Investigaciones en curso por maniobras con recetas falsas de insulina y tiras...
La danza de la mezquindad y de las ovejas reprimidas
1. La danza de la mezquindad y de las ovejas reprimidas
Iliana Romero Giraldo
El poder es una droga que te ciega los sentidos, eso nadie lo duda, te hace creer que eres
onmipotente, que nadie puede atreverse a contradecir ni negarte nada que pidas, incluso aquello
que está por encima de la ley, las normas o reglamentos. ..te hace perder la perspectiva sobre que
es real y que no lo es, que es lo lógico y lo correcto, te hace olvidar que existen normas mínimas
de convivencia humana como el respeto, la ética de la profesión, el honor y la verdad y las
encubres con mentiras, lisonjas falsas y creencias mesiánicas de que eres un “iluminado(a)” o
elegido, el que más sabe, el mejor - cuando sabes en conciencia que para lograr lo que deseabas,
manipulaste personas y situaciones incluso rogaste porque te tiren el mendrugo de la mesa -, que
tus defectos notorios, incapacidad y desconocimiento se tapan con tu propia soberbia, ceguera
mental y falta de autocritica.
En los últimos tiempos muchas autoridades o personas que tienen un cargo hoy, hacen lo descrito
líneas arriba: abusan del poder que temporalmente se les ha otorgado y en su ceguera creen es
eterno, incuestionable, no aceptan negativas en base a hechos concretos…es decir, la lógica de
aquí mando yo y el resto no importa-así decía Luis XVI antes de perder la cabeza en la guillotina- ;
no se dan cuenta que todos a su alrededor ya saben que está haciendo mal, que todos saben que
solo encubren así su enorme inseguridad, su falta de conocimiento y temor de equivocarse, pues
reconocen en silencio que no saben que están haciendo; y aquellos que los rodean por mantener
su posición “privilegiada” solo balan cual ovejas agachándose al paso del “iluminado(a)” sin
decirles de frente lo que piensan por miedo y no porque sepan que están actuando mal. Al final,
creen erradamente que se salvarán igual que los nazis en Nüremberg diciendo: “solo obedecía
órdenes de mi superior”, ni se imaginan que eso no salva a nadie de responsabilidades menos aún
sabiendo que sus pseudolíderes no darán ni harán nada por ellos pues los dejaran solitos.
Así el iluminado(a), que en verdad es una caricatura de líder que ostenta ese poder para su
provecho y no para el bien común, que era la misión de su labor primigenia, y cree que tiene el
absoluto control, un falso control pues solo es por miedo, no por convicción, no por respeto real
ni porque sea él o ella un ejemplo que motive a sus subordinados. A sus espaldas, incluso sus
amigos denostan y se burlan de sus metidas de pata, y en su nombre- sin embargo- aprovechan
para festinar a su favor personal poniéndole el sello: “tengo el apoyo de mi superior”, que
personalmente da risa, pues es el ciego apoyado sobre otro ciego, pronto se verá que pasa
cuando la vara corroída que les sirve de punto de apoyo, se quiebre tarde que temprano.
Por eso las instituciones están hoy sumidas en este caos, por eso campean acciones
incomprensibles y hasta risibles, incongruentes con la búsqueda de la mejora continua, contrarias
a la madurez o de adultos profesionales; y mucha gente con la que converso hace queja de su
malestar, desesperanza o comparte su fastidio al ver como yo estas situaciones. Y me anima
escribirles esta nota para decirles que tengan fe, las tormentas sirven para poner a prueba
nuestra capacidad de respuesta e inteligencia, nunca –la historia lo refrenda- lo malo, los que
2. hacen daño perduran; lo mejor: dejan a su paso pruebas de su maldad hasta documentada, que
sirve para que se autodestruyan.
Recuerden mis amigos y amigas, que la fortaleza del guerrero y líder verdadero está en su
capacidad de sobreponerse a la maldad, a la gente que quiere doblegarte solo por demostrar
poder sobre ti o simplemente porque le dijiste no a lo que te exigían porque creías era lo
correcto; esa gente piensa: “está conmigo o contra mí”, pobre espíritu debe tener quien así
razona, su alma está perdida en el abismo de la intolerancia y falta de respeto por su semejante,
no se da cuenta que es maravilloso tener ideas diferentes y unirlas para crear algo que funcione y
crezca mejor, no son capaces en su enanez mental de buscar alternativas para construir, sino
buscan destruir a quien hace o dice lo que piensa que sea diferente, ya sea por: envidia, celo o
despecho sin darse cuenta que de paso están arrastrándose ellas mismas al despeñadero de su
estupidez y falta de sentido común.
La literatura y la historia han enseñado que la oscuridad nunca dura para siempre, que la fuerza
del espíritu de quienes saben están en lo correcto rebasan y superan a cualquier fantoche con
poder que se alucina iluminado(a); que no dejarse avasallar es una opción, que decir no ante lo
incorrecto o injusto es tu derecho, y que tu voz debe alzarse fuerte y sin miedo ante la corrupción,
la ambición personal y la mediocridad que trata de pisotear a quienes valen de verdad. Lo peor
que puede pasar es que te maten, pero como dice la canción: “matan a la persona, pero nunca
sus ideas”. Por eso ha sobrevivido la humanidad.
Entonces, no arredren el corazón ante esas personas, no se sometan a quienes desean que no
razonen ni piensen por Uds. mismos, aquellos que quieren que sigan a pie juntillas sus consignas y
confabulaciones de tiranuelos en ciernes, no permitan que sus almas se entreguen a estas
situaciones pues no son solo Uds., no soy yo solamente quienes en una isla peleamos …es la
dignidad y la humanidad misma quien se juega en cada pequeño o gran acto su mayor pelea por
sobrevivir. Y no le podemos fallar.
Ahí está la historia: Gandhi , Martin Luther King, Nelson Mandela; ahí está la literatura preciosa de
Tolkien…la oscuridad absoluta no prevalecerá jamás, siempre tiene su final; y hoy mis amigos
soplan vientos buenos y prometedores, hoy quienes nunca arriamos bandera ante quienes nos
amenazan debemos tener esperanza, pues la fuerza de nuestra unión en la pelea ha logrado un
éxito inimaginable: el gremio médico con dignidad a prueba de balas se planto ante un grupo de
gente que solo pensaba en su beneficio propio sin importarles nada ni nadie, el gremio médico se
levanto y peleo solo contra un monstruo de millones de dólares y lo tumbo, el gremio médico
golpeo el corazón corrupto de este gobierno y lo hizo trastabillar hasta el punto de que su cabeza
visible prefirió huir antes que la boten, y aunque diga lo que diga nosotros la sacamos y la pusimos
de cabeza a ella y sus amigotes, incluidos sus personales y cercanísimos amigos de Palacio. Y
recuerden no peleamos por dinero, peleamos por un ideal: por el derecho a una salud pública
digna, respeto por la salud del pueblo, por respeto a la dignidad de la profesión médica y nuestra
Ley de Trabajo médico.
3. Nosotros los médicos peleamos contra la peor persona inimaginable y ya se fue aquella mentirosa
que tanto daño nos hizo, ahora faltan aquellos que detrás de ella hacían comparsa mientras nos
atacaban, aquellos funcionarios que olvidaron que eran médicos y agredieron colegas olvidando
el Código de ética, aquellos que entraron por la ventana y sin respeto a consensos de la mayoría
mientras estábamos incluso peleando por sus derechos laborales; aquellos que salieron a dar su
apoyo de una u otra manera a quienes nos maltrataban y lanzaban gas, caballos y mentiras
pagadas con millones de publicidad.
Por eso no teman, no se rindan que hay muchas batallas más que dar y hay mucho que hacer, hay
que prepararnos para dar lo mejor de nosotros desde todos los frentes pero con inteligencia,
respeto y dando clase sobre que es liderazgo, con respeto y cumplimiento por las normas y
códigos, que es trabajar con juicio y equilibrio pero sobre todo con sabiduría y en consenso, con
discrepancias pero sin mentiras ni difamaciones menos todavía tirando al suelo normas, códigos
de ética o las leyes de convivencia social.
Que el poder de la mezquindad de algunos, que hacen danzar sus ovejas reprimidas por su
poder o por miedo no nos asuste, no nos arredre ni nos rebaje a su nivel. La unidad fraterna
nacida de la lucha por lo justo y digno así como la historia nos acompañan, y recuerden que la
historia jamás se equivoca ni se tuerce para siempre.