3. Entre 1898 y 1916 se impone con una poesía sobria, señoril, buscadora de lo esencial, influida por Bécquer,
Góngora, Verlaine, Heine y Rubén Darío. Su sensibilidad se expresa en poemas de perfecta estructura
formal. Mencionamos en este período: Rimas (1902), “Arias tristes” (1903), “Jardines lejanos” (1904),
“Elegías” (1907), “La soledad sonora” (1911), “Pastorales” (1911), “Laberinto” (1913) “Platero y yo” (1914) y
“Estío” (1916). “Platero y yo”, es sin duda, su obra más conocida, redactada en prosa, sobre la simple y
candorosa vida de un borriquito.
Entre 1916 y 1949, el poeta se traza una línea estética más esencial y austera. Con su primer viaje a América
descubre el mar como apertura a lo trascendente. Así comienza una búsqueda poética de la eternidad.
Ejemplos de sus creaciones de esta etapa son: “Diario de un poeta recién casado” (1916), “Primera antología
poética” (1917), “Eternidades” (1918), “Piedra y cielo” (1919), “Poesía” y “Belleza” (1917-1923).
Entre los elementos de su poesía encontramos:
La abstracción intimista, de cuyo uso son ejemplos: “Nada”, “Vigilia”, “Nostalgia” “Hastío”, “Soledad”, “Te
soy fiel”, entre otras.
La simplicidad: lo cotidiano, el detalle simple, la nota popular, los sentimientos comunes de la humanidad,
se subliman y vibran, discreta y recatadamente en sus poemas. Bien pronto dejó de lado los sonoros y
brillantes recursos modernistas. Sus temas son accesibles y comunes. Halla su inspiración en el hogar, en el
campo, en el amor, en el episodio de la calle o la casa, en el vuelo de la mariposa y en la muerte de Platero.
La pastoral: consustanciado con la veta más auténtica de la poesía lírica española, casi no hay página ni
poema donde no aparezca una referencia bucólica. Por ejemplo “El pastor” y “Mañana de la cruz”.
Es Juan Ramón Jiménez, el más diestro regidor de la metáfora en la poesía contemporánea. Con ella vibra,
con ella abstrae, con ella explica y se evade.
Su descripción suele reducirse a una mera yuxtaposición y enumeración de elementos.
En la última década de su vida escribió “Los romances de Coral Gables” (1948) y “Animal de fondo” (1949),
donde se acerca a una religiosidad inmanente y panteísta, a una búsqueda de Dios dentro de sí mismo y de su
obra. Ésta tendencia llega a su culminación en “Dios deseado y deseante”, donde se identifica
definitivamente con el Creador.
Falleció el 29 de mayo de 1958, en Puerto Rico. Sus restos fueron trasladados a España, donde descansan en
el Cementerio de Jesús, de Moguer.
4. El libro está constituido por breves estampas (138
capítulos) que entre sí ,no guardan ningún orden
temático.
Son las impresiones, sensaciones y recuerdos de Moguer
de la etapa infantil del poeta.
La historia de Platero dura un año completo, pues en el
capítulo VIII se nombra el Sábado Santo y en el capítulo
titulado Melancolía se hace referencia al mes de abril.
Juan Ramón cuenta la historia en primera persona de
forma que él es el YO.
Nos dice de él mismo que tiene la barba nazarena y que
va vestido de luto, los chiquillos lo llaman "el loco"
5. Este "loco" pasea por las calles y los campos de
Moguer describiendo todo lo maravilloso y horrible
(denuncias medioambientales) que encuentra a su
paso.
Entre Platero, el burrito gris, y el narrador o su
dueño hay una gran amistad.
Juan Ramón le cuenta a Platero todos sus
sentimientos y emociones mediante bellos diálogos,
en los que habla sin obtener respuesta pero de este
modo libera su alma
6. Los personajes principales son Platero y ‘yo’ – como dicho. Hay muchos personas más, pero
aparecen solo una o dos veces en el libro. No sería razonable mencionar todos. Pero los
personajes principales siempre forman parte de las historias.
El ‘yo’ es un hombre que cuenta todas las historias, el narrador. Dice que es vestido de luto, que
tiene una barba nazarena y un breve sombrero negro. Nos cuenta que los chiquillos gitanos
siempre gritan ‘El loco’ cuando pasea con su burro Platero. Entonces, debe mirar un poco
extraño. En un capítulo menciona que no le gusta hacer fiesta todo el tiempo – como otros del
pueblo. Platero y él están a veces un poco separados.
Su compañero es el burro suyo. ¿Sabéis que es un platero? No es solo un nombre para un burro.
Todo el mundo en Andalucía que tiene un poco campo tiene junto con caballos algunos burros.
El burro se utiliza para otras cosas que un caballo, y no tiene que cuidarse mucho de él. Se
utiliza el burro para transportar carga o también niños que están demasiado cansados. ‘Platero’
es la expresión general por ciertos burros, los burros de plata.
Entre Platero y el narrador hay una gran amistad. Se muestra en el capítulo 43 – amistad (p.
124). [leer el pasaje]
El narrador puede decir todo al Platero, le puede decir todos los sentimientos. Cuando está con
Platero está solo porque no hay otro hombre allá. Aún puede hablar con alguien. Y esto es lo
que le gusta más, pienso.
Hay muchos niños en el libro, porque Platero es como un niño y necesita relaciones con sus
iguales. Los niños habitan en un mundo especial, un mundo que el adulto quizás ha perdido o
abandonado.
7. Platero: es el personaje principal ya que el poeta se
vale de él para conseguir las descripciones de tipo
social (denuncias variadas)
8. Azabache
Variedad de lignito, de hermoso color negro, muy compacto y susceptible de pulimento.
Pájaro insectívoro que tiene la cabeza y las alas negras
Gualda
Hierba resedácea de tallos ramosos, hojas enteras, amarillas y frutos capsulares.
Da la materia colorante llamada enteolina.
Moscatel
Variedad de uva, de grano redondo y muy dulce.
Que se elabora con ella.
Crepúsculo
Claridad de la luz del sol al amanecer y al anochecer.
Tiempo que dura esta claridad.
Decadencia.
Clavellina
Clavel, esp. el de flores sencillas.
Planta semejante al clavel común, pero de tallos y hojas muy pequeños
Testuz
En algunos animales, frente (parte de la cara).
Alforjas
Especie de talega, abierta por el centro y cerrada por los extremos, formando dos bolsas grandes y cuadradas, donde se
pone lo que se quiere llevar de una parte a otra.
Provisión de los comestibles necesarios para el camino.
Oropéndola
Ave paseriforme de plumaje amarillo, con las alas, la cola y las patas negras, y el pico blanco o negro; se alimenta de
insectos y frutas, y hace el nido colgándolo de las ramas horizontales de los árboles (Oriolus oriolus).
9. Alforjas
Especie de talega, abierta por el centro y cerrada por los extremos, formando dos bolsas grandes y
cuadradas, donde se pone lo que se quiere llevar de una parte a otra.
Provisión de los comestibles necesarios para el camino.
Oropéndola
Ave paseriforme de plumaje amarillo, con las alas, la cola y las patas negras, y el pico blanco o negro; se
alimenta de insectos y frutas, y hace el nido colgándolo de las ramas horizontales de los árboles
(Oriolus oriolus).
Chamariz
(ár. çamariz, canario campestre)
m. Ave paseriforme, más pequeña que el jilguero, de plumaje verdoso con manchas y fajas obscuras en la
cabeza, dorso y alas (Chrysomitris spinus).
Angelus
Oración en honor del misterio de la Encarnación, que comienza con las palabras Angelus Domini, y se
recita tres veces al día.
Toque de campana para esta oración. Pl. ángelus.
Vallado
Cerco que se levanta para defender o delimitar un sitio e impedir la entrada en él.
Campesino mal trajeado que viene al pueblo.
Quicio
Parte de las puertas y ventanas en que entra el espigón del quicial.
Fuera del orden o estado regular.
10.
11.
12.
13. Para mí, "Platero y yo" es algo más que un libro de poemas o
prosa poética mejor dicho, ya que desde la primera hasta la
última palabra va reflejando y transmitiendo un sin fin de
sentimientos.
El libro está dedicado a Platero, un burro que durante muchos
años fue el mejor amigo de Juan Ramón Jiménez y de todos
los niños de su pueblo. Un burro con el que compartía muchas
cosas, desde paseos hasta poesía. A él le leía sus poemas y con
él se desahogaba contándole sus problemas o transmitiéndole
sus sentimientos y preocupaciones. Cada uno de los capítulos
en los que está dividido el libro, reflejan esto. Son capítulos
muy breves pero grandes en palabras y emociones, no puedes
evitar sentirte cómplice de ellas cuando lo lees, te sientes al
lado de ellos, paseando junto a Platero por el campo y
sintiendo por él el amor y cariño que siente Juan Ramón.
14. Es un libro que demuestra que no hace falta palabras rimbombantes o grandes
Coplas para construir poesía, que muchas veces los mejores poemas o la mejor
poesía es la que nace de pequeñas palabras, de pequeños sentimientos o cosas
sencillas. Este libro es el mejor ejemplo, no es un libro de poemas dedicado a un
gran amor sino a un ser tan frágil y humilde como es un burro. Para mí, éste es uno
de los libros más grandes y mejores de la Literatura española, no sólo del siglo XX
sino de todas las épocas. En él, podemos ver reflejado también cómo era la vida en
un pueblo andaluz a principios del XX, como vivía y sentía esta gente, la gente
humilde y campesina. A parte de hablar sobre Platero, a través de él, Juan Ramón
nos permite conocer su sociedad, a su gente.
Por desgracia, este libro no es de los que se leen mucho y si se lee es por ser lectura
obligada. Si lo lee gente de 4º de ESO lo entienden, pero no si son de 1º ó 2º. Claro
que la culpa no es de ellos, ya que a parte de la edición de Cátedra, que es la mejor,
hay ediciones adaptadas para niños que les descubren a Platero. Porque aunque
pueda parecerlo, Platero no es una poesía para niños. Siempre que lo leo, me entran
ganas de tener un burrito como Platero. Es un burrito al que llegas a querer y al que
llegas a llorar cuando se va. En definitiva, creo que es una obra que se debería
conocer y valorar más porque transmite muchísimas cosas que no caben en una
simple descripción o comentario. Es un libro que te invita a descubrir la literatura, y
sobretodo la poesía.