SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 344
Descargar para leer sin conexión
PRENSA PERUANA
FONDO EDITORIAL
COMUNICACIÓN
Proceso electoral 2016. Prensa peruana y redes sociales
Primera edición impresa: octubre, 2019
Primera edción digital: abril, 2020
© Universidad de Lima
Fondo Editorial
Av. Javier Prado Este 4600,
Urb. Fundo Monterrico Chico, Lima 33
Apartado postal 852, Lima 100, Perú
Teléfono: 437-6767, anexo 30131
	fondoeditorial@ulima.edu.pe
	www.ulima.edu.pe
Diseño, edición y carátula: Fondo Editorial de la Universidad de Lima
Imagen de portada: Zieusin/Shutterstock.com
Esta publicación es resultado de una investigación auspiciada por el Instituto
de Investigación Científica de la Universidad de Lima.
Versión e-book 2020
Digitalizado y distribuido por Saxo.com Perú S. A. C.
https://yopublico.saxo.com/
Teléfono: 51-1-221-9998
Avenida Dos de Mayo 534, Of. 404, Miraflores
Lima - Perú
Se prohíbe la reproducción total o parcial de este libro, por cualquier medio,
sin permiso expreso del Fondo Editorial.
ISBN 978-9972-45-512-4
[7]
Índice
Introducción		11
Capítulo 1. Los medios y el espectro político 	 23
1.1 	Más que una carrera de caballos 	 30
1.1.1 	Las alianzas 	 31
1.1.2 	Agrupaciones que participaron individualmente 	 38
1.1.3 	Partidos renunciantes y tachados	 41
1.2 	Partidos, afiliados y adherentes 	 44
1.2.1 	Los afiliados inscritos… y los renunciantes al 2016	 46
1.2.2 	El adherente	 48
1.3 	Una campaña inédita, atípica y controversial 	 48
1.3.1		 Legislación electoral e institucionalidad magulladas	 50
1.3.2 	El “baile” de las resoluciones y el caso Guzmán	 63
1.4 	Intención de voto 	 71
Capítulo 2. ¿De qué se habló en la campaña? 	 79
2.1 	Tematización predominante 	 84
2.1.1 	Campaña: desde los planes de gobierno
hasta los observadores 	 88
2.1.2 	Promesas electorales 	 93
2.1.3 	Críticas o ataques: fuego cruzado 	 95
2.1.4 	Denuncias graves y rechazos multitudinarios 	 104
2.1.5 Asuntos internos: deserciones y adhesiones 	 107
2.1.6 	El futuro Congreso y las estrategias de campaña 	 110
2.2 	Priorización de la información 	 113
María Mendoza Michilot
8
Capítulo 3. Los actores 	 125
3.1 	Roles protagónicos 	 127
3.1.1 	Los candidatos 	 127
3.1.2 	Adláteres, contrincantes y expertos 	 132
3.2 	Columnistas: las opiniones de los medios	 135
3.2.1 	Diciembre del 2015	 135
3.2.2 	Enero del 2016	 139
3.2.3 	Febrero del 2016	 144
3.2.4 	Marzo del 2016	 148
3.2.5 	Abril del 2016	 154
3.2.6 	Mayo del 2016	 161
3.2.7 	Junio del 2016	 167
Capítulo 4. Formas de decir 	 173
4.1 	Una imagen negativa	 176
4.1.1 	Las portadas 	 180
4.1.2 	Cuando las fuentes opinan sobre el político 	 186
4.1.3 	Repercusiones de las fuentes en el tono 	 190
4.2 Diferentes formas de decir 	 195
4.2.1 	Los géneros periodísticos al servicio de… 	 196
4.2.2 	¿Apoyos totales? 	 200
Capítulo 5. Algunas historias importantes para la prensa 	 203
5.1 Una alianza improbable: el APRA y el PPC	 206
5.1.1 	Diagnóstico: un acuerdo de larga data 	 207
5.1.2 	Atribución de responsabilidad: dos actores 	 210
5.1.3 	Soluciones sugeridas: la refundación de los partidos 	 212
5.1.4 	Agenda pública y valores: medios, políticos y ciudadanos 	 214
5.2 La exclusión de César Acuña. Un rosario de denuncias 	 215
5.2.1 	Diagnóstico: una muerte anunciada 	 216
5.2.2 	Atribución de responsabilidad: las debilidades de Acuña
y del JNE 	 222
5.2.3 	Soluciones sugeridas: exclusión, ética partidaria y reforma
electoral 	 226
5.2.4 	Agenda pública y valores: sanción ética 	 228
5.3 	Guzmán fuera de carrera 	 229
5.3.1 	Diagnóstico: despegue y caída 	 230
9
Índice
5.3.2 	Atribución de responsabilidad: TPP y el JNE 	 239
5.3.3 	Soluciones sugeridas: exclusión, transparencia
y reforma electoral 	 241
5.3.4 	Agenda pública y valores: infracción versus injusticia	 241
5.4 	Las crisis del Partido Nacionalista Peruano y Daniel Urresti 	 243
5.4.1 	Diagnóstico: el descalabro institucional del nacionalismo 	 244
5.4.2 	Atribución de responsabilidad: ¿la cúpula, Nadine o Urresti? 	 247
5.4.3 	Soluciones sugeridas: más institucionalidad 	 248
5.4.4 	Agenda pública y valores: institucionalidad partidaria 	 249
5.5 	La denuncia por lavado de activos en contra del secretario general
de Fuerza Popular, Joaquín Ramírez 	 250
5.5.1 	Diagnóstico: reseña de un encubrimiento 	 252
5.5.2 	Atribución de responsabilidad: muchas coincidencias 	 259
5.5.3 	Soluciones sugeridas: marca distancia o…	 261
5.5.4 	Agenda pública y valores. Cuando los ciudadanos
castigan la corrupción	 263
Capítulo 6. Las redes sociales como espacios deliberativos 	 265
6.1 	Agenda digital mediática 	 271
6.1.1 De quién y de qué hablaron 	 271
6.1.2 Tratamiento de la información	 274
6.2 	Agenda pública virtual 	 274
6.2.1 Reacciones de los usuarios	 276
6.2.2 Narrativa de los comentarios 	 278
6.3	 Hacia un perfil del internauta 	 281
A manera de conclusiones	 285
Referencias		 295
[11]
Introducción
Las campañas electorales son periodos convulsos (Restrepo, 2004) no
solo en las altas esferas políticas, sino también en los medios de comuni-
cación, que deben cumplir una labor impecable, equitativa y equilibrada
pese a las urgencias de tiempo, espacio, plataformas y redes sociales,
cuando el tradicional ciclo informativo de producir noticias cada veinti-
cuatro horas no va más y la información se tiene que entregar, difundir
y actualizar varias veces en un solo día.
En estas coyunturas, la función de narrar la realidad que se atribuye
al periodismo se ve sometida a una prueba de fuego. El valor en juego
es la veracidad, pero también la independencia, sobre todo cuando el
oficio de informar se pone bajo sospecha y muchos se preguntan si
los periodistas servimos al ciudadano que busca información útil para
tomar decisiones acertadas o a ciertas élites de poder (Rincón, 2006).
Las elecciones generales del 2016 se realizaron cuando los principales
medios se hallaban inmersos en un proceso de fusión/concentración que,
según observadores, podría significar la consumación de ciertas prácticas
corporativistas en la entrega de la información. De otro lado, se esperaba
que los grandes medios convencionales no fueran los únicos en establecer
la agenda ni el ritmo del debate político, sino que compartieran esa función
con el espacio virtual (mediático, partidario y ciudadano).
Por ello, fue un avance que seis medios (América Televisión y Canal N,
El Comercio, La República, Latina y Panamericana Televisión) firmaran
un pacto ético para proporcionar al ciudadano información suficiente
para que tome sus propias decisiones políticas. Aunque la experiencia
señala que en ocasiones los acuerdos se incumplen, habría sido ideal
que, en esta iniciativa, impulsada por el Instituto de Prensa y Sociedad,
el Instituto para la Democracia y la Asistencia Electoral en Perú (IDEA
María Mendoza Michilot
12
Internacional) y la Unión Europea, participasen todas las empresas de
comunicación. Como anotan los académicos, los medios transfieren a sus
destinatarios una lista de temas importantes y valoraciones que podrían
contribuir a la creación de consensos (López-Escobar, McCombs y Rey,
1996) y también fijan la agenda en la opinión pública, lo cual podría
implicar el desarrollo de una labor orientadora, sobre todo en sistemas
políticos y noticiosos abiertos y libres (McCombs, 2006).
En este contexto, ¿cuáles serían las coincidencias y diferencias en
los discursos de los medios más influyentes de Lima (convencionales y
digitales) sobre las principales propuestas electorales? ¿Qué aportarían al
debate, qué impacto tendrían en la formación de opiniones o corrientes
de opinión y qué lecturas generarían entre sus eventuales destinatarios?
Esta investigación trata de contestar estas interrogantes.
De las campañas electorales se ha dicho que son “la puesta en
escena de la elección en la democracia”, pero también “el momento de
la mentira” (Castells, 2010, pp. 299, 304). En un caso o en otro, como
escribió Zygmunt Bauman (2001), en estas coyunturas se debe “elegir
entre” las opciones disponibles (la agenda de opciones), con base en
ciertas reglas “que le indican al individuo por qué debe preferir una
opción por encima de otras” y cuándo “su elección ha sido acertada o
desacertada” (p. 81) (código de elección). Tales limitaciones determinan
la libertad de elección individual de cada persona.
En principio, se debe coincidir con Manuel Castells en que los
electores toman como base, principalmente, la información que reciben
procesada por los medios de comunicación (2010).
Más allá de la perspectiva discursiva, el papel de “representación”
que ejercen los medios de comunicación en cada sociedad se ha
comparado con el que cumplen los políticos, con la diferencia de que
los periodistas no son electos por el voto popular. Sin embargo, las
organizaciones de la comunicación pueden aportar a la democracia y a
los consensos desde una perspectiva de largo plazo, mientras compiten
con quienes se mueven en el “mundo del corto plazo y del conflicto
subjetivo-partidario” (Annunziata, 2016, p. 81).
Conforme a esta visión, los medios pueden amplificar el quehacer
de otras organizaciones de la sociedad civil respecto a la creación y la
difusión de sus autoconvocatorias, hoy más que antes a través de las
nuevas tecnologías y las redes sociales. Pueden “deslocalizar” los nuevos
13
Introducción
movimientos sociales y sobre todo cumplir tareas inherentes a los
representantes: pueden ser autorizados y reconocidos por la sociedad, y
contribuir a la accountability o rendición de cuentas (Annunziata, 2016).
En época electoral, la función mediadora es indiscutible —o debería
serlo— si, como señala Pierre Rosanvallón, la vida en democracia es
sinónimo de foro abierto en el que se discuten públicamente los grandes
temas o las controversias cuando estas estallan, por lo general, de manera
sorpresiva. En dichas circunstancias, el papel de la prensa se magnifica
y revalora porque “existen múltiples arenas dispersas en las diferentes
instituciones y en los diferentes lugares de la vida social, de las que los
medios de comunicación se hacen eco; ellos mismos desempeñan así un
papel específico de filtros o aceleradores” (Rosanvallón, 2009, p. 197).
En el proceso del 2016, la prensa local cumplió una activa labor que
se tradujo en amplias coberturas desde diciembre del 2015 hasta junio
del 2016, intensas sobre todo en los meses de marzo, abril y mayo, antes
de la primera y la segunda vueltas electorales, del 10 de abril y del 5 de
junio, respectivamente.
En esos seis meses, podría decirse que la presencia y la ausencia de
los candidatos al sillón preferencial estuvieron asociadas a la exposición,
positiva o negativa, que tuvieron en los medios de comunicación. Allí
se puede identificar a los políticos que se mantuvieron constantes en
las portadas y los titulares durante la campaña; a aquellos que cobraron
notoriedad poco a poco, al ritmo que subían en las encuestas; a los que
renunciaron antes de la primera vuelta y que reclamaron amargamente
al retirarse no haber existido para la prensa. En este último caso, vale
la pena reflexionar acerca de si todos fueron ignorados o escasamente
consultados, si sus propuestas y su ubicación en las encuestas los hizo
poco atractivos para los votantes y también para los medios.
Rosanvallón sostiene que, en épocas no electorales, los medios
principalmente audiovisuales suman a la denominada política de la
presencia del gobernante, a la visibilización de los políticos e incluso
de los impopulares congresos. Ello tal vez explique la centralidad de la
televisión, que sigue ostentando el primer lugar en las preferencias del
público a la hora de informarse. Una explicación más profunda es que
esta función de “mostrar” o “poder empático responde de esa manera
a la crisis de la representación, al orientarse a devolverle legibilidad
y visibilidad a una política moderna que se había escabullido a los
sentidos” (Rosanvallón, 2009, p. 274).
María Mendoza Michilot
14
En la campaña 2016 sucedió algo muy similar. Los medios dieron a
conocer lo que dijeron o no dijeron, hicieron o no hicieron los candidatos,
pero sobre todo buscaron “mostrarlos”, repitiéndose una práctica que,
en realidad, se ha convertido en una norma en las elecciones peruanas.
Los políticos más mencionados no fueron los que llegaron a la
recta final necesariamente. Pero junto a sus portavoces interiorizaron
y sintonizaron con esta forma de mediación sin ruborizarse, como
rindiendo culto a la ansiada “visibilización”. Parte de tener notoriedad
implicó que las principales agrupaciones de la contienda —como el
Partido Nacionalista Peruano; el Partido Aprista (APRA) y su socio en
esta campaña, el Partido Popular Cristiano (PPC); Fuerza Popular (FP);
Perú Posible y Acción Popular— no dudaran en ventilar públicamente
todo, incluyendo las crisis internas que arrastran en la mayoría de los
casos por décadas o que han surgido en el contexto de un país donde,
según Julio Cotler, no ha existido históricamente un sistema de partidos.
Lo que existe es una gran fragmentación de pequeños segmentos que
se unen esporádicamente bajo determinados intereses. “Un sistema [de
partidos] es cuando hay una colaboración de las diferentes partes, pero
compiten”, es decir, fuerzas que dialogan sobre la base de una plataforma
común, una articulación de intereses sociales, puntualiza Cotler (2016a).
Parafraseando a Bauman (2017), además de la exposición de las
diferentes opciones políticas que acudieron a la contienda, los medios
pusieron en evidencia otra crisis: la de las reglas y los códigos que deberían
haber normado la elección. Los analistas y expertos coincidieron en que
la Ley de Organizaciones Políticas (LOP), antes Ley de Partidos, no debió
haberse aprobado en el Congreso de la República ni ser aplicada por
el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) bajo interpretaciones que, fuera
del resultado de los comicios y de las infracciones que se perpetraron,
implicaron la adopción de “decisiones injustas y desproporcionadas”
(“Creo que los”, 2016, p. 8).
Un acuerdo tácito entre gobernantes y gobernados fue que una
nueva LOP requería, una vez culminado el proceso electoral, entrar
a una reforma que alcanzase a todo el sistema; una meta largamente
postergada en el país, sobre todo por la desidia de quienes han tenido
en sus manos la posibilidad de legislar. Hoy, el país aún no ha sido
gratificado con la reforma electoral que merece.
El Congreso actuó como juez y parte en este terreno. Los líderes de
los partidos de mayor trayectoria política representados en el Parlamento
15
Introducción
2011-2016 se mostraron a favor de aplicar —a última hora— reformas
a la LOP, incluso cuando el proceso electoral ya se había iniciado. Un
parlamentario que cambió de tienda política, cuya candidata perdió las
elecciones, dijo: “El Perú es un país con predictibilidad jurídica donde
las reglas ya están establecidas” (“Polémica por”, 2016, p. 5). Craso error.
En el primer capítulo de este libro, se presenta ese contexto y se
identifica a los actores del espectro político durante la consulta 2016.
Con base en información documental proporcionada por la dirección
del Registro de Organizaciones Políticas (ROP), dependencia del JNE, se
hace una aproximación a la situación de los partidos según sus afiliados y
adherentes. Se explican los alcances de la legislación electoral vigente, que,
a través de un “baile” de resoluciones del JNE, determinó la cancelación
de inscripciones y la aplicación de sanciones por la entrega de dádivas a
cambio de adherencias. Se pasa revista a las nuevas normas relacionadas
con la valla que los organismos electorales decidieron no aplicar y que
permitieron que un grupo de partidos no perdiera la inscripción.
Esta realidad problemática responde a varias causas: multiplicidad de
partidos, aventurismo político, falta de cultura política de los peruanos
en general, entre otros vacíos que esta investigación no pretende
analizar, pero que se constituyeron en la base política y contextual sobre
la cual se levantó la información periodística desde una perspectiva más
noticiosa que interpretativa.
Como se explica en el segundo capítulo, la agenda mediática estuvo
orientada a dar a conocer el día a día de la campaña y las promesas de
los candidatos. No obstante, los resultados del análisis confirman que
la cobertura se centró prioritariamente en los ataques, el conflicto y la
confrontación entre los políticos.
El uso de las imágenes negativas más que las positivas ha contribuido
a la percepción de que el periodismo solo busca las malas noticias, pero,
como señala Omar Rincón, quedarnos en las críticas es “perder la utopía
del periodismo” y no reconocer que nuestro reto es renovar el pacto
de confianza con las audiencias y reinventar la credibilidad para que el
ciudadano se sienta un ser humano mejor (Rincón, 2006, p. 118).
En época electoral, ese reto es mayor debido al impacto de la noticia
en las votaciones, como destacó desde mediados del siglo pasado Walter
Lippmann (McCombs, 1996), porque los medios no solo dicen sobre
qué y cómo podemos pensar, sino incluso qué hacer, según concluye
María Mendoza Michilot
16
la teoría de la agenda-setting de Maxwell McCombs y Donald Shaw
(López-Escobar, McCombs y Rey, 1996) de fines de la década de 1990.
En la campaña del 2016, una pregunta de fondo fue si los temas
propuestos por la prensa eran los que todos querían conocer; en otras
palabras, si hubo coincidencia entre la agenda de los medios y la agenda
pública o de los ciudadanos; o si más bien prevaleció la agenda de los
políticos, que suelen utilizar y alentar las imágenes negativas de sus
contendores para atraer la atención de los votantes (Castells, 2010).
Acorde con los resultados, los impresos analizados abordaron
todos los asuntos; incluso las cabeceras principales de los dos grupos
mediáticos analizados —El Comercio y La República— coincidieron
en muchos sentidos, sobre todo frente a las denuncias que cayeron
sobre la candidata Fujimori, las que acumuló César Acuña, o aquella,
probablemente menor, que ocasionó la expulsión de Julio Guzmán. Lo
que varió fue la priorización que dieron a los acontecimientos, terreno
en que se descubren las diferencias y las simpatías mediáticas hacia los
políticos, la mayoría de los cuales hicieron méritos para ser desaprobados.
Los politólogos sostienen que la personalización o la imagen del
político como estrategia electoral puede ser una fórmula exitosa para
destacar los atributos personales del candidato y reforzar sus dotes de
autoridad, liderazgo y actitud frente al poder. Los medios hacen eco
de estas representaciones frecuentemente, aunque en ocasiones solo
explotan el factor telegénico (Orejuela, 2009).
En el 2016, como se indica en el tercer capítulo, los medios debieron
probar que los dichos y hechos de algunos candidatos no tuvieron
correlato con la verdad, aunque parecieran verosímiles; las imágenes
deterioradas de estos políticos se reflejaron también en los sondeos de
intención de voto y en las redes sociales.
Más que una estrategia diseñada desde los partidos para centrar
el mensaje en la imagen de sus candidatos, lo que vio el país fue su
desmoronamiento, debido a la difusión de asuntos personales y políticos
que solo aportaron datos negativos y que, al parecer, fueron minimizados
por los equipos de campaña.
Sin duda, contribuyeron a estas imágenes las fuentes que los medios
consultaron para construir las noticias sobre la campaña, entre las que se
incluye a los protagonistas principales (los candidatos), pero también a
17
Introducción
sus adláteres y adversarios, así como a analistas, columnistas y políticos
de sostenida exposición mediática.
Resulta claro que la agenda informativa y los enfoques periodísticos
que ofrecieron los medios determinaron ciertos sesgos (Castells, 2010)
o tonos en la descripción de los candidatos y de la coyuntura electoral
(McCombs, 2006). Sin embargo, estos tonos no solo provinieron de
la valoración positiva, negativa o neutra que hizo la prensa, sino del
desempeño del candidato, su acción política, programas y calidad humana
(Orejuela, 2009), e incluso sus formas de expresarse ante la prensa.
En el cuarto capítulo se explica cómo las portadas neutras fueron
más que las favorables o desfavorables, lo cual indicaría que los medios
se cuidaron, en esta campaña, de no mostrar un apoyo o rechazo abierto
a los diferentes candidatos. El hecho de que las portadas negativas
sean más que las positivas evidenciaría también que prevaleció una
postura crítica hacia varios candidatos, lo cual no excluye la posibilidad
de que ello haya beneficiado indirectamente a otros. En este aspecto,
la investigación señala la importancia de la fuente y del tratamiento
dado a la información mediante los géneros periodísticos, así como
las limitaciones del llamado periodismo de declaraciones versus la
interpretación y análisis de los hechos.
En el quinto capítulo, el libro analiza los enfoques periodísticos
observados en la cobertura de cinco acontecimientos que marcaron esta
agenda política, en medio de la vorágine que significó la campaña: la
construcción de la Alianza Popular suscrita por el Partido Aprista y el
Partido Popular Cristiano, la exclusión de la candidatura de César Acuña
y la impugnación de la inscripción de Julio Guzmán por decisión de
los organismos electorales, la autoexclusión del Partido Nacionalista y la
denuncia de lavado de activos en contra del secretario general de Fuerza
Popular, Joaquín Ramírez, que coadyuvó al fracaso de la candidatura de
Keiko Fujimori.
En cada caso, se reconocen el asunto o la situación problemática,
se recoge el diagnóstico que hicieron los periódicos de los hechos,
así como la responsabilidad que se atribuyó a los actores políticos, las
soluciones que plantearon a las crisis descritas y los valores que, desde
su perspectiva, estuvieron en juego. Como denominador común se halló
un discurso que denunció el distanciamiento de la política respecto del
ciudadano, la falta de credibilidad y de ética de algunos partidos, y los
vacíos de nuestra institucionalidad.
María Mendoza Michilot
18
¿Pero qué pensaba el ciudadano? Para saberlo, fue necesario un
acercamiento a las redes sociales de los medios a fin de analizar qué
noticias rebotaron en sus cuentas de Facebook y sobre todo recoger las
reacciones de los seguidores. ¿Cuáles fueron los temas de debate que
las informaciones difundidas en Facebook suscitaron en los cibernautas?
¿Qué motivaciones, juicios de valor y actitudes dejaron entrever los
seguidores en sus narrativas sobre los comicios y los actores sociales?
¿Cuál fue el perfil del votante que concurrió al espacio virtual de noticias
para aportar al debate público electoral?
Uno de los principales hallazgos del sexto capítulo, titulado “Las
redes sociales como espacios deliberativos”, radica en la respuesta de
los cibernautas. El análisis revela que los favoritos en las encuestas no lo
fueron en Facebook y que muchos peruanos no votaron por PPK, sino
contra Keiko Fujimori, lo que incidía en sus contradicciones.
Los consumidores de las redes no solo se distanciaron de las encuestas,
sino que introdujeron temas diferentes a los levantados por los medios
convencionales. Actuaron como individuos deliberativos, mayoritariamente
críticos, y apoyaron al ganador. En perspectiva, llama la atención que los
partidos no escucharan a estos conglomerados que algunos académicos
reconocen como un contrapoder o coalición espontánea (Vergara,
2016). Otros se presentaron como públicos emotivos y reactivos (Tapia,
2014), que se apropiaron de y difundieron mensajes frente a los cuales
reaccionaron, con los que concordaron o coincidieron, en ocasiones hasta
la incondicionalidad y la obsecuencia (Castells, 2015). También los hubo
poco interesados en el escándalo, la anécdota y la espectacularización.
Entre todas las valoraciones que un elector puede hacer de
su candidato (biográficas, personales, profesionales, ideológicas y
comunicativas), se podría decir que el público de las redes sociales se
concentró en las dos principales: la competencia para llevar a cabo las
promesas de campaña y la integridad o principios éticos esbozados para
cumplir con responsabilidad el cargo al que postula (Orejuela, 2009). Tal
vez allí esté una de las claves para explicar por qué ganó PPK y perdió
Fujimori por algo más de 41 000 votos en una de las más ajustadas
contiendas electorales realizadas en el país.
La investigación tiene un enfoque mixto en su propósito de observar
la relación entre la cobertura informativa de un grupo de medios de
comunicación limeños y los resultados de la campaña electoral. Se
19
Introducción
utilizó el análisis de contenido como técnica de recolección de datos,
según una matriz de variables, categorías e indicadores.
Respecto a la muestra, se observaron medios convencionales y
digitales que ostentaban en el momento del estudio la mayor audiencia de
acuerdo con los índices de lectoría (prensa), rating (audiovisuales) y visitas
(web) de Ipsos Apoyo, CPI, Concortv y Comscore. En prensa, se trabajó
con El Comercio, La República, Correo y Perú 21, periódicos considerados
influyentes y de alta lectoría dentro de la llamada prensa seria de Lima,
y que pertenecen a dos grupos empresariales importantes en el diarismo
local. Para la contextualización de los hechos, se trabajó con el semanario
Hildebrandt en sus Trece. En televisión, con los magacines dominicales
Cuarto poder, de América Noticias (canal 4), y Sin medias tintas, de
Latina (canal 2). En radio, con los reportes noticiosos de Radioprogramas
del Perú. En web, con las versiones digitales de los cuatro diarios
mencionados (elcomercio.pe, larepublica.pe, diariocorreo.pe y peru21.pe),
así como las de América TV (americatv.com.pe), Latina (latina.pe/noticias)
y Radioprogramas del Perú (rpp.pe). El análisis incluyó las cuentas de
Facebook de estos medios.
El primer análisis consistió en la evaluación de la tematización
predominante, la presencia de actores sociales principales y las formas
del decir, que incluye la identificación de los tonos (positivos, negativos
o neutros), los géneros periodísticos empleados (noticias, editoriales,
artículos de opinión, columnas y reportajes), las características de las
portadas y los espacios de trascendidos en El Comercio, Correo, Perú 21
y La República.
Se trabajó con un censo de 11 926 unidades o piezas informativas
publicadas durante siete meses de cobertura, entre diciembre del 2015
y junio del 2016. Luego del levantamiento de la información, se hizo un
análisis cualitativo de las notas de los cuatro medios, en concordancia
con las variables, las categorías y los indicadores mencionados.
Luego, se introdujo esa data en la plataforma digital IP Noticias de la
empresa DP Comunicaciones —abocada al monitoreo de información,
análisis de métricas, organización de archivos digitales y de estrategias
de comunicación—, cuyo software permitió efectuar una medición
cuantitativa de la información.
Los resultados de ambos procesos, que aparecen en los capítulos dos,
tres y cuatro, permitieron un doble acercamiento a las piezas seleccionadas.
María Mendoza Michilot
20
En segundo lugar, se analizó de manera cualitativa los cinco
acontecimientos de mayor repercusión en los cuatro periódicos, que se
observaron desde la teoría comunicativa del framing. Para reconstruir
dichas historias, como se aprecia en el capítulo quinto, se tomaron en
consideración las noticias de los cuatro periódicos de la muestra, más
las de Cuarto poder, de América Noticias; Sin medias tintas, de Latina, y
Radioprogramas del Perú.
En tercer lugar, para el análisis de las redes, se seleccionaron 60
acontecimientos que se convirtieron en tendencia, generaron amplia
interacción y fueron decisorios en la campaña. Con tal fin, se utilizó
la plataforma Google Trends para determinar el nivel de consulta de
las palabras clave —elecciones 2016 y elecciones 2016 Perú— en dos
periodos: del 10 al 16 de abril y del 5 al 11 de junio. Se recogieron 194
entradas relacionadas con esos asuntos, difundidos en las cuentas de
Facebook de El Comercio, Correo, Perú 21, La República, América TV,
Latina y Radioprogramas del Perú; y se recolectaron 313 comentarios de
los seguidores. La medición cuantitativa-cualitativa se hizo con base en
la métrica de la red social y la plataforma NVivo.
Este acercamiento preliminar fue un gran hallazgo. Entre otras
conclusiones, se encontró que los políticos deberían evitar embarcarse
en campañas que den la espalda a los ciudadanos, quienes, a través de
los medios sociales, gritan sus demandas. Si hubieran escuchado a las
redes en el 2016, tal vez habrían intuido anticipadamente quién ganaría
las elecciones antes de la segunda vuelta.
La investigación demandó una búsqueda documental de la
información oficial difundida por los organismos electorales (sobre
votantes, candidatos y partidos), así como la emitida por las agrupaciones
sociales que participaron en la campaña. Adicionalmente, se hicieron
entrevistas a dos expertos: Percy Medina, jefe de la misión para el Perú
de IDEA Internacional, y Fernando Rodríguez, director del Registro de
Organizaciones Políticas del JNE.
Con esta información, la presente investigación buscó reconstruir
el proceso narrativo de los medios durante la campaña a partir de
los mensajes que difundieron y los enfoques que enarbolaron; cómo
contaron y comprendieron la vida nacional en el complejo proceso
eleccionario que vivió el país en el 2016; cómo “inscribieron y escribieron”
la realidad local. ¿Actuaron como meros “escribanos oficiales del poder”
(Rincón, 2006) o lograron retratar las percepciones y las esperanzas de
21
Introducción
los imaginarios colectivos sobre el deber ser del quinto gobierno del
siglo xxi? En las siguientes páginas damos un alcance sobre ello.
Podría decirse que, en estas elecciones en particular, los medios
canalizaron muchas energías. Las noticias dejaron entrever no solo las
diferentes aspiraciones de sus gestores mediáticos, sino las que anidaban
en más de la mitad de los ciudadanos. Los comentarios recogidos en
las redes sociales, como reacción a las informaciones difundidas en las
cuentas de Facebook, señalan una coincidencia positiva entre la narrativa
periodística y la narrativa del cibernauta.
Esto no debería pasar desapercibido para los periodistas, llamados
a escuchar las voces anónimas de quienes siguen viéndolos como una
ventana a través de la que pueden hacerse escuchar, y de aquellos que han
encontrado en el ciberespacio el espacio que necesitaban para expresarse.
En tiempos de convergencia de plataformas, ¿por qué no abandonar el
periodismo para los consumidores y hacer periodismo con ellos?
Este libro pone un granito de arena en el reconocimiento de las
formas del decir de la prensa política local en estas coyunturas, esfuerzo
que contó con el valioso apoyo de muchas personas. Mi agradecimiento
al Instituto de Investigación Científica de la Universidad de Lima,
que lidera la doctora María Teresa Quiroz, cuyo respaldo y confianza
nos alentó a emprender este nuevo proyecto editorial. A las jóvenes
comunicadoras Branca Viaña y Vanessa Ocampo, quienes colaboraron
en la captura de la información periodística y en la inclusión de la
data en la plataforma digital IP Noticias, tarea en la que también
participaron Rubí Caballero e Ivette Ibáñez. Mi gratitud a la empresa DP
Comunicaciones y a su director ejecutivo, Antonio Salerno, quien nos
brindó acceso gratuito al software de análisis de contenido IP Noticias
para hacer una doble lectura de la data recolectada; al comunicador y
periodista José Duymovich, director de análisis de dicha empresa, quien
nos acompañó en el proceso de la digitalización de la información y
leyó la última versión de esta investigación, así como a los analistas
Percy Medina y José Carlos Requena, quienes generosamente revisaron
el análisis legal y político de las elecciones del 2016.
Capítulo 1
Los medios y el espectro político
[25]
Un partido supone cuando menos: (a) un colectivo amplio de
ciudadanos, (b) con propuestas compartidas para llegar al poder
y gobernar el país, (c) provistos de mecanismos democráticos para
debatir y elegir a sus dirigentes y candidatos y (d) con un cierto
grado de solidaridad y disciplina entre sus miembros. ¿Podemos
afirmar que, en general, las organizaciones que hoy animan la
política peruana poseen estas características, registradas en todos los
manuales de ciencia política desde el clásico de Maurice Duverger,
de 1951, hasta los más recientes de Giovanni Sartori o Norberto
Bobbio (para no remontarnos al texto precursor de Edmund Burke
¡de 1770!)? Ciertamente que no. (Roncagliolo, 2017, p. 5)
Más de un analista puso en debate, en la coyuntura de la campaña, la
existencia e idoneidad de los partidos políticos en el Perú, debido a que
varios de los existentes —algunos dirían que la mayoría— no reunían
requisitos básicos y fundamentales.
El nacimiento de los partidos, anota Norberto Bobbio (1982), está
vinculado con una mayor demanda de clases y estratos diversos de la
sociedad por participar en el proceso de formación de las decisiones
políticas. Sobre todo en épocas de transformaciones, surgen grupos más
o menos organizados que, básicamente, proponen actuar para que el
poder político llegue a sectores de la sociedad excluidos o proponen un
cambio estructural de orden político y social.
En el Perú, la crisis de partidos se revela no solo en la disminución
del número de afiliados y la reducción de actividades de los cuadros
jóvenes dentro de las agrupaciones, sino también, como afirma Percy
Medina (comunicación personal, 19 de diciembre del 2016), jefe de la
misión para el Perú de IDEA Internacional, “en la poca centralidad que
tienen en momentos críticos y su poco poder de movilización social. Las
María Mendoza Michilot
26
principales movilizaciones sociales que se han producido en el país en
los últimos años no han sido convocadas por partidos”.
Al inicio de la campaña, un sondeo nacional realizado por la empresa
Datum dio cuenta del aumento del descrédito de los partidos: apenas
el 9 % de los encuestados los consideraba como “instituciones necesa-
rias para el funcionamiento del país”, 1 % creía que representaban los
intereses de la población (el Parlamento y el Poder Judicial alcanzaron
un 2 % de credibilidad), 10 % pensaba que cumplían sus funciones
adecuadamente, y 83 % que no (“Crece descrédito”, 2015, p. 8). El factor
decisivo en la campaña era generar confianza, “quien lo logre, ganará
esta contienda”, aseguró Urpi Torrado (“Cómo viene”, 2016). El aumento
del nivel de desconfianza en los candidatos que perdieron señala que no
se equivocó (“Máquina de lodo”, 2016, p. 2).
Giovanni Sartori (1987), en su reflexión sobre los partidos y los
sistemas de partidos, dice que estos nacieron porque eran necesarios,
porque servían para unos fines. Y entonces formula una pregunta que
podría trasladarse al Perú: ¿siguen sirviendo para los mismos fines?
El Perú es uno de los países en América Latina con más agrupaciones
políticas inscritas. Según el JNE, con datos del 2016, 26 instituciones
estuvieron hábiles para participar en los comicios de ese año, pero si
agregamos 3 que estaban en proceso de inscripción1 y 31 más que
iniciaron sus trámites —aunque no culminaron el proceso2—, suman
un total de 60 agrupaciones interesadas en participar activamente en
política. Debe considerarse que en el 2016, según la Dirección Nacional
1	 Según la Dirección Nacional de Registro de Organizaciones Políticas (ROP), las
organizaciones políticas en proceso de inscripción en el 2016 fueron Avanza País - Partido
de Integración Social, Progreso Nacional, y Unidad y Defensa del Pueblo Peruano.
2	 Las organizaciones que culminaron el proceso pero no se inscribieron son Bien
Peruano; Cambiar para Avanzar; El Pueblo Emprende; Empecemos Perú; Frente
Amplio Peruano; Frente Integrador Patriótico; Frente Obrero, Campesino, Estudiantil
y Popular; Insurgencia Renovadora; Movimiento de Liberación Tawantinsuyu;
Movimiento Independiente Nueva Generación; Nación Verde; Orgullo Peruano;
Partido Manpista Peruano; Partido Nacional Faena; Partido Político de Acción y
Oportunidad Social; Partido Político Nacional Primero Perú; Partido Popular
Independiente; Partido Reformista del Perú; Paz, Unión, Trabajo, Perú; Perú
Moderno; Perú Patria y Futuro; Por Amnistía y Derechos Fundamentales; Propuesta
Azul; República Solidaria; Resurgimiento Peruano; Solución Nacional; Todos Unidos
por el Perú; Trabajo y Dignidad; Triunfa Perú; Unidos por la Fe, y Unión Nacional
Social Democrática.
27
Capítulo 1. Los medios y el espectro político
del ROP, se había cancelado la inscripción a otras 30 agrupaciones3 por
consideraciones diversas.
No es un objetivo de este trabajo desenmarañar las razones de esta
explosión político-partidaria, pero no deja de llamar la atención ante
la precariedad de la institucionalidad en el país y sus efectos en la
democracia representativa. Países vecinos, exceptuando a Colombia y a
Chile, afrontan la misma situación: no tienen democracias consolidadas,
y el exceso de partidos que pugnan por la Presidencia de la República
cada cuatro o cinco años refuerza la hipótesis de que subsisten por una
desmedida ambición de detentar el poder político.
Francisco Miró Quesada Rada, al término de la campaña en
El Comercio, propuso una nueva caracterización de los partidos que va
más allá de la tipología clásica que reconoce sistemas políticos bipar-
tidistas y multipartidistas. En su opinión, además de los ideológicos,
doctrinarios, de alcance nacional y que están en crisis, en el país hay
agrupaciones pragmáticas, que surgieron en la década de 1980 y que
restan importancia a lo ideológico. Al amparo de ese pragmatismo, han
surgido los llamados partidos empresa, organizaciones conducidas por
empresarios emergentes que deciden participar en política y cuyo lide-
razgo político depende de los recursos económicos que controlan:
O sea que, si deja de financiar al partido, desaparece inexorablemente.
Este tipo de partido es pragmático como los que le anteceden, pero
además plutocrático. Su fundamento, estabilidad y soporte se justifican por
el dinero. Este es su principal valor. (Miró Quesada, 2016b, p. 30)
La mayoría de instituciones partidarias con inscripciones vigentes se han
ubicado, desde su surgimiento, entre la derecha conservadora —pasando
por el centro derecha, el centro, el centro izquierda— y la izquierda radical
3	 Las organizaciones políticas a las que se canceló la inscripción fueron Agrupación
Política Sí Cumple; Alianza para el Progreso; Avanza País - Partido de Integración
Nacional; Cambio Radical; Con Fuerza Perú; Despertar Nacional; Fonavistas del Perú;
Frente Independiente Moralizador; Frente Popular Agrícola FIA del Perú (Frepap);
Fuerza Democrática; Fuerza Nacional; Justicia, Tecnología, Ecología; Movimiento
Nueva Izquierda; Nueva Mayoría; Participación Popular; Partido Descentralista
Fuerza Social; Partido Justicia Nacional; Partido Movimiento Humanista Peruano;
Partido Político Adelante; Partido por la Democracia Social - Compromiso Perú;
Partido Reconstrucción Democrática; Partido Renacimiento Andino; Partido
Socialista; Perú Ahora; Progresemos Perú; Proyecto País; Renovación Nacional;
Resurgimiento Peruano. Completa esta relación el partido Y Se Llama Perú.
María Mendoza Michilot
28
del espectro político. En las últimas décadas, muchas no han definido una
forma de pensamiento, de manera que sus idearios y planes de gobierno
aparecen como meros listados de temas arropados en buenas intenciones,
que transmiten a los ciudadanos en busca de adhesión.
Los partidos plurocráticos, por ejemplo, son exponentes de lo que se
ha denominado mercantilización de la política. Sus líderes son caudillos
y clientelistas que fundan o controlan un partido, pues pretenden insta-
larse en las instancias de poder basándose en el dinero que poseen, e
influenciar en un electorado que se identifica con el éxito emergente
que ellos representan (Miró Quesada, 2016b).
De la lista de partidos políticos existentes en los últimos ochenta
años, sobreviven tres: el Partido Aprista Peruano, de orientación social-
demócrata, fundado por Víctor Raúl Haya de la Torre en 1930; Acción
Popular, impulsado por Fernando Belaunde Terry en 1956, ubicado en
el centro y caracterizado por una ideología que sintetiza en la frase
“El Perú como doctrina”; y el socialcristiano Partido Popular Cristiano,
fundado en 1966 por Luis Bedoya Reyes y un grupo de disidentes del
Partido Demócrata Cristiano. De ellos, dos participaron en alianzas y
uno individualmente en el 2016. Miró Quesada (2016b) sostiene que
los partidos ideológicos están en crisis porque no supieron adecuarse
a los cambios sociales ni entender fenómenos como el surgimiento de
sectores emergentes, producto de la informalidad, que no se sienten
representados por ellos.
Una aproximación a la trayectoria irregular de las agrupaciones
conduce a un mapa político signado por la “no existencia” de partidos. Lo
que abundan son grupos con personería jurídica que, tras las elecciones,
entran en un estado de hibernación del que despiertan en vísperas de
las justas municipales o regionales, que se realizan cada cuatro años, o
de las generales, cada cinco, según la Constitución Política.
Su poca incidencia en la vida política revela que muchos han sido
formados como instrumentos para acceder al poder y pocos suman a la
construcción de una sólida cultura política. Por eso, su vigencia está ligada
al destino de un líder carismático, generalmente el fundador. Cuando este
se retira por alguna razón o fallece, el partido ingresa a una etapa de
extinción, por lo general sin trascendencia.
29
Capítulo 1. Los medios y el espectro político
Tabla 1
Partidos inscritos al 2016
Fuente: Registro de Organizaciones Políticas (http://aplicaciones007.jne.gob.pe/srop_publico/Consulta/
OrganizacionPolitica)
Elaboración propia
Partidos inscritos
en el ROP
Fecha
de inscripción
Registro ROP
Acción Popular 4/8/2004 Libro: Partido Político, tomo: 1, partida: 001
Partido Democrático
Somos Perú
22/11/2004 Libro: Partido Político, tomo: 1, partida: 005
Partido Popular Cristiano 29/11/2004 Libro: Partido Político, tomo: 1, partida: 007
Solidaridad Nacional 7/12/2004 Libro: Partido Político, tomo: 1, partida: 008
Todos por el Perú 4/1/2005 Libro: Partido Político, tomo: 1, partida: 011
Partido Aprista Peruano 31/1/2005 Libro: Partido Político, tomo: 1, partida: 015
Unión por el Perú 7/3/2005 Libro: Partido Político, tomo: 1, partida: 019
Partido Perú Posible 14/3/2005 Libro: Partido Político, tomo: 1, partida: 021
Perú Patria Segura 18/3/2005 Libro: Partido Político, tomo: 1, partida: 025
Movimiento Regional
Fuerza Loretana
21/3/2005 Libro: Regional, tomo: 1, partida: 010
Siempre Unidos 30/3/2005 Libro: Partido Político, tomo: 1, partida: 027
Restauración Nacional 22/11/ 2005 Libro: Partido Político, tomo: 1, partida: 030
Partido Nacionalista
Peruano
4/1/2006 Libro: Partido Político, tomo: 1, partida: 036
Alianza para el Progreso 12/2/2008 Libro: Partido Político, tomo: 2, partida: 002
Partido Humanista del Perú 23/11/2009 Libro: Partido Político, tomo: 2, partida: 005
Fuerza Popular 9/3/2010 Libro: Partido Político, tomo: 2, partida: 006
El Frente Amplio por Justicia,
Vida y Libertad
16/3/2012 Libro: Partido Político, tomo: 2, partida: 015
Partido Vamos Perú 27/9/2013 Libro: Partido Político, tomo: 2, partida: 016
Democracia Directa 11/12/2013 Libro: Partido Político, tomo: 2, partida: 017
Partido Orden 18/7/2014 Libro: Partido Político, tomo: 2, partida: 018
Peruanos por el Kambio 15/10/2014 Libro: Partido Político, tomo: 2, partida: 019
Frente Popular Agrícola FIA
del Perú - Frepap
29/4/2015 Libro: Partido Político, tomo: 2, partida: 020
Progresando Perú 14/12/2015 Libro: Partido Político, tomo: 2, partida: 021
Frente Esperanza 24/12/2015 Libro: Partido Político, tomo: 2, partida: 022
Perú Nación 8/1/2016 Libro: Partido Político, tomo: 2, partida: 023
Perú Libertario 15//1/2016 Libro: Partido Político, tomo: 2, partida: 024
María Mendoza Michilot
30
1.1	 Más que una carrera de caballos
Estudiosos de la opinión pública consideran que tanto los sondeos como
los medios de comunicación se equivocan cuando convierten las elec-
ciones en una simple carrera de caballos. Reducir el proceso electoral
a la propalación de porcentajes sobre el avance de los candidatos en
las preferencias de voto, en desmedro del estudio de los problemas
sociopolíticos pendientes o de la agenda pública constituida por las
preocupaciones de las personas, no contribuye a reforzar la cultura polí-
tica de una sociedad (Donsbach, 1989).
En las elecciones generales del 10 de abril del 2016, subsistió la
percepción de una carrera a la cual acudieron veinticinco agrupaciones
políticas declaradas hábiles. De ellas, salieron diecinueve planchas cons-
tituidas por partidos que se presentaron individualmente o en alianza
con otras organizaciones; un número elevado si se revisa la tendencia
reciente. En el 2006 hubo veinticuatro inscritos, de los cuales veinte
compitieron finalmente; en el 2011, la cifra bajó a trece inscritos, que se
redujo a diez participantes.
Entre el 10 de enero del 2016, fecha en que se inscribieron en el
JNE, y la víspera de la primera vuelta, siete renunciaron por su baja
aceptación. Luego, Alianza para el Progreso fue excluida por los orga-
nismos electorales que también declararon improcedente la inscripción
de Todos por el Perú por haber incurrido en violaciones a la legislación
vigente. También quedó fuera el candidato a la primera vicepresidencia
de la República por Fuerza Popular.
Del total de partidos hábiles, nueve postularon formando tres alianzas:
Alianza Popular (Partido Aprista, Partido Popular Cristiano, Vamos Perú
y Fuerza Loretana), Alianza para el Progreso (Alianza para el Progreso,
Somos Perú y Restauración Nacional) y Alianza Electoral Solidaridad
Nacional - Unión por el Perú (Solidaridad Nacional y Unión por el Perú).
Otras dieciséis agrupaciones inscritas intervinieron individualmente.
Varias listas colocaron como cabeza de sus planchas presidenciales
a invitados. En Alianza Solidaridad Nacional - Unión por el Perú, fue
candidato el empresario Hernando Guerra García; en Todos por el
Perú, el economista Julio Guzmán, y en el Partido Democracia Directa,
Gregorio Santos, quien purgaba prisión preventiva en el Centro Penal
de Ancón por una denuncia de corrupción cuando ejerció el cargo de
gobernador de Cajamarca.
31
Capítulo 1. Los medios y el espectro político
En un balance presentado antes de la segunda vuelta, el periodista Juan
de la Puente reconoció estas tendencias en el espectro político: 1) giro del
país a la derecha, respecto de la primera vuelta, con lo que se instauró
una nueva mayoría política (Fuerza Popular obtuvo el 36 % de los votos
válidos, pero aplicando la cifra repartidora consiguió 73 curules de 130, es
decir, mayoría absoluta); 2) dos tercios del Perú eran “naranjas” (votaron
por FP) y su lideresa aparecía, antes de la segunda vuelta, como la gran
decisora, gracias a su alta votación (de 3 450 000 votos en el 2011 pasó
a 6 000 000 en la primera vuelta del 2016); 3) Peruanos por el Kambio
ingresó al balotaje como un proyecto partidario del liberalismo econó-
mico, con presencia en Lima (31 %) más que en las regiones (21 %), y una
votación superior a la del 2011 (de 2 700 000 a 3 160 000 en la primera
vuelta), y 4) la izquierda representada por Verónika Mendoza y el Frente
Amplio aparecían como un nuevo proyecto que aspiraba a constituirse en
la segunda fuerza política nacional (según opinión de De la Puente en el
Primer Foro Iberoamericano de Cátedras Unesco, el 10 de mayo del 2016).
1.1.1	 Las alianzas
La constitución de alianzas tiene respaldo legal en el Perú: en el pasado,
algunas permitieron la consolidación de proyectos políticos programáticos
importantes para el país; otras fueron más bien indicio de improvisación
y, al mismo tiempo, de una clamorosa debilidad institucional partidaria
incapaz de construir liderazgos y de formar cuadros propios que aseguren
su vigencia. Desde esta perspectiva, queda en entredicho si estas “fuerzas
políticas” cumplen el inciso e del artículo 2 de la Ley de Organizaciones
Políticas (antes Ley de Partidos), que subraya lo siguiente sobre los fines
y objetivos de los partidos políticos: “realizar actividades de educación,
formación, capacitación, con el objeto de forjar una cultura cívica y demo-
crática, que permita formar ciudadanos preparados para asumir funciones
públicas” (Ley 30414, Ley que modifica la Ley 28094, 2016).
Para el analista Fernando Tuesta, más que coincidencias programá-
ticas, las alianzas del 2016 fueron pragmáticas (“Preocupación por”,
2015). Los partidos se negaban a desaparecer, temor que no solo anidó
en las agrupaciones pequeñas empeñadas en asociarse con las fuertes,
sino también en las antiguas que se unieron a otras —sin contemplar
su potencial, caudal o imagen pública—, como lo demostró el matri-
monio APRA-PPC. Según el aprista Mauricio Mulder, la campaña 2016
fue “menos ideológica” (“Mulder espera”, 2015, p. 8); otros la calificaron
María Mendoza Michilot
32
como una suma de “improvisación y conveniencia” (“Improvisación y
conveniencia”, 2015, p. 2).
Alianza Popular
La alianza que suscribieron el Partido Aprista Peruano y el Partido Popular
Cristiano, dos agrupaciones históricas, a la que se sumaron los movimientos
Vamos Perú y Fuerza Loretana, causó sorpresa y polémica. Los integrantes
de la plancha —Alan García Pérez, Lourdes Flores Nano y David Salazar
Morote— se repartieron el protagonismo de la alianza, aunque la mayor
exposición recayó en el candidato presidencial, con esporádicas presenta-
ciones de la lideresa del PPC. En su plan de gobierno, la alianza destacó
la experiencia política y el aporte de sus cuadros técnicos al conjugar
esfuerzos, que fueron las ideas fuerza de la fórmula presidencial (Alianza
Popular, 2016). El partido más longevo del Perú, el primer partido de
masas y uno de los dos que inauguraron la modernidad partidaria (el otro
fue el Partido Socialista de José Carlos Mariátegui) acudieron a las elec-
ciones portando su bagaje en acuerdos estratégicos.
Si el cargo más alto que ejerció el líder histórico del APRA, Víctor Raúl
Haya de la Torre, fue el de presidente de la Asamblea Constituyente de
1979, Alan García Pérez llegó a la Presidencia de la República dos veces
(1985-1990 y 2006-2011) y fracasó al postular en otros dos procesos elec-
torales (2001 y 2016). Desde su fundación el 21 de septiembre de 1930, el
APRA ha participado en siete elecciones generales con candidato propio
—a partir de 1931 (Jurado Nacional de Elecciones, s. f. e)—. También
ha formado alianzas durante su larga historia, colmada de episodios de
heroicidad o violencia, cuestionadas coaliciones y ensombrecidas admi-
nistraciones gubernamentales.
En cuanto al Partido Popular Cristiano, la alianza con el APRA fue ines-
perada. Más de un correligionario pepecista denunció una negociación
a espaldas no solo de las bases partidarias, sino de los nuevos cuadros
que, según declararon, habrían preferido ir solos o perder la inscripción.
Alberto Beingolea y Marisol Pérez Tello respetaron la decisión institu-
cional, pero declinaron postular al Congreso (“Ayer adversarios”, 2016).
El PPC tampoco es un amateur en la consolidación de acuerdos extra-
partidarios. Desde su fundación el 19 de diciembre de 1966, solo participó
individualmente en los comicios de 1980 —aunque colaboró con Acción
Popular en el restablecimiento de la democracia— y en las de 1995.
Pero las aspiraciones presidenciales de sus dirigentes se canalizaron vía
33
Capítulo 1. Los medios y el espectro político
alianzas: en 1985 integró la Alianza Electoral Convergencia Democrática
para las elecciones generales de ese año y en 1990 apoyó la candida-
tura de Mario Vargas Llosa integrando el Frente Democrático (Fredemo)
con Acción Popular y el Movimiento Libertad. Lourdes Flores Nano fue
candidata a la presidencia en dos oportunidades (2001 y 2006) con la
coalición Unidad Nacional, integrada por el PPC, el Partido Renovación
Nacional, el Partido Solidaridad Nacional y Cambio Radical, y en las elec-
ciones generales del 2011, como parte de la Alianza por el Gran Cambio.
En esas alianzas, el PPC enarboló la bandera del socialcristianismo y una
visión del Perú que puede resumirse en libertad, economía social de
mercado y democracia representativa (Partido Popular Cristiano, 2013).
El apoyo que recibió la Alianza Popular de Vamos Perú y Fuerza
Loretana fue casi nulo. El de Vamos Perú —partido liderado por Juan
Sotomayor, alcalde de la Provincia Constitucional del Callao, y fundado el
27 de septiembre del 2013— se interpretó como el respaldo tácito de un
movimiento afín al cuestionado Alex Kouri, expepecista y otrora contrin-
cante de Flores Nano en las elecciones municipales del 2010. Vamos Perú,
que se definió como un partido de centro que proponía “políticas de
economía mixta y de profundización de la democracia con la convic-
ción de que desde el más pequeño hasta el más grande deben tener los
mismos derechos” (Caminando Juntos por Una Victoria Segura, s. f.), no
había participado antes del 2016 en elecciones generales, aunque sí inter-
vino en las regionales y municipales del 2014 en alianza con la agrupación
Chim Pum Callao (Jurado Nacional de Elecciones, s. f. k) de Kouri.
La participación de Fuerza Loretana causó mayor revuelo. Su líder, el
exgobernador regional de Loreto, Yván Vásquez, justificó su presencia
en la Alianza Popular para impulsar el desarrollo de la Amazonía y de
proyectos como el tren Iquitos-Yurimaguas, valorizado en 3700 millones
de dólares (Fuerza Loretana, 2015). No obstante, Vásquez afrontaba un
proceso judicial. En el 2006 participó en alianza con el Partido Fuerza
Democrática (Jurado Nacional de Elecciones, s. f. c).
La derrota del APRA y sus socios fue calificada de “dramática” especial-
mente por ser dos organizaciones políticas tradicionales, con larga experiencia
en la vida política y en las elecciones de las últimas décadas. García empezó
la campaña con 12 % de intención de voto y terminó con “5,8 % de votos
por debajo del porcentaje alcanzado por su partido en la votación congresal.
García, quien fue desde 1985 la locomotora del APRA, ha sido en esta elec-
ción el vagón jalado por su partido” (“Los partidos”, 2016, p. 4).
María Mendoza Michilot
34
En cuanto al PPC, después de cuarenta años en el Congreso y cuatro
disputas por alcanzar la Presidencia de la República, llegó a abril del
2016 “paralizado por una larga lucha intestina y por una resistencia a
modernizar su discurso y programa”, por lo cual “asió como última rama
de salvación la alianza con el APRA con los resultados conocidos” (“Los
partidos”, 2016, p. 4).
Alianza para el Progreso
Proponía construir “gobernabilidad y gobernanza sostenibles” en un
país descentralizado, para que la democracia “sea un valor y una aspi-
ración compartida por toda la población” (Alianza para el Progreso del
Perú, 2016b, p. 7). Su coalición con el Partido Somos Perú y Restauración
Nacional no solo sorprendió, sino que tuvo un resultado accidentado
porque su líder y cabeza de lista, el excongresista y exgobernador de
La Libertad, César Acuña, fue excluido del proceso electoral en medio
de escándalos.
La alianza, producto de la unión de un partido de raíz regional y dos
agrupaciones limeñas, una de ellas integrada por evangélicos, se conso-
lidó entre enero y marzo como una de las favoritas para la segunda
vuelta, hasta su exclusión definitiva.
La plancha presidencial integrada por César Acuña, Anel Townsend
y Humberto Lay Sun participó activamente en los actos de la campaña
bajo el liderazgo del candidato. Pero siempre se resaltará la dramática
presencia de los vicepresidentes Lay y, sobre todo, Townsend —vocera
política del APP en Lima— frente a las graves denuncias que terminaron
con la defenestración de Acuña, provocaron su renuncia y, finalmente,
la desarticulación de la fórmula presidencial.
APP mantuvo su lista para el Congreso y consiguió nueve escaños,
que la ubicaron como la cuarta bancada parlamentaria, después de
Fuerza Popular y el Frente Amplio.
Desde su fundación el 8 de diciembre del 2001, el partido Alianza
para el Progreso —que se define como una agrupación de “inspiración
social, democrática y de naturaleza humanista y descentralista, que busca
el desarrollo sostenible y sustentado en la sociedad del conocimiento”,
según su ideario original (Alianza para el Progreso del Perú, 2016a)—
participó en varios procesos electorales: las elecciones regionales y
municipales del 2002, en las generales del 2006 (con la candidatura a la
35
Capítulo 1. Los medios y el espectro político
presidencia de Natale Amprimo) y en las municipales del mismo año, en
las que Acuña ganó la alcaldía de Trujillo —históricamente había estado
en manos del APRA— para la que sería reelegido cuatro años después
(Barrenechea, 2015). En las elecciones generales del 2011, en coalición
con el Partido Popular Cristiano, el Partido Humanista y Restauración
Nacional, APP apoyó la candidatura de Pedro Pablo Kuczynski.
Esta alianza brindó la oportunidad a algunos políticos de repetir
el plato. Fue el caso del Partido Restauración Nacional, del pastor
evangélico Humberto Lay Sun, exmiembro de la Iniciativa Nacional
Anticorrupción, durante el gobierno de Valentín Paniagua (Iniciativa
Nacional Anticorrupción, 2001), y después la Comisión de la Verdad y
Reconciliación Nacional durante el mandato de Alejandro Toledo. Lay
candidateó a la Presidencia de la República en el 2006 y a la Municipalidad
de Lima, en la que obtuvo varias concejalías. También consiguió alcal-
días distritales y municipales en el resto del país, haciendo suya la lucha
contra la corrupción (Restauración Nacional, 2016).
Igual motivación tuvo el Partido Democrático Somos Perú, que desde
su fundación —por Alberto Andrade Carmona, como movimiento
político Somos Lima, el 5 de mayo de 1995— marchó como indepen-
diente hasta el 2000, año en que su líder postuló a la Presidencia de la
República. En el nuevo siglo, hizo alianzas diversas: en las elecciones del
2001, con la coalición Movimiento Independiente Somos Perú - Causa
Democrática; en el 2006, con el Frente de Centro, y en el 2011, con el
Partido Perú Posible (Partido Democrático Somos Perú, 2016).
Alianza Electoral Solidaridad Nacional - Unión por el Perú
Esta alianza, constituida por Solidaridad Nacional (PSN) y Unión por
el Perú (UPP), no sobrevivió a la campaña. Hernando “Nano” Guerra
García, cabeza de la plancha formada por los excongresistas José Luna
Gálvez y Gustavo Rondón, abandonó la contienda a menos de dos
semanas de la primera vuelta, así como su lista congresal. Según Guerra
García, habría querido luchar hasta el final, pero acató la decisión de las
dos organizaciones que lo invitaron y que prefirieron retirar la candida-
tura para preservar sus inscripciones (“Retiran candidatura”, 2016).
Fundado el 5 de mayo de 1998 por Luis Castañeda Lossio, Solidaridad
Nacional cultiva las coaliciones. Se define como un partido de centro
derecha y tal vez ello contribuyó a que participara en las elecciones
María Mendoza Michilot
36
generales del 2000 y del 2001 con Unidad Nacional, alianza integrada por
el PPC y con la cual Castañeda ganó la alcaldía de Lima en el 2002, cargo
en el que fue reelecto. En el 2011, postuló por Solidaridad Nacional, en
alianza con Unión por el Perú, a la Presidencia de la República, aunque
sin éxito. En el 2014, ganó los comicios municipales.
Unión por el Perú (UPP), su socio del 2016, es una agrupación
lejana de aquella formada el 21 de septiembre de 1994 bajo la inspi-
ración de Javier Pérez de Cuéllar, diplomático y ex secretario general
de las Naciones Unidas, para hacer frente a la primera reelección de
Alberto Fujimori, y que estuvo integrada por personalidades políticas,
de la academia y representantes de organizaciones sociales, gremiales
y profesionales. Fruto de esa conjugación de esfuerzos, se convirtió en
la segunda fuerza política en 1995, con diecisiete representantes en el
Congreso de la República de mayoría fujimorista.
En el nuevo siglo, UPP siguió apostando por las alianzas. Estuvo
presente en los procesos electorales del 2000 y del 2001; en este último
como Agrupación Independiente Unión por el Perú - Social Democracia.
En el 2005, con José Vega Antonio como secretario general, se alió con
el Partido Nacionalista Peruano (PNP) de Ollanta Humala, que no tenía
inscripción en el JNE. Humala candidateó a la Presidencia de la República
por UPP, como invitado, el 2006. Aunque perdió en la segunda vuelta
frente a Alan García, obtuvo 45 escaños, veinte de los cuales fueron
ocupados por congresistas de UPP. Después, la bancada se dividió hasta
quedarse con ocho parlamentarios.
Frente Amplio
El Frente Amplio por Justicia, Vida y Libertad apareció en junio del 2013
como la conjunción de varias vertientes de la izquierda peruana y movi-
mientos ecologistas. Nació a iniciativa de Verónika Mendoza, congresista
que llegó al Parlamento en el 2011 integrando la lista del Cusco del
Partido Nacionalista Peruano, del cual se apartó un año después tras
el conflicto minero en Espinar, Cusco (que dejó varios campesinos
muertos, pérdidas y daños a la propiedad pública y privada). Algunos
la responsabilizaron por estos hechos (“Perfiles de poder. Verónika”,
2016), que se resolvieron entre el 2012 y 2013 a través de una mesa
de diálogo (Zeisser, 2015). El Frente Amplio estuvo presente en las
elecciones municipales y regionales del 2014; asimismo, miembros del
partido Tierra y Libertad (Jurado Nacional de Elecciones, s. f. a), uno
37
Capítulo 1. Los medios y el espectro político
de los integrantes del frente, participaron en las elecciones municipales
complementarias del 2013.
Para las elecciones del 2016, como explicó Verónika Mendoza después
de la contienda, Tierra y Libertad puso su inscripción a disposición de
Frente Amplio para que pudiera participar en el proceso. El acuerdo, sin
embargo, fue accidentado, según relata Nelson Manrique:
Verónika Mendoza fue elegida como candidata presidencial de Frente
Amplio en una elección ciudadana abierta y Marco Arana decidió acatar
ese resultado, enfrentándose a un sector de su propio partido, Tierra
y Libertad, que quería patear el tablero e imponer su candidatura a la
mala. […] Pongamos los pies en tierra: Vero Mendoza obtuvo 2 800 000
votos: la tercera candidatura nacional más votada. Marco Arana postuló a
parlamentario por Cajamarca y allí el Frente Amplio obtuvo 43 000 votos,
siendo superado en cinco veces por la otra lista de izquierda, Democracia
Directa, de Gregorio Santos, que obtuvo 209 000. Arana obtuvo 8500 votos,
quedando muy por detrás de 5 de los 6 candidatos de Democracia Directa,
que obtuvieron entre 12 000 y 23 000 votos cada uno. Si T y L no puede
construir un liderazgo con el carisma suficiente para impulsar un proyecto
partidario singular con perspectiva de poder, tendrá que ir necesariamente
en un frente. (Manrique, 2016b, p. 5)
Partido Democracia Directa
Fue el resultado de la confluencia del Movimiento de Afirmación Social
(MAS) de Cajamarca y Democracia Directa (exfonavistas). En el 2016,
encabezó la fórmula presidencial el exgobernador regional de Cajamarca,
Gregorio Santos, pese a purgar prisión preventiva en el Centro Penal de
Piedras Gordas, en el distrito de Ancón, Lima. Lo acompañaron Andrés
Alcántara y Simón Chipana. La fiscalía sindicó a Santos como cabeza de
una “organización criminal” con presuntos delitos de colusión en sus
modalidades agravada y simple, y asociación ilícita para delinquir.
La historia política electoral no registra otro caso como el de Santos,
elegido candidato presidencial en circunstancias similares: dejó su celda
para participar en un debate con otros aspirantes al sillón presidencial y
consiguió la votación más alta en su natal Cajamarca, el único triunfo de
la agrupación Democracia Directa en el país. La candidatura de Santos
fue atípica: tuvo bastiones electorales muy fuertes en Cajamarca (donde
obtuvo la primera votación en varias provincias) y en Puno (donde
quedó en segundo lugar luego de Frente Amplio). Democracia Directa
no alcanzó la barrera electoral en la votación presidencial, pero si pasó la
María Mendoza Michilot
38
valla en la elección del Parlamento Andino (5,01 % de los votos válidos),
por lo que mantuvo su inscripción en el ROP.
1.1.2	 Agrupaciones que participaron individualmente
Acción Popular
El partido fundado por Fernando Belaunde Terry ha participado en diez
elecciones generales desde su creación en 1956: siete de manera individual
(1962, 1963, 1980, 1985, 1995, 2000 y 2016) y tres en alianza (1990, 2006,
2011). El 2016, su fórmula presidencial Alfredo Barnechea, Víctor Andrés
García Belaunde y Edmundo del Águila no satisfizo a todos los acciopopu-
listas. Antes del inicio de la campaña, Mesías Guevara, presidente del partido
y cuya lista fue derrotada en las elecciones internas del 21 de diciembre del
2015, denunció en las redes sociales irregularidades en la elección de los
postulantes al Congreso y al Parlamento Andino (“Las ideas”, 2016); esto
no melló el proceso, pero lo retrasó. Elegido por voto universal y directo,
Barnechea expresó su deseo “de ser un nuevo Belaunde” y convertirse en el
tercer presidente en la historia del partido (“Perfiles de poder. Alfredo”, 2016,
p. 2). “Yo creo en los partidos y en las instituciones. Es una de las razones
por las que entré a Acción Popular” (“Las ideas”, 2016, p. 39).
Frente Esperanza
Liderado por el excongresista Fernando Olivera Vega, fue originalmente el
Partido Progreso y Obras. El 2016, la plancha presidencial contó con un
representante de las regiones, Carlos Cuaresma (excongresista y expresidente
regional del Cusco), y otra de la comunidad evangélica, Juana Avellaneda
Soto (exdiputada y educadora evangélica). Olivera fundamentó su presencia
como necesaria para luchar contra los corruptos, algunos de los cuales
podían salir elegidos por no ser conocidos entre las generaciones jóvenes,
que podían ser sorprendidas y debían ser informadas: “Gente que no sabe
quién fue Abimael Guzmán, Vladimiro Montesinos, Alan García, Alberto
Fujimori. Esas fueron las grandes motivaciones para retornar al Perú, porque
nuevamente se iba a elegir entre los candidatos de la corrupción que están
gastando millones” (“Perfiles de poder. Fernando”, 2016, p. 2).
Fuerza Popular
En las elecciones del 2016, su plancha presidencial, formada por Keiko
Fujimori, José Chlimper y Vladimiro Huaroc, se vio debilitada cuando
39
Capítulo 1. Los medios y el espectro político
el JNE excluyó a este último por haber infringido normas electorales.
Su plan de gobierno 2016-2021 expresa su compromiso de trabajar en
seis pilares: derechos fundamentales y dignidad de las personas; opor-
tunidades y acceso a servicios; Estado y gobernabilidad; economía,
competitividad y empleo; desarrollo regional e infraestructura. La
historia de Fuerza Popular es heredera del fujimorismo y sus fases, en
torno al cual ha girado la política peruana desde 1990 (Meléndez, 2018).
Las agrupaciones fujimoristas que han participado en elecciones han
mostrado un crecimiento progresivo en las votaciones, y lo han hecho
bajo diferentes denominaciones que reivindicaron el gobierno de Alberto
Fujimori. Carlos Boloña —exministro de Economía durante el fujimo-
rato— fue candidato del movimiento fujimorista Solución Popular en las
elecciones del 2001, en las que obtuvo 1,6 % de votos; la excongresista
Martha Chávez lideró Alianza por el Futuro en los comicios del 2006 y
obtuvo 7,43 %, y Keiko Fujimori encabezó Fuerza 2011 en las generales
de ese año, en las que obtuvo 48,5 % (Oficina Nacional de Procesos
Electorales, 2006, 2011; Jurado Nacional de Elecciones, s. f. d). Algunos
analistas definen al fujimorismo no solo como un poder familiar, sino
clánico y sultánico (Cotler, 2016), es decir, exponente de una forma de
dominación extrema de tipo patrimonialista (Miró Quesada, 2016a).
Partido Político Orden
Se inscribió dos años antes de las elecciones del 2016 en el ROP. Su fundador,
Ántero Flores-Aráoz, expepecista, regidor por Lima Metropolitana, dipu-
tado, constituyente, congresista y exministro de Defensa, se pronunció
durante la campaña en contra de la inmunidad parlamentaria. Lo acompa-
ñaron Rómulo Mucho y Mery Botton Estrada en la plancha.
Partido Progresando Perú
Miguel Hilario Escobar fundó este partido el 28 de octubre del 2011 en
el distrito de San Juan de Lurigancho. Cinco años después, encabezó la
fórmula presidencial, con Manuel Ponce Ayala y Silvia Pareja en las vice-
presidencias. Se inscribió el 14 de diciembre del 2015 en el ROP (Jurado
Nacional de Elecciones, s. f. j). Hilario, un shipibo-conibo, tentó la presi-
dencia por segunda vez a los 45 años; la primera vez postuló a ella en
las elecciones generales del 2011 con el Partido Pluralista del Perú, que no
superó la valla. Estudió economía en la Universidad Estatal de California y en
la Universidad de Stanford; cursó maestrías en Política y Antropología y un
María Mendoza Michilot
40
doctorado en Antropología, así como un diplomado en Política y Economía
en la Universidad de Oxford (“Miguel Hilario”, 2015).
Perú Posible
En septiembre del 2014, al cumplir Perú Posible su vigésimo aniversario,
Alejandro Toledo anunció que retornaba al país —después de una larga
temporada en Estados Unidos— para fortalecer la agrupación y competir en
las elecciones generales del 2016 por tercera vez. A lo largo de su historia,
Perú Posible ha participado en una veintena de procesos eleccionarios con
resultados positivos y negativos (Jurado Nacional de Elecciones, s. f. i).
Además del abrumador triunfo del 2001, después de la Marcha de
los Cuatro Suyos y la crisis política que lo catapultó como el principal
líder de la oposición, Toledo tuvo una segunda oportunidad en el 2011,
cuando Perú Posible, en alianza con Acción Popular y Somos Perú, se
lanzó a la contienda. Juntos encabezaron las primeras encuestas (27 %
de respaldo) entre enero y marzo de ese año.
Para El Comercio, Toledo empezó a dilapidar su capital político
después del 2011, aunque algunos analistas consideran que perdió
sintonía con la opinión pública (“Alejandro Toledo”, 2016). En el 2016, La
República editorializó que Perú Posible no tuvo liderazgo y reflejó impro-
visación y falta de respeto a los militantes (“Los partidos”, 2016, p. 4), aun
cuando dos de ellos —Marcial Ayaipoma y Carmen Omonte— lo acom-
pañaron como candidatos a la primera y la segunda vicepresidencia de
la República, respectivamente.
Peruanos por el Kambio
El partido fundado por Pedro Pablo Kuczynski fue inscrito en el ROP el
15 de octubre del 2014 como Perú+. En febrero del 2015, el cambio del
nombre de la agrupación, “a fin de que las iniciales coincidieran con
las de su entonces candidato presidencial” (“Partido PPK”, 2016, párr. 5),
generó polémica. Kuczynski, dijeron los analistas, llegó a los comicios
“con una postura de derecha liberal… y democrática” (Zegarra, 2016,
párr. 2). Basó su fortaleza en dos ejes: sus relaciones internacionales
y su experiencia en el Ejecutivo. Sus críticos afirman que defendió un
modelo inclinado a la derecha, pero al ser “un liberal en lo econó-
mico”, apostó por fomentar la inversión pública para atender problemas
como el acceso al agua potable y la deficiente infraestructura educativa
(“Perfiles de poder. Pedro”, 2016, p. 2).
41
Capítulo 1. Los medios y el espectro político
Peruanos por el Kambio dista de la plancha Alianza por el Gran
Cambio que también lideró Kuczynski en las elecciones generales del
2011 y que ocupó el tercer lugar con 18,5 % de los votos. Aunque esta
lista no ganó, el resultado alcanzado se interpretó como una conse-
cuencia positiva de la coalición que la respaldó, integrada por cuatro
agrupaciones que se unieron pese a lo disímil de sus propuestas polí-
ticas (Alianza para el Progreso, el Partido Popular Cristiano, el Partido
Humanista y Restauración Nacional). Por ello, también fueron criticadas
(se les llamó el sancochado), aunque se reconoció que algunos de los
aliados funcionaron como motor de acción colectiva de la candidatura,
en materia de arrastre y caudal electoral (Meléndez, 2015a).
Todos por el Perú
En julio del 2015, el partido anunció a Julio Guzmán como candidato
presidencial a las elecciones del 2016, acompañado por dos mujeres:
la odontóloga Juana Maura Umasi y la abogada y exjueza Carolina
Lizárraga. Uno de los ejes de su plan de gobierno fue invertir en la
gente. En enero del 2016, los analistas recomendaban a Julio Guzmán
ampliar su capacidad de convocatoria en el mundo real, después de la
intensa campaña desarrollada en las redes sociales entre los sectores con
mayor nivel educativo y acceso a la comunicación principalmente en
Lima (Tanaka, 2016a). Lejos estaban de imaginar que, al mes siguiente, su
candidatura sería cuestionada para ser finalmente excluida el 9 de marzo
debido a inconsistencias en los procedimientos internos del partido para
renovar su directiva. Todos por el Perú fue fundado en el 2003 como
Coordinadora Nacional de Independientes (CNI), agrupación que había
conservado su inscripción tras varias alianzas, como la suscrita con el
Frente de Centro que, junto con Acción Popular y Somos Perú, respal-
daron la candidatura de Valentín Paniagua en el 2006.
1.1.3 	 Partidos renunciantes y tachados
Aduciendo diversas razones, como la falta de receptividad de los medios de
comunicación para difundir sus planteamientos programáticos e ideológicos,
o la supuesta parcialidad de la autoridad electoral, siete agrupaciones se reti-
raron en pleno desarrollo de la competición del 2016. Independientemente
de la veracidad de sus argumentos, lo cierto fue que conforme se acercaba
la fecha de las elecciones, no aparecían en las encuestas que medían las
intenciones de voto de los electores y prefirieron retirarse antes que perder
sus inscripciones si no pasaban la valla electoral.
María Mendoza Michilot
42
Cuadro 1
Partidos renunciantes y tachados
Partido Humanista del Perú
Inscripción 23 de noviembre del 2009 (Jurado Nacional de Elecciones, s. f. f)
Fórmula
presidencial
Yehude Simon Munaro, fundador del partido, encabezó la plancha presidencial del
2016 junto con Rosa Mavila y Yorka Gamarra como vicepresidentas.
Experiencia Excongresista y expresidente del Consejo de Ministros del segundo gobierno aprista.
Fue presidente regional de Lambayeque por Unión por el Perú y el Frente Amplio en
los comicios del 2002, y reelegido por el Partido Humanista Peruano el 2006.
Renuncia El 28 de marzo del 2016 desistió de la fórmula presidencial y solicitó el retiro de
su lista al Congreso. Las encuestas no daban ninguna oportunidad a su agru-
pación ni esta contaba con recursos para desarrollar una campaña en el país.
(“Escenario”, 2016)
Perú Libertario
Inscripción 15 de enero del 2016, tres meses antes de la primera vuelta electoral
Fórmula
presidencial
Vladimir Cerrón, Jorge Luis Paredes Terry y Jesús Zárate Riojas
Experiencia Cerrón fue presidente regional de Junín en el periodo 2011-2014. También fue presi-
dente de la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales (ANGR).
Renuncia Su fundador, Vladimir Cerrón, informó que el comité ejecutivo nacional de Perú Liber-
tario retiró las candidaturas a la presidencia y las vicepresidencias de la República,
al Congreso y al Parlamento Andino por la inestabilidad del proceso. Sostuvo que su
partido había sido marginado por la mayoría de medios de comunicación. (Jurado
Nacional de Elecciones, s. f. g)
Partido Nacionalista Peruano
Inscripción 4 de enero del 2006
Fórmula
presidencial
Daniel Urresti, Susana Villarán y Maciste Díaz
Experiencia Urresti, exministro del Interior del gobierno humalista, y Villarán, exalcaldesa de Lima
Renuncia El 12 de marzo del 2016 retiró la candidatura presidencial y las listas de candidatos
al Congreso de la República y al Parlamento Andino. Su dirigencia justificó la deci-
sión por “la manifiesta y marcada ausencia del principio de la certeza electoral” y la
“falta de coherencia en el Jurado Nacional de Elecciones y los Jurados Electorales
Especiales […], por una serie de actos resolutivos contradictorios y faltos de con-
cordancia, que afectan de manera negativa en el proceso de Elecciones Generales
2016”. La medida, según trascendió, se tomó para evitar que perdiera su inscripción
(“Luz roja”, 2016, p. 2). La prensa señaló que el naufragio del humalismo, y también
del peruposibilismo, en el proceso eleccionario debería estudiarse como casos de
“desastre por acumulación de errores garrafales”. (“Los partidos”, 2016, p. 2)
(continúa)
43
Capítulo 1. Los medios y el espectro político
Perú Nación
Inscripción 8 de enero del 2016
Fórmula
presidencial
Francisco Diez-Canseco Távara, Claudio Zolla Suárez y Margarita Gamboa Urbina
Experiencia Francisco Diez-Canseco Távara, diputado entre 1985 y 1990, preside la ONG Con-
sejo por la Paz
Renuncia Declinó seguir participando tras evaluar los resultados de un sondeo que su partido
ordenó. En la campaña, dudó de la seriedad de las encuestadoras y acusó a los
medios de comunicación de restringirle espacios de difusión. (“Diez Canseco”, 2016)
Perú Patria Segura4
Inscripción 18 de marzo del 2005
Fórmula
presidencial
Renzo Reggiardo Barreto, Miluska Carrasco y Carlos Vicente Marca (Jurado Nacional
de Elecciones, s. f. b)
Experiencia Renzo Reggiardo fue congresista en los periodos 2006-2011 (dentro de la alianza
Cambio 90 - Alianza por el Futuro) y 2011-2016 (en la coalición Cambio 90 - Solida-
ridad Nacional). La nueva denominación Perú Patria Segura fue la plataforma de su
lanzamiento a la presidencia en el 2016.
Renuncia El 18 de febrero del 2016 anunció su renuncia. Sus dirigentes afirmaron que el proce-
so electoral estaba contaminado y expresaron sus dudas sobre los resultados de las
encuestadoras, que los ubicaban en los últimos lugares.
Partido Político Siempre Unidos
Inscripción 30 de marzo del 2005
Fórmula
presidencial
En el 2016 fueron Felipe Castillo Alfaro, Guillermo Ruiz Guevara e Isaac Humala
Núñez, padre del expresidente Ollanta Humala.
Participación En procesos regionales, municipales y generales
Tacha La candidatura de Isaac Humala fue tachada mediante Resolución 001-2016-JEE-
LC1/JNE en virtud del artículo 107 de la Ley 26859, Ley Orgánica de Elecciones,
del 29 de septiembre de 1997. Entre otros impedimentos, restringe el derecho de
postular al “cónyuge y los parientes consanguíneos dentro del cuarto grado, y los
afines dentro del segundo, del que ejerce la presidencia o la ha ejercido en el año
precedente a la elección”.
4	 Perú Patria Segura es la denominación que, en el 2013, adoptó Cambio 90, agrupación
de larga trayectoria fujimorista, fundado por Andrés Reggiardo Sayán. Cambio 90
apareció en 1989 para apoyar la candidatura de Alberto Fujimori en las elecciones de
1990; también lo respaldó en los comicios de 1995 (junto con Nueva Mayoría) y en
el 2000 (con Alianza Perú 2000, en la que también participaron Nueva Mayoría y
Vamos Vecino). En el 2005, pasó de movimiento político a partido; al año siguiente
se alió con Alianza por el Futuro, que llevó a Martha Chávez como candidata
presidencial, y, en el 2011, con Solidaridad Nacional (Perú Patria Segura, s. f.).
(continuación)
(continúa)
María Mendoza Michilot
44
Frente Popular Agrícola Fía del Perú (Frepap)
Inscripción 29 de abril del 2015. No perdió su inscripción porque, según la legislación vigente,
podía seguir existiendo pese a no haber participado de manera activa.
Fórmula
presidencial
No presentó.
Experiencia —
Renuncia El 2016 anunció que presentaría una lista de postulantes al Congreso de la Repúbli-
ca, pero no se concretó. (Jurado Nacional de Elecciones, s. f. h)
Elaboración propia
1.2 	 Partidos, afiliados y adherentes
La Ley 28094, Ley de Organizaciones Políticas (2003), define en su artículo
18 la figura de la afiliación y establece que las agrupaciones deben presentar
al Registro de Organizaciones Políticas (ROP) los padrones respectivos
hasta un año antes de la elección en que participa. La norma no incluye
el vocablo obligatoriamente, aunque es tácito5. No precisa sanción si los
partidos incumplen la norma, lo cual crea una situación sui géneris: el
padrón es necesario, mas no obligatorio.
Si el registro fue creado el 2003, los partidos debieron presentar sus
padrones a partir del 2004. La Ley 28094 señala en el artículo 18 que
“dicho padrón debe estar actualizado en el momento de la entrega” al
ROP para su publicación. Ese año ningún partido o movimiento cumplió
dicho requisito. “A partir del 2005, empezaron a remitir anualmente los
documentos”, informó Fernando Rodríguez, director del ROP (comuni-
cación personal, 24 de mayo del 2016).
Es difícil imaginar instituciones como los partidos políticos sin
afiliados, a quienes la Ley de Organizaciones Políticas les dedica su
título IV, “De la condición del afiliado”:
Artículo 18. De la afiliación. Todos los ciudadanos con derecho al sufragio
pueden afiliarse libre y voluntariamente a un partido político. Deben
presentar una declaración jurada en el sentido de que no pertenecen a
(continuación)
5	 Este artículo de la Ley de Organizaciones Políticas (LOP) fue modificado por el
artículo 2 de la Ley 30414, publicada el 17 de enero del 2016.
45
Capítulo 1. Los medios y el espectro político
otro partido político, cumplir con los requisitos que establece el estatuto y
contar con la aceptación del partido político para la afiliación, de acuerdo
con el estatuto de este6.
El afiliado tiene deberes y derechos al interior de esas organizaciones.
La ley no fija un número mínimo ni máximo de ellos. Para los partidos
políticos, exhibir un mayor número de afiliados ha sido dar cuenta del
respaldo popular que ostentan y ubicarse como los más importantes de
cara al electorado. Ese entusiasmo podría haber mermado con el ingreso
de la tecnología, que facilita la detección de errores en la confección de
los padrones; por ejemplo, en el llenado de fichas de afiliación, en la
digitalización de la información solicitada por el ROP, en la inclusión de
personas que no existen, etcétera. Pero no ha sido así necesariamente.
La presencia de afiliados en una organización política permite que
se cumpla el ejercicio de la democracia interna, pues de ese núcleo
humano podrían salir los futuros candidatos. Hoy, según la LOP, una
cuarta parte de las listas al Parlamento puede ser designada directa-
mente por el partido, sin necesidad de elecciones internas. De otro lado,
es importante sincerar la afiliación para contar con los mejores cuadros.
La organización civil Transparencia y otras entidades de la sociedad civil
han sugerido reducir el volumen de invitados y garantizar elecciones
internas transparentes para evitar distorsiones.
El ROP asegura que es exigente al examinar las fichas de afiliados
que llegan a sus oficinas porque debe tener la certeza de que la infor-
mación colocada en cada ficha por el interesado corresponde no solo a
la verdad, sino que este ha manifestado su firme voluntad de pertenecer
a una agrupación política.
La inscripción de afiliados a los partidos y movimientos regionales
es mayor en aquellas organizaciones que más figuran en las encuestas,
producto del llamado efecto del carro ganador o bandwagon effect
(Noelle-Neumann, 1995), o de la esperanza de obtener, como miembro
del partido, una ventaja.
Un partido que llega al gobierno tiene un alto número de afiliados y,
en víspera de concluir su gestión, puede sufrir importantes deserciones.
Sin embargo, este fenómeno de afiliación y desafiliación no ha sido
constante en los últimos procesos electorales.
6	 El artículo incluye las modificaciones que contempla la Ley 30414.
María Mendoza Michilot
46
1.2.1 	 Los afiliados inscritos… y los renunciantes al 2016
Lejos de lo que podría imaginarse, la información oficial revela un
fuerte aumento del número de afiliados. Es más, en una década, el incre-
mento fue de 100 % aproximadamente y en una proporción casi pareja
respecto al volumen de hombres y mujeres (Registro de Organizaciones
Políticas del Jurado Nacional de Elecciones, comunicación personal,
mayo del 2016).
El 9 de abril del 2006 (día de las elecciones), el ROP tenía 738 125
afiliados (387 714 hombres y 350 411 mujeres), registrados por 37 agrupa-
ciones políticas. El 10 de abril del 2011, los afiliados por partido político,
es decir, “inscritos al día de la elección general”, sumaron 1 306 884
(702 799 hombres y 604 085 mujeres) personas en 28 organizaciones
políticas. Y el 10 de abril del 2016, el número de ciudadanos afiliados
inscritos al día de la elección general, presentados por 25 partidos, llegó
a 1 555 489 (826 850 hombres y 728 639 mujeres (véase la figura 1).
Como en cualquier institución, un partido político tiene abiertas sus
puertas para quienes quieran afiliarse o para quienes deseen renunciar:
La renuncia al partido político se realiza por medio de carta simple o
notarial, o documento simple entregado de forma personal o remitido
vía correo certificado, telefax, correo electrónico o cualquier otro medio
que permita comprobar de manera indubitable y fehaciente su acuse
de recibo y quién lo recibe por parte del órgano partidario pertinente,
con copia a la Oficina de Registro de Organizaciones Políticas. La
renuncia surte efecto desde el momento de su presentación y no
requiere aceptación por parte del partido político (Ley 30414, 2016).
(Registro de Organizaciones Políticas del Jurado Nacional de Elecciones,
comunicación personal, mayo del 2016)
Al 9 de abril del 2006, 1234 ciudadanos habían renunciado a 35
partidos; al 10 de abril del 2011, fueron 21 893 personas de 37 partidos;
y al 10 de abril del 2016, 43 192 afiliados de 25 partidos. El mayor
número de bajas se dio principalmente en las agrupaciones de mayor
trayectoria, como el Partido Popular Cristiano y Acción Popular, o en
aquellas que ganaron las elecciones, como Perú Posible o el Partido
Nacionalista Peruano, al término de sus mandatos. Perú Posible, que
llevó a la Presidencia de la República a Alejandro Toledo en el 2001, tuvo
el mayor número de renunciantes en el 2006: 271 personas.
47
Capítulo 1. Los medios y el espectro político
En el 2011, Perú Posible registró también un alto número de desafi-
liados (6720). Le siguieron el Partido Popular Cristiano (3683) y Acción
Popular (3063). En el 2016, la agrupación con mayor número de renun-
ciantes fue Perú Posible (12 103); le siguieron el Partido Popular Cristiano
(6934), Acción Popular (5007) y el Partido Nacionalista Peruano (3777)
(véase la figura 2).
0
100 000
200 000
300 000
400 000
500 000
600 000
700 000
800 000
900 000
2006 2011 2016
Hombres Mujeres
Figura 1. Afiliados por partido político
Fuente: Registro de Organizaciones Políticas del Jurado Nacional de Elecciones,
comunicación personal, mayo del 2016
Elaboración propia
Figura 2. Desafiliados por partido político
Fuente: Registro de Organizaciones Políticas del Jurado Nacional de
Elecciones, comunicación personal, mayo del 2016
Elaboración propia
0
5000
10 000
15 000
20 000
25 000
30 000
35 000
2006 2011 2016
Hombres Mujeres
María Mendoza Michilot
48
1.2.2 	 El adherente
La Ley de Organizaciones Políticas creó el registro de adherentes, es
decir, aquellas personas que cumplen una función fugaz en las organi-
zaciones políticas: son las que firman un planillón —generalmente en
la vía pública— para que un partido solicite su inscripción. Firmar ese
documento no le confiere ningún derecho al adherente, tampoco obli-
gación porque no forma parte de la agrupación.
Cuando la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) inscribe
a un partido, este debe presentar, entre otros documentos,
la relación de adherentes en número no menor del cuatro por ciento (4 %)
de los ciudadanos que sufragaron en las últimas elecciones de carácter
nacional, con la firma y el número del documento nacional de identidad
(DNI) de cada uno de estos. (Ley 30414, 2016)
Esta relación “es presentada ante el Registro de Organizaciones Políticas
en los formularios de papel o electrónicos que proporcione la Oficina
Nacional de Procesos Electorales, la cual emitirá la constancia de verifica-
ción respectiva” (Ley 28094, 2003, artículo 7).
A pesar de que el papel que cumple el adherente es fugaz, este no
se ubica necesariamente en un segundo plano, pues su firma suma al
momento de llenar los planillones. Según la Ley Orgánica de Elecciones, las
agrupaciones políticas deben presentar una lista de adherentes no menor
del 4 % de los electores que sufragaron en la última elección nacional,
volumen que aumenta conforme se incremente el número de electores.
Con base en este mandato, en las elecciones del 2016 las solicitudes de
inscripción de un partido debieron ser alrededor de 660 000; y para las
elecciones del 2021 serán unas 750 000, de no haber cambios en la ley.
1.3 	 Una campaña inédita, atípica y controversial
Los comicios del 2016 colocaron al país ante una realidad inédita para
los peruanos. Lo vivido fue, como señala Percy Medina, una campaña
atípica, en la medida que no se ajustó a los procedimientos habituales y
representativos de una jornada de este tipo, a “los valores de la predic-
tibilidad y eficiencia” en el desarrollo de los comicios de los últimos
quince años (“No debe repetirse”, 2016, p. 4). Además, los procedi-
mientos aplicados fueron controversiales, objeto de críticas, de discusión
y de posiciones contrapuestas que trajeron graves consecuencias para
49
Capítulo 1. Los medios y el espectro político
los partidos y las instituciones responsables del proceso, y mellaron la
institucionalidad electoral y democrática.
Según la Constitución Política, al JNE y las entidades del sistema elec-
toral (la Oficina Nacional de Procesos Electorales y el Registro Nacional
de Identificación y Estado Civil, así como el Registro de Organizaciones
Políticas y los Jurados Especiales), les corresponde garantizar que las
votaciones “traduzcan la expresión auténtica, libre y espontánea de los
ciudadanos; y que los escrutinios sean reflejo exacto y oportuno de la
voluntad del elector expresada en las urnas por votación directa” (art. 176).
En estas elecciones, se reconoció que los organismos electorales dieron
facilidades a los ciudadanos para votar, incluso con DNI vencidos, y escoger
un centro de votación cerca a su domicilio; aproximadamente el 29 % de
los electores de Lima y un porcentaje igual del Callao optaron por escoger
un centro de votación. El voto electrónico funcionó en esta elección de
manera más extendida y la ONPE sacó lecciones de su aplicación para
futuros procesos respecto a la distribución de votantes por mesa.
Lo grave fue que, desde la perspectiva ciudadana, los organismos
pasaron de veedores y gestores de los comicios a la condición de prota-
gonistas, en un rol que generó preocupación y suspicacia. Se llegó a
hablar de fraude (Hildebrandt, 2016b), de postergación de elecciones;
una encuesta urbano-rural realizada por Ipsos Perú el 28 de marzo del
2016 reveló que, para el 57 % de los entrevistados, el JNE actuó para
favorecer a algunos intereses políticos, y 31 % consideraba que fue inde-
pendiente (Ipsos, 2016a).
Después que el JNE declaró infundadas las apelaciones de Todos
por el Perú y Alianza para el Progreso, su presidente, Francisco Távara,
sostuvo que con cualquier decisión que se adoptara, muchos aparece-
rían como “héroes o lo contrario, según la parte que opine” (“Cualquiera
sea”, 2016, p. 1); palabras que tampoco cayeron bien en algunos medios
(“Ni héroes”, 2016). La labor de los organismos electorales se configuró
como uno de los tópicos de la agenda mediática de enero a junio del
2016. Se criticó que retiraran a “dos candidatos que sumaban más del
25 % de la intención de voto” a causa de la presión pública y política que
se ejerció ante la fragilidad del JNE y el Jurado Electoral Especial (JEE)
de Lima; por ello, se consideró arbitrario e ilegal (“Lo bueno”, 2016, p. 4).
El análisis de la legislación que normó el proceso habla, sin embargo,
de responsabilidades compartidas en los problemas suscitados: respon-
María Mendoza Michilot
50
sabilidades atribuidas a los partidos involucrados en su aplicación, al
Poder Electoral, pero también al Legislativo, responsable del “origen del
problema”, es decir, de la dación de las normas que cambiaron el esce-
nario político, pero no de la forma en que se esperaba.
De Alianza para el Progreso y Todos por el Perú, Ipsos Perú reveló
que, para los encuestados, esos partidos eran responsables directos de
la situación producida con relación a las candidaturas de César Acuña
(62 %) y Julio Guzmán (35 %): el primero por no cumplir la ley electoral
y el segundo por incumplir los procedimientos necesarios para la inscrip-
ción (“Nuevo escenario”, 2016). También responsabilizaron al JNE por no
resolver a tiempo, por ejemplo, la inscripción de Guzmán, y al Legislativo
por dar una legislación electoral inadecuada que afectó a las dos listas.
Se dijo que las agrupaciones políticas del Congreso en el periodo
2011‑2016 perdieron la oportunidad de sacar adelante los proyectos de
una nueva ley de partidos y un código electoral presentados por los orga-
nismos electorales. En vez de ello, aprobaron —a última hora— normas
que, incluso antes de ser aplicadas, ya se pedía que fueran derogadas.
Bauman subraya en su libro En busca de la política que, así como la
educación es clave para que las personas se instruyan y se entrenen en
la tarea de usar su libertad de elección, a los legisladores les corresponde
establecer la agenda de las opciones sobre las cuales los individuos van
a elegir. Los legisladores eligen antes que los individuos, dice. A ellos
corresponde “preseleccionar” las reglas que normarán lo que está bien
y lo que está mal: “la legislación divide el campo de la disponibilidad
práctica del terreno de las posibilidades abstractas” (2001, pp. 81-82). El
Congreso Peruano olvidó cumplir esta tarea entre el 2015 y el 2016.
1.3.1 	 Legislación electoral e institucionalidad magulladas
Existe consenso en que el origen de los problemas vividos estuvo en
la Ley 30414, norma que modificó la Ley 28094, o Ley de Partidos
Políticos del 2003, a través de la adición de disposiciones de última
hora que hubieran merecido un mayor debate y reflexión, y que el JNE
—conformado por Francisco Távara (presidente) y los miembros titu-
lares Jesús Fernández Alarcón, Baldomero Ayvar Carrasco, Carlos
Cornejo Guerrero y Jorge Rodríguez Vélez— aplicó parcialmente cuando
el proceso estaba en marcha.
51
Capítulo 1. Los medios y el espectro político
Producto de estas reformas, los comicios del 2016 pasarán a la historia
como el cuarto proceso electoral del siglo xxi y el más atípico e irregular
de las últimas décadas. Las tachas, disputas, confrontaciones y batallas
legales en los jurados electorales prevalecieron sobre las propuestas y
los planes de gobierno. Ad portas de la primera vuelta, las denuncias
y los alegatos contra los candidatos siguieron tramitándose en el JNE
(“Solórzano sugiere”, 2016), al punto de que 10 días antes de la primera
vuelta no había certeza sobre los partidos que seguían en carrera.
Tres temas sintetizan los cuestionamientos durante la campaña
vinculados con las reformas introducidas en la legislación electoral: la
cancelación de las inscripciones de los partidos políticos, el control de
las dádivas y otras formas clientelistas para conquistar votos, y la aplica-
ción de la valla electoral.
Antecedentes de una reforma
Cuando el 1 de noviembre del 2003 el gobierno del presidente Alejandro
Toledo promulgó la Ley 28094, Ley de Partidos Políticos, varios sectores
de la sociedad civil saludaron la medida. Se trataba de “institucionalizar”
a las agrupaciones políticas y normar todos los aspectos de la vida de
estas colectividades, desde su definición, razón de ser y participación
en los procesos electorales hasta la imposición de sanciones a las que
hubiere lugar por trasgresiones cometidas en perjuicio de la propia orga-
nización partidaria y el sistema de partidos. La norma definió, en 41
artículos y 3 disposiciones transitorias,
un marco de actuación para las agrupaciones políticas que aspiren a competir
por las diferentes instancias de gobierno, y establece reglas que inciden
directamente en la participación de sus miembros y la democratización de
sus estructuras y mecanismos de decisión. (A. Durand, 2007, p. 62)
Como toda obra humana, la ley era perfectible, más tratándose de una
legislación que debía coadyuvar a construir un sistema de partidos acorde
con las exigencias de una democracia moderna que buscaba recuperar un
principio esencial: la alternancia en el poder, mellada por un régimen que
pretendió entornillarse en el sillón presidencial tras diez años de gobierno.
Sin embargo, a partir de la Ley de Partidos, se profundiza inadecuada-
mente la regulación jurídica, afirmó Fernando Tuesta (2016b).
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf
Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf

Más contenido relacionado

Similar a Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf

Para Entender Los Medios De Comunicación
Para Entender Los Medios De ComunicaciónPara Entender Los Medios De Comunicación
Para Entender Los Medios De Comunicación
Adrian Guzman
 
Social Science From Mexico Unam 007
Social Science From Mexico Unam 007Social Science From Mexico Unam 007
Social Science From Mexico Unam 007
guestb23700
 
Presiones sociales, economicas y politicas de la empresa periodistica
Presiones sociales, economicas y politicas de la empresa periodisticaPresiones sociales, economicas y politicas de la empresa periodistica
Presiones sociales, economicas y politicas de la empresa periodistica
Irvin Tintaya
 
García Márquez, "Nuevo Periodismo".
García Márquez, "Nuevo Periodismo".García Márquez, "Nuevo Periodismo".
García Márquez, "Nuevo Periodismo".
Carla Melisa Nicolato
 
170712 cli estudio-prnoticias-artc_anarodriguez_las_sirenas_de_la_posverdad
170712 cli estudio-prnoticias-artc_anarodriguez_las_sirenas_de_la_posverdad170712 cli estudio-prnoticias-artc_anarodriguez_las_sirenas_de_la_posverdad
170712 cli estudio-prnoticias-artc_anarodriguez_las_sirenas_de_la_posverdad
Antonio García Villanueva
 
170712 cli estudio-prnoticias-artc_anarodriguez_las_sirenas_de_la_posverdad
170712 cli estudio-prnoticias-artc_anarodriguez_las_sirenas_de_la_posverdad170712 cli estudio-prnoticias-artc_anarodriguez_las_sirenas_de_la_posverdad
170712 cli estudio-prnoticias-artc_anarodriguez_las_sirenas_de_la_posverdad
Antonio García Villanueva
 
Trabajo FINAL (Análisis de Politicas Publicas)
Trabajo FINAL (Análisis de Politicas Publicas)Trabajo FINAL (Análisis de Politicas Publicas)
Trabajo FINAL (Análisis de Politicas Publicas)
CMariaAndrade
 

Similar a Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf (20)

Partidos politicos para la democracia II poder ciudadano
Partidos politicos para la democracia II poder ciudadanoPartidos politicos para la democracia II poder ciudadano
Partidos politicos para la democracia II poder ciudadano
 
Agenda regional y participación ciudadana - Taller para periodistas en Cusco
Agenda regional y participación ciudadana - Taller para periodistas en CuscoAgenda regional y participación ciudadana - Taller para periodistas en Cusco
Agenda regional y participación ciudadana - Taller para periodistas en Cusco
 
José Luis Exeni Rodríguez: Mediocracia (IDEA Internacional, 2010)
José Luis Exeni Rodríguez: Mediocracia (IDEA Internacional, 2010)José Luis Exeni Rodríguez: Mediocracia (IDEA Internacional, 2010)
José Luis Exeni Rodríguez: Mediocracia (IDEA Internacional, 2010)
 
Para Entender Los Medios De Comunicación
Para Entender Los Medios De ComunicaciónPara Entender Los Medios De Comunicación
Para Entender Los Medios De Comunicación
 
Qeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
QeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeQeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
Qeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
 
Partidos de Ciudadanos
Partidos de CiudadanosPartidos de Ciudadanos
Partidos de Ciudadanos
 
Social Science From Mexico Unam 007
Social Science From Mexico Unam 007Social Science From Mexico Unam 007
Social Science From Mexico Unam 007
 
Boletin 2 comunicación y contextos
Boletin  2 comunicación y contextosBoletin  2 comunicación y contextos
Boletin 2 comunicación y contextos
 
Tp politicas final definitivo
Tp politicas final definitivoTp politicas final definitivo
Tp politicas final definitivo
 
¿Por qué la prensa es conocida como el cuarto poder y qué influencia tiene ...
¿Por qué la prensa es conocida como el cuarto poder y qué influencia tiene ...¿Por qué la prensa es conocida como el cuarto poder y qué influencia tiene ...
¿Por qué la prensa es conocida como el cuarto poder y qué influencia tiene ...
 
#Desinformación: más allá de las noticias falsas
#Desinformación: más allá de las noticias falsas#Desinformación: más allá de las noticias falsas
#Desinformación: más allá de las noticias falsas
 
Presiones sociales, economicas y politicas de la empresa periodistica
Presiones sociales, economicas y politicas de la empresa periodisticaPresiones sociales, economicas y politicas de la empresa periodistica
Presiones sociales, economicas y politicas de la empresa periodistica
 
Establecimiento de la Agenda en Medios Masivos
Establecimiento de la Agenda en Medios MasivosEstablecimiento de la Agenda en Medios Masivos
Establecimiento de la Agenda en Medios Masivos
 
Ponencia Marisol Castañeda, Observatorios de Medios
Ponencia Marisol Castañeda, Observatorios de MediosPonencia Marisol Castañeda, Observatorios de Medios
Ponencia Marisol Castañeda, Observatorios de Medios
 
García Márquez, "Nuevo Periodismo".
García Márquez, "Nuevo Periodismo".García Márquez, "Nuevo Periodismo".
García Márquez, "Nuevo Periodismo".
 
170712 cli estudio-prnoticias-artc_anarodriguez_las_sirenas_de_la_posverdad
170712 cli estudio-prnoticias-artc_anarodriguez_las_sirenas_de_la_posverdad170712 cli estudio-prnoticias-artc_anarodriguez_las_sirenas_de_la_posverdad
170712 cli estudio-prnoticias-artc_anarodriguez_las_sirenas_de_la_posverdad
 
170712 cli estudio-prnoticias-artc_anarodriguez_las_sirenas_de_la_posverdad
170712 cli estudio-prnoticias-artc_anarodriguez_las_sirenas_de_la_posverdad170712 cli estudio-prnoticias-artc_anarodriguez_las_sirenas_de_la_posverdad
170712 cli estudio-prnoticias-artc_anarodriguez_las_sirenas_de_la_posverdad
 
Trabajo FINAL (Análisis de Politicas Publicas)
Trabajo FINAL (Análisis de Politicas Publicas)Trabajo FINAL (Análisis de Politicas Publicas)
Trabajo FINAL (Análisis de Politicas Publicas)
 
Observatorio de medios y Veeduría Ciudadana
Observatorio de medios y Veeduría CiudadanaObservatorio de medios y Veeduría Ciudadana
Observatorio de medios y Veeduría Ciudadana
 
COMUNICACIÓN ORGANIZACIONAL ANTE EL RETO DE LA ESTRATEGIA MULTIPLATAFORMA Y 2...
COMUNICACIÓN ORGANIZACIONAL ANTE EL RETO DE LA ESTRATEGIA MULTIPLATAFORMA Y 2...COMUNICACIÓN ORGANIZACIONAL ANTE EL RETO DE LA ESTRATEGIA MULTIPLATAFORMA Y 2...
COMUNICACIÓN ORGANIZACIONAL ANTE EL RETO DE LA ESTRATEGIA MULTIPLATAFORMA Y 2...
 

Más de PepitoJara1 (6)

PAT - 2023 (1).pptx
PAT - 2023 (1).pptxPAT - 2023 (1).pptx
PAT - 2023 (1).pptx
 
plantilla cumbre final -Jimmy.pptx
plantilla cumbre final -Jimmy.pptxplantilla cumbre final -Jimmy.pptx
plantilla cumbre final -Jimmy.pptx
 
2021cumbre.pptx
2021cumbre.pptx2021cumbre.pptx
2021cumbre.pptx
 
PE_2015_reunion_tecnica.pdf
PE_2015_reunion_tecnica.pdfPE_2015_reunion_tecnica.pdf
PE_2015_reunion_tecnica.pdf
 
PPT_PP_TALLER_LIMA_METROPOLITANA_2022-Vf_1.pdf
PPT_PP_TALLER_LIMA_METROPOLITANA_2022-Vf_1.pdfPPT_PP_TALLER_LIMA_METROPOLITANA_2022-Vf_1.pdf
PPT_PP_TALLER_LIMA_METROPOLITANA_2022-Vf_1.pdf
 
PPT Beca 18-2022 VERSION FINAL.pdf.pdf
PPT Beca 18-2022 VERSION FINAL.pdf.pdfPPT Beca 18-2022 VERSION FINAL.pdf.pdf
PPT Beca 18-2022 VERSION FINAL.pdf.pdf
 

Último

METODOLOGÍA 5S - PRESENTACION DE INICIO DEL PROYECTO
METODOLOGÍA 5S - PRESENTACION DE INICIO DEL PROYECTOMETODOLOGÍA 5S - PRESENTACION DE INICIO DEL PROYECTO
METODOLOGÍA 5S - PRESENTACION DE INICIO DEL PROYECTO
JoselynGoeTmara
 
2. POLITICAS Y LEGISLACION EDUCATIVA.pptx
2. POLITICAS Y LEGISLACION EDUCATIVA.pptx2. POLITICAS Y LEGISLACION EDUCATIVA.pptx
2. POLITICAS Y LEGISLACION EDUCATIVA.pptx
camilasto28
 
REPORTE DE HOMICIDIO DOLOSO IRAPUATO ABRIL 2024
REPORTE DE HOMICIDIO DOLOSO IRAPUATO ABRIL 2024REPORTE DE HOMICIDIO DOLOSO IRAPUATO ABRIL 2024
REPORTE DE HOMICIDIO DOLOSO IRAPUATO ABRIL 2024
IrapuatoCmovamos
 
Reporte de incidencia delictiva Silao marzo 2024
Reporte de incidencia delictiva Silao marzo 2024Reporte de incidencia delictiva Silao marzo 2024
Reporte de incidencia delictiva Silao marzo 2024
OBSERVATORIOREGIONAL
 
Reporte de incidencia delictiva de Romita marzo 2024
Reporte de incidencia delictiva de Romita marzo 2024Reporte de incidencia delictiva de Romita marzo 2024
Reporte de incidencia delictiva de Romita marzo 2024
OBSERVATORIOREGIONAL
 
Anclaje Grupo 5..pptx de todo tipo de anclaje
Anclaje Grupo 5..pptx de todo tipo de anclajeAnclaje Grupo 5..pptx de todo tipo de anclaje
Anclaje Grupo 5..pptx de todo tipo de anclaje
klebersky23
 
Proyectos de investigacion en ciencias sociales 6to - maipue (2).pdf
Proyectos de investigacion en ciencias sociales 6to - maipue (2).pdfProyectos de investigacion en ciencias sociales 6to - maipue (2).pdf
Proyectos de investigacion en ciencias sociales 6to - maipue (2).pdf
nicolas24233
 
La Inteligencia Artificial -AnaliticayDatos-BeatrizGarcia-Abril2024-D.pdf
La Inteligencia Artificial -AnaliticayDatos-BeatrizGarcia-Abril2024-D.pdfLa Inteligencia Artificial -AnaliticayDatos-BeatrizGarcia-Abril2024-D.pdf
La Inteligencia Artificial -AnaliticayDatos-BeatrizGarcia-Abril2024-D.pdf
analiticaydatos
 

Último (17)

REGISTRO CONTABLE DE CONTABILIDAD 2022..
REGISTRO CONTABLE DE CONTABILIDAD 2022..REGISTRO CONTABLE DE CONTABILIDAD 2022..
REGISTRO CONTABLE DE CONTABILIDAD 2022..
 
5558423-peru-evolucion-de-la-pobreza-monetaria-2014-2023(2).pdf
5558423-peru-evolucion-de-la-pobreza-monetaria-2014-2023(2).pdf5558423-peru-evolucion-de-la-pobreza-monetaria-2014-2023(2).pdf
5558423-peru-evolucion-de-la-pobreza-monetaria-2014-2023(2).pdf
 
METODOLOGÍA 5S - PRESENTACION DE INICIO DEL PROYECTO
METODOLOGÍA 5S - PRESENTACION DE INICIO DEL PROYECTOMETODOLOGÍA 5S - PRESENTACION DE INICIO DEL PROYECTO
METODOLOGÍA 5S - PRESENTACION DE INICIO DEL PROYECTO
 
Asignatura-Optativa-Sociologia-CS-3BGU.pdf
Asignatura-Optativa-Sociologia-CS-3BGU.pdfAsignatura-Optativa-Sociologia-CS-3BGU.pdf
Asignatura-Optativa-Sociologia-CS-3BGU.pdf
 
2. POLITICAS Y LEGISLACION EDUCATIVA.pptx
2. POLITICAS Y LEGISLACION EDUCATIVA.pptx2. POLITICAS Y LEGISLACION EDUCATIVA.pptx
2. POLITICAS Y LEGISLACION EDUCATIVA.pptx
 
PRESENTACION SOBRE LA HOJA DE CALCULO ⠀⠀
PRESENTACION SOBRE LA HOJA DE CALCULO ⠀⠀PRESENTACION SOBRE LA HOJA DE CALCULO ⠀⠀
PRESENTACION SOBRE LA HOJA DE CALCULO ⠀⠀
 
Crecimiento del PIB real revisado sexenios neoliberales y nueva era del sober...
Crecimiento del PIB real revisado sexenios neoliberales y nueva era del sober...Crecimiento del PIB real revisado sexenios neoliberales y nueva era del sober...
Crecimiento del PIB real revisado sexenios neoliberales y nueva era del sober...
 
REPORTE DE HOMICIDIO DOLOSO IRAPUATO ABRIL 2024
REPORTE DE HOMICIDIO DOLOSO IRAPUATO ABRIL 2024REPORTE DE HOMICIDIO DOLOSO IRAPUATO ABRIL 2024
REPORTE DE HOMICIDIO DOLOSO IRAPUATO ABRIL 2024
 
Pineda - Metodologia de la investigacion manual para el desarrollo de persona...
Pineda - Metodologia de la investigacion manual para el desarrollo de persona...Pineda - Metodologia de la investigacion manual para el desarrollo de persona...
Pineda - Metodologia de la investigacion manual para el desarrollo de persona...
 
Reporte de incidencia delictiva Silao marzo 2024
Reporte de incidencia delictiva Silao marzo 2024Reporte de incidencia delictiva Silao marzo 2024
Reporte de incidencia delictiva Silao marzo 2024
 
4° UNIDAD DE APRENDIZAJE 2 MAYO 2024.docx
4°  UNIDAD DE APRENDIZAJE 2 MAYO  2024.docx4°  UNIDAD DE APRENDIZAJE 2 MAYO  2024.docx
4° UNIDAD DE APRENDIZAJE 2 MAYO 2024.docx
 
Problemas de programación lineal entera.pptx
Problemas de programación lineal entera.pptxProblemas de programación lineal entera.pptx
Problemas de programación lineal entera.pptx
 
Reporte de incidencia delictiva de Romita marzo 2024
Reporte de incidencia delictiva de Romita marzo 2024Reporte de incidencia delictiva de Romita marzo 2024
Reporte de incidencia delictiva de Romita marzo 2024
 
Mapa concepto sobre la contabilidad de costos
Mapa concepto sobre la contabilidad de costosMapa concepto sobre la contabilidad de costos
Mapa concepto sobre la contabilidad de costos
 
Anclaje Grupo 5..pptx de todo tipo de anclaje
Anclaje Grupo 5..pptx de todo tipo de anclajeAnclaje Grupo 5..pptx de todo tipo de anclaje
Anclaje Grupo 5..pptx de todo tipo de anclaje
 
Proyectos de investigacion en ciencias sociales 6to - maipue (2).pdf
Proyectos de investigacion en ciencias sociales 6to - maipue (2).pdfProyectos de investigacion en ciencias sociales 6to - maipue (2).pdf
Proyectos de investigacion en ciencias sociales 6to - maipue (2).pdf
 
La Inteligencia Artificial -AnaliticayDatos-BeatrizGarcia-Abril2024-D.pdf
La Inteligencia Artificial -AnaliticayDatos-BeatrizGarcia-Abril2024-D.pdfLa Inteligencia Artificial -AnaliticayDatos-BeatrizGarcia-Abril2024-D.pdf
La Inteligencia Artificial -AnaliticayDatos-BeatrizGarcia-Abril2024-D.pdf
 

Mendoza_Michilot_proceso_electoral_2016 (1).pdf

  • 1.
  • 2.
  • 3.
  • 4.
  • 6. Proceso electoral 2016. Prensa peruana y redes sociales Primera edición impresa: octubre, 2019 Primera edción digital: abril, 2020 © Universidad de Lima Fondo Editorial Av. Javier Prado Este 4600, Urb. Fundo Monterrico Chico, Lima 33 Apartado postal 852, Lima 100, Perú Teléfono: 437-6767, anexo 30131 fondoeditorial@ulima.edu.pe www.ulima.edu.pe Diseño, edición y carátula: Fondo Editorial de la Universidad de Lima Imagen de portada: Zieusin/Shutterstock.com Esta publicación es resultado de una investigación auspiciada por el Instituto de Investigación Científica de la Universidad de Lima. Versión e-book 2020 Digitalizado y distribuido por Saxo.com Perú S. A. C. https://yopublico.saxo.com/ Teléfono: 51-1-221-9998 Avenida Dos de Mayo 534, Of. 404, Miraflores Lima - Perú Se prohíbe la reproducción total o parcial de este libro, por cualquier medio, sin permiso expreso del Fondo Editorial. ISBN 978-9972-45-512-4
  • 7. [7] Índice Introducción 11 Capítulo 1. Los medios y el espectro político 23 1.1 Más que una carrera de caballos 30 1.1.1 Las alianzas 31 1.1.2 Agrupaciones que participaron individualmente 38 1.1.3 Partidos renunciantes y tachados 41 1.2 Partidos, afiliados y adherentes 44 1.2.1 Los afiliados inscritos… y los renunciantes al 2016 46 1.2.2 El adherente 48 1.3 Una campaña inédita, atípica y controversial 48 1.3.1 Legislación electoral e institucionalidad magulladas 50 1.3.2 El “baile” de las resoluciones y el caso Guzmán 63 1.4 Intención de voto 71 Capítulo 2. ¿De qué se habló en la campaña? 79 2.1 Tematización predominante 84 2.1.1 Campaña: desde los planes de gobierno hasta los observadores 88 2.1.2 Promesas electorales 93 2.1.3 Críticas o ataques: fuego cruzado 95 2.1.4 Denuncias graves y rechazos multitudinarios 104 2.1.5 Asuntos internos: deserciones y adhesiones 107 2.1.6 El futuro Congreso y las estrategias de campaña 110 2.2 Priorización de la información 113
  • 8. María Mendoza Michilot 8 Capítulo 3. Los actores 125 3.1 Roles protagónicos 127 3.1.1 Los candidatos 127 3.1.2 Adláteres, contrincantes y expertos 132 3.2 Columnistas: las opiniones de los medios 135 3.2.1 Diciembre del 2015 135 3.2.2 Enero del 2016 139 3.2.3 Febrero del 2016 144 3.2.4 Marzo del 2016 148 3.2.5 Abril del 2016 154 3.2.6 Mayo del 2016 161 3.2.7 Junio del 2016 167 Capítulo 4. Formas de decir 173 4.1 Una imagen negativa 176 4.1.1 Las portadas 180 4.1.2 Cuando las fuentes opinan sobre el político 186 4.1.3 Repercusiones de las fuentes en el tono 190 4.2 Diferentes formas de decir 195 4.2.1 Los géneros periodísticos al servicio de… 196 4.2.2 ¿Apoyos totales? 200 Capítulo 5. Algunas historias importantes para la prensa 203 5.1 Una alianza improbable: el APRA y el PPC 206 5.1.1 Diagnóstico: un acuerdo de larga data 207 5.1.2 Atribución de responsabilidad: dos actores 210 5.1.3 Soluciones sugeridas: la refundación de los partidos 212 5.1.4 Agenda pública y valores: medios, políticos y ciudadanos 214 5.2 La exclusión de César Acuña. Un rosario de denuncias 215 5.2.1 Diagnóstico: una muerte anunciada 216 5.2.2 Atribución de responsabilidad: las debilidades de Acuña y del JNE 222 5.2.3 Soluciones sugeridas: exclusión, ética partidaria y reforma electoral 226 5.2.4 Agenda pública y valores: sanción ética 228 5.3 Guzmán fuera de carrera 229 5.3.1 Diagnóstico: despegue y caída 230
  • 9. 9 Índice 5.3.2 Atribución de responsabilidad: TPP y el JNE 239 5.3.3 Soluciones sugeridas: exclusión, transparencia y reforma electoral 241 5.3.4 Agenda pública y valores: infracción versus injusticia 241 5.4 Las crisis del Partido Nacionalista Peruano y Daniel Urresti 243 5.4.1 Diagnóstico: el descalabro institucional del nacionalismo 244 5.4.2 Atribución de responsabilidad: ¿la cúpula, Nadine o Urresti? 247 5.4.3 Soluciones sugeridas: más institucionalidad 248 5.4.4 Agenda pública y valores: institucionalidad partidaria 249 5.5 La denuncia por lavado de activos en contra del secretario general de Fuerza Popular, Joaquín Ramírez 250 5.5.1 Diagnóstico: reseña de un encubrimiento 252 5.5.2 Atribución de responsabilidad: muchas coincidencias 259 5.5.3 Soluciones sugeridas: marca distancia o… 261 5.5.4 Agenda pública y valores. Cuando los ciudadanos castigan la corrupción 263 Capítulo 6. Las redes sociales como espacios deliberativos 265 6.1 Agenda digital mediática 271 6.1.1 De quién y de qué hablaron 271 6.1.2 Tratamiento de la información 274 6.2 Agenda pública virtual 274 6.2.1 Reacciones de los usuarios 276 6.2.2 Narrativa de los comentarios 278 6.3 Hacia un perfil del internauta 281 A manera de conclusiones 285 Referencias 295
  • 10.
  • 11. [11] Introducción Las campañas electorales son periodos convulsos (Restrepo, 2004) no solo en las altas esferas políticas, sino también en los medios de comuni- cación, que deben cumplir una labor impecable, equitativa y equilibrada pese a las urgencias de tiempo, espacio, plataformas y redes sociales, cuando el tradicional ciclo informativo de producir noticias cada veinti- cuatro horas no va más y la información se tiene que entregar, difundir y actualizar varias veces en un solo día. En estas coyunturas, la función de narrar la realidad que se atribuye al periodismo se ve sometida a una prueba de fuego. El valor en juego es la veracidad, pero también la independencia, sobre todo cuando el oficio de informar se pone bajo sospecha y muchos se preguntan si los periodistas servimos al ciudadano que busca información útil para tomar decisiones acertadas o a ciertas élites de poder (Rincón, 2006). Las elecciones generales del 2016 se realizaron cuando los principales medios se hallaban inmersos en un proceso de fusión/concentración que, según observadores, podría significar la consumación de ciertas prácticas corporativistas en la entrega de la información. De otro lado, se esperaba que los grandes medios convencionales no fueran los únicos en establecer la agenda ni el ritmo del debate político, sino que compartieran esa función con el espacio virtual (mediático, partidario y ciudadano). Por ello, fue un avance que seis medios (América Televisión y Canal N, El Comercio, La República, Latina y Panamericana Televisión) firmaran un pacto ético para proporcionar al ciudadano información suficiente para que tome sus propias decisiones políticas. Aunque la experiencia señala que en ocasiones los acuerdos se incumplen, habría sido ideal que, en esta iniciativa, impulsada por el Instituto de Prensa y Sociedad, el Instituto para la Democracia y la Asistencia Electoral en Perú (IDEA
  • 12. María Mendoza Michilot 12 Internacional) y la Unión Europea, participasen todas las empresas de comunicación. Como anotan los académicos, los medios transfieren a sus destinatarios una lista de temas importantes y valoraciones que podrían contribuir a la creación de consensos (López-Escobar, McCombs y Rey, 1996) y también fijan la agenda en la opinión pública, lo cual podría implicar el desarrollo de una labor orientadora, sobre todo en sistemas políticos y noticiosos abiertos y libres (McCombs, 2006). En este contexto, ¿cuáles serían las coincidencias y diferencias en los discursos de los medios más influyentes de Lima (convencionales y digitales) sobre las principales propuestas electorales? ¿Qué aportarían al debate, qué impacto tendrían en la formación de opiniones o corrientes de opinión y qué lecturas generarían entre sus eventuales destinatarios? Esta investigación trata de contestar estas interrogantes. De las campañas electorales se ha dicho que son “la puesta en escena de la elección en la democracia”, pero también “el momento de la mentira” (Castells, 2010, pp. 299, 304). En un caso o en otro, como escribió Zygmunt Bauman (2001), en estas coyunturas se debe “elegir entre” las opciones disponibles (la agenda de opciones), con base en ciertas reglas “que le indican al individuo por qué debe preferir una opción por encima de otras” y cuándo “su elección ha sido acertada o desacertada” (p. 81) (código de elección). Tales limitaciones determinan la libertad de elección individual de cada persona. En principio, se debe coincidir con Manuel Castells en que los electores toman como base, principalmente, la información que reciben procesada por los medios de comunicación (2010). Más allá de la perspectiva discursiva, el papel de “representación” que ejercen los medios de comunicación en cada sociedad se ha comparado con el que cumplen los políticos, con la diferencia de que los periodistas no son electos por el voto popular. Sin embargo, las organizaciones de la comunicación pueden aportar a la democracia y a los consensos desde una perspectiva de largo plazo, mientras compiten con quienes se mueven en el “mundo del corto plazo y del conflicto subjetivo-partidario” (Annunziata, 2016, p. 81). Conforme a esta visión, los medios pueden amplificar el quehacer de otras organizaciones de la sociedad civil respecto a la creación y la difusión de sus autoconvocatorias, hoy más que antes a través de las nuevas tecnologías y las redes sociales. Pueden “deslocalizar” los nuevos
  • 13. 13 Introducción movimientos sociales y sobre todo cumplir tareas inherentes a los representantes: pueden ser autorizados y reconocidos por la sociedad, y contribuir a la accountability o rendición de cuentas (Annunziata, 2016). En época electoral, la función mediadora es indiscutible —o debería serlo— si, como señala Pierre Rosanvallón, la vida en democracia es sinónimo de foro abierto en el que se discuten públicamente los grandes temas o las controversias cuando estas estallan, por lo general, de manera sorpresiva. En dichas circunstancias, el papel de la prensa se magnifica y revalora porque “existen múltiples arenas dispersas en las diferentes instituciones y en los diferentes lugares de la vida social, de las que los medios de comunicación se hacen eco; ellos mismos desempeñan así un papel específico de filtros o aceleradores” (Rosanvallón, 2009, p. 197). En el proceso del 2016, la prensa local cumplió una activa labor que se tradujo en amplias coberturas desde diciembre del 2015 hasta junio del 2016, intensas sobre todo en los meses de marzo, abril y mayo, antes de la primera y la segunda vueltas electorales, del 10 de abril y del 5 de junio, respectivamente. En esos seis meses, podría decirse que la presencia y la ausencia de los candidatos al sillón preferencial estuvieron asociadas a la exposición, positiva o negativa, que tuvieron en los medios de comunicación. Allí se puede identificar a los políticos que se mantuvieron constantes en las portadas y los titulares durante la campaña; a aquellos que cobraron notoriedad poco a poco, al ritmo que subían en las encuestas; a los que renunciaron antes de la primera vuelta y que reclamaron amargamente al retirarse no haber existido para la prensa. En este último caso, vale la pena reflexionar acerca de si todos fueron ignorados o escasamente consultados, si sus propuestas y su ubicación en las encuestas los hizo poco atractivos para los votantes y también para los medios. Rosanvallón sostiene que, en épocas no electorales, los medios principalmente audiovisuales suman a la denominada política de la presencia del gobernante, a la visibilización de los políticos e incluso de los impopulares congresos. Ello tal vez explique la centralidad de la televisión, que sigue ostentando el primer lugar en las preferencias del público a la hora de informarse. Una explicación más profunda es que esta función de “mostrar” o “poder empático responde de esa manera a la crisis de la representación, al orientarse a devolverle legibilidad y visibilidad a una política moderna que se había escabullido a los sentidos” (Rosanvallón, 2009, p. 274).
  • 14. María Mendoza Michilot 14 En la campaña 2016 sucedió algo muy similar. Los medios dieron a conocer lo que dijeron o no dijeron, hicieron o no hicieron los candidatos, pero sobre todo buscaron “mostrarlos”, repitiéndose una práctica que, en realidad, se ha convertido en una norma en las elecciones peruanas. Los políticos más mencionados no fueron los que llegaron a la recta final necesariamente. Pero junto a sus portavoces interiorizaron y sintonizaron con esta forma de mediación sin ruborizarse, como rindiendo culto a la ansiada “visibilización”. Parte de tener notoriedad implicó que las principales agrupaciones de la contienda —como el Partido Nacionalista Peruano; el Partido Aprista (APRA) y su socio en esta campaña, el Partido Popular Cristiano (PPC); Fuerza Popular (FP); Perú Posible y Acción Popular— no dudaran en ventilar públicamente todo, incluyendo las crisis internas que arrastran en la mayoría de los casos por décadas o que han surgido en el contexto de un país donde, según Julio Cotler, no ha existido históricamente un sistema de partidos. Lo que existe es una gran fragmentación de pequeños segmentos que se unen esporádicamente bajo determinados intereses. “Un sistema [de partidos] es cuando hay una colaboración de las diferentes partes, pero compiten”, es decir, fuerzas que dialogan sobre la base de una plataforma común, una articulación de intereses sociales, puntualiza Cotler (2016a). Parafraseando a Bauman (2017), además de la exposición de las diferentes opciones políticas que acudieron a la contienda, los medios pusieron en evidencia otra crisis: la de las reglas y los códigos que deberían haber normado la elección. Los analistas y expertos coincidieron en que la Ley de Organizaciones Políticas (LOP), antes Ley de Partidos, no debió haberse aprobado en el Congreso de la República ni ser aplicada por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) bajo interpretaciones que, fuera del resultado de los comicios y de las infracciones que se perpetraron, implicaron la adopción de “decisiones injustas y desproporcionadas” (“Creo que los”, 2016, p. 8). Un acuerdo tácito entre gobernantes y gobernados fue que una nueva LOP requería, una vez culminado el proceso electoral, entrar a una reforma que alcanzase a todo el sistema; una meta largamente postergada en el país, sobre todo por la desidia de quienes han tenido en sus manos la posibilidad de legislar. Hoy, el país aún no ha sido gratificado con la reforma electoral que merece. El Congreso actuó como juez y parte en este terreno. Los líderes de los partidos de mayor trayectoria política representados en el Parlamento
  • 15. 15 Introducción 2011-2016 se mostraron a favor de aplicar —a última hora— reformas a la LOP, incluso cuando el proceso electoral ya se había iniciado. Un parlamentario que cambió de tienda política, cuya candidata perdió las elecciones, dijo: “El Perú es un país con predictibilidad jurídica donde las reglas ya están establecidas” (“Polémica por”, 2016, p. 5). Craso error. En el primer capítulo de este libro, se presenta ese contexto y se identifica a los actores del espectro político durante la consulta 2016. Con base en información documental proporcionada por la dirección del Registro de Organizaciones Políticas (ROP), dependencia del JNE, se hace una aproximación a la situación de los partidos según sus afiliados y adherentes. Se explican los alcances de la legislación electoral vigente, que, a través de un “baile” de resoluciones del JNE, determinó la cancelación de inscripciones y la aplicación de sanciones por la entrega de dádivas a cambio de adherencias. Se pasa revista a las nuevas normas relacionadas con la valla que los organismos electorales decidieron no aplicar y que permitieron que un grupo de partidos no perdiera la inscripción. Esta realidad problemática responde a varias causas: multiplicidad de partidos, aventurismo político, falta de cultura política de los peruanos en general, entre otros vacíos que esta investigación no pretende analizar, pero que se constituyeron en la base política y contextual sobre la cual se levantó la información periodística desde una perspectiva más noticiosa que interpretativa. Como se explica en el segundo capítulo, la agenda mediática estuvo orientada a dar a conocer el día a día de la campaña y las promesas de los candidatos. No obstante, los resultados del análisis confirman que la cobertura se centró prioritariamente en los ataques, el conflicto y la confrontación entre los políticos. El uso de las imágenes negativas más que las positivas ha contribuido a la percepción de que el periodismo solo busca las malas noticias, pero, como señala Omar Rincón, quedarnos en las críticas es “perder la utopía del periodismo” y no reconocer que nuestro reto es renovar el pacto de confianza con las audiencias y reinventar la credibilidad para que el ciudadano se sienta un ser humano mejor (Rincón, 2006, p. 118). En época electoral, ese reto es mayor debido al impacto de la noticia en las votaciones, como destacó desde mediados del siglo pasado Walter Lippmann (McCombs, 1996), porque los medios no solo dicen sobre qué y cómo podemos pensar, sino incluso qué hacer, según concluye
  • 16. María Mendoza Michilot 16 la teoría de la agenda-setting de Maxwell McCombs y Donald Shaw (López-Escobar, McCombs y Rey, 1996) de fines de la década de 1990. En la campaña del 2016, una pregunta de fondo fue si los temas propuestos por la prensa eran los que todos querían conocer; en otras palabras, si hubo coincidencia entre la agenda de los medios y la agenda pública o de los ciudadanos; o si más bien prevaleció la agenda de los políticos, que suelen utilizar y alentar las imágenes negativas de sus contendores para atraer la atención de los votantes (Castells, 2010). Acorde con los resultados, los impresos analizados abordaron todos los asuntos; incluso las cabeceras principales de los dos grupos mediáticos analizados —El Comercio y La República— coincidieron en muchos sentidos, sobre todo frente a las denuncias que cayeron sobre la candidata Fujimori, las que acumuló César Acuña, o aquella, probablemente menor, que ocasionó la expulsión de Julio Guzmán. Lo que varió fue la priorización que dieron a los acontecimientos, terreno en que se descubren las diferencias y las simpatías mediáticas hacia los políticos, la mayoría de los cuales hicieron méritos para ser desaprobados. Los politólogos sostienen que la personalización o la imagen del político como estrategia electoral puede ser una fórmula exitosa para destacar los atributos personales del candidato y reforzar sus dotes de autoridad, liderazgo y actitud frente al poder. Los medios hacen eco de estas representaciones frecuentemente, aunque en ocasiones solo explotan el factor telegénico (Orejuela, 2009). En el 2016, como se indica en el tercer capítulo, los medios debieron probar que los dichos y hechos de algunos candidatos no tuvieron correlato con la verdad, aunque parecieran verosímiles; las imágenes deterioradas de estos políticos se reflejaron también en los sondeos de intención de voto y en las redes sociales. Más que una estrategia diseñada desde los partidos para centrar el mensaje en la imagen de sus candidatos, lo que vio el país fue su desmoronamiento, debido a la difusión de asuntos personales y políticos que solo aportaron datos negativos y que, al parecer, fueron minimizados por los equipos de campaña. Sin duda, contribuyeron a estas imágenes las fuentes que los medios consultaron para construir las noticias sobre la campaña, entre las que se incluye a los protagonistas principales (los candidatos), pero también a
  • 17. 17 Introducción sus adláteres y adversarios, así como a analistas, columnistas y políticos de sostenida exposición mediática. Resulta claro que la agenda informativa y los enfoques periodísticos que ofrecieron los medios determinaron ciertos sesgos (Castells, 2010) o tonos en la descripción de los candidatos y de la coyuntura electoral (McCombs, 2006). Sin embargo, estos tonos no solo provinieron de la valoración positiva, negativa o neutra que hizo la prensa, sino del desempeño del candidato, su acción política, programas y calidad humana (Orejuela, 2009), e incluso sus formas de expresarse ante la prensa. En el cuarto capítulo se explica cómo las portadas neutras fueron más que las favorables o desfavorables, lo cual indicaría que los medios se cuidaron, en esta campaña, de no mostrar un apoyo o rechazo abierto a los diferentes candidatos. El hecho de que las portadas negativas sean más que las positivas evidenciaría también que prevaleció una postura crítica hacia varios candidatos, lo cual no excluye la posibilidad de que ello haya beneficiado indirectamente a otros. En este aspecto, la investigación señala la importancia de la fuente y del tratamiento dado a la información mediante los géneros periodísticos, así como las limitaciones del llamado periodismo de declaraciones versus la interpretación y análisis de los hechos. En el quinto capítulo, el libro analiza los enfoques periodísticos observados en la cobertura de cinco acontecimientos que marcaron esta agenda política, en medio de la vorágine que significó la campaña: la construcción de la Alianza Popular suscrita por el Partido Aprista y el Partido Popular Cristiano, la exclusión de la candidatura de César Acuña y la impugnación de la inscripción de Julio Guzmán por decisión de los organismos electorales, la autoexclusión del Partido Nacionalista y la denuncia de lavado de activos en contra del secretario general de Fuerza Popular, Joaquín Ramírez, que coadyuvó al fracaso de la candidatura de Keiko Fujimori. En cada caso, se reconocen el asunto o la situación problemática, se recoge el diagnóstico que hicieron los periódicos de los hechos, así como la responsabilidad que se atribuyó a los actores políticos, las soluciones que plantearon a las crisis descritas y los valores que, desde su perspectiva, estuvieron en juego. Como denominador común se halló un discurso que denunció el distanciamiento de la política respecto del ciudadano, la falta de credibilidad y de ética de algunos partidos, y los vacíos de nuestra institucionalidad.
  • 18. María Mendoza Michilot 18 ¿Pero qué pensaba el ciudadano? Para saberlo, fue necesario un acercamiento a las redes sociales de los medios a fin de analizar qué noticias rebotaron en sus cuentas de Facebook y sobre todo recoger las reacciones de los seguidores. ¿Cuáles fueron los temas de debate que las informaciones difundidas en Facebook suscitaron en los cibernautas? ¿Qué motivaciones, juicios de valor y actitudes dejaron entrever los seguidores en sus narrativas sobre los comicios y los actores sociales? ¿Cuál fue el perfil del votante que concurrió al espacio virtual de noticias para aportar al debate público electoral? Uno de los principales hallazgos del sexto capítulo, titulado “Las redes sociales como espacios deliberativos”, radica en la respuesta de los cibernautas. El análisis revela que los favoritos en las encuestas no lo fueron en Facebook y que muchos peruanos no votaron por PPK, sino contra Keiko Fujimori, lo que incidía en sus contradicciones. Los consumidores de las redes no solo se distanciaron de las encuestas, sino que introdujeron temas diferentes a los levantados por los medios convencionales. Actuaron como individuos deliberativos, mayoritariamente críticos, y apoyaron al ganador. En perspectiva, llama la atención que los partidos no escucharan a estos conglomerados que algunos académicos reconocen como un contrapoder o coalición espontánea (Vergara, 2016). Otros se presentaron como públicos emotivos y reactivos (Tapia, 2014), que se apropiaron de y difundieron mensajes frente a los cuales reaccionaron, con los que concordaron o coincidieron, en ocasiones hasta la incondicionalidad y la obsecuencia (Castells, 2015). También los hubo poco interesados en el escándalo, la anécdota y la espectacularización. Entre todas las valoraciones que un elector puede hacer de su candidato (biográficas, personales, profesionales, ideológicas y comunicativas), se podría decir que el público de las redes sociales se concentró en las dos principales: la competencia para llevar a cabo las promesas de campaña y la integridad o principios éticos esbozados para cumplir con responsabilidad el cargo al que postula (Orejuela, 2009). Tal vez allí esté una de las claves para explicar por qué ganó PPK y perdió Fujimori por algo más de 41 000 votos en una de las más ajustadas contiendas electorales realizadas en el país. La investigación tiene un enfoque mixto en su propósito de observar la relación entre la cobertura informativa de un grupo de medios de comunicación limeños y los resultados de la campaña electoral. Se
  • 19. 19 Introducción utilizó el análisis de contenido como técnica de recolección de datos, según una matriz de variables, categorías e indicadores. Respecto a la muestra, se observaron medios convencionales y digitales que ostentaban en el momento del estudio la mayor audiencia de acuerdo con los índices de lectoría (prensa), rating (audiovisuales) y visitas (web) de Ipsos Apoyo, CPI, Concortv y Comscore. En prensa, se trabajó con El Comercio, La República, Correo y Perú 21, periódicos considerados influyentes y de alta lectoría dentro de la llamada prensa seria de Lima, y que pertenecen a dos grupos empresariales importantes en el diarismo local. Para la contextualización de los hechos, se trabajó con el semanario Hildebrandt en sus Trece. En televisión, con los magacines dominicales Cuarto poder, de América Noticias (canal 4), y Sin medias tintas, de Latina (canal 2). En radio, con los reportes noticiosos de Radioprogramas del Perú. En web, con las versiones digitales de los cuatro diarios mencionados (elcomercio.pe, larepublica.pe, diariocorreo.pe y peru21.pe), así como las de América TV (americatv.com.pe), Latina (latina.pe/noticias) y Radioprogramas del Perú (rpp.pe). El análisis incluyó las cuentas de Facebook de estos medios. El primer análisis consistió en la evaluación de la tematización predominante, la presencia de actores sociales principales y las formas del decir, que incluye la identificación de los tonos (positivos, negativos o neutros), los géneros periodísticos empleados (noticias, editoriales, artículos de opinión, columnas y reportajes), las características de las portadas y los espacios de trascendidos en El Comercio, Correo, Perú 21 y La República. Se trabajó con un censo de 11 926 unidades o piezas informativas publicadas durante siete meses de cobertura, entre diciembre del 2015 y junio del 2016. Luego del levantamiento de la información, se hizo un análisis cualitativo de las notas de los cuatro medios, en concordancia con las variables, las categorías y los indicadores mencionados. Luego, se introdujo esa data en la plataforma digital IP Noticias de la empresa DP Comunicaciones —abocada al monitoreo de información, análisis de métricas, organización de archivos digitales y de estrategias de comunicación—, cuyo software permitió efectuar una medición cuantitativa de la información. Los resultados de ambos procesos, que aparecen en los capítulos dos, tres y cuatro, permitieron un doble acercamiento a las piezas seleccionadas.
  • 20. María Mendoza Michilot 20 En segundo lugar, se analizó de manera cualitativa los cinco acontecimientos de mayor repercusión en los cuatro periódicos, que se observaron desde la teoría comunicativa del framing. Para reconstruir dichas historias, como se aprecia en el capítulo quinto, se tomaron en consideración las noticias de los cuatro periódicos de la muestra, más las de Cuarto poder, de América Noticias; Sin medias tintas, de Latina, y Radioprogramas del Perú. En tercer lugar, para el análisis de las redes, se seleccionaron 60 acontecimientos que se convirtieron en tendencia, generaron amplia interacción y fueron decisorios en la campaña. Con tal fin, se utilizó la plataforma Google Trends para determinar el nivel de consulta de las palabras clave —elecciones 2016 y elecciones 2016 Perú— en dos periodos: del 10 al 16 de abril y del 5 al 11 de junio. Se recogieron 194 entradas relacionadas con esos asuntos, difundidos en las cuentas de Facebook de El Comercio, Correo, Perú 21, La República, América TV, Latina y Radioprogramas del Perú; y se recolectaron 313 comentarios de los seguidores. La medición cuantitativa-cualitativa se hizo con base en la métrica de la red social y la plataforma NVivo. Este acercamiento preliminar fue un gran hallazgo. Entre otras conclusiones, se encontró que los políticos deberían evitar embarcarse en campañas que den la espalda a los ciudadanos, quienes, a través de los medios sociales, gritan sus demandas. Si hubieran escuchado a las redes en el 2016, tal vez habrían intuido anticipadamente quién ganaría las elecciones antes de la segunda vuelta. La investigación demandó una búsqueda documental de la información oficial difundida por los organismos electorales (sobre votantes, candidatos y partidos), así como la emitida por las agrupaciones sociales que participaron en la campaña. Adicionalmente, se hicieron entrevistas a dos expertos: Percy Medina, jefe de la misión para el Perú de IDEA Internacional, y Fernando Rodríguez, director del Registro de Organizaciones Políticas del JNE. Con esta información, la presente investigación buscó reconstruir el proceso narrativo de los medios durante la campaña a partir de los mensajes que difundieron y los enfoques que enarbolaron; cómo contaron y comprendieron la vida nacional en el complejo proceso eleccionario que vivió el país en el 2016; cómo “inscribieron y escribieron” la realidad local. ¿Actuaron como meros “escribanos oficiales del poder” (Rincón, 2006) o lograron retratar las percepciones y las esperanzas de
  • 21. 21 Introducción los imaginarios colectivos sobre el deber ser del quinto gobierno del siglo xxi? En las siguientes páginas damos un alcance sobre ello. Podría decirse que, en estas elecciones en particular, los medios canalizaron muchas energías. Las noticias dejaron entrever no solo las diferentes aspiraciones de sus gestores mediáticos, sino las que anidaban en más de la mitad de los ciudadanos. Los comentarios recogidos en las redes sociales, como reacción a las informaciones difundidas en las cuentas de Facebook, señalan una coincidencia positiva entre la narrativa periodística y la narrativa del cibernauta. Esto no debería pasar desapercibido para los periodistas, llamados a escuchar las voces anónimas de quienes siguen viéndolos como una ventana a través de la que pueden hacerse escuchar, y de aquellos que han encontrado en el ciberespacio el espacio que necesitaban para expresarse. En tiempos de convergencia de plataformas, ¿por qué no abandonar el periodismo para los consumidores y hacer periodismo con ellos? Este libro pone un granito de arena en el reconocimiento de las formas del decir de la prensa política local en estas coyunturas, esfuerzo que contó con el valioso apoyo de muchas personas. Mi agradecimiento al Instituto de Investigación Científica de la Universidad de Lima, que lidera la doctora María Teresa Quiroz, cuyo respaldo y confianza nos alentó a emprender este nuevo proyecto editorial. A las jóvenes comunicadoras Branca Viaña y Vanessa Ocampo, quienes colaboraron en la captura de la información periodística y en la inclusión de la data en la plataforma digital IP Noticias, tarea en la que también participaron Rubí Caballero e Ivette Ibáñez. Mi gratitud a la empresa DP Comunicaciones y a su director ejecutivo, Antonio Salerno, quien nos brindó acceso gratuito al software de análisis de contenido IP Noticias para hacer una doble lectura de la data recolectada; al comunicador y periodista José Duymovich, director de análisis de dicha empresa, quien nos acompañó en el proceso de la digitalización de la información y leyó la última versión de esta investigación, así como a los analistas Percy Medina y José Carlos Requena, quienes generosamente revisaron el análisis legal y político de las elecciones del 2016.
  • 22.
  • 23. Capítulo 1 Los medios y el espectro político
  • 24.
  • 25. [25] Un partido supone cuando menos: (a) un colectivo amplio de ciudadanos, (b) con propuestas compartidas para llegar al poder y gobernar el país, (c) provistos de mecanismos democráticos para debatir y elegir a sus dirigentes y candidatos y (d) con un cierto grado de solidaridad y disciplina entre sus miembros. ¿Podemos afirmar que, en general, las organizaciones que hoy animan la política peruana poseen estas características, registradas en todos los manuales de ciencia política desde el clásico de Maurice Duverger, de 1951, hasta los más recientes de Giovanni Sartori o Norberto Bobbio (para no remontarnos al texto precursor de Edmund Burke ¡de 1770!)? Ciertamente que no. (Roncagliolo, 2017, p. 5) Más de un analista puso en debate, en la coyuntura de la campaña, la existencia e idoneidad de los partidos políticos en el Perú, debido a que varios de los existentes —algunos dirían que la mayoría— no reunían requisitos básicos y fundamentales. El nacimiento de los partidos, anota Norberto Bobbio (1982), está vinculado con una mayor demanda de clases y estratos diversos de la sociedad por participar en el proceso de formación de las decisiones políticas. Sobre todo en épocas de transformaciones, surgen grupos más o menos organizados que, básicamente, proponen actuar para que el poder político llegue a sectores de la sociedad excluidos o proponen un cambio estructural de orden político y social. En el Perú, la crisis de partidos se revela no solo en la disminución del número de afiliados y la reducción de actividades de los cuadros jóvenes dentro de las agrupaciones, sino también, como afirma Percy Medina (comunicación personal, 19 de diciembre del 2016), jefe de la misión para el Perú de IDEA Internacional, “en la poca centralidad que tienen en momentos críticos y su poco poder de movilización social. Las
  • 26. María Mendoza Michilot 26 principales movilizaciones sociales que se han producido en el país en los últimos años no han sido convocadas por partidos”. Al inicio de la campaña, un sondeo nacional realizado por la empresa Datum dio cuenta del aumento del descrédito de los partidos: apenas el 9 % de los encuestados los consideraba como “instituciones necesa- rias para el funcionamiento del país”, 1 % creía que representaban los intereses de la población (el Parlamento y el Poder Judicial alcanzaron un 2 % de credibilidad), 10 % pensaba que cumplían sus funciones adecuadamente, y 83 % que no (“Crece descrédito”, 2015, p. 8). El factor decisivo en la campaña era generar confianza, “quien lo logre, ganará esta contienda”, aseguró Urpi Torrado (“Cómo viene”, 2016). El aumento del nivel de desconfianza en los candidatos que perdieron señala que no se equivocó (“Máquina de lodo”, 2016, p. 2). Giovanni Sartori (1987), en su reflexión sobre los partidos y los sistemas de partidos, dice que estos nacieron porque eran necesarios, porque servían para unos fines. Y entonces formula una pregunta que podría trasladarse al Perú: ¿siguen sirviendo para los mismos fines? El Perú es uno de los países en América Latina con más agrupaciones políticas inscritas. Según el JNE, con datos del 2016, 26 instituciones estuvieron hábiles para participar en los comicios de ese año, pero si agregamos 3 que estaban en proceso de inscripción1 y 31 más que iniciaron sus trámites —aunque no culminaron el proceso2—, suman un total de 60 agrupaciones interesadas en participar activamente en política. Debe considerarse que en el 2016, según la Dirección Nacional 1 Según la Dirección Nacional de Registro de Organizaciones Políticas (ROP), las organizaciones políticas en proceso de inscripción en el 2016 fueron Avanza País - Partido de Integración Social, Progreso Nacional, y Unidad y Defensa del Pueblo Peruano. 2 Las organizaciones que culminaron el proceso pero no se inscribieron son Bien Peruano; Cambiar para Avanzar; El Pueblo Emprende; Empecemos Perú; Frente Amplio Peruano; Frente Integrador Patriótico; Frente Obrero, Campesino, Estudiantil y Popular; Insurgencia Renovadora; Movimiento de Liberación Tawantinsuyu; Movimiento Independiente Nueva Generación; Nación Verde; Orgullo Peruano; Partido Manpista Peruano; Partido Nacional Faena; Partido Político de Acción y Oportunidad Social; Partido Político Nacional Primero Perú; Partido Popular Independiente; Partido Reformista del Perú; Paz, Unión, Trabajo, Perú; Perú Moderno; Perú Patria y Futuro; Por Amnistía y Derechos Fundamentales; Propuesta Azul; República Solidaria; Resurgimiento Peruano; Solución Nacional; Todos Unidos por el Perú; Trabajo y Dignidad; Triunfa Perú; Unidos por la Fe, y Unión Nacional Social Democrática.
  • 27. 27 Capítulo 1. Los medios y el espectro político del ROP, se había cancelado la inscripción a otras 30 agrupaciones3 por consideraciones diversas. No es un objetivo de este trabajo desenmarañar las razones de esta explosión político-partidaria, pero no deja de llamar la atención ante la precariedad de la institucionalidad en el país y sus efectos en la democracia representativa. Países vecinos, exceptuando a Colombia y a Chile, afrontan la misma situación: no tienen democracias consolidadas, y el exceso de partidos que pugnan por la Presidencia de la República cada cuatro o cinco años refuerza la hipótesis de que subsisten por una desmedida ambición de detentar el poder político. Francisco Miró Quesada Rada, al término de la campaña en El Comercio, propuso una nueva caracterización de los partidos que va más allá de la tipología clásica que reconoce sistemas políticos bipar- tidistas y multipartidistas. En su opinión, además de los ideológicos, doctrinarios, de alcance nacional y que están en crisis, en el país hay agrupaciones pragmáticas, que surgieron en la década de 1980 y que restan importancia a lo ideológico. Al amparo de ese pragmatismo, han surgido los llamados partidos empresa, organizaciones conducidas por empresarios emergentes que deciden participar en política y cuyo lide- razgo político depende de los recursos económicos que controlan: O sea que, si deja de financiar al partido, desaparece inexorablemente. Este tipo de partido es pragmático como los que le anteceden, pero además plutocrático. Su fundamento, estabilidad y soporte se justifican por el dinero. Este es su principal valor. (Miró Quesada, 2016b, p. 30) La mayoría de instituciones partidarias con inscripciones vigentes se han ubicado, desde su surgimiento, entre la derecha conservadora —pasando por el centro derecha, el centro, el centro izquierda— y la izquierda radical 3 Las organizaciones políticas a las que se canceló la inscripción fueron Agrupación Política Sí Cumple; Alianza para el Progreso; Avanza País - Partido de Integración Nacional; Cambio Radical; Con Fuerza Perú; Despertar Nacional; Fonavistas del Perú; Frente Independiente Moralizador; Frente Popular Agrícola FIA del Perú (Frepap); Fuerza Democrática; Fuerza Nacional; Justicia, Tecnología, Ecología; Movimiento Nueva Izquierda; Nueva Mayoría; Participación Popular; Partido Descentralista Fuerza Social; Partido Justicia Nacional; Partido Movimiento Humanista Peruano; Partido Político Adelante; Partido por la Democracia Social - Compromiso Perú; Partido Reconstrucción Democrática; Partido Renacimiento Andino; Partido Socialista; Perú Ahora; Progresemos Perú; Proyecto País; Renovación Nacional; Resurgimiento Peruano. Completa esta relación el partido Y Se Llama Perú.
  • 28. María Mendoza Michilot 28 del espectro político. En las últimas décadas, muchas no han definido una forma de pensamiento, de manera que sus idearios y planes de gobierno aparecen como meros listados de temas arropados en buenas intenciones, que transmiten a los ciudadanos en busca de adhesión. Los partidos plurocráticos, por ejemplo, son exponentes de lo que se ha denominado mercantilización de la política. Sus líderes son caudillos y clientelistas que fundan o controlan un partido, pues pretenden insta- larse en las instancias de poder basándose en el dinero que poseen, e influenciar en un electorado que se identifica con el éxito emergente que ellos representan (Miró Quesada, 2016b). De la lista de partidos políticos existentes en los últimos ochenta años, sobreviven tres: el Partido Aprista Peruano, de orientación social- demócrata, fundado por Víctor Raúl Haya de la Torre en 1930; Acción Popular, impulsado por Fernando Belaunde Terry en 1956, ubicado en el centro y caracterizado por una ideología que sintetiza en la frase “El Perú como doctrina”; y el socialcristiano Partido Popular Cristiano, fundado en 1966 por Luis Bedoya Reyes y un grupo de disidentes del Partido Demócrata Cristiano. De ellos, dos participaron en alianzas y uno individualmente en el 2016. Miró Quesada (2016b) sostiene que los partidos ideológicos están en crisis porque no supieron adecuarse a los cambios sociales ni entender fenómenos como el surgimiento de sectores emergentes, producto de la informalidad, que no se sienten representados por ellos. Una aproximación a la trayectoria irregular de las agrupaciones conduce a un mapa político signado por la “no existencia” de partidos. Lo que abundan son grupos con personería jurídica que, tras las elecciones, entran en un estado de hibernación del que despiertan en vísperas de las justas municipales o regionales, que se realizan cada cuatro años, o de las generales, cada cinco, según la Constitución Política. Su poca incidencia en la vida política revela que muchos han sido formados como instrumentos para acceder al poder y pocos suman a la construcción de una sólida cultura política. Por eso, su vigencia está ligada al destino de un líder carismático, generalmente el fundador. Cuando este se retira por alguna razón o fallece, el partido ingresa a una etapa de extinción, por lo general sin trascendencia.
  • 29. 29 Capítulo 1. Los medios y el espectro político Tabla 1 Partidos inscritos al 2016 Fuente: Registro de Organizaciones Políticas (http://aplicaciones007.jne.gob.pe/srop_publico/Consulta/ OrganizacionPolitica) Elaboración propia Partidos inscritos en el ROP Fecha de inscripción Registro ROP Acción Popular 4/8/2004 Libro: Partido Político, tomo: 1, partida: 001 Partido Democrático Somos Perú 22/11/2004 Libro: Partido Político, tomo: 1, partida: 005 Partido Popular Cristiano 29/11/2004 Libro: Partido Político, tomo: 1, partida: 007 Solidaridad Nacional 7/12/2004 Libro: Partido Político, tomo: 1, partida: 008 Todos por el Perú 4/1/2005 Libro: Partido Político, tomo: 1, partida: 011 Partido Aprista Peruano 31/1/2005 Libro: Partido Político, tomo: 1, partida: 015 Unión por el Perú 7/3/2005 Libro: Partido Político, tomo: 1, partida: 019 Partido Perú Posible 14/3/2005 Libro: Partido Político, tomo: 1, partida: 021 Perú Patria Segura 18/3/2005 Libro: Partido Político, tomo: 1, partida: 025 Movimiento Regional Fuerza Loretana 21/3/2005 Libro: Regional, tomo: 1, partida: 010 Siempre Unidos 30/3/2005 Libro: Partido Político, tomo: 1, partida: 027 Restauración Nacional 22/11/ 2005 Libro: Partido Político, tomo: 1, partida: 030 Partido Nacionalista Peruano 4/1/2006 Libro: Partido Político, tomo: 1, partida: 036 Alianza para el Progreso 12/2/2008 Libro: Partido Político, tomo: 2, partida: 002 Partido Humanista del Perú 23/11/2009 Libro: Partido Político, tomo: 2, partida: 005 Fuerza Popular 9/3/2010 Libro: Partido Político, tomo: 2, partida: 006 El Frente Amplio por Justicia, Vida y Libertad 16/3/2012 Libro: Partido Político, tomo: 2, partida: 015 Partido Vamos Perú 27/9/2013 Libro: Partido Político, tomo: 2, partida: 016 Democracia Directa 11/12/2013 Libro: Partido Político, tomo: 2, partida: 017 Partido Orden 18/7/2014 Libro: Partido Político, tomo: 2, partida: 018 Peruanos por el Kambio 15/10/2014 Libro: Partido Político, tomo: 2, partida: 019 Frente Popular Agrícola FIA del Perú - Frepap 29/4/2015 Libro: Partido Político, tomo: 2, partida: 020 Progresando Perú 14/12/2015 Libro: Partido Político, tomo: 2, partida: 021 Frente Esperanza 24/12/2015 Libro: Partido Político, tomo: 2, partida: 022 Perú Nación 8/1/2016 Libro: Partido Político, tomo: 2, partida: 023 Perú Libertario 15//1/2016 Libro: Partido Político, tomo: 2, partida: 024
  • 30. María Mendoza Michilot 30 1.1 Más que una carrera de caballos Estudiosos de la opinión pública consideran que tanto los sondeos como los medios de comunicación se equivocan cuando convierten las elec- ciones en una simple carrera de caballos. Reducir el proceso electoral a la propalación de porcentajes sobre el avance de los candidatos en las preferencias de voto, en desmedro del estudio de los problemas sociopolíticos pendientes o de la agenda pública constituida por las preocupaciones de las personas, no contribuye a reforzar la cultura polí- tica de una sociedad (Donsbach, 1989). En las elecciones generales del 10 de abril del 2016, subsistió la percepción de una carrera a la cual acudieron veinticinco agrupaciones políticas declaradas hábiles. De ellas, salieron diecinueve planchas cons- tituidas por partidos que se presentaron individualmente o en alianza con otras organizaciones; un número elevado si se revisa la tendencia reciente. En el 2006 hubo veinticuatro inscritos, de los cuales veinte compitieron finalmente; en el 2011, la cifra bajó a trece inscritos, que se redujo a diez participantes. Entre el 10 de enero del 2016, fecha en que se inscribieron en el JNE, y la víspera de la primera vuelta, siete renunciaron por su baja aceptación. Luego, Alianza para el Progreso fue excluida por los orga- nismos electorales que también declararon improcedente la inscripción de Todos por el Perú por haber incurrido en violaciones a la legislación vigente. También quedó fuera el candidato a la primera vicepresidencia de la República por Fuerza Popular. Del total de partidos hábiles, nueve postularon formando tres alianzas: Alianza Popular (Partido Aprista, Partido Popular Cristiano, Vamos Perú y Fuerza Loretana), Alianza para el Progreso (Alianza para el Progreso, Somos Perú y Restauración Nacional) y Alianza Electoral Solidaridad Nacional - Unión por el Perú (Solidaridad Nacional y Unión por el Perú). Otras dieciséis agrupaciones inscritas intervinieron individualmente. Varias listas colocaron como cabeza de sus planchas presidenciales a invitados. En Alianza Solidaridad Nacional - Unión por el Perú, fue candidato el empresario Hernando Guerra García; en Todos por el Perú, el economista Julio Guzmán, y en el Partido Democracia Directa, Gregorio Santos, quien purgaba prisión preventiva en el Centro Penal de Ancón por una denuncia de corrupción cuando ejerció el cargo de gobernador de Cajamarca.
  • 31. 31 Capítulo 1. Los medios y el espectro político En un balance presentado antes de la segunda vuelta, el periodista Juan de la Puente reconoció estas tendencias en el espectro político: 1) giro del país a la derecha, respecto de la primera vuelta, con lo que se instauró una nueva mayoría política (Fuerza Popular obtuvo el 36 % de los votos válidos, pero aplicando la cifra repartidora consiguió 73 curules de 130, es decir, mayoría absoluta); 2) dos tercios del Perú eran “naranjas” (votaron por FP) y su lideresa aparecía, antes de la segunda vuelta, como la gran decisora, gracias a su alta votación (de 3 450 000 votos en el 2011 pasó a 6 000 000 en la primera vuelta del 2016); 3) Peruanos por el Kambio ingresó al balotaje como un proyecto partidario del liberalismo econó- mico, con presencia en Lima (31 %) más que en las regiones (21 %), y una votación superior a la del 2011 (de 2 700 000 a 3 160 000 en la primera vuelta), y 4) la izquierda representada por Verónika Mendoza y el Frente Amplio aparecían como un nuevo proyecto que aspiraba a constituirse en la segunda fuerza política nacional (según opinión de De la Puente en el Primer Foro Iberoamericano de Cátedras Unesco, el 10 de mayo del 2016). 1.1.1 Las alianzas La constitución de alianzas tiene respaldo legal en el Perú: en el pasado, algunas permitieron la consolidación de proyectos políticos programáticos importantes para el país; otras fueron más bien indicio de improvisación y, al mismo tiempo, de una clamorosa debilidad institucional partidaria incapaz de construir liderazgos y de formar cuadros propios que aseguren su vigencia. Desde esta perspectiva, queda en entredicho si estas “fuerzas políticas” cumplen el inciso e del artículo 2 de la Ley de Organizaciones Políticas (antes Ley de Partidos), que subraya lo siguiente sobre los fines y objetivos de los partidos políticos: “realizar actividades de educación, formación, capacitación, con el objeto de forjar una cultura cívica y demo- crática, que permita formar ciudadanos preparados para asumir funciones públicas” (Ley 30414, Ley que modifica la Ley 28094, 2016). Para el analista Fernando Tuesta, más que coincidencias programá- ticas, las alianzas del 2016 fueron pragmáticas (“Preocupación por”, 2015). Los partidos se negaban a desaparecer, temor que no solo anidó en las agrupaciones pequeñas empeñadas en asociarse con las fuertes, sino también en las antiguas que se unieron a otras —sin contemplar su potencial, caudal o imagen pública—, como lo demostró el matri- monio APRA-PPC. Según el aprista Mauricio Mulder, la campaña 2016 fue “menos ideológica” (“Mulder espera”, 2015, p. 8); otros la calificaron
  • 32. María Mendoza Michilot 32 como una suma de “improvisación y conveniencia” (“Improvisación y conveniencia”, 2015, p. 2). Alianza Popular La alianza que suscribieron el Partido Aprista Peruano y el Partido Popular Cristiano, dos agrupaciones históricas, a la que se sumaron los movimientos Vamos Perú y Fuerza Loretana, causó sorpresa y polémica. Los integrantes de la plancha —Alan García Pérez, Lourdes Flores Nano y David Salazar Morote— se repartieron el protagonismo de la alianza, aunque la mayor exposición recayó en el candidato presidencial, con esporádicas presenta- ciones de la lideresa del PPC. En su plan de gobierno, la alianza destacó la experiencia política y el aporte de sus cuadros técnicos al conjugar esfuerzos, que fueron las ideas fuerza de la fórmula presidencial (Alianza Popular, 2016). El partido más longevo del Perú, el primer partido de masas y uno de los dos que inauguraron la modernidad partidaria (el otro fue el Partido Socialista de José Carlos Mariátegui) acudieron a las elec- ciones portando su bagaje en acuerdos estratégicos. Si el cargo más alto que ejerció el líder histórico del APRA, Víctor Raúl Haya de la Torre, fue el de presidente de la Asamblea Constituyente de 1979, Alan García Pérez llegó a la Presidencia de la República dos veces (1985-1990 y 2006-2011) y fracasó al postular en otros dos procesos elec- torales (2001 y 2016). Desde su fundación el 21 de septiembre de 1930, el APRA ha participado en siete elecciones generales con candidato propio —a partir de 1931 (Jurado Nacional de Elecciones, s. f. e)—. También ha formado alianzas durante su larga historia, colmada de episodios de heroicidad o violencia, cuestionadas coaliciones y ensombrecidas admi- nistraciones gubernamentales. En cuanto al Partido Popular Cristiano, la alianza con el APRA fue ines- perada. Más de un correligionario pepecista denunció una negociación a espaldas no solo de las bases partidarias, sino de los nuevos cuadros que, según declararon, habrían preferido ir solos o perder la inscripción. Alberto Beingolea y Marisol Pérez Tello respetaron la decisión institu- cional, pero declinaron postular al Congreso (“Ayer adversarios”, 2016). El PPC tampoco es un amateur en la consolidación de acuerdos extra- partidarios. Desde su fundación el 19 de diciembre de 1966, solo participó individualmente en los comicios de 1980 —aunque colaboró con Acción Popular en el restablecimiento de la democracia— y en las de 1995. Pero las aspiraciones presidenciales de sus dirigentes se canalizaron vía
  • 33. 33 Capítulo 1. Los medios y el espectro político alianzas: en 1985 integró la Alianza Electoral Convergencia Democrática para las elecciones generales de ese año y en 1990 apoyó la candida- tura de Mario Vargas Llosa integrando el Frente Democrático (Fredemo) con Acción Popular y el Movimiento Libertad. Lourdes Flores Nano fue candidata a la presidencia en dos oportunidades (2001 y 2006) con la coalición Unidad Nacional, integrada por el PPC, el Partido Renovación Nacional, el Partido Solidaridad Nacional y Cambio Radical, y en las elec- ciones generales del 2011, como parte de la Alianza por el Gran Cambio. En esas alianzas, el PPC enarboló la bandera del socialcristianismo y una visión del Perú que puede resumirse en libertad, economía social de mercado y democracia representativa (Partido Popular Cristiano, 2013). El apoyo que recibió la Alianza Popular de Vamos Perú y Fuerza Loretana fue casi nulo. El de Vamos Perú —partido liderado por Juan Sotomayor, alcalde de la Provincia Constitucional del Callao, y fundado el 27 de septiembre del 2013— se interpretó como el respaldo tácito de un movimiento afín al cuestionado Alex Kouri, expepecista y otrora contrin- cante de Flores Nano en las elecciones municipales del 2010. Vamos Perú, que se definió como un partido de centro que proponía “políticas de economía mixta y de profundización de la democracia con la convic- ción de que desde el más pequeño hasta el más grande deben tener los mismos derechos” (Caminando Juntos por Una Victoria Segura, s. f.), no había participado antes del 2016 en elecciones generales, aunque sí inter- vino en las regionales y municipales del 2014 en alianza con la agrupación Chim Pum Callao (Jurado Nacional de Elecciones, s. f. k) de Kouri. La participación de Fuerza Loretana causó mayor revuelo. Su líder, el exgobernador regional de Loreto, Yván Vásquez, justificó su presencia en la Alianza Popular para impulsar el desarrollo de la Amazonía y de proyectos como el tren Iquitos-Yurimaguas, valorizado en 3700 millones de dólares (Fuerza Loretana, 2015). No obstante, Vásquez afrontaba un proceso judicial. En el 2006 participó en alianza con el Partido Fuerza Democrática (Jurado Nacional de Elecciones, s. f. c). La derrota del APRA y sus socios fue calificada de “dramática” especial- mente por ser dos organizaciones políticas tradicionales, con larga experiencia en la vida política y en las elecciones de las últimas décadas. García empezó la campaña con 12 % de intención de voto y terminó con “5,8 % de votos por debajo del porcentaje alcanzado por su partido en la votación congresal. García, quien fue desde 1985 la locomotora del APRA, ha sido en esta elec- ción el vagón jalado por su partido” (“Los partidos”, 2016, p. 4).
  • 34. María Mendoza Michilot 34 En cuanto al PPC, después de cuarenta años en el Congreso y cuatro disputas por alcanzar la Presidencia de la República, llegó a abril del 2016 “paralizado por una larga lucha intestina y por una resistencia a modernizar su discurso y programa”, por lo cual “asió como última rama de salvación la alianza con el APRA con los resultados conocidos” (“Los partidos”, 2016, p. 4). Alianza para el Progreso Proponía construir “gobernabilidad y gobernanza sostenibles” en un país descentralizado, para que la democracia “sea un valor y una aspi- ración compartida por toda la población” (Alianza para el Progreso del Perú, 2016b, p. 7). Su coalición con el Partido Somos Perú y Restauración Nacional no solo sorprendió, sino que tuvo un resultado accidentado porque su líder y cabeza de lista, el excongresista y exgobernador de La Libertad, César Acuña, fue excluido del proceso electoral en medio de escándalos. La alianza, producto de la unión de un partido de raíz regional y dos agrupaciones limeñas, una de ellas integrada por evangélicos, se conso- lidó entre enero y marzo como una de las favoritas para la segunda vuelta, hasta su exclusión definitiva. La plancha presidencial integrada por César Acuña, Anel Townsend y Humberto Lay Sun participó activamente en los actos de la campaña bajo el liderazgo del candidato. Pero siempre se resaltará la dramática presencia de los vicepresidentes Lay y, sobre todo, Townsend —vocera política del APP en Lima— frente a las graves denuncias que terminaron con la defenestración de Acuña, provocaron su renuncia y, finalmente, la desarticulación de la fórmula presidencial. APP mantuvo su lista para el Congreso y consiguió nueve escaños, que la ubicaron como la cuarta bancada parlamentaria, después de Fuerza Popular y el Frente Amplio. Desde su fundación el 8 de diciembre del 2001, el partido Alianza para el Progreso —que se define como una agrupación de “inspiración social, democrática y de naturaleza humanista y descentralista, que busca el desarrollo sostenible y sustentado en la sociedad del conocimiento”, según su ideario original (Alianza para el Progreso del Perú, 2016a)— participó en varios procesos electorales: las elecciones regionales y municipales del 2002, en las generales del 2006 (con la candidatura a la
  • 35. 35 Capítulo 1. Los medios y el espectro político presidencia de Natale Amprimo) y en las municipales del mismo año, en las que Acuña ganó la alcaldía de Trujillo —históricamente había estado en manos del APRA— para la que sería reelegido cuatro años después (Barrenechea, 2015). En las elecciones generales del 2011, en coalición con el Partido Popular Cristiano, el Partido Humanista y Restauración Nacional, APP apoyó la candidatura de Pedro Pablo Kuczynski. Esta alianza brindó la oportunidad a algunos políticos de repetir el plato. Fue el caso del Partido Restauración Nacional, del pastor evangélico Humberto Lay Sun, exmiembro de la Iniciativa Nacional Anticorrupción, durante el gobierno de Valentín Paniagua (Iniciativa Nacional Anticorrupción, 2001), y después la Comisión de la Verdad y Reconciliación Nacional durante el mandato de Alejandro Toledo. Lay candidateó a la Presidencia de la República en el 2006 y a la Municipalidad de Lima, en la que obtuvo varias concejalías. También consiguió alcal- días distritales y municipales en el resto del país, haciendo suya la lucha contra la corrupción (Restauración Nacional, 2016). Igual motivación tuvo el Partido Democrático Somos Perú, que desde su fundación —por Alberto Andrade Carmona, como movimiento político Somos Lima, el 5 de mayo de 1995— marchó como indepen- diente hasta el 2000, año en que su líder postuló a la Presidencia de la República. En el nuevo siglo, hizo alianzas diversas: en las elecciones del 2001, con la coalición Movimiento Independiente Somos Perú - Causa Democrática; en el 2006, con el Frente de Centro, y en el 2011, con el Partido Perú Posible (Partido Democrático Somos Perú, 2016). Alianza Electoral Solidaridad Nacional - Unión por el Perú Esta alianza, constituida por Solidaridad Nacional (PSN) y Unión por el Perú (UPP), no sobrevivió a la campaña. Hernando “Nano” Guerra García, cabeza de la plancha formada por los excongresistas José Luna Gálvez y Gustavo Rondón, abandonó la contienda a menos de dos semanas de la primera vuelta, así como su lista congresal. Según Guerra García, habría querido luchar hasta el final, pero acató la decisión de las dos organizaciones que lo invitaron y que prefirieron retirar la candida- tura para preservar sus inscripciones (“Retiran candidatura”, 2016). Fundado el 5 de mayo de 1998 por Luis Castañeda Lossio, Solidaridad Nacional cultiva las coaliciones. Se define como un partido de centro derecha y tal vez ello contribuyó a que participara en las elecciones
  • 36. María Mendoza Michilot 36 generales del 2000 y del 2001 con Unidad Nacional, alianza integrada por el PPC y con la cual Castañeda ganó la alcaldía de Lima en el 2002, cargo en el que fue reelecto. En el 2011, postuló por Solidaridad Nacional, en alianza con Unión por el Perú, a la Presidencia de la República, aunque sin éxito. En el 2014, ganó los comicios municipales. Unión por el Perú (UPP), su socio del 2016, es una agrupación lejana de aquella formada el 21 de septiembre de 1994 bajo la inspi- ración de Javier Pérez de Cuéllar, diplomático y ex secretario general de las Naciones Unidas, para hacer frente a la primera reelección de Alberto Fujimori, y que estuvo integrada por personalidades políticas, de la academia y representantes de organizaciones sociales, gremiales y profesionales. Fruto de esa conjugación de esfuerzos, se convirtió en la segunda fuerza política en 1995, con diecisiete representantes en el Congreso de la República de mayoría fujimorista. En el nuevo siglo, UPP siguió apostando por las alianzas. Estuvo presente en los procesos electorales del 2000 y del 2001; en este último como Agrupación Independiente Unión por el Perú - Social Democracia. En el 2005, con José Vega Antonio como secretario general, se alió con el Partido Nacionalista Peruano (PNP) de Ollanta Humala, que no tenía inscripción en el JNE. Humala candidateó a la Presidencia de la República por UPP, como invitado, el 2006. Aunque perdió en la segunda vuelta frente a Alan García, obtuvo 45 escaños, veinte de los cuales fueron ocupados por congresistas de UPP. Después, la bancada se dividió hasta quedarse con ocho parlamentarios. Frente Amplio El Frente Amplio por Justicia, Vida y Libertad apareció en junio del 2013 como la conjunción de varias vertientes de la izquierda peruana y movi- mientos ecologistas. Nació a iniciativa de Verónika Mendoza, congresista que llegó al Parlamento en el 2011 integrando la lista del Cusco del Partido Nacionalista Peruano, del cual se apartó un año después tras el conflicto minero en Espinar, Cusco (que dejó varios campesinos muertos, pérdidas y daños a la propiedad pública y privada). Algunos la responsabilizaron por estos hechos (“Perfiles de poder. Verónika”, 2016), que se resolvieron entre el 2012 y 2013 a través de una mesa de diálogo (Zeisser, 2015). El Frente Amplio estuvo presente en las elecciones municipales y regionales del 2014; asimismo, miembros del partido Tierra y Libertad (Jurado Nacional de Elecciones, s. f. a), uno
  • 37. 37 Capítulo 1. Los medios y el espectro político de los integrantes del frente, participaron en las elecciones municipales complementarias del 2013. Para las elecciones del 2016, como explicó Verónika Mendoza después de la contienda, Tierra y Libertad puso su inscripción a disposición de Frente Amplio para que pudiera participar en el proceso. El acuerdo, sin embargo, fue accidentado, según relata Nelson Manrique: Verónika Mendoza fue elegida como candidata presidencial de Frente Amplio en una elección ciudadana abierta y Marco Arana decidió acatar ese resultado, enfrentándose a un sector de su propio partido, Tierra y Libertad, que quería patear el tablero e imponer su candidatura a la mala. […] Pongamos los pies en tierra: Vero Mendoza obtuvo 2 800 000 votos: la tercera candidatura nacional más votada. Marco Arana postuló a parlamentario por Cajamarca y allí el Frente Amplio obtuvo 43 000 votos, siendo superado en cinco veces por la otra lista de izquierda, Democracia Directa, de Gregorio Santos, que obtuvo 209 000. Arana obtuvo 8500 votos, quedando muy por detrás de 5 de los 6 candidatos de Democracia Directa, que obtuvieron entre 12 000 y 23 000 votos cada uno. Si T y L no puede construir un liderazgo con el carisma suficiente para impulsar un proyecto partidario singular con perspectiva de poder, tendrá que ir necesariamente en un frente. (Manrique, 2016b, p. 5) Partido Democracia Directa Fue el resultado de la confluencia del Movimiento de Afirmación Social (MAS) de Cajamarca y Democracia Directa (exfonavistas). En el 2016, encabezó la fórmula presidencial el exgobernador regional de Cajamarca, Gregorio Santos, pese a purgar prisión preventiva en el Centro Penal de Piedras Gordas, en el distrito de Ancón, Lima. Lo acompañaron Andrés Alcántara y Simón Chipana. La fiscalía sindicó a Santos como cabeza de una “organización criminal” con presuntos delitos de colusión en sus modalidades agravada y simple, y asociación ilícita para delinquir. La historia política electoral no registra otro caso como el de Santos, elegido candidato presidencial en circunstancias similares: dejó su celda para participar en un debate con otros aspirantes al sillón presidencial y consiguió la votación más alta en su natal Cajamarca, el único triunfo de la agrupación Democracia Directa en el país. La candidatura de Santos fue atípica: tuvo bastiones electorales muy fuertes en Cajamarca (donde obtuvo la primera votación en varias provincias) y en Puno (donde quedó en segundo lugar luego de Frente Amplio). Democracia Directa no alcanzó la barrera electoral en la votación presidencial, pero si pasó la
  • 38. María Mendoza Michilot 38 valla en la elección del Parlamento Andino (5,01 % de los votos válidos), por lo que mantuvo su inscripción en el ROP. 1.1.2 Agrupaciones que participaron individualmente Acción Popular El partido fundado por Fernando Belaunde Terry ha participado en diez elecciones generales desde su creación en 1956: siete de manera individual (1962, 1963, 1980, 1985, 1995, 2000 y 2016) y tres en alianza (1990, 2006, 2011). El 2016, su fórmula presidencial Alfredo Barnechea, Víctor Andrés García Belaunde y Edmundo del Águila no satisfizo a todos los acciopopu- listas. Antes del inicio de la campaña, Mesías Guevara, presidente del partido y cuya lista fue derrotada en las elecciones internas del 21 de diciembre del 2015, denunció en las redes sociales irregularidades en la elección de los postulantes al Congreso y al Parlamento Andino (“Las ideas”, 2016); esto no melló el proceso, pero lo retrasó. Elegido por voto universal y directo, Barnechea expresó su deseo “de ser un nuevo Belaunde” y convertirse en el tercer presidente en la historia del partido (“Perfiles de poder. Alfredo”, 2016, p. 2). “Yo creo en los partidos y en las instituciones. Es una de las razones por las que entré a Acción Popular” (“Las ideas”, 2016, p. 39). Frente Esperanza Liderado por el excongresista Fernando Olivera Vega, fue originalmente el Partido Progreso y Obras. El 2016, la plancha presidencial contó con un representante de las regiones, Carlos Cuaresma (excongresista y expresidente regional del Cusco), y otra de la comunidad evangélica, Juana Avellaneda Soto (exdiputada y educadora evangélica). Olivera fundamentó su presencia como necesaria para luchar contra los corruptos, algunos de los cuales podían salir elegidos por no ser conocidos entre las generaciones jóvenes, que podían ser sorprendidas y debían ser informadas: “Gente que no sabe quién fue Abimael Guzmán, Vladimiro Montesinos, Alan García, Alberto Fujimori. Esas fueron las grandes motivaciones para retornar al Perú, porque nuevamente se iba a elegir entre los candidatos de la corrupción que están gastando millones” (“Perfiles de poder. Fernando”, 2016, p. 2). Fuerza Popular En las elecciones del 2016, su plancha presidencial, formada por Keiko Fujimori, José Chlimper y Vladimiro Huaroc, se vio debilitada cuando
  • 39. 39 Capítulo 1. Los medios y el espectro político el JNE excluyó a este último por haber infringido normas electorales. Su plan de gobierno 2016-2021 expresa su compromiso de trabajar en seis pilares: derechos fundamentales y dignidad de las personas; opor- tunidades y acceso a servicios; Estado y gobernabilidad; economía, competitividad y empleo; desarrollo regional e infraestructura. La historia de Fuerza Popular es heredera del fujimorismo y sus fases, en torno al cual ha girado la política peruana desde 1990 (Meléndez, 2018). Las agrupaciones fujimoristas que han participado en elecciones han mostrado un crecimiento progresivo en las votaciones, y lo han hecho bajo diferentes denominaciones que reivindicaron el gobierno de Alberto Fujimori. Carlos Boloña —exministro de Economía durante el fujimo- rato— fue candidato del movimiento fujimorista Solución Popular en las elecciones del 2001, en las que obtuvo 1,6 % de votos; la excongresista Martha Chávez lideró Alianza por el Futuro en los comicios del 2006 y obtuvo 7,43 %, y Keiko Fujimori encabezó Fuerza 2011 en las generales de ese año, en las que obtuvo 48,5 % (Oficina Nacional de Procesos Electorales, 2006, 2011; Jurado Nacional de Elecciones, s. f. d). Algunos analistas definen al fujimorismo no solo como un poder familiar, sino clánico y sultánico (Cotler, 2016), es decir, exponente de una forma de dominación extrema de tipo patrimonialista (Miró Quesada, 2016a). Partido Político Orden Se inscribió dos años antes de las elecciones del 2016 en el ROP. Su fundador, Ántero Flores-Aráoz, expepecista, regidor por Lima Metropolitana, dipu- tado, constituyente, congresista y exministro de Defensa, se pronunció durante la campaña en contra de la inmunidad parlamentaria. Lo acompa- ñaron Rómulo Mucho y Mery Botton Estrada en la plancha. Partido Progresando Perú Miguel Hilario Escobar fundó este partido el 28 de octubre del 2011 en el distrito de San Juan de Lurigancho. Cinco años después, encabezó la fórmula presidencial, con Manuel Ponce Ayala y Silvia Pareja en las vice- presidencias. Se inscribió el 14 de diciembre del 2015 en el ROP (Jurado Nacional de Elecciones, s. f. j). Hilario, un shipibo-conibo, tentó la presi- dencia por segunda vez a los 45 años; la primera vez postuló a ella en las elecciones generales del 2011 con el Partido Pluralista del Perú, que no superó la valla. Estudió economía en la Universidad Estatal de California y en la Universidad de Stanford; cursó maestrías en Política y Antropología y un
  • 40. María Mendoza Michilot 40 doctorado en Antropología, así como un diplomado en Política y Economía en la Universidad de Oxford (“Miguel Hilario”, 2015). Perú Posible En septiembre del 2014, al cumplir Perú Posible su vigésimo aniversario, Alejandro Toledo anunció que retornaba al país —después de una larga temporada en Estados Unidos— para fortalecer la agrupación y competir en las elecciones generales del 2016 por tercera vez. A lo largo de su historia, Perú Posible ha participado en una veintena de procesos eleccionarios con resultados positivos y negativos (Jurado Nacional de Elecciones, s. f. i). Además del abrumador triunfo del 2001, después de la Marcha de los Cuatro Suyos y la crisis política que lo catapultó como el principal líder de la oposición, Toledo tuvo una segunda oportunidad en el 2011, cuando Perú Posible, en alianza con Acción Popular y Somos Perú, se lanzó a la contienda. Juntos encabezaron las primeras encuestas (27 % de respaldo) entre enero y marzo de ese año. Para El Comercio, Toledo empezó a dilapidar su capital político después del 2011, aunque algunos analistas consideran que perdió sintonía con la opinión pública (“Alejandro Toledo”, 2016). En el 2016, La República editorializó que Perú Posible no tuvo liderazgo y reflejó impro- visación y falta de respeto a los militantes (“Los partidos”, 2016, p. 4), aun cuando dos de ellos —Marcial Ayaipoma y Carmen Omonte— lo acom- pañaron como candidatos a la primera y la segunda vicepresidencia de la República, respectivamente. Peruanos por el Kambio El partido fundado por Pedro Pablo Kuczynski fue inscrito en el ROP el 15 de octubre del 2014 como Perú+. En febrero del 2015, el cambio del nombre de la agrupación, “a fin de que las iniciales coincidieran con las de su entonces candidato presidencial” (“Partido PPK”, 2016, párr. 5), generó polémica. Kuczynski, dijeron los analistas, llegó a los comicios “con una postura de derecha liberal… y democrática” (Zegarra, 2016, párr. 2). Basó su fortaleza en dos ejes: sus relaciones internacionales y su experiencia en el Ejecutivo. Sus críticos afirman que defendió un modelo inclinado a la derecha, pero al ser “un liberal en lo econó- mico”, apostó por fomentar la inversión pública para atender problemas como el acceso al agua potable y la deficiente infraestructura educativa (“Perfiles de poder. Pedro”, 2016, p. 2).
  • 41. 41 Capítulo 1. Los medios y el espectro político Peruanos por el Kambio dista de la plancha Alianza por el Gran Cambio que también lideró Kuczynski en las elecciones generales del 2011 y que ocupó el tercer lugar con 18,5 % de los votos. Aunque esta lista no ganó, el resultado alcanzado se interpretó como una conse- cuencia positiva de la coalición que la respaldó, integrada por cuatro agrupaciones que se unieron pese a lo disímil de sus propuestas polí- ticas (Alianza para el Progreso, el Partido Popular Cristiano, el Partido Humanista y Restauración Nacional). Por ello, también fueron criticadas (se les llamó el sancochado), aunque se reconoció que algunos de los aliados funcionaron como motor de acción colectiva de la candidatura, en materia de arrastre y caudal electoral (Meléndez, 2015a). Todos por el Perú En julio del 2015, el partido anunció a Julio Guzmán como candidato presidencial a las elecciones del 2016, acompañado por dos mujeres: la odontóloga Juana Maura Umasi y la abogada y exjueza Carolina Lizárraga. Uno de los ejes de su plan de gobierno fue invertir en la gente. En enero del 2016, los analistas recomendaban a Julio Guzmán ampliar su capacidad de convocatoria en el mundo real, después de la intensa campaña desarrollada en las redes sociales entre los sectores con mayor nivel educativo y acceso a la comunicación principalmente en Lima (Tanaka, 2016a). Lejos estaban de imaginar que, al mes siguiente, su candidatura sería cuestionada para ser finalmente excluida el 9 de marzo debido a inconsistencias en los procedimientos internos del partido para renovar su directiva. Todos por el Perú fue fundado en el 2003 como Coordinadora Nacional de Independientes (CNI), agrupación que había conservado su inscripción tras varias alianzas, como la suscrita con el Frente de Centro que, junto con Acción Popular y Somos Perú, respal- daron la candidatura de Valentín Paniagua en el 2006. 1.1.3 Partidos renunciantes y tachados Aduciendo diversas razones, como la falta de receptividad de los medios de comunicación para difundir sus planteamientos programáticos e ideológicos, o la supuesta parcialidad de la autoridad electoral, siete agrupaciones se reti- raron en pleno desarrollo de la competición del 2016. Independientemente de la veracidad de sus argumentos, lo cierto fue que conforme se acercaba la fecha de las elecciones, no aparecían en las encuestas que medían las intenciones de voto de los electores y prefirieron retirarse antes que perder sus inscripciones si no pasaban la valla electoral.
  • 42. María Mendoza Michilot 42 Cuadro 1 Partidos renunciantes y tachados Partido Humanista del Perú Inscripción 23 de noviembre del 2009 (Jurado Nacional de Elecciones, s. f. f) Fórmula presidencial Yehude Simon Munaro, fundador del partido, encabezó la plancha presidencial del 2016 junto con Rosa Mavila y Yorka Gamarra como vicepresidentas. Experiencia Excongresista y expresidente del Consejo de Ministros del segundo gobierno aprista. Fue presidente regional de Lambayeque por Unión por el Perú y el Frente Amplio en los comicios del 2002, y reelegido por el Partido Humanista Peruano el 2006. Renuncia El 28 de marzo del 2016 desistió de la fórmula presidencial y solicitó el retiro de su lista al Congreso. Las encuestas no daban ninguna oportunidad a su agru- pación ni esta contaba con recursos para desarrollar una campaña en el país. (“Escenario”, 2016) Perú Libertario Inscripción 15 de enero del 2016, tres meses antes de la primera vuelta electoral Fórmula presidencial Vladimir Cerrón, Jorge Luis Paredes Terry y Jesús Zárate Riojas Experiencia Cerrón fue presidente regional de Junín en el periodo 2011-2014. También fue presi- dente de la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales (ANGR). Renuncia Su fundador, Vladimir Cerrón, informó que el comité ejecutivo nacional de Perú Liber- tario retiró las candidaturas a la presidencia y las vicepresidencias de la República, al Congreso y al Parlamento Andino por la inestabilidad del proceso. Sostuvo que su partido había sido marginado por la mayoría de medios de comunicación. (Jurado Nacional de Elecciones, s. f. g) Partido Nacionalista Peruano Inscripción 4 de enero del 2006 Fórmula presidencial Daniel Urresti, Susana Villarán y Maciste Díaz Experiencia Urresti, exministro del Interior del gobierno humalista, y Villarán, exalcaldesa de Lima Renuncia El 12 de marzo del 2016 retiró la candidatura presidencial y las listas de candidatos al Congreso de la República y al Parlamento Andino. Su dirigencia justificó la deci- sión por “la manifiesta y marcada ausencia del principio de la certeza electoral” y la “falta de coherencia en el Jurado Nacional de Elecciones y los Jurados Electorales Especiales […], por una serie de actos resolutivos contradictorios y faltos de con- cordancia, que afectan de manera negativa en el proceso de Elecciones Generales 2016”. La medida, según trascendió, se tomó para evitar que perdiera su inscripción (“Luz roja”, 2016, p. 2). La prensa señaló que el naufragio del humalismo, y también del peruposibilismo, en el proceso eleccionario debería estudiarse como casos de “desastre por acumulación de errores garrafales”. (“Los partidos”, 2016, p. 2) (continúa)
  • 43. 43 Capítulo 1. Los medios y el espectro político Perú Nación Inscripción 8 de enero del 2016 Fórmula presidencial Francisco Diez-Canseco Távara, Claudio Zolla Suárez y Margarita Gamboa Urbina Experiencia Francisco Diez-Canseco Távara, diputado entre 1985 y 1990, preside la ONG Con- sejo por la Paz Renuncia Declinó seguir participando tras evaluar los resultados de un sondeo que su partido ordenó. En la campaña, dudó de la seriedad de las encuestadoras y acusó a los medios de comunicación de restringirle espacios de difusión. (“Diez Canseco”, 2016) Perú Patria Segura4 Inscripción 18 de marzo del 2005 Fórmula presidencial Renzo Reggiardo Barreto, Miluska Carrasco y Carlos Vicente Marca (Jurado Nacional de Elecciones, s. f. b) Experiencia Renzo Reggiardo fue congresista en los periodos 2006-2011 (dentro de la alianza Cambio 90 - Alianza por el Futuro) y 2011-2016 (en la coalición Cambio 90 - Solida- ridad Nacional). La nueva denominación Perú Patria Segura fue la plataforma de su lanzamiento a la presidencia en el 2016. Renuncia El 18 de febrero del 2016 anunció su renuncia. Sus dirigentes afirmaron que el proce- so electoral estaba contaminado y expresaron sus dudas sobre los resultados de las encuestadoras, que los ubicaban en los últimos lugares. Partido Político Siempre Unidos Inscripción 30 de marzo del 2005 Fórmula presidencial En el 2016 fueron Felipe Castillo Alfaro, Guillermo Ruiz Guevara e Isaac Humala Núñez, padre del expresidente Ollanta Humala. Participación En procesos regionales, municipales y generales Tacha La candidatura de Isaac Humala fue tachada mediante Resolución 001-2016-JEE- LC1/JNE en virtud del artículo 107 de la Ley 26859, Ley Orgánica de Elecciones, del 29 de septiembre de 1997. Entre otros impedimentos, restringe el derecho de postular al “cónyuge y los parientes consanguíneos dentro del cuarto grado, y los afines dentro del segundo, del que ejerce la presidencia o la ha ejercido en el año precedente a la elección”. 4 Perú Patria Segura es la denominación que, en el 2013, adoptó Cambio 90, agrupación de larga trayectoria fujimorista, fundado por Andrés Reggiardo Sayán. Cambio 90 apareció en 1989 para apoyar la candidatura de Alberto Fujimori en las elecciones de 1990; también lo respaldó en los comicios de 1995 (junto con Nueva Mayoría) y en el 2000 (con Alianza Perú 2000, en la que también participaron Nueva Mayoría y Vamos Vecino). En el 2005, pasó de movimiento político a partido; al año siguiente se alió con Alianza por el Futuro, que llevó a Martha Chávez como candidata presidencial, y, en el 2011, con Solidaridad Nacional (Perú Patria Segura, s. f.). (continuación) (continúa)
  • 44. María Mendoza Michilot 44 Frente Popular Agrícola Fía del Perú (Frepap) Inscripción 29 de abril del 2015. No perdió su inscripción porque, según la legislación vigente, podía seguir existiendo pese a no haber participado de manera activa. Fórmula presidencial No presentó. Experiencia — Renuncia El 2016 anunció que presentaría una lista de postulantes al Congreso de la Repúbli- ca, pero no se concretó. (Jurado Nacional de Elecciones, s. f. h) Elaboración propia 1.2 Partidos, afiliados y adherentes La Ley 28094, Ley de Organizaciones Políticas (2003), define en su artículo 18 la figura de la afiliación y establece que las agrupaciones deben presentar al Registro de Organizaciones Políticas (ROP) los padrones respectivos hasta un año antes de la elección en que participa. La norma no incluye el vocablo obligatoriamente, aunque es tácito5. No precisa sanción si los partidos incumplen la norma, lo cual crea una situación sui géneris: el padrón es necesario, mas no obligatorio. Si el registro fue creado el 2003, los partidos debieron presentar sus padrones a partir del 2004. La Ley 28094 señala en el artículo 18 que “dicho padrón debe estar actualizado en el momento de la entrega” al ROP para su publicación. Ese año ningún partido o movimiento cumplió dicho requisito. “A partir del 2005, empezaron a remitir anualmente los documentos”, informó Fernando Rodríguez, director del ROP (comuni- cación personal, 24 de mayo del 2016). Es difícil imaginar instituciones como los partidos políticos sin afiliados, a quienes la Ley de Organizaciones Políticas les dedica su título IV, “De la condición del afiliado”: Artículo 18. De la afiliación. Todos los ciudadanos con derecho al sufragio pueden afiliarse libre y voluntariamente a un partido político. Deben presentar una declaración jurada en el sentido de que no pertenecen a (continuación) 5 Este artículo de la Ley de Organizaciones Políticas (LOP) fue modificado por el artículo 2 de la Ley 30414, publicada el 17 de enero del 2016.
  • 45. 45 Capítulo 1. Los medios y el espectro político otro partido político, cumplir con los requisitos que establece el estatuto y contar con la aceptación del partido político para la afiliación, de acuerdo con el estatuto de este6. El afiliado tiene deberes y derechos al interior de esas organizaciones. La ley no fija un número mínimo ni máximo de ellos. Para los partidos políticos, exhibir un mayor número de afiliados ha sido dar cuenta del respaldo popular que ostentan y ubicarse como los más importantes de cara al electorado. Ese entusiasmo podría haber mermado con el ingreso de la tecnología, que facilita la detección de errores en la confección de los padrones; por ejemplo, en el llenado de fichas de afiliación, en la digitalización de la información solicitada por el ROP, en la inclusión de personas que no existen, etcétera. Pero no ha sido así necesariamente. La presencia de afiliados en una organización política permite que se cumpla el ejercicio de la democracia interna, pues de ese núcleo humano podrían salir los futuros candidatos. Hoy, según la LOP, una cuarta parte de las listas al Parlamento puede ser designada directa- mente por el partido, sin necesidad de elecciones internas. De otro lado, es importante sincerar la afiliación para contar con los mejores cuadros. La organización civil Transparencia y otras entidades de la sociedad civil han sugerido reducir el volumen de invitados y garantizar elecciones internas transparentes para evitar distorsiones. El ROP asegura que es exigente al examinar las fichas de afiliados que llegan a sus oficinas porque debe tener la certeza de que la infor- mación colocada en cada ficha por el interesado corresponde no solo a la verdad, sino que este ha manifestado su firme voluntad de pertenecer a una agrupación política. La inscripción de afiliados a los partidos y movimientos regionales es mayor en aquellas organizaciones que más figuran en las encuestas, producto del llamado efecto del carro ganador o bandwagon effect (Noelle-Neumann, 1995), o de la esperanza de obtener, como miembro del partido, una ventaja. Un partido que llega al gobierno tiene un alto número de afiliados y, en víspera de concluir su gestión, puede sufrir importantes deserciones. Sin embargo, este fenómeno de afiliación y desafiliación no ha sido constante en los últimos procesos electorales. 6 El artículo incluye las modificaciones que contempla la Ley 30414.
  • 46. María Mendoza Michilot 46 1.2.1 Los afiliados inscritos… y los renunciantes al 2016 Lejos de lo que podría imaginarse, la información oficial revela un fuerte aumento del número de afiliados. Es más, en una década, el incre- mento fue de 100 % aproximadamente y en una proporción casi pareja respecto al volumen de hombres y mujeres (Registro de Organizaciones Políticas del Jurado Nacional de Elecciones, comunicación personal, mayo del 2016). El 9 de abril del 2006 (día de las elecciones), el ROP tenía 738 125 afiliados (387 714 hombres y 350 411 mujeres), registrados por 37 agrupa- ciones políticas. El 10 de abril del 2011, los afiliados por partido político, es decir, “inscritos al día de la elección general”, sumaron 1 306 884 (702 799 hombres y 604 085 mujeres) personas en 28 organizaciones políticas. Y el 10 de abril del 2016, el número de ciudadanos afiliados inscritos al día de la elección general, presentados por 25 partidos, llegó a 1 555 489 (826 850 hombres y 728 639 mujeres (véase la figura 1). Como en cualquier institución, un partido político tiene abiertas sus puertas para quienes quieran afiliarse o para quienes deseen renunciar: La renuncia al partido político se realiza por medio de carta simple o notarial, o documento simple entregado de forma personal o remitido vía correo certificado, telefax, correo electrónico o cualquier otro medio que permita comprobar de manera indubitable y fehaciente su acuse de recibo y quién lo recibe por parte del órgano partidario pertinente, con copia a la Oficina de Registro de Organizaciones Políticas. La renuncia surte efecto desde el momento de su presentación y no requiere aceptación por parte del partido político (Ley 30414, 2016). (Registro de Organizaciones Políticas del Jurado Nacional de Elecciones, comunicación personal, mayo del 2016) Al 9 de abril del 2006, 1234 ciudadanos habían renunciado a 35 partidos; al 10 de abril del 2011, fueron 21 893 personas de 37 partidos; y al 10 de abril del 2016, 43 192 afiliados de 25 partidos. El mayor número de bajas se dio principalmente en las agrupaciones de mayor trayectoria, como el Partido Popular Cristiano y Acción Popular, o en aquellas que ganaron las elecciones, como Perú Posible o el Partido Nacionalista Peruano, al término de sus mandatos. Perú Posible, que llevó a la Presidencia de la República a Alejandro Toledo en el 2001, tuvo el mayor número de renunciantes en el 2006: 271 personas.
  • 47. 47 Capítulo 1. Los medios y el espectro político En el 2011, Perú Posible registró también un alto número de desafi- liados (6720). Le siguieron el Partido Popular Cristiano (3683) y Acción Popular (3063). En el 2016, la agrupación con mayor número de renun- ciantes fue Perú Posible (12 103); le siguieron el Partido Popular Cristiano (6934), Acción Popular (5007) y el Partido Nacionalista Peruano (3777) (véase la figura 2). 0 100 000 200 000 300 000 400 000 500 000 600 000 700 000 800 000 900 000 2006 2011 2016 Hombres Mujeres Figura 1. Afiliados por partido político Fuente: Registro de Organizaciones Políticas del Jurado Nacional de Elecciones, comunicación personal, mayo del 2016 Elaboración propia Figura 2. Desafiliados por partido político Fuente: Registro de Organizaciones Políticas del Jurado Nacional de Elecciones, comunicación personal, mayo del 2016 Elaboración propia 0 5000 10 000 15 000 20 000 25 000 30 000 35 000 2006 2011 2016 Hombres Mujeres
  • 48. María Mendoza Michilot 48 1.2.2 El adherente La Ley de Organizaciones Políticas creó el registro de adherentes, es decir, aquellas personas que cumplen una función fugaz en las organi- zaciones políticas: son las que firman un planillón —generalmente en la vía pública— para que un partido solicite su inscripción. Firmar ese documento no le confiere ningún derecho al adherente, tampoco obli- gación porque no forma parte de la agrupación. Cuando la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) inscribe a un partido, este debe presentar, entre otros documentos, la relación de adherentes en número no menor del cuatro por ciento (4 %) de los ciudadanos que sufragaron en las últimas elecciones de carácter nacional, con la firma y el número del documento nacional de identidad (DNI) de cada uno de estos. (Ley 30414, 2016) Esta relación “es presentada ante el Registro de Organizaciones Políticas en los formularios de papel o electrónicos que proporcione la Oficina Nacional de Procesos Electorales, la cual emitirá la constancia de verifica- ción respectiva” (Ley 28094, 2003, artículo 7). A pesar de que el papel que cumple el adherente es fugaz, este no se ubica necesariamente en un segundo plano, pues su firma suma al momento de llenar los planillones. Según la Ley Orgánica de Elecciones, las agrupaciones políticas deben presentar una lista de adherentes no menor del 4 % de los electores que sufragaron en la última elección nacional, volumen que aumenta conforme se incremente el número de electores. Con base en este mandato, en las elecciones del 2016 las solicitudes de inscripción de un partido debieron ser alrededor de 660 000; y para las elecciones del 2021 serán unas 750 000, de no haber cambios en la ley. 1.3 Una campaña inédita, atípica y controversial Los comicios del 2016 colocaron al país ante una realidad inédita para los peruanos. Lo vivido fue, como señala Percy Medina, una campaña atípica, en la medida que no se ajustó a los procedimientos habituales y representativos de una jornada de este tipo, a “los valores de la predic- tibilidad y eficiencia” en el desarrollo de los comicios de los últimos quince años (“No debe repetirse”, 2016, p. 4). Además, los procedi- mientos aplicados fueron controversiales, objeto de críticas, de discusión y de posiciones contrapuestas que trajeron graves consecuencias para
  • 49. 49 Capítulo 1. Los medios y el espectro político los partidos y las instituciones responsables del proceso, y mellaron la institucionalidad electoral y democrática. Según la Constitución Política, al JNE y las entidades del sistema elec- toral (la Oficina Nacional de Procesos Electorales y el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil, así como el Registro de Organizaciones Políticas y los Jurados Especiales), les corresponde garantizar que las votaciones “traduzcan la expresión auténtica, libre y espontánea de los ciudadanos; y que los escrutinios sean reflejo exacto y oportuno de la voluntad del elector expresada en las urnas por votación directa” (art. 176). En estas elecciones, se reconoció que los organismos electorales dieron facilidades a los ciudadanos para votar, incluso con DNI vencidos, y escoger un centro de votación cerca a su domicilio; aproximadamente el 29 % de los electores de Lima y un porcentaje igual del Callao optaron por escoger un centro de votación. El voto electrónico funcionó en esta elección de manera más extendida y la ONPE sacó lecciones de su aplicación para futuros procesos respecto a la distribución de votantes por mesa. Lo grave fue que, desde la perspectiva ciudadana, los organismos pasaron de veedores y gestores de los comicios a la condición de prota- gonistas, en un rol que generó preocupación y suspicacia. Se llegó a hablar de fraude (Hildebrandt, 2016b), de postergación de elecciones; una encuesta urbano-rural realizada por Ipsos Perú el 28 de marzo del 2016 reveló que, para el 57 % de los entrevistados, el JNE actuó para favorecer a algunos intereses políticos, y 31 % consideraba que fue inde- pendiente (Ipsos, 2016a). Después que el JNE declaró infundadas las apelaciones de Todos por el Perú y Alianza para el Progreso, su presidente, Francisco Távara, sostuvo que con cualquier decisión que se adoptara, muchos aparece- rían como “héroes o lo contrario, según la parte que opine” (“Cualquiera sea”, 2016, p. 1); palabras que tampoco cayeron bien en algunos medios (“Ni héroes”, 2016). La labor de los organismos electorales se configuró como uno de los tópicos de la agenda mediática de enero a junio del 2016. Se criticó que retiraran a “dos candidatos que sumaban más del 25 % de la intención de voto” a causa de la presión pública y política que se ejerció ante la fragilidad del JNE y el Jurado Electoral Especial (JEE) de Lima; por ello, se consideró arbitrario e ilegal (“Lo bueno”, 2016, p. 4). El análisis de la legislación que normó el proceso habla, sin embargo, de responsabilidades compartidas en los problemas suscitados: respon-
  • 50. María Mendoza Michilot 50 sabilidades atribuidas a los partidos involucrados en su aplicación, al Poder Electoral, pero también al Legislativo, responsable del “origen del problema”, es decir, de la dación de las normas que cambiaron el esce- nario político, pero no de la forma en que se esperaba. De Alianza para el Progreso y Todos por el Perú, Ipsos Perú reveló que, para los encuestados, esos partidos eran responsables directos de la situación producida con relación a las candidaturas de César Acuña (62 %) y Julio Guzmán (35 %): el primero por no cumplir la ley electoral y el segundo por incumplir los procedimientos necesarios para la inscrip- ción (“Nuevo escenario”, 2016). También responsabilizaron al JNE por no resolver a tiempo, por ejemplo, la inscripción de Guzmán, y al Legislativo por dar una legislación electoral inadecuada que afectó a las dos listas. Se dijo que las agrupaciones políticas del Congreso en el periodo 2011‑2016 perdieron la oportunidad de sacar adelante los proyectos de una nueva ley de partidos y un código electoral presentados por los orga- nismos electorales. En vez de ello, aprobaron —a última hora— normas que, incluso antes de ser aplicadas, ya se pedía que fueran derogadas. Bauman subraya en su libro En busca de la política que, así como la educación es clave para que las personas se instruyan y se entrenen en la tarea de usar su libertad de elección, a los legisladores les corresponde establecer la agenda de las opciones sobre las cuales los individuos van a elegir. Los legisladores eligen antes que los individuos, dice. A ellos corresponde “preseleccionar” las reglas que normarán lo que está bien y lo que está mal: “la legislación divide el campo de la disponibilidad práctica del terreno de las posibilidades abstractas” (2001, pp. 81-82). El Congreso Peruano olvidó cumplir esta tarea entre el 2015 y el 2016. 1.3.1 Legislación electoral e institucionalidad magulladas Existe consenso en que el origen de los problemas vividos estuvo en la Ley 30414, norma que modificó la Ley 28094, o Ley de Partidos Políticos del 2003, a través de la adición de disposiciones de última hora que hubieran merecido un mayor debate y reflexión, y que el JNE —conformado por Francisco Távara (presidente) y los miembros titu- lares Jesús Fernández Alarcón, Baldomero Ayvar Carrasco, Carlos Cornejo Guerrero y Jorge Rodríguez Vélez— aplicó parcialmente cuando el proceso estaba en marcha.
  • 51. 51 Capítulo 1. Los medios y el espectro político Producto de estas reformas, los comicios del 2016 pasarán a la historia como el cuarto proceso electoral del siglo xxi y el más atípico e irregular de las últimas décadas. Las tachas, disputas, confrontaciones y batallas legales en los jurados electorales prevalecieron sobre las propuestas y los planes de gobierno. Ad portas de la primera vuelta, las denuncias y los alegatos contra los candidatos siguieron tramitándose en el JNE (“Solórzano sugiere”, 2016), al punto de que 10 días antes de la primera vuelta no había certeza sobre los partidos que seguían en carrera. Tres temas sintetizan los cuestionamientos durante la campaña vinculados con las reformas introducidas en la legislación electoral: la cancelación de las inscripciones de los partidos políticos, el control de las dádivas y otras formas clientelistas para conquistar votos, y la aplica- ción de la valla electoral. Antecedentes de una reforma Cuando el 1 de noviembre del 2003 el gobierno del presidente Alejandro Toledo promulgó la Ley 28094, Ley de Partidos Políticos, varios sectores de la sociedad civil saludaron la medida. Se trataba de “institucionalizar” a las agrupaciones políticas y normar todos los aspectos de la vida de estas colectividades, desde su definición, razón de ser y participación en los procesos electorales hasta la imposición de sanciones a las que hubiere lugar por trasgresiones cometidas en perjuicio de la propia orga- nización partidaria y el sistema de partidos. La norma definió, en 41 artículos y 3 disposiciones transitorias, un marco de actuación para las agrupaciones políticas que aspiren a competir por las diferentes instancias de gobierno, y establece reglas que inciden directamente en la participación de sus miembros y la democratización de sus estructuras y mecanismos de decisión. (A. Durand, 2007, p. 62) Como toda obra humana, la ley era perfectible, más tratándose de una legislación que debía coadyuvar a construir un sistema de partidos acorde con las exigencias de una democracia moderna que buscaba recuperar un principio esencial: la alternancia en el poder, mellada por un régimen que pretendió entornillarse en el sillón presidencial tras diez años de gobierno. Sin embargo, a partir de la Ley de Partidos, se profundiza inadecuada- mente la regulación jurídica, afirmó Fernando Tuesta (2016b).