El existencialismo es una corriente filosófica que se desarrolló en Europa entre las dos guerras mundiales en respuesta a los cambios culturales y la desorientación de la época. Se centra en reflexionar sobre el sentido de la existencia y la muerte más que en cuestiones abstractas. Sus rasgos característicos son la irreductibilidad del individuo, la existencia como libertad absoluta donde la persona elige su propia esencia, y el uso del método fenomenológico para analizar la estructura de la existencia. Existen diferentes tipos de
La irreductibilidad del individuo en la filosofía existencial
1. La filosofía existencial
6.3.1. Existencialismo
Se denomina existencialismo a la corriente filosófica que se desarrolló en Europa
entre las dos guerras mundiales y por ello en cierto sentido es expresión de la
desorientación, producidos por los cambios en la cultura, valores y principios. Pero la
filosofía existencialista se halla arraigada en la tradición filosófica, sobre todo en el
pensamiento de la modernidad y en el modo en que este planteó sus problemas
fundamentales.
La filosofía existencial, o existencialismo, se interesa en reflexionar sobre el sentido
de la existencia y de la muerte, por encima de cuestiones abstractas que supuestamente
encubren los conflictos del hombre.
Los rasgos más característicos de esta filosofía existencial estos tres
puntos siguientes:
1) La irreductibilidad del individuo: El existencialismo afirma la originalidad
de la existencia individual. Lo verdadero y primario no es el todo sino “el singular”,
especialmente el singular que es la realidad personal, la existencia humana.
Critica el sistema dialéctico porque engulle lo singular, anulando las diferencias y
la realidad individual -el yo- que no puede ser reducido a razón o pensamiento
universal.
Ese “yo”, ha de caracterizarse por la capacidad de “decidirse” y “elegirse a sí
mismo”.
2) La existencia como libertad: La existencia ya no se refiere a cualquier cosa o
realidad, sino exclusivamente a la realidad del yo; de un “yo concreto y mundano”, cuya
estructura y determinación será distinta en cada caso.
La existencia establece el valor de cada realidad individual, cuyo origen ya no es el
pensamiento sino la libertad, pero una libertad absoluta que no está ligada a nada que la
determine.
Cuando algún filósofo existencialista afirma que “la existencia precede a la
esencia”, lo que quiere decir es que el ser humano no tiene una naturaleza o esencia que
oriente su libertad sino que es esa libertad la que le hace “ser”.
3) La fenomenología como método: El análisis de la estructura de la
existencia se lleva a cabo desde la fenomenología. La fenomenología es una ontología; es
decir, establece el sentido de lo real y de sí misma, igual que la teoría existencialista de la
realidad, interpreta el ser como fenómeno que “aparece o se manifiesta” ante la
existencia cuyo principio es la libertad.
2. Tipos de existencialismo:
a) Optimista o teológico: Dios garantiza que la muerte no es el fin, aunque
alrededor todo sea destrucción. En él se podría incluir el Personalismo, que no es una
rama existencialista pero tiene muchas semejanzas: la dignidad del hombre es lo
principal.
Destacan Emmanuel Mounier (que critica a todos los regímenes políticos), Martín
Buber y Emmanuel Levinas.
b) Negativo: Se centra en la muerte que es el fin. Destacan Heidegger (agnóstico),
Sartre (ateo) y Jaspers (protestante).
c) Positivo: Tratan el tema de la existencia en general. Destacan Comte y Merleau
Ponty.
d) Personalismo: el concepto de persona según Mounier. Mounier propone la
siguiente definición de persona: “Una persona es un ser espiritual constituido como tal
por una forma de subsistencia e independencia en su ser (...)”.
Se resalta la espiritualidad del ser humano y afirma que la negación de esta
subsistencia reduciría a la persona humana a un producto de las relaciones sociales.
“(...) Mantiene esa subsistencia mediante su adhesión a una jerarquía de valores,
libremente adoptados, asimilados y vividos en un compromiso responsable y en una
constante conversión (...)”.
La filosofía existencial, que surgió de la revuelta romántica del siglo XIX contra la
razón y la ciencia en favor de la implicación apasionada en la vida, fue muy importante
en el pensamiento y los trabajos de Kierkegaard donde expresa su intensa experiencia
emocional.