2. Es el carnaval veneciano el indiscutible protagonista por tradición, por evocación y por la sencilla razón de que Venecia en sí es ya una ciudad enmascarada, misteriosa y mágica, en la que en lugar de moverte por un decorado lo vives.
3. Para muchos, las hordas de turistas han restado autenticidad al evento, es importante tener en cuenta que acudir al carnaval veneciano significa saberlo descubrir.
4. No se puede ir a Venecia pensando en los carnavales de Cádiz o de Brasil, porque entonces la decepción está asegurada; el carnaval de Venecia tiene personalidad propia y magia propia y va más allá de la turística imagen de la nariguda máscara del doctor de la peste que abarrota los talleres de la ciudad .
5. Celebrar el carnaval, suponía además, una especie de cantar de gesta, pues en él se utilizaban acontecimientos históricos como fuente de inspiración, de forma que historia y realidad se mezclaban y confundían formando parte del ingrediente festivo.
6. Ahora, muchos venecianos se sienten abrumados por la invasión turística y se marchan fuera durante esta temporada, pero muchos otros se quedan e incorporan al ambiente callejero y musical, siendo partícipes de la fiesta y contribuyendo con sus disfraces al espectáculo visual y extravagante en las tardes de Piazza San Marco .
7. Más aún cuando llegan los Carnavales: en el aire, ambiente de alegría y fiesta, la música llena los espacios y mil colores iluminan los rostros enmascarados de la gente.
8. Durante 10 días, del 26 de febrero al 8 de marzo, la ciudad italiana nos transportará en el tiempo hasta un pasado de esplendor. Los atuendos clásicos del siglo XVII y sus bellas y típicas máscaras blancas, doradas y plateadas recuerdan la majestuosidad de aquella época.