"La palabra Dios no es para mí nada, sino la expresión y el producto de la debilidad humana, la Biblia es una colección de leyendas venerables pero aún bastante primitivas", .
1. Carta de Dios
por María Luisa Alba Bustos (Marisa)
Estimado y temido Hombre Todopoderoso:
Me dirijo a usted para hacerle llegar un ruego que espero pueda ser atendido por su
parte. Seguramente habrá usted oído hablar de mi, soy Dios, ese ser que los suyos
crearon hace muchos, muchísimos años, cuando todavía su especie apenas si se
distinguía del resto de los animales. Cuando el desconocimiento, el temor, el deseo de
protección y la ignorancia les hacía tan vulnerables como cualquier otro animal.
Me crearon ustedes a su imagen y semejanza, adornado con todos su defectos y
virtudes, en aquellos tiempos primitivos era hasta divertido ser Dios, mejor dicho ser
dioses, por que eran demasiadas sus necesidades como para crear un sólo Dios.
Me crearon, pero me crearon esclavo de sus creencias y necesidades. Me imaginaron
bajo distintas formas y atributos. Cada nuevo creyente me ataba, y me sigue atando, con
sus cadenas exigiendo de mí que le ayude a paliar su dolor y su ignorancia.
Me crearon, nos crearon cuando todavía no comprendían el mundo que les rodea y las
leyes que lo rigen. Cuando ignoraban que podían existir leyes que rigen el mundo y el
universo. Por eso me crearon, nos crearon tan disparatados, nos crearon con arreglo a
sus propias fantasías y temores. Tan disparatado como sólo la mente un niño puede
crear un ser inventado para que le ayude.
Mi historia Señor es muy triste, es la historia de un ser creado para paliar sus temores,
sus ambiciones, su ignorancia y sus enfermedades.
Desde el primer momento se me utilizó como justificación de todos los desmanes y
egoísmos propios de su especie.
Se me utilizó para justificar sus enfrentamientos, para justificar el poder que algunos
hombres se atribuían, para que unos hombres dominaran a otros, para imponer sus
normas y sus creencias diciendo que procedían de mí. Para que unos hombres se
proclamaran portavoces de mi voluntad descalificando, en mi nombre, a todos aquellos
que no creían en sus palabras.
Desde el primer momento ustedes crearon guerras entre nosotros para justificar sus
intereses.
Nos utilizaron para justificar sus deseos de conquista, para vencer al contrario, para
someterlo.
Nos utilizaron para justificar la inmensidad de muertos, heridos, torturados que esas
guerras generaron y generan.
Nos utilizaron para justificar sus odios, su voracidad, sus deseos de venganza.
No creo que haya maldad en que ustedes no hayan invocado mi nombre.
Creo Hombre, que no ha habido ocasión en su historia personal y colectiva donde no se
haya invocado mi nombre, o nuestros nombres, para defender sus intereses manifiestos
y ocultos.
En mi nombre, en nuestro nombre se han cometido y se siguen cometiendo infinidad de
matanzas, crímenes y tropelías que no tienen mas justificación que sus propios
intereses.
Bajo la apariencia de seres infinitamente poderosos no somos mas que esclavos de sus
creencias, esclavos nos crearon y esclavos seguimos, y así seguiremos mientras no nos
liberen de esas cadenas que a ustedes les parecen tan justas, creyendo que nos alaban y
que nos gustan.
Son las mismas cadenas con que los poderosos de su especie les atan a ustedes cuando
dicen que interpretan nuestra voluntad, nuestras palabras y nuestros deseos.
Su especie, Hombre, ha avanzado mucho, no tanto como debiera por que en nuestro
2. nombre también se ha procurado detener el avance de su especie, se han forjado
mentiras inmensas, espantosas falsedades destinadas a detener su avance, se han matado
y destruido a aquellos hombres y obras que abrían brechas en las murallas de la
ignorancia.
Pese a todo ha avanzado lo suficiente para que ya no necesite creer en seres mágicos
creados por su imaginación hace mucho, muchísimo tiempo.
Pese a todo hoy sabe que el mundo, el universo se rige por leyes, no por mi voluntad, no
por nuestra voluntad.
Todavía les falta para descubrir las muchas leyes que permanecen ocultas, pero si saben
que esas leyes existen, aunque aun no las conozcan.
Ya no tienen necesidad de nosotros, ya no tienen necesidad de seres mágicos que guíen
sus pasos en la oscuridad y en la ignorancia.
Tomen en sus manos las riendas de su destino, averigüen las leyes que rigen todo y
déjenme, dejenos descansar en paz.
No me usen para justificar sus ambiciones, sus deseos, sus intereses, sus desmanes o sus
atrocidades. Por eso Hombre Todopoderoso te dirijo esta carta rogándote que me liberes
de tus cadenas, de tus creencias, de tu ignorancia y de tus miedos.
Cada vez que sientas la tentación de creer en mi pregúntate quien ha creado a quien, ¿Sí
dios al hombre, o el hombre a dios?
Por eso Señor, Hombre Todopoderoso, te lo ruego, libérame de la esclavitud a que me
tienes sometido, deja que me disuelva en la nada de la que un día me creaste, nos
creaste, a tu imagen y semejanza.
Saludos desde el otro lado del mundo en las fronteras de la locura, donde el correo no
solo trae las cuentas que se deben de pagar, a veces nos trae escritos dejándonos que
pensar...