1. Tener dinero no necesariamente es ser bendecido
¿Tener dinero será realmente ser bendecido?,
Hay personas que me dicen: “¿Por qué Dios no me prospera?, ¿Quiere Dios
que toda la vida sea pobre?, ¿Dios quiere que sus hijos pasemos por estos
problemas económicos?”. Y es que el no tener una respuesta nos lleva a pensar
tantas cosas, creemos que por ser hijos de Dios nuestro estado económico tiene
que ser el mejor.
Cuando un maestro de la ley le dijo a Jesús que lo seguiría hacia donde fuera, el
Señor le contesto: “Jesús le respondió: —Los zorros tienen cuevas donde
vivir y los pájaros tienen nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene ni siquiera
un lugar donde recostar la cabeza.” Mateo 8:20 (Nueva Traducción Viviente).
Si examinamos la vida de Jesús detenidamente nos daremos cuenta que Él no
vino a implantarnos un modelo de vida basado en lujos o en dinero. Él no vino a
enseñarnos que de la manera que seamos prosperados económicamente, de esa
forma estaremos más cerca de Dios o seremos mas bendecidos. La bendición de
Dios no se mide en dinero ni bienes, sino basado en todo lo contrario.
uando Jesús vino a esta tierra su mensaje era directo y basado en términos
espirituales y no terrenales, Él dijo: “»No vivan pensando en qué van a comer,
qué van a beber o qué ropa se van a poner. La vida no consiste solamente en
comer, ni Dios creó el cuerpo sólo para que lo vistan. »Miren los pajaritos
que vuelan por el aire. Ellos no siembran ni cosechan, ni guardan semillas
en graneros. Sin embargo, Dios, el Padre que está en el cielo, les da todo lo
que necesitan. ¡Y ustedes son más importantes que ellos! »¿Creen ustedes
que por preocuparse vivirán un día más? Aprendan de las flores que están
en el campo. Ellas no trabajan para hacerse sus vestidos. Sin embargo, les
aseguro que ni el rey Salomón se vistió tan bien como ellas, aunque tuvo
muchas riquezas. »Si Dios hace tan hermosas a las flores, que viven tan
poco tiempo, ¿acaso no hará más por ustedes? ¡Veo que todavía no han
aprendido a confiar en Dios! »Ya no se preocupen por lo que van a comer, o
lo que van a beber, o por la ropa que se van a poner. Sólo los que no
conocen a Dios se preocupan por eso. Ustedes tienen como padre a Dios
que está en el cielo, y él sabe lo que ustedes necesitan. »Lo más importante
es que reconozcan a Dios como único rey, y que hagan lo que él les pide.
Dios les dará a su tiempo todo lo que necesiten. Así que no se preocupen
por lo que pasará mañana. Ya tendrán tiempo para eso. Recuerden que ya
tenemos bastante con los problemas de cada día.” Mateo 6:25-34
jesús vino a este mundo siendo pobre, naciendo en un establo, sus padres no
eran ricos, creció siendo pobre, vivió siendo pobre y murió siendo pobre. Entonces
2. si el Hijo de Dios, no tuvo “grandes privilegios” hablando en sentido material y
económico, ¿Por qué nos afanamos en creer que si no tengo dinero entonces no
estoy bendecido?
Conozco gente muy pero muy pobre, que es mas feliz que la gente rica que
conozco.
¡Ojo! No estoy diciendo que tener dinero no es ser bendecido tampoco, hablo
sobre el afán que nos da por tener más de lo que tenemos, hablo de la
inconformidad que existe en muchos corazones por su estado económico, hablo
de esa infelicidad que existe por no ver lo material y económico crecer en nuestra
vida.
La Biblia habla sobre los ricos y los pobres y dice: “El rico y el pobre se
encuentran; A ambos los hizo Jehová.” Proverbios 22:2 (Reina-Valera
1960). Esto es lo bello del Señor, que delante de Él no hay distinción alguna, que
somos iguales delante de Él a pesar de nuestras diferencias económicas o
materiales.
Para poder comprender lo que en esta hora estoy escribiendo, necesitamos
cambiar nuestra mentalidad referente a esto. Es decir debemos quitarnos de la
cabeza que para ser bendecidos tenemos que tener mucho, solo tomemos como
ejemplo lo que dice el siguiente proverbio: “Hay quienes pretenden ser ricos, y
no tienen nada; Y hay quienes pretenden ser pobres, y tienen muchas
riquezas.” Proverbios 13:7 (Reina-Valera 1960). Lo que describe este
proverbios es lo que quiero dar a entender, pues ¿De que sirve ser rico y no tener
nada?, entonces prefiero ser pobre y tener mucho.
El Apóstol Pablo fue otro hombre de Dios que no tenia grandes cantidades
de dinero, ni bienes. Él dijo lo mismo que yo pienso respecto a este tema y lo que
he tratado de exponer: “No lo digo porque esté necesitado, pues he
aprendido a estar satisfecho con lo que tengo. Sé bien lo que es vivir en la
pobreza, y también lo que es tener de todo. He aprendido a vivir en toda
clase de circunstancias, ya sea que tenga mucho para comer, o que pase
hambre; ya sea que tenga de todo o que no tenga nada. Cristo me da fuerzas
para enfrentarme a toda clase de situaciones.” Filipenses 4:11-13
(Traducción en lenguaje actual).
Queridos hermanos y hermanas en la fe, mi intención principal es exponer que
para ser bendecidos no se necesita estarlo económicamente ni materialmente.
3. Podemos ser bendecidos espiritualmente y ser felices, cada uno de nosotros
tenemos que tener contentamiento con el estado que estamos viviendo, no hablo
de conformidad, sino mas bien de aceptar de buena forma la situación que
estamos atravesando, sin olvidar que Dios tiene cuidado de nosotros y que pronto
nos dará respuesta.
Para las personas que sufren preguntándose porque Dios no las bendice
económicamente para salir de sus deudas, quiero invitarles a aprender a confiar
en Dios sin reclamos, sin reproches, a que vivan cada día confiando en que pronto
Dios responderá y que si por alguna razón no lo hace, entonces de igual forma
¡Glorificaran su Nombre!
Tú fe en Dios no tiene que estar basada en la cantidad de bienes o dinero que
tengas, sino mas bien en tu certeza que Él tiene cuidado de ti y en la convicción
de que pronto veras una respuesta.
No le des a Dios esperando que Él te devuelva mucho más, al contrario dale a
Dios de lo que Él ya te dio y con un corazón agradecido por lo poco o mucho que
te ha dado.
Si aprendemos a vivir con contentamiento de nuestro estado, entonces
aprenderemos a disfrutar de la vida espiritual plena que Dios quiere que vivamos.
La vida no solo se basa en bienes y dinero, en prosperidad económica, sino en lo
felices que seamos en su presencia y viviendo cada día a su lado.
Quizá a muchos les gusta escuchar que serán prosperados, que Dios les
multiplicara sus bienes o su dinero, que después de dar diez Dios les dará cien,
pero yo quiero decirles que si Dios no los prospera económicamente, no les
multiplica sus bienes o dinero o no les da los cien que esperan al dar los diez, aun
y con todo esto, NO DEJARAN DE SER BENDECIDOS, porque su bendición no
esta basada en una respuesta ni en un estado financiero, sino mas bien en
la PRESENCIA DE DIOS EN SUS VIDAS.
El siguiente pasaje bíblico es lo que cada uno de nosotros deberíamos pensar y
creer, pero sobre todo poner en practica:
4. “Aunque la higuera no florezca,
Ni en las vides haya frutos,
Aunque falte el producto del olivo,
Y los labrados no den mantenimiento,
Y las ovejas sean quitadas de la majada,
Y no haya vacas en los corrales;
Con todo, yo me alegraré en Jehová,
Y me gozaré en el Dios de mi salvación.
Jehová el Señor es mi fortaleza,
El cual hace mis pies como de ciervas,
Y en mis alturas me hace andar.”
Habacuc 3:17-19 (Reina-Valera 1960)
¿Sabes? Dios conoce tu estado financiero, Él conoce cada necesidad que hay en
tu vida, a Él no se le ha escapado nada. No reniegues de tu actual estado porque
algo vas a aprender en medio de toda esta crisis. No te sientas solo porque Dios
no te ha dejado ni un momento, no creas que no eres importante para Él porque el
tener o no tener no determina tu identidad de hijo de Dios.
Aprende a gozarte en Dios independientemente de tu estado financiero y material
y entonces comenzaras a ver con los ojos de la fe y Dios comenzara a bendecirte
de una forma maravillosa.
Recuerda que eres peregrino en esta tierra, que tu morada no es terrenal, que tu
ciudadanía es celestial y que acá estamos de paso, que lo que tengas o no tengas
acá en la tierra no influirá en nada en tu morada celestial y eterna que Dios tiene
preparada para ti, por esa razón vivamos agradecidos con Dios por el regalo de
cada día que nos da al prestarnos vida.
Quizá tener dinero es necesario, pero nunca determinara nuestro futuro eterno,
por lo tanto confiemos en el Dios de la Plata y el Oro, porque si en Él confiamos,
tenemos la seguridad de estar bien independientemente del estado material o
financiero que estemos padeciendo.
¡Tu identidad es determinada por la presencia de Dios en tu vida!