1. Presentación modificada y adaptada para los alumnos y alumnas del
C.E.PR. Doctor Severo Ochoa (Vélez Rubio, Almería)
Programa educativo inserto en programa de Lecturas y Bibliotecas
Escolares de Andalucía: CLÁSICOS ESCOLARES
JUAN RAMÓN JIMÉNEZ, poeta y
escritor andaluz universal.
Exposición autores clásicos. Mes de febrero 2014 y Día de Andalucía.
2. Juan
Ramón Jiménez es uno de los más
grandes poetas de todos los tiempos.
Nació en Moguer (Huelva) en 1881 y
murió en 1958. En 1956 obtuvo el premio
Nobel de Literatura.
3. A
veces, en las narraciones, lo más
importante no es lo que ocurre, sino
los sentimientos que expresan algunos
personajes. Y el mérito del narrador
consiste en transmitir a los lectores
esos sentimientos.
Vamos a leer unas líneas de Platero y
yo.
4. PLATERO
Platero es pequeño, peludo, suave;
tan blando por fuera que se diría
que es todo de algodón, que no lleva
huesos. Solo los espejos de
azabache
de sus ojos son duros cual dos
escarabajos de cristal negro.
Juan Ramón Jiménez
10. El poeta Juan Ramón,
el mago de las palabras
que te llega al corazón
con solo un abracadabra.
11. Era ya escritor notorio,
pero de frágil salud:
de médico en sanatorio
se pasó la juventud.
12. Se paseaba a menudo
a lomos de su Platero,
que era un burro muy peludo,
por un estrecho sendero
13. Se enamoró de Zenobia,
la persiguió noche y día,
logró que fuese su novia,
su equilibrio y su alegría.
14. Dieron refugio y hogar
a huérfanos de la guerra
y tuvieron que emigrar
a otro lado de la Tierra.
15. Recibió un premio excelente,
el de grandes escritores,
por regalar a la gente
sus palabras de colores.
16. El escritor andaluz,
hasta el fin de su andadura,
repartió versos de luz,
y puñados de hermosura.
(Carmen Gil, De buena tinta)
17.
18. PLATERO Y YO.
Una aproximación a la inmortal obra de JUAN RAMÓN
JIMÉNEZ, poeta y escritor andaluz universal y premio
Nobel de Literatura.
19. Juan Ramón escribió PLATERO Y YO en prosa poética
y la publicó en 1917 aunque llevaba varios años
escribiéndola (desde 1914).
Es una mezcla de realidad y fantasía en la que el autor
va contando las aventuras que le suceden con un
borriquillo pequeño, peludo, suave…
21. Platero es pequeño,
peludo, suave: tan
blando por fuera que se
diría todo de algodón,
que no lleva huesos.
Sólo los espejos de
azabache de sus ojos
son duros cual dos
escarabajos de cristal
negro.
22. Lo dejo suelto, y se va al
prado, y acaricia
tibiamente con su
hocico, rozándolas
apenas, las florecillas
rosas, celestes y
gualdas…
Lo llamo dulcemente:
“Platero”… y viene a mi
con trotecillo alegre que
parece que se ríe…
23. Come cuanto le doy. Le gustan
las naranjas, las mandarinas,
las uvas moscateles, todas de
ámbar; los higos morados, con
su cristalina gotita de miel…
24. En un arroyo grande nos
encontramos atascada una
vieja carreta, perdida toda bajo
su carga de yerba.
Una niña lloraba sobre una
rueda queriendo empujar para
sacar a la carreta ayudando al
borricuelo, más pequeño, ¡ay!
Y más flaco que Platero.
25. Acaricié a Platero y, como pude, lo enganché a la
carretilla. Entonces, con un tirón, Platero sacó carreta y
rucio del atolladero y les subió la cuesta.
¡Qué sonreír el de la chiquilla!. Fue como si el sol de la
tarde le encendiese una aurora tras sus tiznadas
lágrimas.
26. Platero, ella se iba en aquel tren
negro y soleado que, por la vía
alta, cortándose sobre los
nubarrones blancos, huía hacia
el Norte.
Y las nubecitas de vapor
celeste entristecían un
momento el sol y las flores,
rodando vanamente hacia la
nada…
27. Entre los niños, Platero
es de juguete. ¡Con
qué paciencia sufre
sus locuras! ¡Cómo va
despacito,
deteniéndose, para que
no se caigan! ¡Cómo
los asusta iniciando,
de pronto, un trote
falso!...
28. Les dije a las niñas que aquella
carrera la había ganado Platero
y que era justo premiarlo de
algún modo.
Entonces, cogiendo un poco de
perejil hice una corona y se la
puse en la cabeza…
29. Encontré a Platero echado en su cama de paja, blandos
los ojos y tristes. Fui a él, lo acaricié hablándole y quise
que se levantara…
El pobre se removió… No podía…
30. A mediodía, Platero estaba muerto…
Por la cuadra en silencio revoloteaban
mariposas de tres colores…
31. Esta tarde he ido con los
niños a la tumba de
Platero, que está en el
huerto de la Piña, al pie
del pino redondo.
¡Platero, amigo! –le dije
yo a la tierra- : si estás
ahora en un prado del
cielo y llevas angelitos
sobre tu lomo, ¿me
habrás olvidado,
Platero?.
Dime, ¿te acuerdas aún
de mi?
32. Y, como contestando a mi pregunta, una
leve mariposa blanca revoloteaba
insistentemente a mi alrededor, igual
que un alma, de lirio en lirio…
33. Esta presentación es un homenaje al autor de PLATERO
Y YO, Don Juan Ramón Jiménez y forma parte de un
material didáctico sobre su vida y su obra, presentado
para el programa educativo
Clásicos Escolares para Primaria.
Realización y adaptación de la presentación de Pedro A.
López Yera: por parte de Juan Egea Martínez
para
C.E.PR. Doctor Severo Ochoa
Vélez Rubio (Almería). Curso 2013/2014