El documento discute el destino del yo espiritual después de la muerte y cómo se determina por el estado de desarrollo alcanzado en la tierra. También explica que la multiplicación del yo espiritual sólo ocurre durante la vida física en la tierra, desde la concepción hasta el nacimiento, y que cada momento de la vida es una oportunidad para lograr una acción perfecta con Dios y obtener verdad, vida eterna y felicidad.