El documento discute cómo las redes sociales pueden promover la participación y la inclusión. Presenta cuatro casos de proyectos en Perú y Chile que usan las redes sociales para involucrar a las comunidades. Concluye que es importante construir nuevos espacios en línea para comunidades específicas y vincular la información pública a los intereses de los ciudadanos para aumentar su participación.