En las vías bajas encontramos la tráquea, los bronquios principales, los bronquios secundarios (o bronquiolos) y, por último, los alveolos.
Como el aparato respiratorio se inicia en la nariz, debemos procurar tenerla siempre limpia, porque es la nariz la encargada de filtrar el aire que va a llegar a los pulmones.
¿Para qué sirven los pulmones?
Los pulmones son unos órganos muy importantes porque se encargan de poner en la sangre el oxígeno (O2) del aire que entra en nuestro cuerpo y expulsar el dióxido de carbono, también conocido como CO2. A este intercambio de gases del aire en los pulmones se le llama “respiración”.
¿Qué es el asma?
El asma es una enfermedad del sistema respiratorio que afecta a los bronquios. Como hemos visto, la tráquea se divide en dos tubos llamados bronquios, por donde pasa el aire. Las personas que tienen asma tienen los bronquios inflamados (como cuando nos hacemos una herida y la piel enrojece), y mucho más sensibles, y eso provoca que cualquier estímulo del exterior haga que sus bronquios se estrechen y, por tanto, que el aire pase por ellos con mayor dificultad.
¿Qué pasa en los bronquios de una persona asmática?
Cuando tenemos asma, nuestros bronquios están inflamados. Esta inflamación provoca que nuestros bronquios se hagan más estrechos al estar en contacto con el virus del resfriado, con los ácaros del polvo o, también, cuando hacemos ejercicio. Por lo tanto, como el bronquio se ha estrechado, al aire le cuesta mucho pasar por ese tubo tan pequeño y es entonces cuando decimos que se está produciendo una crisis de asma.
¿Cuáles son los síntomas cuando se produce una crisis de asma?
Como hemos visto, al aire le cuesta mucho pasar por unos bronquios tan estrechos. Por eso, es habitual que en las crisis de asma se produzca un ruido -que suena como un pitido- y que es el resultado de esa dificultad de la entrada del aire en nuestro organismo. Además, también es habitual que en las crisis de asma se tenga tos continua y seca (es decir, una tos sin mocos), dolor en el pecho y, en general, una sensación de ahogo, porque a nuestro cuerpo le está costando respirar.
¿Qué pasa con el tabaco?
El tabaco es malo para todo el mundo, no solo para los que fuman: daña nuestro organismo porque irrita los bronquios y ennegrece nuestros pulmones, lo que provoca que nos cueste más respirar. Además, el tabaco crea adicción, lo que significa que, si lo probamos, nuestro cuerpo necesitará de esa sustancia nociva todos los días, y esto acabará provocando, entre otras muchas cosas, que se nos manchen los dientes, que nos apeste la ropa y que, si practicamos deporte, nos cansemos mucho porque respiraremos con dificultad.
¿Se puede llevar una vida normal con asma?
Sí. Si la persona que sufre asma se cuida y mantiene unos hábitos respiratorios saludables podrá tener una vida libre de los síntomas del asma.
Por lo tanto, el asma es una enfermedad que podemos controlar para llevar una vida totalmente normal, realizando el deporte que más nos guste, ya sea bailar, nadar, correr o ir en bicicleta.
¿Cómo es una crisis de asma?
Cuando una persona sufre una crisis asmática es habitual que tenga los siguientes síntomas:
-Una tos continua y seca (es decir, una tos sin mocos).
-Una respiración muy rápida y corta, porque siente una sensación continua de ahogo.
-Un ruido en el pecho, que se conoce como “pitidos”, y que está provocado por la dificultad que el aire tiene para pasar por unos bronquios tan estrechos.
También debemos saber que si la crisis asmática es muy fuerte, la persona afectada no podrá hablar seguido y, como estará haciendo tanta fuerza para que el aire llegue a los pulmones, podrá notar cómo se le hunden las costillas al respirar.
Como en una crisis de asma los bronquios están estrechos y el aire no puede entrar bien, tenemos que “abrirlos” con unos medicamentos que dilatan los bronquios y se llaman broncodilatadores. Son de color azul para identificarlos con el aire y abren los bronquios de forma rápida. Esta medicación llega al bronquio por vía inhalada mediante unos dispositivos como los que se muestran en la imagen.
En el tratamiento del asma es mejor tomar los medicamentos por vía inhalada (directa a los pulmones), ya que la medicación por vía oral tarda más en llegar a los pulmones y produce más efectos secundarios, como nerviosismo o temblores.
En el tratamiento del asma es mejor tomar los medicamentos por vía inhalada (directa a los pulmones), ya que la medicación por vía oral tarda más en llegar a los pulmones y produce más efectos secundarios, como nerviosismo o temblores.
Los inhaladores no son peligrosos. Se ha demostrado que no crean adicción y no “atacan” al corazón. En algunos niños pueden hacer que el corazón vaya más rápido pero es un efecto secundario que remite al cabo de un rato.
Cada edad puede requerir diversas técnicas de inhalación, como por ejemplo, cámaras inhaladoras.
Para que el inhalador llegue mejor a los pulmones se debe emplear con cámaras que ayudan al deposito de la medicación en el pulmón y no necesitan que el niño coordine la pulsación del inhalador y la respiración.
En el caso de que un niño tenga una crisis de asma, lo más importante es mantener la calma y ayudarle a que respire tranquilo.
Debe administrarse el inhalador de color azul, que es el que abre los pulmones, junto con cámara (como muestra la imagen).
Primero se quita la tapa del inhalador, se agita, se pone en la cámara, se hace una pulsación y entonces debe respirar entre 4 y 7 veces.
Todo el proceso debe repetirse hasta 4 veces.
Si no mejora y sigue teniendo dificultades para respirar a pesar del tratamiento inhalado, debemos acudir al medico.
Existen varios factores que pueden producir una crisis de asma. Algunos de ellos son:
1. Los ácaros del polvo: los ácaros son unos bichitos microscópicos –muy, muy pequeños- que viven en el polvo y que son perjudiciales para las personas que tienen asma. Por eso, es muy importante mantener la casa libre de polvo, el cual suele acumularse en los peluches, en las alfombras, en las estanterías de los libros, etc.
2. El polen: el polen es un conjunto de granitos diminutos que encontramos en las plantas y que también son perjudiciales para la persona asmática.
3. El pelo de los perros o de los gatos: para aquellas personas que sean alérgicas al pelo de animal, éste también es un factor que debe tenerse en cuenta, porque puede desencadenar una crisis asmática.
4. El humo: tanto el humo de la chimenea como el humo del tabaco son muy perjudiciales para las personas que sufren asma, porque el humo es un aire sucio que dificulta aún mucho más la entrada de aire en el organismo.
5. El ejercicio y el deporte: practicar ejercicio puede ser perjudicial si la persona asmática no tiene su enfermedad bajo control. Pero si el asma está bien controlado, es muy aconsejable la práctica de cualquier tipo de deporte para tener unos hábitos de vida saludable que ayudarán, también, a mejorar nuestra salud respiratoria.
Es muy importante que los niños que tienen asma practiquen el deporte que más les guste.
Si su asma esta controlado no tendrán ningún problema haciendo ejercicio.
¿Cómo se puede controlar la enfermedad del asma?
Aunque el asma sea una enfermedad, podemos controlarla para evitar las crisis. Las recomendaciones que las personas asmáticas deben seguir para llevar una vida totalmente normal son:
-En primer lugar, evitar los desencadenantes que provocan las crisis asmáticas como, por ejemplo, los ácaros, algunos animales o respirar el humo del tabaco.
-En segundo lugar, tomar la medicación que el médico ha recetado.
-En tercer lugar, calentar antes de hacer ejercicio, porque así preparamos el cuerpo para el esfuerzo al que lo vamos a someter.
-Y, finalmente, si el ejercicio que vamos a realizar requiere de muchísimo esfuerzo, se debe tomar la medicación del inhalador que ha recetado el médico, ya que ayudará a hacer más anchos los bronquios para que el aire pueda circular por ellos con total normalidad.
Así evitaremos la sensación de ahogo cuando practiquemos deporte.
Hemos aprendido que…
-El asma es una enfermedad del sistema respiratorio que afecta a los bronquios.
-Las personas con asma a veces tienen crisis asmáticas, con una tos continua y seca y una sensación de ahogo (porque les cuesta respirar). Algunos factores que desencadenan esas crisis son los ácaros, el polen y el humo.
-Es importante tratar las crisis lo más pronto posible.
-El asma es una enfermedad que podemos controlar si tomamos cada día el tratamiento recetado por el médico.
-Y lo más importante: si tenemos unos hábitos respiratorios saludables, se puede convivir con el asma sin limitaciones.