El documento describe las tradiciones del Carnaval en la antigua Roma, que se remontan a los Saturnales, festividades religiosas ligadas al cambio de estaciones que incluían ritos paganos, sacrificios y bailes con máscaras. A lo largo de los siglos, la tradición del Carnaval se ha mantenido en Italia con bailes y otras diversiones, celebrándose originalmente en Monte Testaccio y luego trasladándose a la Vía Lata por orden del Papa Pablo II. También se describe la tradición gastronómica de postres