LAS NUEVAS TECNOLOGIAS EN EL AULA INFANTIL.docx

UNIVERSIDAD TÉCNICA DE ORURO
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
CARRERA ATENCIÓN TEMPRANA Y EDUCACIÓN INFANTIL
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EL USO DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS EN LA FORMACIÓN DEL DUCADOR INFANTIL II
DOCENTE: ING. JAQUELINE MARTINEZ CALDERÓN
LAS NUEVAS TECNOLOGIAS EN EL AULA INFANTIL
I RESUMEN
Las nuevas tecnologías aplicadas al ámbito de la Educación Infantil presentan grandes logros si su
puesta en práctica tiene un carácter preciso y claro. Esto es, no por la simple utilización de los
ordenadores, programas informáticos y demás recursos tecnológicos se consigue su éxito, sino que
hay que realizar un uso específico con unos objetivos concretos y adaptados. Se debe llevar un
seguimiento y control en cuanto a su uso.
En nuestro mundo actual es una realidad que los niños están expuestos a la tecnología desde que
nacen, son lo que conocemos ahora “como nativos digitales”. Ahora bien, el hecho de nacer
expuesto a la tecnología e interactuar con ella, incluso desde bebés, no quiere decir sean
conscientes de su presencia.
Sin embargo, como docentes, debemos saber que la escuela y la educación no pueden ser ajenos a
esta situación, sino por el contrario, deben ser guías que fomenten la inteligencia emocional y la
adquisición de competencias digitales, para preparar a los estudiantes, sin importar su edad, a
convivir e interactuar en una realidad que ya es la suya. De esta manera, el acceso a la tecnología
ayuda a que los niños se conviertan en participantes activos en su uso. Y uno de los entornos más
propicios para fomentar un uso seguro y responsable, además de casa, es el colegio.
Un estudio realizado por la Universidad Stanford, destaca que las nuevas metodologías como el
aprendizaje basado en el juego y el hacer, así como la robótica educativa, combinadas con nuevas
tecnologías como la realidad virtual y los sistemas educativos online serán habituales en los centros
educativos a partir del 2030, lo que con el paso de los años se confirma, ya que en el año 2023 cada
vez son más comunes los centros educativos que han integrado nuevas tecnologías en las aulas de
educación infantil. Es importante destacar que las nuevas tecnologías aplicadas en el ámbito
educativo presentan grandes beneficios, siempre y cuando su puesta en práctica sea de carácter
preciso. Y un buen momento para comenzar la formación de las nuevas tecnologías con nuestro
alumnado es en la etapa de educación infantil, aprovechando la infinidad de ventajas que éstas nos
proporcionan.
II INTRODUCCIÓN
Las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC) hacen posible la transmisión de datos,
textos e imágenes en forma digital y en tiempo real, y permiten a personas, organizaciones e
instituciones públicas automatizar sus procesos de búsqueda e intercambio de información. Además,
promueven la creación de redes de interacción, que involucran la radio, los teléfonos móviles, las
computadoras y distintos programas de cómputo en el contexto de redes globales como la Internet
(Monge y Hewwitt, 2004). Por estas y otras características, su uso se ha convertido en algo
cotidiano, popular y necesario para alcanzar un mayor aprovechamiento del tiempo y de otros
recursos en el contexto de nuestras sociedades. Actualmente, las TIC han modificado los escenarios
cotidianos de niños, niñas, jóvenes y adultos. Es común observar su uso generalizado en centros de
salud, servicios de atención al cliente y centros de enseñanza, e incluso en el hogar; en ese sentido,
las computadoras y los dispositivos móviles se han convertido en recursos frecuentes para niños y
niñas que observan a sus padres y madres utilizar este tipo de equipo durante sus actividades de

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trabajo y ocio. Poco a poco, las nuevas generaciones, ‘nativas digitales’ (Cabra y Marciales, 2009),
van creciendo y aprendiendo a utilizar la gran variedad de TIC por sí mismos y para diferentes
propósitos.
Ante este contexto, es relevante que los centros de enseñanza del sistema de educación pública
propicien la introducción de las TIC como apoyo y recurso pedagógico, tanto para docentes como
para estudiantes, donde a estos últimos se les permita accesar a la tecnología, colaborando así en la
ampliación de sus posibilidades de inserción social en el futuro al tener una mejor formación tanto
académica como tecnológica (Bennett, Maton y Kervin, 2008). Esto vendría a colaborar con la
reducción de la brecha de desigualdad ante las posibilidades que ofrecen los sistemas privados
(Mesa, Sánchez y Caro 2008), por cuanto estos, al no tener limitaciones de tipo económico, cuentan
con más herramientas tecnológicas para el uso en el aula. De otra manera, según Camacho (2009),
podría en cambio perpetuarse la marginalidad de algunos grupos que, aislados del conocimiento y la
utilización de muchos instrumentos tecnológicos, pierden importantes posibilidades de introducirse
en actividades sociales vinculadas con el intercambio de comunicación e información.
En la actualidad, las TIC se han vuelto esenciales para el desarrollo económico, político y social de
los países, donde se busca que todas las personas tengan acceso al conocimiento. La ausencia de
una política de Tecnologías de la Información y de la Comunicación en instituciones públicas, puede
aumentar la desigualdad entre los países y las personas (México, Secretaría de Educación Pública,
2011). Sistemas educativos públicos de diversos países comparten la característica de no contar con
suficientes recursos para suplir las necesidades de sus instituciones, dando lugar a la autogestión
como una forma de organización dirigida a la consecución de proyectos considerados vitales para
mejorar la calidad de la educación que reciben sus estudiantes.
La autogestión, a su vez, favorece la innovación al colaborar para que instituciones educativas de
bajos recursos económicos adquieran tecnología, tratando de mejorar la calidad en la educación al
proveer de nuevas oportunidades a los estudiantes, tal es el caso de México, donde a través de esta
gestión, la secretaria de Educación Pública, busca recuperar el papel relevante de la escuela para
dar respuesta a una sociedad que demanda ciudadanos competentes, que enfrenten y superen los
desafíos; una escuela que se posicione como el espacio idóneo para la ampliación de oportunidades
de aprendizaje, donde estén involucrados todos los actores escolares: directores, docentes,
alumnos, padres y madres de familia y miembros de la comunidad.
Para que la autogestión en los centros educativos pueda ser realizada, debe establecerse una visión
y propósitos comunes para todos los involucrados, a partir de un liderazgo que coordine la acción, el
diseño y la ejecución de un plan estratégico escolar que se derive de las necesidades que hay que
resolver, con evaluación permanente de los logros alcanzados y de las nuevas necesidades que
vayan surgiendo. El proceso implica una comunicación fluida entre todas las partes, relaciones
personales horizontales, diseño de objetivos, estrategias y metas compartidas, así como el
compromiso para su ejecución y logro, además de la retroalimentación para evaluar el proceso y
mejorarlo de ser necesario (Parra y Wondon, 2011).
De esta forma, la gestión en el Centro Educativo da un viraje positivo, donde las relaciones de
colaboración son esenciales, dejando atrás el aislamiento profesional, las visiones divergentes, la
escasa comunicación, la ausencia de liderazgo directivo y la limitada participación de los padres de
familia, además de la desarticulación de iniciativas y acciones. De este modo, la institución

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promoverá condiciones para que sea atractiva para los alumnos y apreciada por la comunidad,
donde todos colaboren en alcanzar los objetivos propuestos (México, Secretaría de Educación
Pública, 2011). En el caso específico de la Educación Preescolar, y partiendo de esta como la etapa
que cimienta las bases del desarrollo del individuo de forma integral, involucrando las características
del medio físico, natural y social, la introducción de tecnologías, especialmente computacionales, es
clave para ampliar y enriquecer nuevos conocimientos en los estudiantes, que los capaciten para
enfrentar situaciones novedosas fuera del aula (Haugland y Wright, 2000).
Desde esta perspectiva, y en correspondencia con la idea de un currículo que ofrece a niños y niñas
un ambiente integrado a través de su aula (Costa Rica, Ministerio de Educación Pública, 2004), el
uso de la computadora dentro del salón de clase puede servir como apoyo lúdico-didáctico, capaz de
complementar las actividades cotidianas por medio de la construcción de nuevos conocimientos.
Dado lo anterior, y partiendo de una Educación Preescolar basada en guías que orienten el
aprendizaje y la interacción a través del juego (Plowman, Stephen y McPake, 2010), es posible que
la inclusión y la colocación estratégica de materiales digitales en el ambiente pedagógico cotidiano y
al alcance de niños y niñas logre favorecer su uso espontáneo y autónomo en actividades
generadoras de conocimiento (Camacho y González, 2008).
La incorporación de las TIC al contexto específico de la Educación Preescolar ha sido controversial y
muchas veces ignorada. El alto costo de los equipos y su uso para el aprendizaje de conceptos
básicos, el tiempo que invierten los niños en el uso del computador vs las actividades que pueden
promover el desarrollo de destrezas comunicativas, así como la elevada venta
de software comercial, generan controversias en cuanto al uso entre las personas ligadas al mundo
de la Educación Preescolar (Garassini y Padrón, 2004). Algunos han optado por descartar la
introducción de la computadora en los centros educativos de Educación Preescolar, pero otros,
mediante la estrategia de autogestión de recursos, procuran incluirla como un área más en el aula.
Un espacio de libre elección por parte de niños y niñas, donde el periodo de exposición es de
aproximadamente 45 minutos semanales.
Actualmente, en el sistema nacional de Educación Preescolar costarricense no existe una estrategia
oficial generalizada para el uso de equipo computacional en los ciclos de materno y transición, pero
sí destacan diferentes iniciativas orientadas hacia estos propósitos, que se pueden organizar en 3
líneas de trabajo:
PRONIE: el Ministerio de Educación Pública (MEP) ha realizado importantes esfuerzos para
incorporar la informática a la Enseñanza General Básica a través del Programa Nacional de
Informativa Educativa (PRONIE), con la colaboración de la Fundación Omar Dengo (FOD). En la
actualidad, existe cobertura de programas informáticos en los ciclos I y II de la educación pública
nacional, y aunque aún no se ha establecido una política de cobertura adaptada a las necesidades
del currículo de Educación Preescolar se está trabajando en ello. Mientras tanto, PRONIE propicia
que algunos Jardines de Niños tengan acceso al Laboratorio de Cómputo de sus escuelas anexas,
donde desarrollan una estrategia de aprendizaje basada en proyectos, orientada hacia la
implementación de los estándares de desempeño definidos para este nivel educativo (Zúñiga y
Brenes, 2008). Asimismo, en el caso de algunas instituciones multigrado, conocidas como
unidocentes, los estudiantes de diferentes niveles comparten un mismo espacio (Angulo, Cerdas y

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Ovares, 2010), donde PRONIE favorece que los Preescolares tengan contacto con equipos de
cómputo instalados en los salones generales.
Ambientes Virtuales Colaborativos: la Dirección Curricular del MEP, el Departamento de Educación
Preescolar (DEP), el Centro de Investigación en Neurociencias (CIN) de la Universidad de Costa
Rica y el Laboratorio de Investigación en Ingeniería Biomédica (LIIB) de la Escuela de Ingeniería
Eléctrica, también de la Universidad de Costa Rica, han promovido la incorporación de la tecnología
dentro del salón de Preescolar. Esta iniciativa ha favorecido que el equipo de cómputo pueda ser
introducido como otra área más, como la de construcción, la de arte o la de ciencias, por citar
algunas, en correspondencia con los programas de estudio vigentes para los Ciclos de Materno
Infantil y de Transición (Costa Rica, MEP, 2000). La iniciativa destaca por la utilización exclusiva
de software libre. Se trabaja con el sistema operativo Edubuntu y sus aplicaciones educativas y
otras, utilizando siempre software libre como el programa para la creación de multimedia interactiva
Blender (http://www.blender.org/). En los Ambientes Virtuales Colaborativos, los niños y niñas se
enfrentan a juegos virtuales en los que deben resolver problemas de manera conjunta. La meta u
objetivo del juego solo puede alcanzarse si los niños trabajan juntos, utilizando diferentes interfases
(ratón, teclado, etc.). De esta manera, se propicia la socialización, el desarrollo cognitivo y la
alfabetización tecnológica, entre otros (MEP y Fundación Omar Dengo, 2011).
Iniciativas institucionales autogestionadas: en busca de soluciones, ante la clara necesidad y con
gran iniciativa, algunas instituciones Preescolares han auto-gestionado notables proyectos para
incorporar la tecnología a sus aulas. Con el apoyo del personal docente y administrativo, padres y
madres de familia, así como con el soporte de diversos actores de la comunidad en general, varias
instituciones se han organizado, estableciendo estrategias de autofinanciamiento (a partir de rifas,
ventas, colaboración de las familias, etc.) para comprar equipo de cómputo. Todo esto con el fin de
responder a las demandas de la era digital donde se desarrollan los Preescolares, ofreciéndoles, así,
mejores oportunidades. Estas iniciativas incorporan, en una etapa posterior, la computadora dentro
de un espacio adicional del salón de clases, proporcionándole a los niños una opción novedosa para
realizar otras actividades dentro de su rutina diaria (Camacho y González, 2008). De esta manera, se
apoya y fortalece el aprendizaje y, además, se facilita la labor de la docente.
Por todo lo anterior, este artículo se centra en las iniciativas institucionales autogestionadas y ofrece
una sistematización de la experiencia de dos Centros Educativos Preescolares Públicos de Costa
Rica, que han llevado adelante estos proyectos. Específicamente, se abordan los casos del Jardín
de Niños José Ana Marín, ubicado en Vásquez de Coronado (provincia de San José) y el Jardín de
Niños Central de Tres Ríos (provincia de Cartago). Estos jardines han logrado introducir las TIC en la
cotidianeidad de las aulas, gracias a un esfuerzo significativo desde muchas partes, con el objetivo
de ofrecer mejores oportunidades para las comunidades de niños y niñas que conforman cada
institución. La investigación presenta un resumen del proceso partiendo desde la identificación de la
necesidad, hasta la obtención del equipo, mediante la estrategia de autogestión, enfatizando,
además, uno de los retos más importantes de estas iniciativas: el establecimiento de la metodología
del uso en el aula. También, se destacan algunos de los aciertos, alternativas y dificultades que han
enfrentado las instituciones durante la ejecución de los proyectos, para dar lugar a un análisis de sus
eventuales alcances y limitaciones y de cómo solucionarlas.

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III OBJETIVOS
Aúnan particularidades de las tecnologías de la información y comunicación, como son la rapidez o
cercanía, con las de la docencia, como son el aprendizaje o el conocimiento. Es decir...
 Permiten ampliar los ámbitos de la enseñanza más allá del aula tradicional.
 Posibilitan nuevas fórmulas de planteamiento de la partes teóricas y prácticas de las
asignaturas.
 Incrementan el acceso a la educación y fomentan la interactividad.
 Simplifican la acción de compartir materiales educativos o información, tanto a docentes
como al alumnado.
 Invitan a seguir aprendiendo y desarrollando conocimientos, o a mejorar las habilidades
con contenidos extra o libros digitales.
 Facilitan la conexión y participación entre centros educativos con independencia del
lugar donde se ubiquen.
 Facultan estar al día de datos, cifras y noticias de la actualidad de todo el mundo, y
permiten conocer otras realidades diferentes del entorno en el que se reside.
IV CARACTERISTICAS PRINCIPALES

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• Actualización constante. La tecnología en el ámbito educativo se actualiza todo el tiempo, es
importante estar al tanto y eso exige tiempo dedicación de los docentes.
• Uso didáctico: El ordenador educativo son materiales elaborados con una finalidad didáctica.
• Utilizan el ordenador: Se utiliza como soporte en que los alumnos realizan las actividades
propuestas por el Sofware.
• Individualizan el Trabajo: Se adaptan al ritmo del trabajo de cada estudiante y pueden adaptar
sus actividades según las actuaciones de los alumnos.
• Interactivos. Contestan inmediatamente las acciones de los estudiantes y permiten un dialogo y
un intercambio de informaciones entre el ordenado y estos
• Fáciles de Usar: Se necesitan conocimientos informáticos así mismo para utilizar la mayoría de
estos programas a un cuando cada programa tiene reglas de funcionamiento que es necesario
conocer.
VI MARCO TEORICO
IMPACTO DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS EN NIÑOS DE 0-6 AÑOS Vivimos en una sociedad tecnológica.
De hecho, como afirmaba Prensky (2001), los estudiantes de hoy son “hablantes nativos” del
lenguaje digital de los ordenadores, los videojuegos e Internet. A medida que pasan los años el uso
de las nuevas tecnologías, y, en especial, el uso de teléfonos móviles y Tablet crece en el colectivo
de los más pequeños, comenzando a utilizar estos dispositivos a edades mucho más tempranas de
los dos años (Irwin, Siddiqi y Hertzman, 2007). Además, se ha producido un gran aumento de uso de
los dispositivos móviles en los niños escolarizados en la etapa de primaria (Dryagan, 2010) y,
quienes usan estos dispositivos, suelen hacerlo sobre todo con dos motivos: en primer lugar, para
comunicarse entre iguales mediante llamadas y mensajes (en la actualidad se destaca el uso de
WhatsApp) y, en segundo lugar, para jugar con juegos del móvil. Según Malo (2006) los dispositivos
móviles hacen que los niños pasen horas y horas encerrados en sus domicilios, abandonando otros
modos de socializar, como salir a la calle a jugar con sus amigos, pasear o practicar deporte. Si bien
es cierto que están comunicados constantemente fuera del entorno escolar y tienen buenas
relaciones entre ellos, Pedrero, Rodríguez y Ruiz (2012) aseguran que el uso en exceso del teléfono
móvil se considera una conducta adictiva y por ello se acompaña de ciertos trastornos en
comportamiento de los niños y baja autoestima, pues un niño obsesionado con internet y las nuevas
tecnologías se encuentra aislado, distraído y por ello no interactúa ni con su familia ni con sus
iguales. El doctor José R. Kremenchuzky (2013) también afirma que los teléfonos móviles, encierran
a los niños, los aísla y, a partir de ciertas edades (10 -16 años), las nuevas tecnologías les hacen

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gastar dinero (móviles prepago, comprar apps no gratuitas, videojuegos etc..). Según este autor, las
nuevas tecnologías tienen un poder adictivo entre los niños y su uso masivo perjudican su
rendimiento escolar. El término adicción es definido en el DSM-5 (APA, 2013) como “enfermedad
primaria, crónica, neurobiológica con factores genéticos, psicosociales y ambientales que, se
caracteriza por, conductas que incluyen uno o más de los problemas en el control de uso compulsivo
de drogas, a pesar del daño que éstas hacen al organismo”. Aunque las adicciones a las nuevas
tecnologías no se encuentran recogidas de forma expresa en el DSM-5, cuando hablamos de
adicción a las nuevas tecnologías, nos referimos a conductas repetitivas, que producen placer y
alivio en primer lugar pero que, pasado un tiempo, acaban haciendo que los niños pierdan el control
y perturbando su bienestar general de un modo severo. Christakis et al. (2004) y Ozmert et al. (2002)
afirman que exponer a los niños con edades comprendidas entre los 0-6 años a las nuevas
tecnologías ralentiza su atención y su función cerebral, ya que el exceso de televisión, Tablet,
teléfono móvil y 6 ordenador (con lo que juegan a videojuegos) está asociado con comportamientos
agresivos, problemas de interacción social y familiar, y problemas de atención e hiperactividad. Si
una familia está viendo la televisión en el salón de su casa y un niño pequeño se encuentra en ese
entorno, aunque no esté mirando la pantalla directamente, puede tener un impacto negativo en el
desarrollo del mismo, a esta situación se le denomina “televisión de fondo” y se caracteriza por el
contenido para adultos que está encendido mientras que los niños están cerca (Lapierre, Piotrowski
y Linebarger, 2012). Los investigadores Schmidt, Pempek, Kirkorian, Lund, & Anderson, (2008)
afirman que los cambios bruscos que se perciben en la pequeña pantalla tanto en auditivos como
visuales distraen a los niños, haciéndoles centrar toda su atención en la pantalla y consiguiendo así
que dejen de jugar con sus juguetes. El uso desmedido de las Tablet en edades tempranas puede
acarrear serios problemas en el desarrollo de las habilidades sociales, imaginación, hábitos
saludables, problemas de sueño, problemas de atención (De Gracia et al., 2001). Diversos estudios
confirman que existen retrasos en la adquisición del lenguaje si los menores de dos años hacen uso
desmedido de las nuevas tecnologías, sobretodo de la televisión (Tomopoulos et al., 2010). También
los niños que tienen televisión en sus cuartos duermen menos y peor que los que no la tienen (Van
den Bulck, 2004). Los niños que tienen una sobre exposición a la TV, videojuegos, teléfonos móviles
o Tablet están estrechamente ligados a sufrir problemas de atención que probablemente se
mantengan en sus edades adultas (Christakis, Ebel, Rivara y Zimmerman, 2004; Christakis,
Zimmerman, DiGiuseppe y McCarty, 2004; Grøntved y Hu, 2011; Thompson y Christakis, 2005).
Todo ello se debe al aumento de las hormonas norepinefrina y cortisol, hormonas que regulan el
estrés (Skosnik, Chatterton, Swisher y Park, 2000). Los niños entre 0-6 años que hacen uso de las
nuevas tecnologías de manera indiscriminada generan un exceso de dopamina, cortisol y adrenalina
y, a su vez, esto provoca que dediquen menos tiempo a las tareas del colegio, menos tiempo a la
familia, descansen menos y peor, en algunos casos incluso existe falta de sueño e incluso pueden
tener cambios de humor si se les priva del uso de las mismas, lo que se denomina “síndrome de
abstinencia” (Kremenchuzky, 2013; Spitzer, 2013). Durante los primeros años de vida de los niños, la
masa encefálica y el desarrollo de habilidades están en su pleno desarrollo, por lo tanto, la
estimulación que las nuevas tecnologías ejercen en los niños tendrá un impacto negativo, sobretodo
en familias donde los padres trabajan a tiempo completo, los dispositivos electrónicos se vuelven
sustitutos de la interacción carente entre padres e hijos y por ende el desarrollo de los niños no será
el mismo que el de los niños que tienen a sus padres en casa e interactúan con ellos (Rosseli, 2008).
De forma similar, existen estudios según los cuales la memoria y comprensión lectora de los niños se

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puede ver afectada de forma negativa debido a la “televisión de fondo” y que la visualización de una
serie de TV animada a diario sin control parental podría tener serias consecuencias en la mente de
los niños e incluso podría hacer que actúen de formas indebidas (insultar, tener pataletas,
adquisición de nuevas palabras en otros idiomas..), al copiar modelos de comportamiento y
conductas que observan en la pequeña pantalla (Armstrong y 7 Greenberg, 1990; Barr, Lauricella,
Zack y Calvert, 2010; Schmidt et al., 2008; Vandewater et al., 2005). Diversos autores inciden en
esta relación entre el tiempo de uso de las nuevas tecnologías y el aumento de problemas
conductuales, entre muchos otros (Griffiths y Hunt, 1995; Goldber, 1996; Muñoz-Rivas y Agustín,
2005). En la actualidad se estima que el tiempo que pasan los niños utilizando las nuevas
tecnologías ronda unas dos horas diarias, aunque en ocasiones es más tiempo, estando el tiempo de
exposición junto a los contenidos que ven en las televisiones estrechamente relacionados el
sedentarismo, problemas de sobrepeso y obesidad (Olivares, Yañez y Díaz, 2003). Según Duek,
Enriz, Tourn y Muñoz (2012), el tiempo que dedican los niños a las nuevas tecnologías es excesivo
y, en ocasiones, se deberían facilitar actividades alternativas para evitar problemas posteriores.
Estos autores también señalan que, al encontrarnos en una sociedad tecnológica, el hecho de que
los niños no tengan un teléfono móvil a cierta edad puede influir negativamente en la inserción con
su grupo de iguales, de manera que hacen grupo los que sí lo tienen y aíslan a los que no lo tienen.
Datos de la Academia Americana de Pediatría (2007) indican que los niños preescolares que tienen
televisión en las habitaciones tienen más probabilidades de tener sobrepeso. Pero no solamente la
exposición a la televisión causa problemas, sino a las nuevas tecnologías en general, ya que en
ocasiones pueden ser un factor de riesgo en el colectivo de los más pequeños. Por ello la
Organización Mundial de la Salud (OMS, 2019) estableció que para los pequeños de tan sólo un año,
el tiempo de pantalla sedentaria (ver videos, ver la televisión o jugar a un videojuego en cualquier
dispositivo electrónico) no es recomendable. A su vez, la OMS estableció que para los niños de dos
años el tiempo de pantalla sedentaria no debería excederse más de una hora. Por otro lado, parece
que los niños que juegan a videojuegos de acción tienen mayor precisión, rapidez, resolución
espacial y procesamiento visual (Granic et al., 2014), pero leen aproximadamente un 30% menos
que los niños que no juegan y un 34% invierten menor cantidad de tiempo para realizar las tareas
escolares (Cummings y Vandewater, 2007). A su vez, el uso de los videojuegos se asocia con
relaciones distantes y débiles con los padres e incluso con sus iguales (Dickerman, Christensen y
Kerl-McClain, 2008). Suando los niños de 0-6 años hacen uso de los videojuegos, éstos estos
interfieren en el adecuado desarrollo de sus destrezas sociales, no les estimula para interactuar con
otros niños ya que el juego les distrae y toda su atención está focalizada en el videojuego y no en
socializar (Bacigalupa, 2005). La exposición continuada a los videojuegos deteriora la atención en los
más pequeños, sobre todo en niños entre 0 y 6 años con Trastorno por Déficit de Atención e
Hiperactividad (TDAH) (Swing, Gentile, Anderson y Walsh, 2010). En la siguiente imagen (Figura 1)
se contempla la tomografía de dos cerebros. La imagen situada en la parte izquierda muestra la
actividad metabólica cerebral de una persona que no presenta hiperactividad, por otro lado, la
imagen situada en la parte derecha, muestra la actividad de una persona que presenta
hiperactividad: 8 Figura 1. Zametkin et. al. 1990 Según Granic et al. (2014), la gran mayoría de niños
que juegan a videojuegos suelen hacerlo a juegos cuya temática es muy violenta, lo que lleva a que
los propios niños se tornen violentos, especialmente los niños más pequeños. Por otro lado,
JonesJordan et al. (2011) afirman que la gran mayoría de los niños consumidores de videojuegos
sufren problemas de visión (miopía) y practican menos deporte. Por otro lado, cabe destacar que, las

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nuevas tecnologías también tienen diversas ventajas. Así, por ejemplo, en el estudio “Digital Game-
based Learning for Early Childhood” (Peirce, 2013), realizado en Irlanda, se confirma que el uso de
juegos educativos informatizados ha aumentado gracias al uso de las Tablet, aunque los beneficios
para el desarrollo infantil en edades comprendidas entre los 3-6 años son muy pobres. Skosnik,
Chatterton, Swisher y Park, (2000) señalan que, cuando un niño aprende a jugar a un videojuego, su
atención mejora notablemente. Estos autores explican que existe una curva de aprendizaje que
activa el cerebro prefrontal y frontal que, a su vez, manejan y entienden los nuevos juegos y, por ello,
incrementa la capacidad para manejar varios estímulos a la vez. Destacan también que, gracias a los
videojuegos, los niños pueden comunicarse entre ellos de una forma distinta a la habitual, no cara a
cara, sino mediante la propia videoconsola. Siguiendo la misma línea de investigación, Kervin (2011)
pudo observar que niños con edades comprendidas entre los 3 y 5 años muestran experiencias muy
positivas con el juego imaginativo digital mediado. La Subcomisión de Tecnologías de Información y
Comunicación (TIC) de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP, 2007) ha publicado una guía con
diversos estudios de laboratorio en los que se ha observado que niños a partir de los 15 meses de
vida eran capaces de aprender nuevo vocabulario haciendo uso de las nuevas tecnologías, así como
también eran capaces de mantener una videollamada con alguien conocido prestando la máxima
atención por un corto período de tiempo. Uno de los primeros usos que los niños pequeños hacen
con Internet es la visualización de videos en “YouTube. “YouTube” cuenta con una gran variedad de
vídeos educativos, actualmente cuentan con una APP pensada para el uso exclusivo de los más
pequeños (ya que su contenido es íntegro para ellos desde los 0 hasta los 8 años
aproximadamente), llamada “YouTube Kids”. 9 Una inmensa mayoría de los niños que utilizan un
teléfono móvil o una Tablet lo usan para jugar con los videojuegos. Según Annetta (2008), estos
tienen potencial educativo y contribuyen al desarrollo de las habilidades para tomar decisiones,
resolver problemas, desarrollar habilidades de inteligencia colectiva como compartir y fomenta
valores como la colaboración o la autoestima. Los niños que juegan a videojuegos de acción
demuestran mayor rapidez, precisión, resolución espacial y procesamiento visual, siendo necesario
dedicar poco tiempo a un videojuego para desarrollar beneficios que sean duraderos en el tiempo,
como que la atención mejore (Granic et al., 2014). Tanto es así, que diversas Asociaciones para la
Educación Temprana fomentan la introducción de las nuevas tecnologías, ya que cuando son
utilizadas de una manera adecuada pueden volverse herramientas muy útiles para las familias.
NUEVAS TECNOLOGÍAS EN EL AULA DE EDUCACIÓN INFANTIL La tecnología forma parte ya
de nuestra cultura y algunos niños se encontrarán por primera vez con el texto escrito a través de la
televisión, el ordenador o los teléfonos móviles, artefactos que forman ya parte de la cultura popular
en nuestro país. La escuela no puede ser ajena a este fenómeno, y debe ofrecer experiencias y
entrenamiento en estos nuevos medios para manejar la información (López Escribano, 2007, p.11).
En pleno siglo XXI, el sistema educativo está sufriendo un gran cambio en cuanto a metodología
enseñanza-aprendizaje se refiere, debido a la incorporación de las nuevas tecnologías en las aulas
de educación infantil (uso de pizarras digitales, ordenadores, Tablet, proyectores); si bien es cierto
que, remontando en la historia, sobre la incorporación de las nuevas tecnologías al sistema
educativo ya se hizo alusión hace 30 años en la LOGSE (1990). Según Cánovas (2014), la edad en
que los niños se inician con las nuevas tecnologías (Tablet, Tv y teléfonos móviles respectivamente)
se sitúa entre los 2 y 3 años aproximadamente, estos niños tienen acceso de forma muy habitual a
los dispositivos parentales y lo que hacen con ellos, sobre todo, es jugar, pintar o colorear e incluso
muchos de ellos saben manejar la plataforma “YouTube”, pasando así de video en video viendo

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contenido de su agrado. Dentro del aula de educación infantil donde los niños tienen 3-6 años, el uso
de las nuevas tecnologías (ordenadores o Tablet) se utilizan en muchas ocasiones para premiar una
buena conducta o un buen trabajo, se recurre a las pizarras digitales para enseñar los colores o las
formas en lugar de hacer uso de materiales cotidianos del día a día y presentes en la vida real,
incluso para gestionar las emociones, se utilizan juegos interactivos o aplicaciones, cuando lo idóneo
es que todo ello lo aprendan en la vida real. Siguiendo la línea del trabajo de las emociones, Cruz
(2018) comenta que el desarrollo de la inteligencia emocional ha de ser un objetivo prioritario para
trabajar en la etapa de educación infantil, puesto que los niños comienzan esta etapa con necesidad
de comunicar sus sentimientos y emociones y, por otro lado, carecen de las destrezas para aprender
a gestionar todo ello. Si la maestra les proporciona las herramientas 10 necesarias reales, no
recurriendo a las nuevas tecnologías, para solventar sus conflictos y gestionar sus emociones
gozarán de un bienestar psicológico que les permitirá mejorar las relaciones entre iguales, ya que
serán niños capaces de reconocer y expresar sus sentimientos y empatizar a su vez con los de los
demás. Turkle (2000) afirma que, la dinámica entre una persona y una máquina emocionalmente
interactiva es muy distinta a la relación que una persona pueda tener con otra, con un objeto
inanimado querido o incluso con una mascota. Por otro lado, volviendo al uso de las nuevas
tecnologías en los colegios, la Tablet, es uno de los dispositivos móviles que más se utilizan como
herramienta de trabajo en la actualidad. El acceso a las nuevas tecnologías para los niños hace que
estos sean participantes activos en su uso. Los entornos donde los niños hacen mayor uso de los
dispositivos digitales y, por ende, se incrementa su exposición a las nuevas tecnologías son los
colegios y el propio domicilio. Muchas escuelas infantiles y colegios de educación primaria han
incorporado en sus respectivas aulas recursos tecnológicos como ordenadores, Tablet o pizarras
digitales que disponen de unas pantallas táctiles sin teclado, de gran tamaño, de forma que a los
más pequeños les resulta mucho más atractiva y a su vez esto les facilita su manejo (Canovas,
2014). Según Heinrich (2013), las Tablet que se utilizan en los colegios ya vienen con programas y
aplicaciones de carácter educativo instaladas, son mucho más resistentes a los golpes que un
ordenador o un teléfono móvil y, al tener un mayor tamaño, a los niños más pequeños les resulta
mucho más fácil manejarlas. Gracias a esas Apps, las Tablet se consideran un medio muy eficaz en
las asignaturas de ciencias, inglés y matemáticas. Así, son muchas las potenciales aportaciones que
las Tics tienen en el aula de educación infantil. Roig-Vila (2016) cita en su libro algunas de ellas:
crear autonomía en el alumno, mediante la ayuda de un adulto; fomentar el uso cooperativo y
colaborativo entre el alumnado; mejorar la destreza motriz; ayudar a desarrollar los contenidos
sistemáticamente, facilitar la comprensión de conceptos; estimular nuevos aprendizajes; y motivar la
comunicación, tanto de los iguales como entre maestro/aalumno/a. Existen unas Tablet que están
diseñadas para los niños, las “Nabi, Jr.”, en ellas se pueden encontrar una serie de Apps educativas
aprobadas previamente por el colectivo adulto (Hui, 2013). Marqués (2014) resalta el impacto
positivo que tienen las Tablet en el ámbito educativo ya que, gracias a ellas y a su uso, los alumnos
mejoran su motricidad fina, su comprensión, creatividad y muchas otras capacidades, como son la
motivación para aprender, la memoria, el trabajo autónomo y sobre todo se desarrollan las
competencias digitales. La Asociación Española de Pediatría y la Asociación Americana de Pediatría
afirman que el uso de las nuevas tecnologías puede ayudar a los preescolares a ampliar el
vocabulario, aprender conceptos nuevos siempre y cuando los niños sean capaces de comprender y
procesar lo que los dispositivos digitales les muestran. Blackwell, Lauricella y Wartella (2014)
destacan el impulso que las nuevas tecnologías tienen en la mejora del rendimiento escolar en los

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niños desde el nivel 11 preescolar. Cavanaugh et al. (2004) demuestran, que existe una relación
positiva entre el uso de Internet durante la edad preescolar y el buen rendimiento académico. En
cuanto a las nuevas tecnologías y niños con necesidades educativas especiales J. Siraj (2004)
comenta que existe un Proyecto llamado “Caress” diseñado para facilitar que este alumnado aprenda
y desarrolle competencias cognitivas y físicas mediante la interacción con un entorno sensible al
sonido, y puede mejorar la movilidad de los alumnos con discapacidades graves. El Principado de
Asturias en su web “Educastur” cuenta con materiales y publicaciones para la atención a los alumnos
con necesidades educativas especiales, pero este material sólo es accesible por solicitud de los
profesores de los centros. Por ello, es muy importante trabajar con la tecnología con este tipo de
alumnado en el aula y, por otro lado, orientar a las familias para que en sus domicilios las utilicen de
modo provechoso con sus hijos. De este modo, se reafirma lo que Cabero (2002) comenta acerca la
alfabetización tecnológica, defiende que no depende sólo de la implicación del profesor en todos
estos aspectos, sino que la familia, también juega un papel importante para educar “con” y “en” los
medios”. Es importante destacar que la gran mayoría de los países apoyan el uso de las nuevas
tecnologías, así como su correcto desarrollo, reconociendo además que el uso de las mismas ligado
al uso de Internet ofrece diversas formas de aprendizaje, creatividad y comunicación entre iguales
(Plowman et al., 2011). Marques (2008) indica que, para lograr desarrollar la competencia de las
TICS en el aula, es importante establecer un currículum bimodal y destaca que es imprescindible que
los centros educativos cuenten con todos los dispositivos tecnológicos necesarios en las aulas para
desarrollar todo tipo de actividades. Incorporar las TIC al sistema educativo se torna, hoy, en una
necesidad para que los más jóvenes puedan desenvolverse sin problemas dentro de la nueva
sociedad, a su vez la incorporación de las nuevas tecnologías en las aulas permite flexibilizar las
formas de que los alumnos accedan a nuevos conocimientos (Moya, 2009) En un estudio que ha
realizado la Universidad de Stanford Román, Hervás y Guisado (2017) destacan que la robótica
educativa, la realidad virtual, el aprendizaje adaptativo, los sistemas de tutoría inteligente y los
sistemas de aprendizaje online, serán habituales en los centros educativos a partir del año 2030, lo
que con el paso de los años se confirma, ya que en el año 2020 cada vez son más comunes los
centros educativos que han integrado nuevas tecnologías en las aulas de educación infantil. Para
concluir, es interesante destacar que, las nuevas tecnologías aplicadas en el ámbito educativo,
presentan grandes beneficios, siempre y cuando su puesta en práctica sea de carácter preciso,
como indica Martínez Redondo (2010). Por otro lado éste autor (Martinez Redondo, 2010) comenta
que un buen momento para comenzar la formación de las nuevas tecnologías con nuestro alumnado
es en la etapa de educación infantil, y que por ello, es interesante aprovechas la infinidad de ventajas
que éstas nos proporcionan.
REDES SOCIALES VS FAMILIAS Y NIÑOS Barzabal y Hermosilla (2012) justifican que las redes
sociales no son aptas para los niños pequeños, ya que no se debería de exponer su imagen, ni sus
datos por el peligro que eso conlleva, entre otras muchas cosas, estos datos y fotografías podrían
caer en manos de personas que pueden hacerles daño. El problema que nos encontramos
actualmente es que padres, familiares y amigos de ambos, publican fotografías y datos de los
menores en sus redes sociales de forma inocente, sin pensar en que una vez esto se encuentra en
internet, cualquier persona tiene acceso a esos datos y fotografías y por ende pueden hacer uso de
estas para lo que quieran. Todos los niños ya desde antes de su nacimiento merecen respeto y que
se respete también el derecho que tienen a su intimidad. Por ello, la Ley de Protección jurídica de
menores (Ley Orgánica 1/1996, de 15 de enero, de protección jurídica del menor, de modificación del

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Código Civil y de la Ley de Enjuiciamiento Civil) contempla entre muchas otras cosas que: 1. “Los
menores tienen derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen”. 2. “La
difusión de información o la utilización de imágenes o nombre de los menores en los medios de
comunicación que puedan implicar una intromisión ilegítima en su intimidad, honra o reputación, o
que sea contraria a sus intereses, determinará la intervención del Ministerio Fiscal, que instará de
inmediato las medidas cautelares y de protección previstas en la Ley y solicitará las indemnizaciones
que correspondan por los perjuicios causados”. 3. “Se considera intromisión ilegítima en el derecho
al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen del menor, cualquier utilización de su
imagen o su nombre en los medios de comunicación que pueda implicar menoscabo de su honra o
reputación, o que sea contraria a sus intereses incluso si consta el consentimiento del menor o de
sus representantes legales.” J. de la Vega (2013) comenta en uno de sus ensayos sobre el pudor en
los hombres y las mujeres que la intimidad se debe revelar en el momento correcto, de una forma
correcta y un contexto óptimo. Un niño sin importar la edad que tenga es titular de sus derechos y
sus garantías legales y, por ende, es dueño único de su imagen. El artículo 22 de la Ley 26.061 del
21 de Octubre de 2005 de Argentina cita lo siguiente: “Las niñas, niños y adolescentes tienen
derecho a ser respetados en su dignidad, reputación y propia imagen. Se prohíbe exponer, difundir o
divulgar datos, informaciones o imágenes que permitan identificar , directa o indirectamente a los
sujetos de esta ley, a través de cualquier medio de comunicación o publicación en contra de su
voluntad”. Continuando la misma línea, como consta en el BOE “Ley Orgánica 1/1982, de 5 de mayo,
de protección civil del derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen”,
citando el artículo primero que dice: “El derecho fundamental al honor, a la intimidad personal y
familiar y a la propia imagen, garantizando en el artículo dieciocho de la Constitución, será protegido
civilmente 13 frente a todo género de intromisiones ilegítimas, de acuerdo con lo establecido en la
presente Ley Orgánica”. Esto supone que la Ley contempla que para publicar una fotografía, vídeo o
cualquier cosa de un niño en una red social, se precisa el consentimiento de padres e hijos. El gran
desconocimiento de los padres sobre los derechos del niño da lugar a una exposición descontrolada
de los mismos en las redes sociales, publicando imágenes de la intimidad familiar haciendo
vulnerables a sus propios hijos que quedan totalmente expuestos, esta exposición se vuelve mayor
si en esas publicaciones hay más personas etiquetadas que aparecen en las mismas y se torna aún
mayor si los padres que publican estas fotografías tienen los perfiles públicos. Todas las imágenes
que se publican se quedan en la nube, por ello pueden ser vistas infinidad de veces y acabar en
lugares inapropiados, según Battersby (2015), la mitad de las fotos que están publicadas en las
páginas web pedófilas han sido extraídas de redes sociales (p. ej., Instagram, Facebook). Los padres
que exponen a sus hijos están condicionando la identidad digital y su reputación futura. Esas
imágenes pueden llegar a manos de sus compañeros del colegio, trabajo o universidad y pueden ser
objeto de bullying o ciberbullying. Por otro lado, es interesante ponerse en la piel del niño expuesto,
existen diversos casos de niños que se han quejado de que sus padres publiquen su vida familiar ya
que les resulta muy incómodo. Un estudio publicado por la Conference on Computer- Supported
Cooperative Work and Social Computing señala la necesidad que sienten los niños de establecer
reglas para con sus padres/ tutores legales en cuanto a la publicación de su imagen en las diferentes
redes sociales que manejan. Una vez los niños expuestos a las redes sociales cumplen su mayoría
de edad tiene derecho a denunciar a las personas que publicaron o continúan publicando fotografías
suyas sin su previa aprobación o consentimiento, así lo afirma el abogado francés Anthony Bem
(Atlántico, 2014). Formar a las familias en un uso correcto de sus redes sociales, enseñándoles los

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controles de confidencialidad sería lo idóneo, así lo quieren Parent Zone y Nominet (2016). El
oversharing (compartir demasiado contenido en las redes sociales, en este caso imágenes de los
niños) puede llegar a cegar a muchos padres. Por ello, un comportamiento ejemplar de cada
miembro de la unidad familiar sería que dialogue con los niños y les tengan en cuenta a la hora de
tomar la decisión de exponerles en sus redes sociales. Actualmente la gran mayoría de bebés y
niños menores de 6 años nacen con su imagen ya publicada en la red, los padres incluso les crean
perfiles en sus distintas redes para mostrar desde las experiencias en el embarazo hasta subir fotos
y vídeos de las ecografías, compartir informes médicos y comentar y publicar cómo van creciendo
los niños, incluso como bien afirma McCarthy (2010), muchos escriben en blogs o graban en vídeo
para posteriormente publicarlo en YouTube todo lo relacionado con la vida de sus pequeños. El
problema de todo esto recae en lo que ya se menciona en puntos anteriores, toda esa información
que se publica en la red estará por el resto de la vida ahí, esos niños no han elegido tener un perfil
en Facebook, Instagram o 14 YouTube, no han elegido si ese contenido que está presente en las
mismas lo quieren hacer público o no, y sobre todo, no han elegido con quién o quienes lo quieren
compartir (Bakardjieva, 2010). Para concluir, la Academia Americana de Pediatría (2011) ofrece
estrategias a las familias para el uso correcto de las redes sociales de sus hijos, pero no al contrario,
no se plantean en ningún debatir sobre el exceso o mal uso por parte de los padres. A pesar de que
las investigaciones al respecto son muy pobres, se considera que son los padres las personas más
adecuadas para tomar las decisiones por sus familias sin tener en cuenta la opinión de los más
pequeños, a quienes seguramente de una forma inocente están exponiendo desconsideradamente.
VII VENTAJAS
VEAMOS LAS VENTAJAS QUE TIENE EL USO DE TECNOLOGÍA EN LAS AULAS DE EDAD
TEMPRANA:
1. Desarrollo de habilidades tecnológicas: Al introducir la tecnología en el aula, los
estudiantes pueden aprender habilidades como el uso de dispositivos, lo que les permite
estar mejor preparados para el futuro.
2. Facilita el aprendizaje: Los recursos educativos en línea pueden ser utilizados para
complementar el material de la clase. Actualmente existen muchas herramientas y
aplicaciones digitales diseñadas específicamente para niños de corta edad. En esto casos,
la tecnología puede ser utilizada para presentar información de manera más visual y
atractiva, lo que puede aumentar la motivación y el interés de los estudiantes en el
aprendizaje.
3. Desarrollo de habilidades sociales: El uso de la tecnología en el aula también puede
ayudar a los estudiantes a desarrollar habilidades sociales, como la colaboración y la

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comunicación. Los estudiantes pueden trabajar juntos en proyectos en línea, compartir
ideas y recibir retroalimentación de sus compañeros.
4. Personalización del aprendizaje: La tecnología puede ser utilizada para personalizar el
aprendizaje de los estudiantes en edad temprana, adaptando el contenido a las
necesidades y habilidades individuales de cada estudiante. Los estudiantes pueden
trabajar a su propio ritmo, con actividades y recursos que se ajusten a su nivel de
habilidad.
5. Fomento de la creatividad: La tecnología puede ser una herramienta poderosa para
fomentar la creatividad y la imaginación de los estudiantes en edad temprana, sobre todo
aprovechando recursos de vídeo y audio, existen muchas otras herramientas interactivas e
incluso de realidad virtual que pueden trasportarnos a universos sorprendentes.
VEAMOS LAS VENTAJAS QUE TIENE EL USO DE TECNOLOGÍA EN LAS AULAS DE EDAD
TEMPRANA, PARA LOS DOCENTES:
1. Ahorro de tiempo: La tecnología puede ayudar a los docentes a ahorrar tiempo en la
planificación y preparación de las clases. Por ejemplo, utilizando herramientas online para
crear presentaciones multimedia, recursos educativos interactivos y actividades para los
estudiantes.
2. Mayor eficiencia: Al utilizar plataformas online para administrar y calificar tareas y
evaluaciones, permite ahorrar tiempo y esfuerzo.
3. Acceso a recursos educativos más amplios: La tecnología puede ayudar a los docentes a
acceder a una amplia variedad de recursos educativos digitales, como videos educativos,
juegos interactivos, aplicaciones educativas, entre otros. Esto puede enriquecer la
enseñanza y mejorar la experiencia de aprendizaje de los estudiantes.
4. Mejora de la retroalimentación: La tecnología puede ayudar a los docentes a proporcionar
una retroalimentación más detallada y personalizada a los estudiantes. Por ejemplo,
pueden utilizar herramientas en línea para proporcionar retroalimentación específica y
comentarios en tiempo real sobre el trabajo de los estudiantes.

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5. Fomento de la colaboración: Entre colegas y con los estudiantes. Por ejemplo, utilizando
herramientas en línea para permitir que los estudiantes trabajen juntos en proyectos en
línea y se comuniquen entre sí para compartir ideas y recibir retroalimentación.
VII DESVENTAJA
La tecnología puede tener desventajas para los niños si su uso no es supervisado de manera
adecuada. Algunas de las desventajas incluyen la adicción a dispositivos tecnológicos, la exposición a
contenido inapropiado en Internet, la disminución de habilidades sociales y de comunicación
interpersonal, y una disminución en la actividad física y el tiempo al aire libre. Por ello, es importante
establecer límites claros y supervisar el uso por parte de nuestros hijos para minimizar estas
desventajas y asegurarnos de que la tecnología sea una herramienta positiva en su desarrollo.
IX CONCLUSIONES
En general, parece que el uso de dispositivos tecnológicos en la educación infantil puede tener tanto
ventajas como desventajas, y puede depender del tipo de tecnología y la forma en que se utiliza. Los
estudios muestran que el uso razonable de dispositivos tecnológicos puede ser beneficioso para el
aprendizaje de los niños y niñas, pero es importante que los padres, madres y educadores
supervisen y controlen el tiempo que los niños pasan en los dispositivos, así como el tipo de
contenidos y aplicaciones a los que tienen acceso. Es crucial que se controle y se limite su uso, no
sólo porque está demostrado que el exceso puede ser muy perjudicial en el desarrollo cognitivo,
lingüístico y socioafectivo, sino porque es importante que los niños tengan la oportunidad de
interactuar con el mundo físico, manipulando objetos y experimentando con sus manos, ya que esto
también es imprescindible para su desarrollo cognitivo. Como decíamos al comienzo, la
manipulación de herramientas ha sido importante en la evolución del cerebro humano, pero el uso de
la tecnología digital puede proporcionar una forma diferente y efectiva de estimular el desarrollo
cognitivo en nuestros estudiantes. Por tanto, deberíamos encontrar un equilibrio adecuado entre el
uso de dispositivos tecnológicos y la manipulación física de objetos para garantizar un desarrollo
cognitivo y físico saludable en nuestro alumnado.
Desde esta postura moderada y conciliadora respecto a la polarización sobre tecnología sí o
tecnología no en el aula de Educación Infantil, podríamos concluir que:
1. La enseñanza debe estar basada en la experiencia sensorial y táctil, y eso es una obviedad.
Necesitamos la manipulación activa de objetos, necesitamos la exploración y la experimentación en
el mundo como acciones fundamentales para el aprendizaje y la comprensión. Pero también
necesitamos la reflexión sobre eso que hacemos, y la oportunidad de contar con una amplia variedad
y versatilidad de esas herramientas. La clave es considerar a la tecnología como una “herramienta
para…” no como un espacio de consumo.
2. Casi cualquier cosa en su justa medida puede ser algo oportuno y beneficioso, y todo en exceso
es perjudicial. Esta afirmación atribuída a Hipócrates, en expresión de su filosofía de la moderación y
el equilibrio, la podríamos atribuir a cualquier aspecto de la vida. Sobre la idoneidad o no de la
tecnología en un aula de educación infantil también podríamos aplicarla perfectamente. De tal modo
podríamos concluir que tecnología sí… pero en su justa medida, con fines creativos y no

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exclusivamente de consumo, con limitación de tiempo de uso, en contextos de colaboración y
socialización… Es decir, tecnología sí, pero con matices.
3. No sólo es importante introducir la tecnología, sino también, y sobre todo, educar en el cómo se
usa esa tecnología. Es decir, es cierto que hay que tener muy limitado el uso de tecnología como
medio de consumo de actividades pasivas o interactivas, pero sí se debería promover el uso de
tecnologías de forma creativa y que incorpore destrezas manuales, experiencias sensoriales e
interacción social. Porque el uso de la tecnología digital no tiene necesariamente que excluir el uso
de las manos. Por ejemplo, se pueden usar tabletas o computadoras para crear arte digital, diseño
de robots o programación, actividades que fomentan la creatividad y el pensamiento crítico,
manipulación física de materiales, trabajo en grupo…
4. Si no educamos en el uso de la tecnología, otro lo hará por nosotros. Este es quizá el mayor
argumento a favor de la necesidad de incluir la tecnología en un aula de educación infantil. Porque la
única manera de proteger a niños y niñas de esa sobreexposición a pantallas y tecnologías
interactivas es educarlos en un uso creativo, productivo, exploratorio, indagatorio, resolutivo... y no
únicamente como medio de consumo de ocio y entretenimiento.
5. La tecnología asimismo nos brinda una oportunidad inclusiva para los estudiantes con
necesidades educativas especiales, nos permite adaptar recursos y actividades al ritmo y estilo de
aprendizaje. Si bien, nunca hay que perder de vista los riesgos que puede entrañar un uso excesivo
o inadecuado a edades tempranas, deberíamos ver las oportunidades que nos ofrece en la mejora
de la experiencia educativa.
Porque, huyendo de posiciones extremas y enfrentadas, parece que existen suficientes evidencias
de las ventajas y desventajas, los peligros e inconvenientes, pero también de las oportunidades del
uso de dispositivos tecnológicos en la Educación Infantil. Pero eso no significa que tengamos que
relativizar la opción que adoptar. Todo lo contrario, eso debe hacernos estar vigilantes respecto a
cómo, cuándo y para qué se usa la tecnología. Porque, efectivamente, la utilización de la tecnología
en las aulas de educación infantil puede ser beneficiosa sólo si se usa de forma adecuada, adaptada
a las necesidades y a las habilidades de niños y niñas, y si se combina con otras actividades y
experiencias educativas que promuevan un desarrollo integral.
X ANEXOS

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