La cardinalidad define el grado de participación de las entidades en una relación, calculado preguntando cuántos elementos de una entidad participarán con un elemento de otra entidad, y viceversa. Existen tres tipos de cardinalidad: 1:1 cuando hay una asignación uno a uno entre las entidades; 1:N cuando los elementos de una entidad se relacionan con múltiples elementos de otra; y N:M cuando los elementos de ambas entidades se pueden relacionar con múltiples elementos de la otra.